Con todo cariño y añoranza, dedico este trabajo de investigación, a mis colegas de promoción 1966-1971
Mercedes Píriz Navarro, Antonio García Úbeda, Encarnita Rodríguez Cerrillo,José Palacios Royán, Dorita Calero Amor, Juan Ruiz Muñoz, Puri Jiménez Serrano, Rodolfo García Álvarez, Lourdes Olmedo Rojas, Cándido Santos Pérez, Mª Dolores Rincón González, Fco. Javier Gallardo Galera, M. Begoña Lasarte Uzquiano, Enrique Díaz de Guereño, Salvadora Chica Giménez, Jesús Vázquez González, Ana María Medina Marín, Emilio Aguilera Moreno, Mari Carmen Arias Abellán, Aurelio Pérez Jiménez, Encarnita Roca Ruiz, José Lozano Sánchez, Ana María Perales Alcalá, Juan J. Torres Ruiz, Mari Carmen Ros González, Mª Carmen Quesada Montoro, Maria Victoria Quirós Parra, Mª Luisa Picklesimer Pardo, Manel Montoro Martínez, Juanita Ceres Frías, Luis García Moreno, José Atonio Sánchez Marín.

Figura 1.-

Figura 2,-
Plano (sin autor conocido) sobre los acuíferos comprendidos entre el término municipal de Lentegí (Guardahamas) y Almuñécar. Pensamos que el acuífero del acueducto tiene su origen desde las cercanías de Otívar, tal vez por encima, aunque ahora contamos como punto de referencia el Peñón Rodado por debajo de Otívar. Cuestión aún pendiente de confirmar. Nada seguro. Falta exploración del terreno.

Figura 3.-
Plano comarcal de Almuñécar, con los puntos claves hasta ahora bien definidos

Figura 4.-
Plano levantado por el Dr. Ingeniero de Caminos, Puertos y Canales D. Carlos Fernández Casado
Figura 5.- Fotoplanimétrica
En esta foto aérea se perfila la trayectoria del río Verde, con los puntos de Cázulas y Otívar.

Figura 6.-
Localización de sectores de Cázulas y Otívar.

Figura 6.- Fotoplanimétrica
En esta foto se observa la Poza de Cázulas y el recorrido de río Verde.

Figura 7.- Fotoplanimétrica
Esta vista nos muestra la barriada de Las Peñuelas y un amplio tramo de río Verde y río Seco en dirección a Almuñécar, señalándose también el inicio que hoy se conoce del acueducto romano en la vertiente de río Seco, abarcando los seis puentes que comprende su trayectoria en esta zona.

Figura 8.- Foto aérea de la zona más poblada arqueológicamente.
Vista general del casco urbano de la ciudad de Almuñécar.

Punto donde se corta el puente romano———- X
Figura 9.- Fotoplanimétrica
El signo X indica el punto donde la carretera corta el acueducto dejándolo enterrado. Desde ese lugar hasta el Barrio de San Sebastián hay más de cien metros.
Iniciamos un preámbulo histórico del pensamiento antiguo sobre el Agua en el mundo grecorromano
Texto de Marco Lucio Vitruvio.–
«Sobre los modos de conducir el agua (Vitruvio VII)».
«De tres maneras se puede conducir el agua: por zanjas mediante obras de albañilería, por cañerías de barro, o por tuberías de plomo. He aquí las reglas que se han de seguir en cada caso.
Si la conducción se hiciere por zanjas o canales, las obras de albañilería deben ser lo más sólidas posible y con una pendiente de a lo menos un cuarto de pulgada por cada cien pies de longitud, siendo además necesario que la conducción esté además cubierta con bóveda, a fin de que el sol no toque de ningún modo el agua. cuando ésta llegue a los muros de la ciudad, será preciso construir un depósito y, unido a él, otro con no menos de tres arcas de agua. En el depósito se instalarán tres tubos que distribuirán el agua con uniformidad en comunicación con el anterior de las cambijas (arca de agua elevada sobre las cañerías que la conducen), alimentadas por estos canales, y que están dispuestas de tal manera que cuando haya mucha agua, la cambija central recibirá la que sobre en las otras dos y la enviará por las cañerías a todos los lavaderos y a todos los surtidores. El agua de una de las dos cambijas irá a parar a los baños públicos, de los que la ciudad obtendrá una renta anual. El de la tercera, se destinará a las casas particulares, pero de modo que no falte para el público el agua necesaria, evitándose que pueda ser desviada de su curso, ya que irá directamente por acueductos especiales. He aquí la razón que me mueve a prescribir esta distribución: es para que los particulares a quienes se les haya concedido agua para sus casas, queden sometidos al pago de una cantidad a los recaudadores de impuestos. Si, por el contrario, hubiese que salvar montes entre la toma del agua y la ciudad, se procederá de este modo: se horadará el monte para hacer pasar el agua conservando siempre la pendiente necesaria, como se ha dicho antes, y si el suelo fuese de peñas o de toba, se abrirá sobre ello el acueducto; pero si el suelo fuese terroso o arenoso, se construirá en la excavación una galería cubierta con bóveda y por ella se hará pasar el agua, abriendo pozos espaciados uno de otro ciento veinticinco pies (29,6 cm)
Si se hubiera de conducir el agua por tuberías de plomo, ante todo se hará un depósito próximo al nacimiento de la fuente, y luego, a proporción de la cantidad de agua, se determinará la luz de los tubos; desde ese depósito se irán tendiendo los tubos hasta aquel otro que esté a la entrada de la ciudad. Estos tubos habrán de tener una longitud no menor de diez pies cada uno, y si fuese de cien, su peso será de 1200 libras cada uno; si fueran de ochenta, tendrán su peso de 960 libras; si de cincuenta, 600 libras; si de cuarenta, 480 libras; si de treinta, 360 libras; si de veinte, 240; si de quince, 180; si de diez, 120; si de ocho, 100 libras, y si de cinco, 60 libras. Adviértase que esos conductos toman su denominación de la anchura de las planchas, es decir, según los dedos que tenían de planchas de que están hechos antes de haber siso curvadas. Así, por ejemplo, si la plancha era de 50 dedos cuando de ella se hizo un tubo, éste se llamará de cincuenta, y así sucesivamente. El acueducto que se hace mediante conductos de plomo, se regulará de este modo: Si desde el manantial hasta la ciudad hubiera una pendiente no interrumpida por altos montes que pudieran constituir un obstáculo, se rellenará con obras de albañilería el desnivel de los valles interpuestos, observando para las pendientes las reglas dadas para la construcción de los acueductos; pero si se tropezara con altas montañas, será preciso que la conducción de la tubería se haga rodeando el monte, siempre que este rodeo no resulte demasiado largo. Si se interpusieran valles extensos, se dirigirá por ellos el curso de la tubería, siguiendo la ladera del monte, y a alguna distancia del fondo del valle, se apoyarán los tubos sobre obra de albañilería no muy elevadas, sino solamente lo que fuera necesario para que el agua, después de haber atravesado todo el valle, pueda subir del otro lado hasta alcanzar la ladera; esta obra formará lo que los griegos llaman koilios,y nosotros «vientre».
Cuando se hubiera llegado al lado opuesto, los tubos, a causa de la longitud de ese vientre, forzarán el agua aprisionada a subir suavemente a la cima de la rampa. si no se hiciera en los valles este vientre, ni hubiese una construcción a nivel, se formaría un codo brusco y el agua reventaría y desharía las junturas de los tubos. Además, en este espacio llamado vientre, se han de hacer respiraderos por los que pueda darse salida al aire comprimido en la tubería.
De este modo los que conducen el agua por tuberías de plomo,siguiendo estas reglas, podrán llevar a cabo muy bien esta conducción, tanto en curso recto como por rodeos, subiendo o bajando laderas. También será muy conveniente cuando se halla una pendiente razonable desde las fuentes hasta las murallas de la ciudad, abrir unos registros distantes unos de otros unos cuatro mil pies, a fin de que, si se produjera una avería en cualquier parte de la conducción, no haya necesidad de revisar toda la tubería y se puede con facilidad encontrar el sitio en que se haya producido; pero esos registros no se deben hacer ni en los declives ni en la sección que hemos llamado vientre, si en las pendientes en donde el agua forzosamente tiene que volver a subir, ni en lo hondo de los valles, sino allí donde la tubería se apoye sobre un nivel igual seguido durante un largo tramo.
Pero si se quisiera gastar menos en la conducción del agua, se procederá de este modo: se harían tubos de barro cuyo grosor no sea menor de dos dedos y de suerte que uno de los extremos sea más estrecho con el fin de que pueda encajarse dentro del otro. Las junturas se ha de cerrar con cal diluida en aceite; y en los sitios donde bajan los tubos para hacer el llano del vientre, en el lugar mismo donde se forma el codo, se debe poner una piedra roja que estará perforada para poder recibir tanto el último tubo que baja, como el primero de los que deben ir a nivel, para formar el vientre; y del mismo modo deben ser introducidos en los orificios de otra piedra roja, tanto el último tubo del vientre como el primero de la cuesta por donde la tubería vuelve a subir.
Regulándose la conducción y la pendiente del agua, tanto en los declives como en los llanos y en las cuestas no habrá que temer que la violencia del agua haga reventar la tubería; porque, en efecto, suelen producirse en los acueductos unas tan violentas corrientes de aire, que hasta rompen las mismas piedras si previamente no se ha tenido cuidado de dar entrada la primera vez al agua poco a poco y no se han asegurado los codos y recodos con ligaduras o con lastre de arena. Para todo lo demás se procede como en tubos de plomo.
Además, cuando se hace pasar por primera vez el agua de las fuentes por los tubos, será preciso echar en ellos ceniza muy fina, para tapar con ellas algunas junturas que quizá no hubieran quedado bien obturadas.
Ahora bien, las tuberías de barro tienen las siguientes ventajas: primera, en cuanto al trabajo, porque, si ocurre algún desperfecto, cualquiera puede repararlo; y segunda, porque el agua resulta mucho más sana conducida por cañerías de barro que por tuberías de plomo. En efecto, el paso del agua por el plomo tiene el inconveniente de que de éste sale al albayalde, del que se dice que es nocivo para los cuerpos de los hombres; y así como lo que con el plomo se forma es dañino, no cabe duda de que él lo será también. Podríamos aducir el ejemplo de los plomeros, los cuales tienen siempre la tez pálida, debido a que, al soplar para licuar el plomo, el vapor que de él se desprende, al penetrar en las articulaciones de los cuerpos, las va consumiendo de día en día y extrae de ellas todo el vigor de la sangre. Por tanto, parece que no deben conducirse con tuberías de plomo las aguas si se quiere que éstas sean sanas.
Y por otra parte, que es mejor el sabor pasando por tuberías de barro puede colegirse de la vida ordinaria: porque todos, aunque tengan bien sus mesas provistas de vajilla de plata, sin embargo, adoptan vajillas de barro para beber agua, porque tiene en ellas mejor sabor». (Marco Lucio Vitruvio. Los diez libros de Arquitectura. Libro VII, capit. sobre el uso del agua. Tradución de Agustín Blánquez, Barcelona, 1970).
CARACTERÍSTICAS DEL TRAZADO DEL ACUEDUCTO DE SEXSI
A partir del año -206, tras la batalla de Ilipa, como se ha dicho ya, y ante la perspectiva de levantar una explotación de las industrias que los fenicios había montado en este enclave desde tiempos atrás, los romanos se plantean llevar a cabo el desarrollo a gran escala de una macro-industria de salazones de pescado. Para ello inician un estudio del terreno viendo la posibilidad de proporcionar la suficiente cantidad de agua de calidad para llevarla a este fin, además de los servicios domésticos, públicos y privados. Según Vitruvio, el agua debía reunir unas condiciones adecuadas para dar un óptimo punto de calidad a la industria fundamentalmente. Del tiempo de los fenicios, tenemos datos de que su sitio de emplazamiento más probable fuera el conjunto de colinas situadas en el entorno del actual IES Antigua Sexi. La razón se debe a que el barrando del Noi, que proporciona, y antes más, el agua suficiente para las necesidades domésticas y las salazones que desde antaño se venían trabajando por todo este espacio de campo. La verdad es que no se ha localizado ni una sola pileta de salazones en este lugar. Tampoco en el casco urbana actual de la ciudad. Pero sí sabemos que probablemente este manantial del Puente del Noi disponía de un agua de alta calidad, ya que manaba de una mina abierta para este fin, aparte de las aguas de lluvia que anualmente se produjeran. Son aguas que manan de un terreno de roca silícea, idóneas para la industria y el uso doméstico.
Y los romanos llegaron a hacer algo similar. Puesto que el agua de mar se encontraba rodeando el espacio que ellos ocuparon para el montaje de su industria y edificaciones auxiliares, amén de los edificios públicos, se tuvieron que remontar los ingenieros romanos bastante adentro del gran estero marino de río Verde para poder encontrar el agua que ellos necesitaban para el montaje de tal industria. Vitruvio decía (Libro VII, su obra) que el agua debía evitar las malas tierras porque daban agua de mala calidad, y expresa la forma que los técnicos debían utilizar para conseguir que fuera lo más adecuada posible para esa industria y para las necesidades públicas. Por los indicios del trazado del acueducto, se puede llegar a la conclusión de que los ingenieros se tuvieron que remontar río Verde arriba hasta encontrar el agua apropiada a sus necesidades. Modernamente se sabe que el agua del mar perturbaba y mucho la consecución de agua de calidad. En la ciudad de Jete, el agua que se usa es bastante dura, lo que indica que la cal que lleva en su estructura, la hace inservible para los fines que se pretendían, según dice el propio Vitruvio. Y hete aquí que para buscar agua de esas cualidades han tenido que remontarse, por lo pronto y según nuestras observaciones, hasta la localidad de Otívar de entrada. Y probablemente, con las características exigidas, haya que seguír buscando hasta por encima de Otívar, lugar donde se empieza a encontrar agua de esa calidad. El canal último descubierto se encuentra a unos doscientos metros, río Verde arriba. Y ese canal se encuentra, como ha quedado dicho, sobre el mismo lecho del río. Pero pensamos que, al no haberse hecho ninguna prueba de la calidad del agua que discurre por su interior, el agua que ya podemos contemplar es la que abastecía. en principio, las localidades de Jete, toda la parte izquierda río abajo, hasta que el canal sale a superficie para regular la pendiente de desnivel entre los puntos claves de cotas muy marcadas por las diferencias del alturas. Pero es a partir de Jete cuando empiezan a aparecer los canales subterráneos a cierta profundidad, y esto se ve en uno de los planos que se tienen de ciertas proporciones y profundidad. Se sabe que la pendiente que debe mantener el canal en todo su trazado, según los desniveles, es de dos pulgadas y media cada 41 m. Con ello se evita que la velocidad y la cantidad de agua puedan hacer reventar por presión la cubierta del canal. Para evitar eso, además, es preciso construir unos registros para regular la presión del aire que, evidentemente, se acumula en todo el trayecto de la conducción. Y además se usaban tales registros para poder acceder y realizar la limpieza de las arenas acumuladas por el arrastre del agua, ya que ésta pasaba al canal filtrándose desde el mismo río, razón por la que el trazado del citado canal discurre siempre por el lecho que más agua filtrada puede recoger desde la superficie del río. Como ha quedado dicho al principio, el agua del río que se filtraba, iba pasando por las zonas permeables del canal a través de las rendijas que tiene su cubierta que funcionaba como si fuera un filtro. Y por esas rendijas no sólo entraba agua sino también arena, tierra y elementos vegetales, capaces de colarse a través de esas rendijas. Y por ello había que limpiar el canal sacando los elementos posados sobre puntos de los respiraderos fáciles de limpiar, porque daban al spiramen por donde una persona podía extraer la tierra y arena que se posaba en esos espacios adrede hechos para ese fin; y con ello se evitaba que quedara obstruido por la acumulación de los elementos residuales (arena, limo, vegetales y otros elementos). De esa forma se evitaba que el canal pudiera llegar a obstruirse. Con este fin, en la mayoría de los canales, en superficie o encima de los puentes arqueados, se construían respiraderos a una distancia aproximada de unos cien metros.
El problema más serio que se planteaba a los ingenieros romanos era el trazado de debían elegir cuando se encontraban con una vaguada, la salvaban, o tenían que dar un largo rodeo canalizado para superar largas distancias. Este problema generalmente se resolvía mediante la construcción de canales haciendo minas que atravesaran una montaña (como ocurre el Almuñécar, en Venta Luciano). Y otra de las dificultades era salvar un fuerte desnivel por el que discurría el canal; para ellos idearon construir sistemas de sifones y semisifones, según el terreno. Uno de ellos se resolvía mediante el uso de un sistema de entubado del agua, que podía, como ha podido ocurrir el Almuñécar, mediante tuberías de plomo o cerámica. La de plomo solía descartarse cuando se trataba de agua destinada al consumo humano o industrial por la razones de salubridad que antes se han citado por parte de Vitruvio. El plomo libera sustancias tóxicas que perjudican la salud humana y de las plantas. Por ello no era muy frecuente. Por esta razón es muy frecuente encontrar tuberías de cerámica, diseñadas con una técnica apropiada para que no sufran desperfectos en sus puntos de unión. Los depósitos, situados en diferentes puntos del complejo, podemos enumerarlos sucesivamente desde el Peñón del Santo hasta las cercanías del Torrecuevas. Y con relación a los pozos, relativos a los emplazamientos romanos, tan sólo podemos citar dos; uno en el Majuelo y un segundo muy cerca, al fondo de la calle Nueva. Con relación al sistema de alimentación de agua de los baños públicos se han registrado elementos de cerámica en la mayoría de ellos. Tan sólo ha aparecido un elemento de plomo en las termas romanas del Castillo.
Se van a ordenar las diferentes partes de esta exposición de datos, comenzando con los puntos más lejanos de Almuñécar: desde Guardajamas (Lentegí). A continuación se van a exponer los tramos o puentes del acueducto, seguidos de la ubicación de los puntos de respiración y drenaje del trayecto de los canales desde aguas arriba de Jete hasta Almuñécar. Se detallarán las características que hasta ahora se han omitido por falta de un estudio profundo y contextual de su trazado; problemas que resolvieron los ingenieros romanos y que hasta ahora se ignoraban por la falta de un estudio completo. Han cometido errores hasta los más expertos en el tema, sobre todo en lo relativo a la restauración de algunos tramos del acueducto, sobre todo el mayor puente, que salva la vaguada del barranco de Torrecuevas, con una restauración totalmente inapropiada, porque los canales que discurren por la parte superior son de cubierta en forma de arco de medio punto, y no cubierto con rasillas modernas (cosa que tendrán que corregir, porque es un error imperdonable en restauración.
PRINCIPIO DE LA HIDRÁULICA DESDE GUARDAHAMAS
Para el inicio de la distribución de las aguas desde la villa rústica romana de Guardhamas, conviene exponer algunas fotos sobre la realidad de esta localidad, que era un punto medio entre la costa granadina y Granada: paso obligado.
Guardahamas se encuentra a unos cinco kilómetros de la localidad de Lentegí en sentido Granada. Es la vega, digamos, del pueblo. Pero quedan restos importantes de los muros que conformaban la estructura de la villa. La mampostería es algo variada a lo que venimos acostumbrados a ver en Almuñécar. El aparejo es diferente. Allí, que sepamos, no se ha tocado nada, sólo se ha destruido para ampliar y aprovechar mejor el terreno de cultivo; pero los materiales secundarios pueden verse dispersos por cualquier rincón del gran solar que se puede ver. Y desde allí empieza a verse el agua que se va a dirigir a Lentegí, tanto de riego como de uso doméstico. (Véase el plano de las redes de riego del plano inicial del trabajo).

Foto 1.-
Villa rústica romana de Guardahamas, Restos de sus muros periféricos. Lentegí, Granada.
Vista de uno de los muros laterales de la construcción romana. Todo parece indicar, por sus proporciones, que se trataba de una zona de equipamiento en el tránsito desde Sexsi hasta Iliberis, Granada. Aquí tan sólo se ha hecho una exploración superficial. Ahora nos tememos que todo haya desaparecido.

Foto nº 2.-
Resto de aparejo de un opus incertum mezclado con latericium, lo que puede interpretarse como un tipo de opus mixtum. Se nota que ha sido muy retocado con el paso del tiempo.

Foto nº 3.-
Detalle de uno de los paramentos de la estructura de la villa rústica. El tipo de aparejo se ve homogéneo, un opus incertum regular.

Foto nº 4.-
Detalle del aparejo de opus incertum alterado o mixtum. Se utilizan en el alzado de esta parte tanto el ladrillo como la pizarra y con diferentes tamaños.

Foto nº 5.-
Guardahamas. Muros de la villa y vista de la dirección que toma la vaguada hacia las cercanías de Lentegí, término con el que enlaza su curso de aguas.
Una vez dejado atrás esta villa, bajando de Lentegí hacia Otívar, nos volvemos a encontrar con un elemento de solería perteneciente de una villa romana, observada en un corte de la carretera sobre una curva de la misma.

Foto nº 6.-
Corte artificial en la construcción de la carretera de Otívar a Lentegí. Obsérvese el perfil de una solería, fruto del corte de la máquina excavadora. Su material es opus signinum, con fuerte presencia de cal. Probablemente es una solería de la villa, o sea, un mosaico de la misma.
Dados estos inicios de lo que va a ser la trayectoria del canal del acueducto romano de Almuñécar, hemos querido adelantar que los contactos entre Granada romana y Almuñécar romana, estaban sembrados de puntos de contacto formados por villas rústicas estratégicamente situadas para las necesidades de un trayecto un tanto extenso y complicado entre esos dos puntos. Y por ello, pasamos a las cercanías de lo que pudo ser el comienzo real del punto de captación de aguas sobre el lecho de río Verde a la altura de Jete-Otívar, o aún más alto. El tiempo y la investigación nos dará la información según se vaya estudiando el terreno.
TÉRMINOS MUNICIPALES DE JETE Y OTÍVAR
Elementos encontrados
Foto 7.-
Estamos en las cercanías de la localidad de Otívar. Nos encontramos sobre el lecho de río Verde, desde el punto en que empiezan a aparecer las primeras o más notorias vías de conducción de agua fundamentalmente destinadas a los regadíos. Pero no sólo eso, si los árabes se dedicaron, a partir del 711 de n. e., a buscar agua en estas lejanías de Almuñécar, 13 km, los romanos, a partir del -206 hicieron los mismo pero con otras técnicas. Éstos sabían que los terrenos no eran estables, que había movimientos de tierras, que el agua que necesitaban era para algo más que el regadío, tuvieron que remontarse, no con toda seguridad, pues nos falta el testimonio directo, por encima de Otívar, con lo que la captación de este elemento adquiría la calidad que ellos necesitaban para sus industrias básicamente. Y en vez de construir acequias, como los árabes, los ingenieros romanos idearon otra solución: construir una canal debajo del lecho del río; y lo hicieron de tal manera que es casi el mismo medio que se utiliza en las zonas bajas donde discurre el agua a través de un canal cubierto con bóveda de medio cañón. Aquí, algo similar, la bóveda es de medio cañón, pero con una diferencia: esa bóveda estaba formada por piedras colocadas de forma ciclópea, o sea, sin argamasa, salvo en las del centro superior de la bóveda, que iban cogidas con una argamasa que las fijara, y por el resto de la bóveda, los espacios que no llevaban argamasa, permitían que el agua se filtrara hasta la caja base del canal. y así captaban las aguas superficiales que discurrían por encima del canal. Pero las técnicas modernas, ante el arrastre que las fuertes avenidas que suelen producirse, decidieron construir sobre el lecho del río, muros de contención. Con lo cual rompieron el canal, como se verá más adelante, y levantaron muros de hormigón armado para evitar los arrastres citados. Con ello rompieron el canal romano y apareció su estructura soterrada con el correspondiente escape de agua que mostramos en las fotografías. El canal debía haber sido protegido con un sistema que permitiera la persistiera la permanencia del canal, y no que se ha quedado roto para siempre. El canal sigue llevando agua sobre todo en las partes elevadas que no han sido tocadas e incluso en las partes bajas, cercanías de Jete. Pero los muros nuevos que atraviesan el río por zonas estrechas, han cortado esa conducción y su agua sale a superficie como se verá.

Foto 8.-
Colocados por debajo de uno de estos muros, podemos ver la estructura metálica que usaron los operarios para la construcción del muro. El agua que se ve al fondo sobre el lecho, procede del escape del canal roto.

Foto 9.-
En esta imagen vemos cómo la máquina trabaja removiendo material del río hasta el punto de crear un pequeño embalse por encima. Es el agua que procede de la rotura del canal. Estamos a tres km de la localidad de Jete en sentido Otivar.

Foto 10.-
Volvemos a ver la balsa de agua escapada del canal roto por la máquina. El agua está embalsada. A izquierda de la imagen podemos ver la acequia árabe. Siempre la construyen los árabes adosada al talud del río canalizándola, pero a descubierto, salvo cuando usan las estructuras romanas, que se ven más adelante.

Foto 11.-
Esta imagen del lecho del río con agua del canal, muestra cómo los árabes construyen sus acequias apoyadas sobre el talud, que a su vez, se encuentra reforzado para evitar que en tiempo de lluvias intensas, no queda enterrada como consecuencia de ello.

Foto 12.-
Esta imagen muestra la claridad del agua escapada del canal, que se encuentra a derecha de la zona encharcada.

Foto 13.-
Pequeña zona donde se encuentra el boquete hecho por la máquina. El agua se ha escapado hacia otra zona del lecho del río.

Foto 14.-
Sobre la superficie del agua que brota, se puede ver la rotura del canal en una zona más profunda, y los residuos que el canal arrastraba salen a superficie.

Foto 15.-
Una vez aclarada en agua por la cantidad que ha brotado -era verano- el caudal que discurría por el canal se ha reducido y se puede ver con claridad el punto de la rotura, casi enterrado por la arena de superficie.

Foto 16.-
Foto algo más precisa sobre el agujero producido por la rotura del canal.

Foto 17.-
Y marchando en sentido ascendente sobre el lecho de río Verde, nos encontramos un tramo de canal. Se observa la bóveda con las piedras casi desnudas por el arrastre provocado por las avenidas de agua del río en tiempos de lluvia.

Foto 18.-
En el trazado general del acueducto de Almuñécar, ésta es la primera pieza que nos encontramos en las cercanías de la localidad de Jete. Se trata de un registro de forma regular, como los demás que se irán viendo, El canal discurre por el fondo de la imagen, con unas medidas idénticas a las que veremos pasado el noveno puente. Su conservación es mala, pero discurre agua aún por su fondo. Este paso continuará hasta llegar a la vega de Jete, donde volveremos a ver un plano del canal y respiradero. Esta pieza de canal lógicamente recibía el agua del canal roto antes visto, y que se encuentra a casi tres kilómetros de este punto.

Foto 19.-
Esta foto muestra un punto situado entre los barrancos del Olivillo y Antequera. Este canal no fue debidamente explorado, y tenemos la duda si es un intento de construcción de mina árabe o canal-túnel de época romana. Pero si no estaba terminado podemos decir que es, por motivo de tiempo árabe, y no romano. No se sabe porque no ha podido ser explorado dado los movimientos de tierra que aquí se ha practicado después.

Foto 20.-
Detrás de este rosal se esconde un muro que puede pertenecer a un canal de época romana. Pero no lo damos por seguro, dada la mala calidad de la imagen. y hoy es imposible localizarlo.

Figura 10.-
Plano que nos muestra el autor del mismo (Ingeniero Dr. José Mª de Sancha, 1875) y el trazado del canal, siguiendo su recorrido y buscando la pendiente más adecuada para su discurrir hasta llegar a las Angosturas (supuesto punto de inicio del acueducto). En ellos podemos observar tres puntos del canal, y el respiradero o zona de entrada para el drenaje de sus pequeños depósitos de filtraje, de posos de los arrastres del agua.

Foto 21.-
En esta foto podemos ver el punto de entrada al canal antes visto. Puede observarse que tiene una profundidad considerable porque discurre por debajo del lecho de río Verde para poder hacer captación de las aguas superficiales que se filtran, porque va diseñado en la parte central del lecho del río para poder filtrar mejor dichas aguas que se pierden por filtración.

Foto 22.-
Esta imagen nos muestra parte del canal en sus inicios. Al fondo de la misma podemos ver que hay dos entradas por donde conectaba con el canal procedente aguas arriba. Aquí podemos comprobar cómo están colocadas las piedras, apenas sin argamasa para permitir la filtración del agua superficial del lecho del río por donde pasaba el canal. El opus signinum, como elemento impermeabilizante. En este punto se puede observar que moverse dentro del canal es fácil por su altura.

Foto 23.-
En conexión con la imagen anterior, vemos esta otra donde lo más destacado es el desgaste de suelo del canal como efecto de los arrastres durante mucho tiempo, y no han sido reparados. Conserva bien las señales de la altura del agua que circulaba por este canal. El opus signinum queda sólo en las paredes del canal, mientras que el suelo está muy desgastado por el arrastre. La inclinación de las paredes laterales están diseñadas así para contrarrestar la presión ejercida por los materiales que recubren este canal, y así se evita que sea comprimido y derribado por dicha presión lateral y superior.

Foto 24.-
Extensión del canal de las Angosturas con profundidad de imagen para ver cómo está el estado general de los elementos constructivos del canal. El suelo está muy desgastado y las piedras laterales están casi del todo descarnadas. No se ve nada de opus signinum. La cubierta, bóveda de medio cañón con piedras en posición ciclópea con el fin de que el agua que discurre por encima -lecho del río- pueda filtrarse a través de ellas hacia el canal.

Foto 25.-
La colocación de las piedras de la cubierta, en posición ciclópea, facilita la filtración del agua que discurre por encima del canal: agua del río que se filtra. Siguiendo la trayectoria anterior, puede comprobarse la colocación de las piedras en el arco-bóveda del canal. Apenas hay argamasa para conseguir una mayor filtración de las aguas superficiales. Y si la presión lateral es fuerte, han construido un arco-contrafuerte inferior para contrarrestar el empuje de aguas y terreno donde va encajado el canal en situación más profunda.

Foto 26.-
Una vez salidos del canal subterráneo, según se llega a superficie, el desnivel se hace más marcado, y se procede, por la configuración del talud del río, a excavar una conducción minando la roca lateral del farallón de la ladera encrespada. Este trayecto se viene considerando obra árabe, pero sin olvidar que éstos modificarían la estructura romana.

Foto 27.-
En esta foto podemos observar la roca tallada y con una abertura lo suficientemente grande para que no haya problemas de aire, ni acumulación de sedimentos. Pensamos que en esta parte ya intervinieron los árabes modificando algo el trazado del canal, porque ellos construían acequias, no acueductos.

Foto 28.-
Foto de detalle de la salida a luz de la acequia antes citada.

Foto 29.-
Vista a plena luz de la citada acequia donde se aprecia el caudal de agua y, sobre todo, el retoque que ha recibido el sistema de muros. La mano moderna ha tocado hasta tal punto que lo antiguo ya es moderno.

Foto 30.-
En dirección hacia el segundo puente, podemos ver, sobre el muro frontal, el muro por donde discurre el canal oculto por la tierra y la maleza.

Foto 31.-
En esta foto observamos de nuevo el canal después del segundo puente. Se observa el uso del agua por los agricultores entubando en otro punto la canalización externa para uso de riego.

Foto 32.-
Oculto entre la maleza, continúa el canal en dirección del tercer puente.

Foto 33.-
En este momento del acueducto podemos ver que nos encontramos ya muy cerca del canal en el punto en que se cambia de vertiente, pasando de río Verde a río Seco, por motivo de no perder altura, ya que sabemos que entre uno y otro río hay una diferencia aproximada de 20 m de desnivel. De ahí el cambio de vertiente.

Foto 34.-
En este punto del canal, ya nos encontramos a poca distancia del registro situado en la parte de canal más alta. A eso se debe que los ingenieros romanos optaran por el cambio de dirección hacia la factoría de Sexsi.

Foto 35.-
Canal muy cercano al punto más alto del cambio de vertiente. Quien lo arregló nos dejó su nombre en siglas. La obra de reparación es realmente mala.

Foto 36.-
En principio, este registro, después de la época romana, debió conservarse como los demás: en buen estado. Pero el posterior uso por parte de los agricultores, acabó deteriorándolo hasta una situación lamentable.

Foto 37.-
El canal se encuentra retocado por la mano moderna, después de haber roto el registro que se observa en el centro de la foto anterior. Este punto ha sido modificado ya varias veces por los agricultores que lo usan para sus riegos particulares. Está situado en el punto más alto que el citado canal lleva por aquí; y sus distancia a río Seco, su nueva vertiente, es relativamente corta. Se desciende hasta el lecho del río Seco, que está por encima del nivel de río verde unos veinte metros.

Foto 37 (bis).-
En esta foto podemos ver otra de las modificaciones sufridas por las intervenciones de los agricultores. Por el interior discurre el canal romano, camino de la vertiente de río Seco. La entrada se encuentra tapada por una chapa de hierro y simplemente sujetada por una piedra para que no se descubra su entrada. Lamentable.

Foto 38.-
Esta foto muestra el canal del acueducto en las cercanías del cambio de vertiente entre río Verde y río Seco. Se encuentra adosado a la ladera de una finca cuyo dueño después, en un desmonte, lo enterrará.

Foto 39.-
Vertiente de río Seco. Indicación del recorrido del canal, que se encuentra aún enterrado por el desmonte hecho por el propietario de la finca. Antes se podía ver porque aflora a un espacio normal.

Foto 40.-
Indicación de la trayectoria del canal en río Seco y uso de su agua con la construcción de un pilarillo para uso de personas y animales.

Foto 41.-
Detalle de la foto anterior antes que se practicara el desmonte de la finca de arriba.

Foto 42.-
Señalización de la trayectoria, ya elevada, del canal sobre una zona rocosa en ladera de río Seco.

Foto 43.-
Entre puentes, podemos ver el canal algo deteriorado ya por el tiempo, y el uso que se viene haciendo para riegos particulares.

Foto 44.-
Atropello cometido contra el canal por el dueño de la finca. Rompió el canal, lo rehízo con hormigón moderno y trazó un camino que pasara por encima de él.

Foto 45.-
Aquí se produjo un importante desperfecto del canal. Estamos entre el puente 2-3. Lo acabaron de destruir y lo levantaron con los materiales que se pueden ver en la foto.

Foto 46.-
Y en ésta, podemos ver ya restaurado el canal a su «estilo». El canal está cubierto con lajas de rasilla modernas y, encima, le han colocado un simulacro de piedras que imitan la cubierta con bóveda de medio punto.

Foto 47.-
Fotografía planimétrica con indicación de los distintos elementos romanos que se encuentran en ese espacio.

Foto 48.-
Canal del acueducto pasado ya el tercer puente grande de río Seco y acercándose a la zona de la Santa Cruz. Se sigue sacando agua del canal.

Fotp 49.-
El canal en dirección a las cercanías del depósito de decantación y la arqueta.

Foto 50.-
Canal aproximándose al depósito de decantación. Prácticamente los propietarios del terreno extraen de él toda el agua que discurre por él mediante el canal artificial casi vertical que se ve en la foto.

Foto 51.-
Desde la zona de la arqueta, salen conducciones de agua mediante tubería de cerámica como se puede ver en la foto. El diámetro de esta pieza sigue las normas de Vitruvio.

Foto 52.-
Otro de talle de la anterior citada conducción entubada. Probablemente iba destinada a una villa rústica que debió existir en sus cercanías.

Foto 53.-
Detalle de otro fragmento de tubería en el mismo lugar. Las medidas son muy similares a las que Vitruvio considera normales: quince cm de diámetro, los extremos más delgados para su encaje con las siguientes piezas, no más de dos dedos de grosor y masa de cal con aceite para hacer las tuberías más resistentes. En otras ocasiones estas tuberías llevan refuerzo interior para hacerlas más resistentes a la presión interior y del terreno por donde pasan.

Foto 54.-
En esta pendiente del canal del acueducto, procedente del depósito de decantación del mismo, podemos decir que se inicia un problema hasta el momento no resuelto. En 1973-4, se invitó al Ingeniero de Caminos Fernández Casado para que visitara la ciudad de Almuñécar, y más concretamente para que viera la aparición de un tramo de acueducto que aún no se había localizado. El citado canal discurría semienterrado desde este punto hasta lo más alto de la llamada Puerta de Granada. Grande fue su sorpresa y mayor su alegría por haber hallado un punto clave para poder explicar la trayectoria final del acueducto hasta el supuesto depósito terminal que él situaba en Cueva de Siete Palacios (INGENIERÍA HIDRÁULICA ROMANA, Carlos Fernández Casado, Madrid, 1983, pág. 487 ss.). En canal inicial era más relevante de lo que él había publicado en este magnifico trabajo. La foto de su trabajo no era tan relevante como la que ahora presentamos en dos posiciones.

Foto 55.-
En esta foto, casi a tamaño normal y a color, podemos ver en su parte central, la oquedad del canal que venía procedente del citado depósito de decantación. Estaba cubierto de hojarasca pero se podía ver el arco de la cubierta a nivel de superficie.

Foto 56.-
Y en esta foto se precisa mejor el material del opus incertum de la parte superior del canal o bóveda del mismo. Su aparejo es claro y preciso. Este canal, al contrario de la tubería de cerámica que se ha visto, aparentemente parece dirigirse en la misma dirección. Pero pensamos que se trata de una conducción destinada a una probable villa rústica localizada en las cercanías de río Seco y que no se ha permitido analizar ni siquiera en superficies. Existía una finca llamada Cercado de San Agustín y que con toda seguridad debió contener en sus gran espacio elementos romanos como casa y columbario. Con las nuevas construcciones todo ha desaparecido. Algo similar ocurrió con el edificio del primer instituto, que fue construido justo encima de la necrópolis Puente del Noi, y la consiguiente desaparición de gran cantidad de material arqueológico. Pero este canal, probablemente de las mismas dimensiones que los demás, se dirigiría hacia el puente décimo del acueducto a la entrada de Almuñécar, recientemente excavado.

Foto 57.-
En esta foto mostramos lo que fue el gran depósito de decantación, no un albercón, como opina Fernández Casado. Sobre esta misma estructura se ha montado el antiguo depósito de Abastecimiento de Aguas de Almuñécar. Se verá en las fotos siguientes. La prueba más evidente es la aparición del canal normal del acueducto, procedente de los puentes. Se verá a continuación.

Foto 58.-
Es conveniente no perder de vista la construcción que en esta foto se ve con mucha precisión: se construyen los muretes del canal. Sobre ellos se coloca la cimbra para levantar una cubierta con bóveda de medio punto, o cañón. Su altura es la que habitualmente se viene registrando en todo el trayecto del acueducto en general: 75 cm y 50 cm de ancho. Como se puede observar, su aparejo es el típico del terreno: lajas de pizarra y opus incertum y caementicium. Y aquí se demuestra palmariamente que esta conducción de aguas fue abandonada durante mucho tiempo, por razones actuales (intereses entre los campesinos que se disputaban su uso para regadío de las fincas por donde pasaba el acueducto). Este tramo, que abarca desde el inicio del noveno puente hasta su final en el depósito de decantación, se encontraba obstruido en gran parte de su trayectoria por la acumulación de tierra, arenas y elementos vegetales. Pero, volviendo la vista atrás, sabemos que los árabes dejaron de usar esta conducción al construir sus propias acequias de regadío. Pero después de la dominación árabe, se volvió a usar el acueducto -y se sigue usando- y, dentro de sus posibilidades, procuraron limpiarlo y repararlo, pero sin control de las autoridades, cometiéndose algunos abusos de cierto calado técnico-artístico, como se verá más adelante. El acueducto fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1925.

Foto 59.-
En esta foto mostramos el lugar donde se encuentra la arqueta de distribución que repartía agua hacia lugares próximos a ella. Justo al lado, los propietarios construyeron casas modernas. Y hoy día, se han atrevido a edificar en las cercanías del canal procedente del puente noveno del acueducto. No se han respectado los leyes de cercanías a los monumentos nacionales.

Foto 60.-
Foto copia (del año 1931) de la arqueta de distribución, muy cercana al depósito de decantación. Tiene bóveda hemiesférica. Probablemente retocada en tiempo árabe. De aquí partían las conducciones hacia las villas rústicas que se encontraban en las cercanías, como la del barrio de San Sebastián. Para ello usaban canalizaciones con tuberías de cerámica que se han visto en las fotos anteriores sobre el terreno.

Foto 61.-
Esta foto se ha subido fundamentalmente para indicar que aquí se encuentra la arqueta de distribución. Pero queremos hacer saber que sobre esa arqueta, también monumento nacional, se ha permitido levantar una edificación, tipo despacho, por los propietarios del terreno. Uno de los mayores abusos sobre el acueducto.

Foto 62.-
En esta foto señalamos dos puntos muy importantes del acueducto: el antiguo depósito de decantación, transformado en depósito municipal de agua de la ciudad, y la arqueta de distribución del acueducto en las cercanías de la zona conocida como la Santa Cruz.

Foto 63.-
Foto detalle de la anterior, donde se ven el depósito municipal, construido sobre el antiguo depósito romano, y la arqueta de distribución.

Foto 64.-
Foto de detalle del antiguo depósito municipal de aguas de la ciudad. La arqueta está detrás y no se ve. Pero es indicativo observar la parte izquierda del depósito porque en ese lugar se encontraba el canal del acueducto que venía a morir justo detrás, y cuya imagen hemos visto en la foto 58.

Foto 65.-
Por encima del arco que observamos en esta imagen, discurre un canal. No hemos podido averiguar si se trata de un canal romano modificado. Pero sí es cierto que por él pasaba el agua que alimentaba el funcionamiento del ingenio del azúcar situado a unos doscientos metros de este pilarillo público. Fundamentalmente este conducto llevaba agua procedente de una acequia mayor capaz de llevar agua suficiente para la cantidad que dicho ingenio necesitaba para su normal funcionamiento.

Foto 65 bis.
Grabado donde podemos ver el acueducto moderno que lleva agua al ingenio del azúcar. Se ven los elementos construidos para el ingenio. Curiosamente este tramo de acueducto se encuentra en línea con el décimo tramo del acueducto romano. Cabe una posibilidad que se hubiera construido sobre obra romana el presente acueducto. No se ha excavado. Queda por averiguarlo.
PLANTEAMIENTO SOBRE LA EXISTENCIA DE UN SEMISIFÓN DESDE EL BARRIO DE SAN SEBASTIÁN HASTA EL SOLAR DE LA ACTUAL IGLESIA PARROQUIAL
Opinión del ingeniero Fernández Casado cotejado con las realidades arqueológicas encontradas a partir del año 1974. Como se ha dicho anteriormente, hay discrepancias fuertes entre las opiniones de época árabe y reciente en relación con la identificación del lugar y características del depósito terminal del Acueducto Romano de Sexsi. F. Casado piensa que tal depósito se encontraba en la Cueva de Siete Palacios -nombre asignado a ese criptopórtico por Leopoldo Torres Balbás, según cuenta F. Casado en su obra sobre la ingeniería hidráulica romana en España-. Sin embargo, un estudio más detallado sobre los materiales encontrados últimamente en Almuñécar, nos lleva a otra conclusión, opinión que en su tiempo más o menos acertadamente y descriptivamente, los árabes nos llevaron a concluir que la ubicación de tal elemento no se encontraba en Cueva de Siete Palacios, sino en el lugar que hoy ocupa la actual Iglesia Parroquial.
Y sin más, nos decidimos a describir cómo y de qué forma el agua llegaba hasta ese lugar. En principio, de dónde partía el canal que llevaría el agua hasta la citada Iglesia. Con qué medios. F. Casado, en principio hablaba de un posible sifón. Cuando comprobó por sí mismo que había un décimo puente de mayores proporciones que los anteriores, cambió de opinión y afirmó que lo que debió existir es un sistema de semisifón. Y era lo más probable como después se verá. El gran problema por resolver es cuáles eran los medios de transporte del agua. Afirma que el sistema de semisifón, según palabras textuales del mismo, pasaba por una conducción entubada que, según dice, pudo detectarse en una obra de la sacristía de la Iglesia con motivo de una obra bajo el suelo de la sacristía, y donde se pudo ver la existencia de tuberías de cerámica. A esto le aclaramos que existen, como se verá más adelante, sistemas de conducción entubada, que aparecen desde la Plaza del Ayuntamiento hasta la conocida Fuente de los Leones de la Puerta de Granada. Y precisamente, años atrás, en el antiguo ayuntamiento había una conducción con canal que se dirigía a la conocida Huerta de la Familia Müller. y desde el patio central de una casa antigua, se baja a un canal romano de 75 cm de altura y donde descubrimos tuberías de cerámica, pero el canal partía en dirección hacia la citada Puerta de Granada. Pero desde el centro salían dos tubería en dirección hacia el barrio del Castillo. Lo más probable es que este canal se utilizara para montar una serie de tuberías de cerámica y que así se dirigiera hacia Puerta de Granada u otros lugares, como el citado ayuntamiento.
De todas formas había que salvar la diferencia de desnivel entre el depósito de la Santa Cruz y el que nosotros pensamos, con pruebas irrefutable, que tal depósito se encontraba emplazado en el sitio donde hoy está la Iglesia Parroquial. Si establecemos una relación de alturas entre los citados puntos, podemos observar que la Santa Cruz se encuentra en la cota 50 m, y la Iglesia, en la cota 25 m sobre el nivel del suelo; pero teniendo en cuenta la descripción que hacen los árabes, en la que se dice que su altura podía llegar a más de los 20 m sobre el suelo actual y sumamos ambas cotas, nos da justamente una altura muy similar a la cota de la Santa Cruz. Con lo cual, los niveles diferenciales tenían que ser similares, o sea aproximadamente 50 m, con lo que el desnivel es mucho más acorde al equilibrio hidrostático entre los dos puntos. El agua discurriría o bien por canal de obra, como se puede ver en el puente décimo, hecha más probable, y tal vez por tubería de cerámica protegida por el canal. Desgraciadamente en todo el trayecto del décimo puente no queda suficiente testimonio de que los hechos corroboren esta suposición, a pesar de que ha aparecido un trozo de tubería en la excavación, pero, probablemente con otro sentido, como las termas. Los restos son totalmente insuficientes para afirmar que la conducción fuera como opinamos, pero no hay restos arqueológicos en la parte superior de los arcos para poder afirmar que existiera un canal; pero por lógica y con algunos restos, podemos pensar que han podido existir tuberías encadenadas en el interior del posible canal. Ciertamente, como se ha dicho, ha aparecido un trozo de tubería de cerámica: pero lo más probable es que se trate de una derivación de toma de agua para las necesidades de las termas que se encuentra muy cercanas. Si pensáramos en una red, como la que vemos en Pérgamo, tal vez podríamos hablar de un sistema de abastecimiento que iría encaminada a desembocar en el gran depósito terminal de la Iglesia. Pero pensamos que el elemento utilizado sería más un canal que salvara la presión del agua desde los citados puntos de partida y llegada. La diferencia de desnivel entre el depósito de decantación y el nivel del punto medio del décimo puente, es de aproximadamente bien equilibrado en altura: cota superior: 50 m, cota del punto medio del décimo puente: 13-15 m; diferencia: 37 m. Desde la cota 14 a la cota 25, pie del depósito terminal: 13 m. Lo que implica que la presión desde la Santa Cruz hasta el pie de la Iglesia es moderada, porque en un trayecto de unos 200 m de recorrido, el agua perdería fuerza, pero tendría la suficiente para nivelarse con la altura real del depósito terminal. Si se hizo la conducción con canal solamente, la fuerza de presión tendría que ser mayor para poder llevar el agua hasta la cima del depósito; pero si se hizo con entubamiento, las tuberías deberían haber llegado hasta la cima; con lo que hubiera creado una fuerza de presión lo suficiente como para mover el agua hasta otros puntos elevados del complejo industrial. Pero no podemos afirmar nada con seguridad porque no tenemos datos suficientes para afirmarlo. Lo único que sabemos por los textos medievales es que los árabes afirman que el agua rebosaba por la cima del edificio considerado como depósito. O sea, el hecho de rebosar es como una forma de aliviar y equilibrar la presión ejercida por el agua en su trayectoria hasta el depósito. El sistema de vasos comunicantes parece que era lo que realmente existía en este medio de transporte del elemento básico para las necesidades industriales y públicas de Sexsi. Pero tenemos que cambiar la interpretación que viene dando a este medio de transporte de agua hasta el complejo industrial romano. En la interpretación de Fernández Casado se presupone la existencia de un pequeño puente como punto de alivio de la presión ejercida por el canal según él, probablemente entubado, y que ejerce de punto intermedio sin haber hecho ninguna prospección arqueológica. Pero es cierto que visitó el lugar donde hoy se encuentra ya excavado casi todo el tramo de décimo puente a la entrada de Almuñécar. Lo vio y pensó que lo mejor era dar una nueva versión de lo que hasta el momento se sabía que existía. Lo único que se hizo fue aliviar la opinión, pero no resolverla. Y, como se ha podido demostrar últimamente, el puente es mucho más extenso de lo que se puede ver hoy, porque la CN 340 no ha permitido ver por el momento, hasta dónde realmente llegaba el citado puente. Por los indicios se piensa que sobrepasaba la zona ocupada por el Ingenio del azúcar, que llega hasta el barrio de San Sebastián. y como ya se ha apuntado antes, es muy probable que el antiguo acueducto, que alimentaba el Ingenio para que pudiera funcionar, probablemente se podría haber construido superponiéndolo al romano. Pero no se ha comprobado aún esta posibilidad. Nuestra opinión es que el sifón ha existido, y existe, aunque roto, pero la duda surge en definir cómo era la parte superior de las arcadas del puente, porque no queda muy claro a la vista de los restos que muestra sobre la cresta del mismo. No hay señales claras de que por ahí discurriera un canal; está tan alterado que no se puede distinguir con evidencia que se trataba de un canal. Y ello lleva a pensar que pudo haberlo, pero entonces quedaría un poco oscura su definición. Casi se puede pensar que podría haber existido, pero para servir como vía de conducción de un complejo sistema de tuberías de cerámica. Pero ahí queda el problema. Por ahora está sin aclarar. Tal vez algo de luz nos proporcionaría poder averiguar qué hay en la zona donde el acueducto queda aún enterrado.
Siguiendo la aclaración de estos problemas de conducción de agua hacia la ciudad, hay que aclarar unas cuestiones que se han hecho crónicas. Estamos tratando de dar una opinión lo más acertada posible para dejar claro, de una vez, de los siguientes puntos: En primer lugar, el cambio de vertiente que se realiza en Venta Luciano, no es exactamente un túnel de más de cien metros. El canal que discurre ganando altura, llega hasta el nivel más elevado de la cuesta que hoy hay que subir y poder verlo. Lo indicamos con tres fotos bien evidentes de esta aclaración. El canal, a partir de uno de los tramos más próximos al cambio de vertiente, apenas profundiza hasta llegar a río Seco. Se baja una pendiente ligera y, a izquierda, se deja ver pegado a la ladera izquierda del río. Calculo que hay unos cincuenta metros, porque el desnivel existente entre río Seco y río Verde es aproximadamente de 20 m, o sea, que la vertiente de río Verde es 20 m más baja que la de río Seco. Y esa es la razón por la que los ingenieros romanos cambiaron el sentido del acueducto para no perder altura y mantener el equilibrio hidrostático y evitar construir nuevos puentes desde Venta Luciano hasta Almuñécar. En segundo lugar hay que aclarar que lo que Fernández Casado dice que es un albercón, no lo es, sino un depósito de decantación, situado al final de los nueve puentes precedentes, destruido probablemente en época árabe, ya que éstos no usaron el acueducto, sino sus propia red de acequias.

Foto 66.-
En tercer lugar, existe un sifón, pero muy diferente a como se venía admitiendo hasta ahora. En cuarto lugar, las tuberías que vemos muy cerca de la arqueta de distribución. casi con toda seguridad, se usaban para abastecer de agua las villas rústicas que se encontraban relativamente cerca: en la zona del Cercado de San Agustín, a izquierda de la ladera cercana a río Seco, y en el mismo barrio de San Sebastián, donde se han descubierto diversa cantidad de materiales romanos pertenecientes a una villa de cierta categoría por la calidad de los mismos.
En quinto lugar, el depósito terminal del acueducto se encontraba situado en el lugar que hoy ocupa la Iglesia Parroquial, y al que describen muy bien los comentaristas árabes de distintas épocas de su historia en este lugar, sobre todo al-Himyari. En sexto lugar, el depósito terminal nunca se encontró donde Fernández Casado afirma. A simple vista, no tiene aspecto de ser lo que se veía y, además, la excavación practicada en 1981 deja bien claro que no reunía condiciones para ser un lugar donde se almacenara agua. Su estructura arquitectónica no lo hubiera soportado. En la excavación se comprobó que el alzado no reunía ningún resto de impermeabilización, cosa imprescindible para que el agua no se filtrara. Ni un solo elemento de estuco de opus signinum; tan sólo opus incertum y en sus alzado. Por lo tanto, esta opinión queda descartada. Pero sí hay que decir que en la parte superior de la Cueva de Siete Palacios existieron depósitos menores de agua, y lo podemos demostrar porque han aparecido canales de medianas proporciones y revestimiento de opus signinum en varios lugares, como se verá en las fotos adjuntas que lo demuestran.
Y por último, no han faltado opiniones como la de que tal depósito llegó a montarse sobre el Peñón del Santo. Opinión insostenible. Aunque sí hay depósito de agua porque allí se excavaron piletas de salazones en 1945, como ha quedado dicho al principio.

Figura11.-
En este dibujo podemos ver lo que Fernández Casado ideó tras haber visto el puente de la Carrera de la Concepción. Es una suposición, no una solución.

Figura 12.-
Y en este plano, hemos dibujado lo que más se puede acercar a la verdad del tipo de semisifón.

Foto 67.-
En esta foto podemos ver el sistema que los griegos montaron para la llevada del agua a la ciudad de Pérgamo. Son tuberías de cerámica discurriendo paralelamente
LOS DIEZ PUENTES DEL ACUEDUCTO
Primer puente:
TORRECUEVAS

Foto 68.-
Primer puente del acueducto. Se compone de 19 arcos, dos de ellos con luz disminuida. Con el abandono, a través del tiempo, este tramo sufrió desperfectos que pueden observarse en la parte izquierda de de la imagen. Al parecer una avalancha pudo producir el daño que se observa. pero también hay que admitir el abandono que sufrió y que probablemente hiciera que el canal sufriera desperfectos por las filtraciones, según se observa en todo este trayecto. Se restauró y pienso que se hizo bien, porque la reparación incluye una curva que tenía el puente. No se trata de una desviación por error, sino de una reparación para dejarlo como estaba, porque es lógico que el puente girara en su tramo final para coger el sentido de la ladera siguiente que tenía que bordear. Lo que sí está mal hecha es la última restauración: han modificado el canal con una cubierta de medio punto y lo han reconstruido con rasillas grandes y cemento moderno. Es un auténtico disparate. A la vez que no se ha protegido que un monumento nacional tenga construcciones anejas o construidas encima. El entorno moderno no se adecúa a los materiales que componen el acueducto.

Foto 69.-
Estado en que se encontraba el puente antes de que adecentaran su entorno. Ya le habían enrasado la cubierta, y las construcciones modernas habían aumentado. Negligencia de las autoridades locales que no cuidaron el monumento y permitieron construcciones adosadas y muy cercanas. La pendiente de correntía respondía a las normas vitruvianas clásicas: no había registros ni al principio ni al final de este puente, y los 2,5 cm cada 40 m aproximadamente de desnivel se mantienen para que el agua discurra sin causar daño a la propia estructura.

Foto 70.-
Detalle lateral del mismo puente donde se aprecia muy bien el abandono de limpieza que ha sufrido y la cubierta enrasada, como se ha dicho antes. Y los arcos cegados por la acción antrópica.

Foto 71.-
Vista de la parte trasera del primer puente: Los arcos han sido cegados por los agricultores para proteger sus fincas del agua en avalancha.

Foto 72.-
Detalle del mismo puente con las viviendas adosadas a sus arcos tapando sus luces en extremos del mismo, y la construcción de vivienda encima del canal del acueducto.

Foto 73.-
Detalle más claro de la utilización del acueducto para meter tierras en cultivos, y sus casas adosadas y encima de su obra.

Foto 74.-
Taponamientos de los arcos del acueducto. Instalación de sistema de recogidas de agua con motor para regadíos de la fincas cercanas.

Foto 75.-
Detalle del mismo puente donde se aprecia su cubierta, falta de limpieza y cegamiento de los arcos. El desnivel de pendiente entra dentro de lo normal en esta instalación: aproximadamente 1/4 pulgadas cada 40 m una pendiente de 2,5 cm.

Foto 76.-
Punto de abastecimiento de agua para la gente y animales. Este puente consta de 19 arcos: 17 con la misma luz, y dos disminuidos, además de los arquitos intermedios de descarga o aligeramiento del peso de la construcción.

Foto 77.-
Foto donde podemos ver la reparación de un arco caído y la modificación de la cubierta, canal cuya bóveda fue sustituida por rasillas y cemento modernos. El canal que se conservaba tenía muchas perforaciones superficiales, y las autoridades digamos culturales, por decir algo, optaron por enrasarlo quedando como ahora mismo se ve. Personalmente lo conocí en su estado antiguo.
SEGUNDO PUENTE

Foto 78.-
La carretera Almuñécar-Granada ha deteriorado bastante el trazado del acueducto. El tramo precedente tiene características arquitectónicas muy similares. Las cuatro arcadas están cegadas y delante se ha permitido construir un muro de hormigón moderno y seguir plantando nuevos árboles. Como características tenemos que señalar que el alero de lajas pizarrosas ha desaparecido; y algunos tramos han sido enlucidos con mortero moderno, ocultando el aparejo clásico romano.

Foto 79.-
En esta foto se observa bien el mal trato sufrido por los arcos en su alzado, con las luces de los mismos cegadas por el relleno de taponamiento para abancalar el terreno y ganar espacio de cultivo.

Foto 80.-
Vista de tres arcos del segundo puente. Los dos primeros están cegados por el aluvión y la acción antrópica.
TERCER PUENTE

Foto 81.-
Esta foto muestra el canal discurriendo por encima de las arcadas de las que sólo se aprecia el primero. Los demás están enterrados asomando tan sólo el canal. Su altura es igual al tramo anterior, pero ha sido rellenado para abancalar el terreno de cultivo.

Foto 82.-
En esta foto podemos ver el primer canal. Lo que sigue ya está cubierto por el relleno de tierra de cultivo. Como se aprecia en lo que se ve de arco, puede colegirse que su luz es de un arco grande; lo que se entiende como que tiene bajo tierra pilares de importante tamaño.

Foto 83.-
Esta foto muestra las consecuencia del mal uso que ha recibido este sector del acueducto. El arco de la derecha se ha destruido por las avalanchas de agua hasta tal punto que los campesinos lo reconstruyeron a su manera para que sirviera de escape de esas riadas. Le dieron más volumen y por eso destaca sobre los demás. A la izquierda se ve un arco auténtico, pero semienterrado; y lo que continúa es la parte superior por donde discurre el canal.

Foto 84.-
A derecha de esta imagen con cierta dificultad podemos ver el canal, que es lo único que aflora en superficie, y tiene una extensión de más de sesenta metros. Pero todo esto continúa estando totalmente desprotegido por las autoridades locales.

Foto 85.-
Detalle del arco reconstruido por los agricultores. El canal discurre por la parte superior y apenas se nota por el revestimiento de materiales modernos que le han aplicado.
CUARTO PUENTE

Foto 86.-
El canal procedente de la zona donde está el Pilarillo, lleva ya un nivel de altura lo suficientemente elevado como para adentrarse en esta parte de la finca de de la familia Martín. En la parte izquierda inferior podemos ver una abertura sobre ese canal hecho para extraer agua. No se trata de un sifón; es una rotura intencionada de los propietarios, con una compuerta de madera o metálica, para que, cuando el agua suba, se quita la compuerta y se riega el bancal de cultivo. De seguido, se deja ver parte del alero roto y que, debajo, se encuentra los arcos enterrados por los propietarios. Y a continuación, uno tras otro, aparecen los arcos enterrados como se detallará.

Foto 87.-
En esta foto se aprecia mejor cómo la cornisa de triple alero de lajas de pizarra se ve muy disminuido y que se eleva sobre el terreno ganando altura hasta llegar al puente nº 6. Además del aluvión, fue muy decisiva la actuación de los propietarios que elevaron más el solar para interés de la finca. De la cornisa tan solo queda un trozo que nos permite conocer su existencia; pero desaparece a continuación quedando como un simple muro porque los arcos están más profundos que antes. Se ha construido encima del canal y se ha cubierto de maleza.
QUINTO PUENTE

Foto 88.-
En el centro de esta imagen podemos ver el muro donde quedan enterradas las arcadas que forman este puente. Lógicamente ha sido enterrado intencionadamente para formar un bancal de cultivo. No se ha explorado. Tan sólo se ha pasado para tomar una simple nota de que por ahí discurre el canal del acueducto. A partir de la cornisa con su alero muy disminuido, se ve como se eleva un muro montado sobre el canal, que está justo encima.

Foto 89.-
En esta foto se puede ver uno de los arcos enterrado. Forma parte del bancal de cultivo, pero tiene el aspecto de ser de dimensiones similares a los de los demás arcos de sus cercanías. Conserva su alero de cornisa, pero al parecer ha sido retocado por los dueños del terreno y de las tres filas que debía tener, tan sólo queda un pequeño saliente.

Foto 90.-
En esta foto de detalle se ve que el canal, que discurre por encima, ha sido retocado para conseguir que el bancal sea mayor. El matorral impide ver su altura real.

Foto 91.-
Esta imagen muestra también la extensión superficial de este puente. El matorral impide ver la realidad dimensional del mismo. Pero no cabe duda que, a izquierda, se encuentra otro de sus arcos, pero enterrado. Suponemos que una futura excavación dejará a descubierto la verdadera extensión del mismo. En estos momentos es un terreno el cultivo y por tanto impide ver lo que hay debajo.
SEXTO PUENTE

Foto 92.-
A poca distancia se encuentra el sexto puente, formado por un muro de ciertas dimensiones, con un sólo arco grande, y con sus muros enlucidos con mortero moderno. El motivo de esta construcción sin más conexión con el anterior que el canal, se debe a que hay que salvar una vaguada que desciende de lo alto de esta colina extensionada. En general no se ha tomado como tal puente, pero lo es; y el motivo está muy claro; no se puede dejar que sea arroyada la finca por una avalancha procedente de las alturas, que tiene pronunciada pendiente. Pero hay que decir, con relación a lo que vemos como muro que, al estar enlucido, no podemos ver si hay más arcadas a uno y otro lado, porque lo impide la obra moderna. Aquí tan sólo vemos un arco grande, taponado modernamente, pero que ello no impide la opinión que acabamos de exponer.

Foto 93.-
En esta foto de detalle, ampliada, podemos observar la extensión real que tienen los muros laterales junto al arco principal de este pequeño puente. Como se puede ver, el canal discurre por la parte superior. Si se compara el desnivel entre los tres puentes que acabamos de describir, podemos comprobar que la altura del canal ha ganado mucho para no perder la pendiente que debe guardar por el deslizamiento del caudal de agua que por él discurre. (Sabemos, según Vitruvio, que debe mantener 1/4 de pulgada de desnivel cada cuarenta metros (cien pies dice Vitruvio) y según por donde discurra el canal) Y es notorio ver que en este trayecto no hemos encontrado ningún registro; pero aparecerán de inmediato.

Foto 94.-
A continuación del arco, llamemos principal, podemos observar que su extensión hace pensar en que hay algún arco taponado y enlucido antes de llegar al canal que se introducirá o bordeará un saliente rocoso de la ladera que da a río Seco.

Foto 95.-
En esta foto captamos el canal detrás de las plataneras de la finca, dejando entrever el paso del canal hacia la zona rocosa del saliente de la ladera.
SÉPTIMO PUENTE

Foto 96.-
El séptimo puente está formado por una secuencia de seis arcos. Es lógico que el canal vaya ganando altura para contrarrestar la pendiente que se va creando según se desplaza hacia la ciudad. Aquí no han cegado ningún arco porque la vaguada no es muy notoria. En cuanto a la conservación del canal, podemos observar que aparecen algunos agujeros provocados probablemente por el abandono en que estuvo durante la época árabe. Pensamos, como ya se dijo, que no lo usaron para nada.

Foto 97.-
Vista del puente anterior, desde lejos, para poder observar mejor los riesgos que podía sufrir por la existencia de una vaguada de ciertas proporciones. Ignoramos si en época romana existieron muros de contención del lecho de río Seco. No tenemos datos objetivos a este respecto, pero parece que no se construyeron. Podemos observar también el paso del canal a izquierda y a derecha de la imagen. Aquí no se ven registros. Están más distanciados.

Foto 98.-
Vista desde el interior del terreno de la arcada y canal.

Foto 99.-
Detalle de un arco del séptimo puente para detallar la cornisa de tres filetes de lajas de pizarra, pero ya deteriorados por las filtraciones que sufre la superficie interna del canal. como elemento decorativo del mismo, y la observación de la talla de las lajas de piedra pizarrosa que forman el arco. En este arco, como en muchos otros, observamos que el agua rezuma y crea costras de materiales que quedan adheridos a los muros de la arcada. Lo que se puede entender como falta de mantenimiento desde que quedó abandonado el acueducto.

Foto 100.-
Vista general de la secuencia de los tres puentes más importantes de río Seco: séptimo, octavo y noveno. La numeración que nosotros damos va en función del verdadero número de puentes que existen, no de los que otros estudiosos del tema han valorado. Se puede observar que las normas de inclinación o pendiente, desciende escalonadamente sin perder mucha altura, cosa que sería un problema para el equilibrio hidrostático de todo su recorrido. Sabemos que la inclinación o rampamiento del canal debe estar en 1/4 de pulgada (Vitruvio, VII).

Foto 101.-
Vista general de la secuencia de los tres puentes más importantes de río Seco: séptimo, octavo y noveno, según nuestra denominación considerada más precisa y ajustada a los elementos detectados como tales. Al mismo tiempo mostramos los desmanes que han realizado sobre el lugar donde se encuentran los puentes con la roturación de casi todo el solar donde se encuentran los puentes.
OCTAVO PUENTE

Foto 102.-
Este puente consta de diez arcadas superiores y, en su parte inferior, otra de tres luces, de menores dimensiones. Desempeñan una función de equilibrio en el reparto de peso y, además, facilitan el paso del agua con el fin de evitar la sobrecarga de agua a su paso por el centro. No hay registros en sus extremos.

Foto 103.-
Aquí se puede ver perfectamente la roturación moderna del terreno por parte de los propietarios. Y tenemos que denunciar que los éstos, con descuido o abandono de las autoridades pertinentes, han permitido que se roture el terreno hasta el punto de dejar enterrados los tres arcos pequeños existentes en el centro de la base de este puente.

Foto 104.-
Buen estado de conservación. Su alero de triple filada de lajas de pizarra y el ensanche de la parte superior de las pilas de apoyo de los arcos superiores.

Foto 105.-
Canal que discurre por el puente octavo. Véase la reutilización de los propietarios que se han servido del canal para construir sus albercones de riego sin dudarlo un momento, instalando incluso motores para elevar el agua.
NOVENO PUENTE

Foto 106.-
Esta foto muestra el puente mejor conservado de todo el trayecto del acueducto. Está formado por dos cuerpos de arcadas de menor a mayor. La parte superior tiene once arcos, de los que los extremos tienen una luz menor y hoy se encuentran cegados. El cuerpo inferior, sobre una base más fuerte y resistente, tiene tres arcos con luces menores. Por la parte superior discurre el canal que en el extremo final experimenta una curva porque el terreno se lo exige, para poder bordear la colina por donde va a discurrir el canal del mismo. Bajo el canal superior se encuentra un alero también algo tocado por el tiempo, pero de una sola fila de lajas de piedra pizarrosa. En el cuerpo inferior este elemento tiene las mismas características que el superior.

Foto 107.-
Foto de detalle para hacer una observación. El aparejo, en principio de opus incertum está restaurado. Las piedras han sido retocadas o todo el aparejo retocado por haber sufrido probablemente algún desperfecto. La regularidad con que se va montando el muro está muy bien estudiado. Y este aparejo no está dentro de la posición clásica de los bloques de piedra de los pilares en esta parte del acueducto. Ha sido retocado sin duda.

Foto 108.-
En la misma foto, pero desde otro ángulo, se observa mejor la irregularidad de la colocación de las piedras del aparejo. Na hay armonía en su colocación y aparece muy irregular. Sin embargo, la arcada superior sí muestra la normalidad clásica del aparejo romano.

Foto 109.-
Dentro de la misma foto, los tres arcos inferiores son regulares, aunque se nota algún ligero retoque en sus dovelas. Y su aparejo colateral es más armónico en la ubicación de las lajas. No se olvide que el opus incertum estaba ideado de forma que las piedras usadas no dejaran pasar el agua de lluvia a su interior y de esa forma evitar el deterioro interno y externo en general.

Foto 110.-
Detalle de la misma foto para resaltar cómo está construido el canal abovedado de este tramo. Se notan retoques practicados sobre la cubierta. Hay material que no es romano. Y se ve que el canal empieza a girar a la izquierda por necesidad orogénica: hay que salvar una colina que se encuentra a continuación.

Foto 111.-
Esta foto muestra un daño provocado al canal y al último arco del puente en su parte superior. El canal está roto y por mano del hombre.

Foto 112.-
Mismo canal, pero ya «restaurado». El registro, que se encuentra en el extremo sur del canal, también está restaurado o mejor, hecho nuevo. Se ve como gira el trazado de la conducción a consecuencia de la existencia de una colina próxima que hay que rodear.

Foto 113.-
En esta foto se aprecia muy bien la parte que es totalmente nueva. El alero de triple hilada de lajas, se ve interrumpido o roto por el desperfecto anterior, y el alzado del registro se ve con toda claridad que lo han hecho cuadrangular.

Foto 114.-
En el extremo norte de este mismo canal, debajo, podemos ver el arco inicial cegado por la necesidad de los abancalamientos que se construyeron para mejor aprovechar los espacios cultivables.

Foto 115.-
En el arco del Sur, debajo del canal, no solo lo cegaron, sino que, además, le pusieron un aliviaderos de lluvias o regadíos.
REGISTROS DEL ACUEDUCTO
Sabemos que los registros del canal del acueducto se encuentran encima de los canales que se distribuyen en todo el recorrido, desde las cercanías de Otivar hasta su entrada en Almuñécar. No podemos demostrar aún la existencia de este elemento del acueducto porque no se ha explorado debidamente el lecho de río Verde probablemente hasta por encima de la ciudad de Otívar. Se viene diciendo, supuestamente, que el acueducto se inicia en el llamado Peñón Rodado, debajo de Otívar. No está testado. Lo que sí sabemos porque lo hemos visto y fotografiado es que el canal del acueducto nos lo encontramos sobre el lecho de río Verde. En el centro, a mas de doscientos metros río arriba de Jete. Lo rompieron unas máquinas que trabajaban para hacer muros de contención para evitar el arrastre de las avenidas y lo rompieron. Ocasión que aprovechamos mi colega; Juan de Dios Yáñez, y yo para tomar toda clase de detalles sobre sus características. Era verano y el agua brotaba en cantidad increíble. Así que tenemos la sospecha fundada de que el canal de captación de aguas se encontraba sobre todo el lecho del río y, quizás, hasta por encima de Otívar. El tiempo y la exploración nos lo dirá.

Foto 116.-
Primer registro de control de los canales del acueducto. Tiene forma circular. y el canal, algo deteriorado por los acúmulos de sedimentos y basuras, discurre ya por la vega de Jete, que es donde se encuentra en la actualidad. El canal sigue por el lecho del río buscando siempre la parte más profunda para que el agua superficial se filtre y sea captada lo más posible.

Foto 117.-
Este registro se encuentra detrás de las construcciones que hay junto a la carretera de Jete. Está situado sobre el canal a una distancia cercana al cambio de vertiente del acueducto. Tiene un diseño un poco extraño. Y es como un tapón que cubre el círculo por donde se accede al canal propiamente dicho. Pero se entiende que la entrada está en lo alto del mismo.

Foto 118.-
En esta foto mostramos el registro que se encuentra junto en el punto medio de su paso hacia río Seco. Tenía obra que fue muy retocada o lo derribaron. La flecha indica dónde se encuentra en canal. Ha sido uno de los puntos más retocados de todos los registros. Y eso se verá en las fotos siguientes.

Foto 119.-
Canal: vista desde arriba del punto por donde se discurre el canal. Es el mismo punto anterior, pero muy retocado.

Foto 120.-
Y aquí mostramos el retoque más zafio de todos los que ha sufrido este registro. Es lo último que hemos visto. Está recubierto de obra de cemento completamente. Han dejado un pequeño agujero cubierto por una chapa metálica y fijado con un piedra para que no se mueva.

Foto 121.-
Ya en el lecho de río Seco, cerca del cuarto puente, encontramos el canal completamente enterrado sobre la ladera. Detrás de esa reja está el canal. La reja es obra de los campesinos para evitar que entren extraños. La obra externa es de cemento.

Foto 122.-
Y pasado el quinto puente vemos este registro, con alzado original. Dentro discurre el canal que va algo profundo como consecuencia del desprendimiento de tierras de arrastre.

Foto 123.-
Este registro, bastante bien conservado, se encuentra entre los puente séptimo y octavo. Pero el canal está muy cubierto por el arrastre de los materiales cercanos. De ahí que no se vea nada a sus lados. Pero ha sido retocado en su alzado con argamasa moderna.

Foto 124.-
Vista del mismo registro anterior para hacer notar que el canal está enterrado, cosa que no permite verlo en superficie. Lógicamente está situado por debajo del registro.

Foto 125.–
Vista del canal y registro entre los puentes séptimo y octavo. en el centro de la imagen, aunque se ve pequeño.

Foto 126.-
Vista de un registro sesgado o caído. Ha sido restaurado a medias y poco académicamente. Se encuentra entre los puentes 8-9.

Foto 127.-
Vista ampliada del canal anterior, con su registro reconstruido a medias. Sus dimensiones son las mismas que en cualquier otro registro aunque esté muy incompleto.

Foto 128.-
Registro bien conservado. Su emplazamiento está después del noveno puente. Ya se encuentra bastante elevado con relación al lecho del río.

Foto 129.-
Tramo final del décimo puente. Se ve un registro a pocos metros de distancia, como es la norma de Vitruvio.Y el canal se encuentra en muy mal estado en estos momentos. Posteriormente se restauró por parte de los propietarios de la finca.

Foto 130.-
Vista de otro de los registros a la salida del puente noveno. El canal se encuentra restaurado como los demás.

Foto 131.-
Vista de otro de los registros que tenemos localizados.

Foto 132.-
Otro de los mejores conservados, pero que ha sido mostrado antes.

Foto 133.-
Detalle del interior de uno de los registros mejor conservados en el puente noveno. Las medidas son las clásicas: 85 cm de diámetro; 45 cm de grosor del alzado y el canal de 75 cm. de altura y 50 de anchura. Todos ellos tienen estructura circular para facilitar las operaciones de atención y cuidado.

Foto 134.-
Vista y contexto de uno de los últimos de los registros a partir del noveno puente. Apenas se distingue entre la maleza. Está justo en medio de la alambrada que separa dos fincas.

Foto 135.-
Ya pasado el noveno Puente, vemos el registro de la imagen, que es de los últimos conservados, muy cerca del depósito de decantación y arqueta.

Foto 136.-
En las cercanías del lugar llamado La Santa Cruz, podemos ver cómo este registro es «sangrado» para aprovechar las aguas del canal destinadas al regadío..

Foto 137.-
Detalle de la foto anterior par perfilar mejor el registro. Está muy retocado.

Foto 138.-
Desde la parte baja de la finca, observamos como se ha roturado el terreno para el cultivo. Arriba vemos uno de los registros ya cercano a la Santa Cruz.

Foto 139.-
Y en foto retrospectiva del tramo de canal que va desde el noveno puente hasta La Santa Cruz, vemos el estado de conservación de uno de los últimos registros fotografiado por Fernández Casado en el año 1931.
SISTEMA DE SIFÓN

Foto 140.-
En el inicio del décimo puente, se localizó este trozo de tubería de cerámica, cuya finalidad era tomar agua del canal del acueducto y abastecer las termas situadas a su lado en su trayectoria hacia el depósito terminal. La técnica de fabricación, es la clásica que nos cita Vitruvio.
DÉCIMO PUENTE

Foto 141.-
Desde el muro derecho de esta carretera, y pasando por la casa que vemos en dirección al pueblo, ahí se encontraba enterrado casi del todo el puente décimo del acueducto. Hay una extensión de más de 250 m hasta llegar el barrio de San Sebastián, donde se encuentra el acueducto moderno que abastecía el Ingenio del azúcar. La cota de nivel de esa finca era entonces de 13 m. Pero si incluimos la parte del acueducto que afloraba, estaría en los 14 m o algo más. Lo que quiere decir que el acueducto con sus arcos, canal y cubierta superaría la cota 15 sobre el nivel del mar. Es preciso decir que el camino que se encuentra a derecha, en dirección a río Seco, fue un elemento que tuvo mucha importancia a través de la historia de este edificio arquitectónico. Río Seco sufría desbordamientos en todos los tiempos que lo conocemos. Ello motivó que el acueducto sufriera también las consecuencias de las avalanchas procedentes de ese río. Pero no sólo en nuestro tiempo, que lo hemos visto muchos años, sino también en época romana, cuyo nivel debía de estar muy por debajo de lo que hemos considerado. La cota en época romana podría haber estado en los 9-10 m sobre el nivel del mar. Ello provocó que, cuando se produjeran avalanchas, parte del acueducto sufriera en su estructura las consecuencias de ese golpe. Testimonio de ello es la desestabilización de cuatro arcos que, con las excavaciones modernas, muy mal hechas, se han venido abajo totalmente. Prueba de ello son los muros contrafuertes que los mismos romanos levantaron desde el centro de los arcos afectados y que se conservaban hasta hace poco, pero, como hemos dicho, la pésima excavación del acueducto sobre todo en la zona afectada, los ha hecho desaparecer. Pero conservamos buenas fotos que revelan que los ingenieros romanos fueron más inteligentes que los arqueólogos de hoy, y a los hechos me remito. Poco a poco iremos mostrando con detalle el desastre de excavación que se ha practicado hace pocos años. Las aguas de río Seco, con sus avalanchas, inundaron muchas veces, y pude verlas, gran parte de la vega de río Verde y zonas inferiores de la ciudad.

Foto 142.-
En la secuencia de las primeras fotos vamos a mostrar fundamentalmente, el nivel que tenía el acueducto antes de que se excavara.
En esta primera foto vemos la parte superior de los arcos iniciales y lo que resta del canal superior por donde debía discurrir el agua. Su altura es, en algunas zonas, de casi dos metros. Justo encima del canal se ha montado el muro de la tapia de la carretera, con una extensión de más de doscientos metros. La apertura de la carretera nacional 340 por la zona de la Paloma, cortó la posibilidad de haber conseguido la mayor parte de lo que quedaba del acueducto. Una parte importante de él ha quedado sepultado sin posibilidad de recuperarla. Pero ahí está, guardada para la historia futura.

Foto 143.-
En esta foto se puede ver cómo se deja ver la parte superior de un arco y parte de la estructura del canal. Etapa previa a la excavación.

Foto 144.-
La parte derecha de esta foto nos muestra algo de lo enterrado de los arcos del acueducto.

Foto 145.-
En esta foto se indica y señala el sentido y extensión de lo que se ve salir del suelo de la finca.

Foto 146.-
En esta foto se va notando el desnivel del trazado de la parte superior del acueducto y el muro de la carretera montado sobre lo que queda de canal.

Foto 147.-
Foto de detalle de la parte residual del canal con el muro moderno encima.

Foto 148.-
Delimitación de la zona de la finca que ocupa una parte del acueducto.

Foto 149.-
Esta foto revela la modificación que sufre la parte del canal más castigada por las avalanchas o por los retoques que ha sufrido desde que se abandonó.

Foto 150.-
Esta foto es muy reveladora a la hora de averiguar qué hicieron los romanos cuando los arcos amenazaban con derrumbarse por las avalanchas y la solución que los ingenieros romanos decidieron emprender para mantener de pie los arcos que sostenían el canal, y como consecuencia, evitar el desabastecimiento de agua del conjunto industrial y elementos públicos: levantar muros de contención, que se verán más adelante.

Foto 151.-
A partir de este momento se inicia la excavación del acueducto desde la Carrera de la Concepción, procedimiento muy mal llevado. No es una excavación arqueológica propiamente dicha, sino un desmonte con máquinas retroexcavadoras que producirán un daño irreparable. Es un atropello en toda regla. Una de los mayores tropelías que se han permitido en Almuñécar.

Foto 152.-
En esta foto se confirma a todas luces cómo se observan las huellas de las máquinas desmontando la tierra que cubría en toda su extensión el acueducto. Aquí se ve cómo ha desaparecido parte de un arco que los ingenieros romanos trataron de sujetar para mantener el funcionamiento del acueducto. No era una excavación. Eran máquinas que iban destruyendo.

Foto 153.-
Vista de lo que va apareciendo de las arcadas afectadas. Nada absolutamente se protegió.

Foto 154.-
Esta foto muestra las huellas de las máquinas a su paso para sacar la tierra del desmonte. Y, evidentemente, los arcos que se van cayendo par falta de soporte que los sujete y se puedan restaurar, cosa que no si hizo en absoluto.

Foto 155.-
Detalle de la foto anterior.

Foto 156.-
Aquí se puede ver la técnica que aplicaron los ingenieros romanos: muros de sujeción para evitar que los arcos que sujetan al canal, se vinieran abajo. Y el canal se mantuvo funcionando gracias a esta técnica.

Foto 157.-
Detalle de la foto anterior. No se respetó nada, ni la cimentación de esos muros contrafuertes. Consecuencias: cuatro arcos que estaban apoyados por este sistema, se desplomaron y se perdieron.

Foto 158.-
En esta foto se ve cómo los ingenieros romanos consiguieron sujetar el canal del acueducto.

Foto 159.-
Detalle de otro de los soportes que sujetaban el canal.
Como conclusión a esta observación de los ingenieros romanos, hace falta hacer una observación. ¿Hasta cuando no se dieron cuenta de que esta zona de Sexsi era inundable? Es normal que la construcción de una obra de esta envergadura tardara bastantes años en su puesta en marcha. En aquellas fechas todo parece indicar que la pluviosidad era superior a los tiempos posteriores, como ocurre hace unos cuarenta años. Lógicamente las inundaciones serían más frecuentes. Y si pudieron comprobar que sus instalaciones sufrían seriamente cuando esto ocurría, ¿por qué no pusieron los medios para evitarlo? Tan sólo afectó a la parte más cercana al lugar por donde río Seco se desbordaba (y sigue desbordándose). Orogénicamente la cuenca de este río ha sido superior el altura a la de río Verde. Es una incógnita, o no supieron poner remedio a ese problema. Lo que hemos visto que hicieron los ingenieros no era la solución; más bien era un parche. Pero cuando esto ocurría, si se ponían de obras en esa parte del acueducto, eso llevaba su tiempo y no podría paralizar la llegada del agua porque ello conllevaba un paro en el abastecimiento de agua y, sobre todo, afectaría a la gran factoría de salazones que abarcaba todo lo que hoy es pueblo y sus cercanías.

Foto 160.-
Estado previo a la excavación.

Foto 161.-
Estado previo a la excavación, arcos y canal.

Foto 162.-
Estado previo a la excavación, arcos y canal.

Foto 163.-
Estado previo a la excavación, arcos y canal.

Foto 164.-
Estado previo a la excavación, arcos y canal.

Foto 165.-
Estado previo a la excavación, arcos y canal.

Foto 166.-
Estado previo a la excavación, arcos y canal.

Foto 167.-
Este es el punto donde empieza la finca en que se ha descubierto la mayor parte del acueducto en todo su recorrido. Pero el acueducto continuaba hacia el barrio de San Sebastián, y queda por dilucidar si el del Ingenio está montado sobre el romano, que no se ha explorado aún.

Foto 168.-
En este momento, a derecha de la imagen, según se viene desde San Sebastián, empiezan a aparecer las estructuras de las termas.

Foto 169.-
Foto de detalle de la arcada en sentido contrario.

Foto 170.-
Como queriendo dar respuesta al problema de las inundaciones, hay que decir que los ingenieros romanos recurrieron a otra solución: montar arcos de refuerzo. Y al parecer, algún efecto surtieron, porque esos arcos de refuerzo permitieron que el arco de encima se mantuviera intacto, como deja bien claro esta imagen.

Foto 171.-
En esta imagen vemos en primer plano un arco de refuerzo. Y al fondo de la arcada, tenemos la zona de arcos caídos y los refuerzos de pilares de ladrillos que se usaron en ese sitio para sujetar las estructuras que soportaban el canal. Por lo visto, todo o casi todo el recorrido del acueducto en esta zona, fue víctima de las inundaciones, y no se previó dar la misma solución a aquel plano que a éste. Al fondo, se desplomaron, y en primer plano, quedaron firmes con el sistema de doble arco.

Foto 172.-
Según nos acercamos a San Sebastián, las inundaciones fueron más persistentes o fuertes. Ello lo indican las partes de este puente que han sido más afectadas por las avalanchas de los desbordamientos de río Seco.

Foto 173.-
Serie de los arcos que encuentran en buen estado de parte del puente o acueducto a su entrada a la ciudad.

Foto 174.-
Serie de los arcos que encuentran en buen estado.

Foto 175.-
Serie de los arcos que encuentran en buen estado.

Foto 176.-
Serie de los arcos que encuentran en buen estado.

Foto 177.-
Serie de los arcos que encuentran en buen estado.

Foto 178.-
Punto en el que la arquería empieza a debilitarse y a partirse.

Foto 179.-
Serie de los arcos que encuentran en buen estado.

Foto 180.-
Punto de contacto hacia la parte de san Sebastián.

Foto 181.-
Parte en la que la arquería empieza a ser reforzada con arcos contrafuertes a izquierda de la imagen.

Foto 182.-
El relleno que aparece entre las arcadas dan la impresión de que el acueducto se encuentra abandonado por el tipo de sedimentación que se observa en la base del terreno.

Foto 183.-
En esta foto lo más sorprendente es la desaparición casi total de la superficie por donde debía discurrir el canal y las posibles tuberías.

Foto 184.-
Aquí se aprecia el mismo motivo por el que se puede decir que esta zona ha sido abandonada, y se prueba por los sedimentos que aparecen a su alrededor.

Foto 185.-
Resto de los arcos que quedan bien definidos.

Foto 186.-
Resto de los arcos que quedan bien definidos.

Foto 187.-
Resto de los arcos que quedan bien definidos.

Foto 188.-
Resto de los arcos que quedan bien definidos.

Foto 189.-
Resto de los arcos que quedan bien definidos.

Foto 190.-
Resto de los arcos que quedan bien definidos.

Foto 191.-
Resto de los arcos que quedan bien definidos.

Foto 192.-
En esta zona queda bien claro que las termas se montaron muy cerca del paso del acueducto.

Foto 193.-
Lo más relevante de esta foto es la parte superior por donde iba el canal. Da la impresión de que por él discurrían las tuberías del agua. No tiene la forma clásica y norma del canal del restos de los puentes.

Foto 194.-
En algunos de los arcos aparecen ligeros desperfectos como en esta foto. En la parte superior de lo que queda del canal, se ven señales de como si por ahí hubiera discurrido un conjunto de tuberías de cerámica. y si se observa bien, parece como si los hubieran arrancado.

Foto 195.-
En esta fase de la recuperación del acueducto, ya se inicia la restauración moderna

Foto 196.-
Tramos en fase de restauración. Siete arcos hasta donde se encuentran los cuatro derrumbados.

Foto 197.-
Tramo en fase de limpieza.

Foto 198.-
Zona con los cuatro arcos desaparecidos.

Foto 199.-
Perspectiva de los arcos desde la Carrera de la concepción.

Foto 200.-
Fase de restauración de este tramo de puente donde está el espacio de los cuatro arcos desaparecidos.

Foto 201.-
Restauración del suelo no muy académica y zona de las termas en etapa de restauración. En el tramo restaurado, cornisa con el alero, murete del canal y cubierta han desaparecido. Dan la impresión de que se ha hecho intencionadamente.

Foto 202.-
Cuerpo de arcadas a la entrada del pueblo, ya restaurado.

Foto 203.-
El acueducto y sus elementos anejos. Parte de las termas.
TERMAS JUNTO AL DÉCIMO PUENTE
LA CARRERA DE LA CONCEPCIÓN

Foto 204.-
Vista de conjunto de las termas. Las zonas más visibles son: hypocaustum, pilas, apodyterium.

Foto 205.-
Apodyterium de las termas de la Carrera de la Concepción. Es la sala donde las gente dejaba sus cosas personales para irse al baño o lugar donde se practicaba la lectura.

Foto 206.-
Vista superior del apodyterium de las termas.

Foto 207.-
Cubierta del apodyterium de las termas. A izquierda de la cubierta se ve un agujero que podía ser una entrada para el agua, que probablemente lo haría entubada con elementos de tubería de cerámica.

Foto 208.-
Entrada del apodyterium de las termas. Resulta un poco extraño que el hypocaustum esté situado junto al apodyterium, prácticamente ante la puerta del mismo. Para ello han tenido que fortificar el elementos de aislamiento térmico.

Foto 209.-
Junto al apodyterium podemos ver componentes adyacentes, como una sala de gimnasia. Esta parte de las termas no es muy definida. Distinguimos bien el tepidarium, pero el frigidarium aún no se ha identificado con claridad.

Foto 210.-
Vista de las termas y parte del acueducto que pasa por detrás.

Foto 211.-
Vista parcial de las termas donde apreciamos parte de una piscina con escalones de acceso.

Foto 212.-
Canal de posible eliminación de aguas residuales de las piscinas de las termas.

Foto 213.-
Varios compartimentos de las termas cuya finalidad aún no se define con claridad. Algunos de estos elementos podrían servir como biblioteca o gimnasio. Y lo que se echa en falta es una zona destinada a la piscina de natación que, lógicamente utilizaba agua fría.

Foto 214.-
Vista general del hypocaustum de las termas, aún en primera fase de excavación. Las salas colaterales estaban destinadas a los materiales que se quemaban para calentar la parte superior donde se estacionaba y se ponía en movimiento el agua hacia los piscinas colindantes.

Foto 215.-
Hipocaustum de las termas de la Carrera. Se encuentra en un estado bueno. y las piscinas próximas bastante aceptables después del deterioro del tiempo.

Foto 215 bis.
Aspecto más detallado de la composición del hipocaustum de las termas de la Carrera. Los pilares de ladrillo refractario están muy alterados y parte del interior está caído.

Foto 216.-
Una de las piscinas mejor conservadas de las termas. Sus paredes están recubiertas de opus signinum. Muy buen estado de conservación.

Foto 217.-
Otra de las piscinas de características similares. Tiene un canalito de eliminación de aguas. El opus signinum está bastante desgastado.

Foto 218.-
Piscina bien conservada. Escalón lateral y revestimiento de opus signinum.

Foto 219.-
Piscina semicircular con escalones de acceso. Su conservación es buena. Es otra vista de la que vemos en el número 200, pero ya restaurada.

Foto 220.-
Las termas en el entorno del acueducto. Justo detrás del cuerpo central de las termas faltan los cuatro arcos caídos. Como puede verse, los componentes de estas termas están incompletos. Con el tiempo y el abandono han desaparecido sectores del mismo.
TERMAS DEL CASTILLO DE SAN MIGUEL

Figura 13.- Plano general de las estructuras que pudieron existir en ese espacio, según los restos que se han encontrado después de salvar parte de las roturas que se han producido a través de los diferentes usos que este reducto ha vivido desde que fue ocupado por los romanos.

Figura 14.-
Plano militar del Castillo de San Miguel que, a partir de 1851 se convertirá en cementerio civil, sobre todo a consecuencia de una epidemia muy grave que se produjo en estas fechas.

Foto 221.-
Cuando se desmontó tal cementerio, se practicó un estudio sobre los elementos antiguos conservados bajo las construcciones árabes, militares y posterior cementerio. Y entonces se dejan ver una serie de estructuras antiguas mezcladas por la evolución de los tiempos. Y los primeros que dejan ver su presencia, de forma clara y evidente, son los romanos que, posteriormente serán muy alterados por el mundo árabe. En esta foto podemos observar materiales romanos reutilizados por los árabes, de forma que los elementos más profundos darán testimonio de estas mezclas culturales. En esta foto podemos ver la antesala de lo que fueron unas termas romanas y que los árabes las van a reutilizar durante mucho tiempo. En este punto, en concreto, tenemos el inicio del hypocaustum con todas las estructuras propias de tal elemento.

Foto 222.-
En esta foto mostramos una superficie del área que abarca el hypocaustum de las termas.

Foto 223.-
Poco a poco se van vislumbrando los componentes de los distintos elementos que la integran.

Foto 224.-
Cuando aparecieron estos restos de construcciones, tuvo lugar el hallazgo del hypocaustum propiamente dicho. Sabemos que la gran mayoría de este tipo de elemento de uso privado y público, se inició sobre el siglo I a. de C. Y precisamente esta localidad detectó termas en tres lugares diferente: Carrera de la concepción, playa de Cotobro y el Castillo de San Miguel en este caso.

Foto 225.-
Esta foto nos muestra los compartimentos anejos y componentes de toda la estructura de las termas. El material usado, como se puede observar, es el ladrillo refractario, formando el cuerpo principal de esta construcción. En los flancos laterales de observan muros de hormigón prensado y muy resistente a las altas temperaturas. Se ven también los canales de ventilación para que el aire circule y reparta proporcionalmente el calor del Hypocaustum.

Foto 226.-
En esta foto observamos la parte interna del hypocaustum, con distintos componentes fabricados de ladrillo y, en muro de la derecha, un agujero probablemente entubado de cerámica, porque el plomo no resistiría las altas temperaturas que aquí se producen. Esta parte podría ser el punto de alimentación por donde se introducían los productos destinados a caldear todo el horno de calor. O sea, o ventilación, o introducción del agua a los depósitos donde se calentaba separadamente el agua que iba a dirigirse a las piscinas.

Foto 227.-
Detalle de la foto anterior donde se aprecia la entrada mediante un agujero, del agua para esto indicada. A la izquierda, la entrada de alimentación de material combustible. A su vez, el muro de caementum está protegido por otro exterior adosado para cercar de seguridad el conjunto del Hypocaustum,

Foto 228.-
En esta imagen se ven con más detalles, las entradas de alimentación, y salidas de materiales usados. A su vez se perfila muy bien la composición de los muros de adobe con argamasa de cal y arena.

Foto 229.-
Esta imagen, que no ha sido publicada, muestra parte de un probable depósito o pila. Tiene forma semicircular y está revestida de opus signinum, claramente romano. Hoy no se muestra en las publicaciones. Se manipula la información.

Foto 230.-
Vista más precisa de la forma de ese depósito o pila, donde se ve el enlucido de sus paredes: opus signinum.

Foto 231.-
Y debajo de todo eso aparece con toda claridad la superposición de capas de opus signinum de un depósito o pila. Es evidente que lo han retocado con el tiempo. Eso no es una técnica árabe sino certeramente romana.

Foto 232.-
En las siguientes fotos se van mostrar los pilares del Hypocautum de ladrillo y terminado en falsa bóveda.

Foto 233.-
Pilares acabados en falsa bóveda, éste y los siguientes que se van a mostrar.

Foto 234.-
Continuidad de la foto anterior, donde, además de observa el muros de fondo que encuadra esta unidad de las termas.

Foto 235.-
Pilares terminados en falsa bóveda.

Foto 236.-
Dentro de lo menos malo, al menos podemos ver la técnica empleada en el levantamiento del hypocaustum. Los pilares del fondo son los mejores conservados y, sobre todo, el muro de hormigón que rodea toda la estructura de esta parte de las termas.

Foto 237.-
Vista general del desmonte del antiguo cementerio, donde destaca principalmente el espacio destinado a las termas. Se llevó a cabo este desmonte igual que el acueducto de la Carrera de la Concepción: con retroexcavadoras. En la parte derecha de la imagen se encontraban bloques desgajados por la máquina y que formaban parte de las estructura de las piscinas. Ahí se perdió gran parte de la originalidad de esta obra romana.

Foto 238.-
Mostramos las pilas de baño de las termas. Todas son rectangulares y están recubiertas con material impermeabilizante. Si había opus signinum, ha sido sustituido por otro tipo de color blanquecino, similar al estuco del depósito de agua de la calle Morería Baja, o bien han sufrido in deterioro irreparable en su tiempo.

Foto 239.-
Compartimentos laterales a las pilas centrales rectangulares. Se encontraron muy deformadas por la función diferente que han podido desempeñar.

Foto 240.-
Esta imagen nos muestra el típico sistema que usaban los romanos. Pilas pequeñas anejas a otras grandes. El motivo es cambiar de temperatura del agua. De ahí el frigidariun y tepidariun. Todo cuanto estamos viendo demuestra que la cantidad de agua que se necesitaba para alimentar esta estructura tenía que ser considerable. Pensamos que el agua llegó hasta este lugar por medio de canalización que se efectuaba a través de una canalización construida por encima de la muralla de Levante y que se se dirigía por ella hasta llegar a este lugar conectando con el la zona del Castillo. No disponemos de indicios para mostrarlo, pero es una hipótesis avalable.

Foto 241.-
Detalle de la foto anterior para mostrar las pequeñas pilas de baño en el tipo que usaban los romanos.

Foto 242.-
En esta foto podemos identificar el color del material que se usaba para impermeabilizar las piscinas. Era el opus signinum y la altura de sus muros eran los normales dentro de la tipología que usaban los romanos. Así que se puede decir que lo que vemos es genuinamente romano. Nada de árabe.

Foto 243.-
Vista lateral de las termas, donde se aprecia la destrucción de algunas de las piscinas por la máquina de desmonte. Los materiales son claramente romanos: opus incertum.

Foto 244.-
Detallae de la foto anterior con el fin de mostrar los restos de las pilas auténticas romanas. Se observa con toda claridad el opus signinum en el revestimiento de esta piscina rota.
PLAZA DE LA CONSTITUCIÓN. Conducciones de agua.

Figura 15.-
Plano del depósito terminal en la Iglesia y las canalizaciones que parten desde ella hacia los laterales del pueblo y zona del Castillo de San Miguel.
CANAL SUBTERRÁNEO DESDE LA PLAZA DEL AYUNTAMIENTO HASTA LA CRUZ DE LOS LEONES (Puerta de Granada)

Foto 245.-
Entrada al canal que conduce, bajo tierra, hasta la Puerta de Granada. Esta entrada se encuentra en la casa de la familia Müller, en la plaza de la Constitución.

Foto 246.-
En esta imagen, una vez bajado, se observan de frente el aparejo de ladrillo romano testificado en varios lugares de este mismo sitio. Se gira a derecha y nos encontramos con el canal abovedado. Se nota muy bien la impronta que dejan las cimbras para poder levantar la cubierta abovedada.

Foto 247.-
Si observamos con precisión el aparejo de esta galería (75 cm de altura por 50-60 de ancho) podemos notar con exactitud que ha sido retocado en al alzado en varios puntos de su trazado. Este tipo de ladrillo es muy común en las estructuras romanas que van apareciendo en cualquier punto donde han sido encontradas y detectadas estructuras romanas.

Foto 248.-
La cubierta del canal o galería, muestra indicios de la impronta que dejan las cimbras en este tipo de construcciones.

Foto 249.-
Y en esta imagen queremos mostrar con claridad el uso de la tubería de cerámica como elemento de conducción de agua. Las tuberías están reforzadas con la colocación del ladrillo que venimos viendo en toda esta estructura. Se usa como reforzamiento para que la presión del agua no dañe la conducción. Pensamos que todo este canal formaba parte de una gran red de distribución de agua, bien para las estructura situadas al mismo nivel, bien para que remontaran hasta llegar a la parte superior del conjunto del Castillo.

Foto 250.-
A partir del punto donde se encuentran las tuberías de cerámica, nos encontramos con la conducción final en sentido norte. Ello implica que el canal se dirigía hacia la zona de la Iglesia y posterior llegada para contactar probablemente con la conducción del acueducto en Carrera de la Concepción. Por desgracia nos tropezamos en nuestro avance con el alcantarillado moderno del pueblo y las canalizaciones nuevas habían roto la galería que estábamos estudiando. Ahí se interrumpió nuestro trabajo de investigación de campo en este lugar.
Creemos que este canal se construyó para la conducción de agua desde el depósito terminal de la Iglesia hacia distintos sitios de la zona industrial. Y por lo visto, se usaron tuberías de cerámica como elementos de transporte del agua para la gran mayoría de las instalaciones industriales. Fragmentos de tubería aparecieron en la huerta de la misma familia Müller, en avenida de Andalucía. No pudimos inspeccionar un espacio del viejo ayuntamiento, en el que se encontraba una conducción subterránea que se dirigía hacia la citada huerta, que hoy es un parque de plantaciones exóticas. El canal, que terminaba en ese punto, se encuentra taponado. Pero, afortunadamente pudimos tomar gran cantidad de fotos que nos ha permitido saber dónde aparecía la canalización del agua.
HUERTA DE LA FAMILIA MÜLLER

Foto 251.-
Este punto nos marca la zona donde se encuentra el canal taponado y que sólo es posible ver en fotos tomadas a tiempo antes de que lo taparan. En el centro de la imagen se observa, sobre el muro, un rectángulo vertical y un agujero en la parte inferior del mismo. Ese era el punto de salida que, anteriormente había sido taponado.

Foto 252.-
Aquí se puede ver detalladamente el agujero hecho por los albañiles durante la obra de adaptación del terreno para lo que se pretendía. Por lo visto se encontraba totalmente cerrado y quedaría, tal vez, alguna rendija que permitiera a los operarios tocarlo y descubrirlo.

Doto 253.-
Aquí lo mostramos en foto a color para notar con más precisión la zona indicada. Se ve el agujero, pero pequeño, y da la impresión de que existía ya hace tiempo, porque se ve un cuadrado en forma de ventanuco en la base de este trozo de pared. Los albañiles lo destaparían después, situación que aprovecharíamos para tomar medidas y fotos más precisas.

Foto 254.-
Una vez destapado completamente el agujero, apareció esta imagen que presentamos: el canal entrando o desembocando en la finca. Sus paredes están recubiertas de material impermeabilizante, sin precisar si se trata de opus signinum o simplemente un estucado refinado de cal grasa y arena. No lo sabemos porque no se ha analizado.

Foto 255.-
Al final de esta conducción, podemos ver un canal que discurre en forma de T, probablemente desde el citado lugar del viejo ayuntamiento hasta este lugar y en su trayectoria hacia la calle Real, haría un desvío en ángulo recto hacia la huerta, mientras que su recorrido final sería continuar hasta el espacio antes citado. El canal de la calle Real puede tener relación con el que aquí vemos.

Foto 256.-
Sobre el propio terreno de la huerta apareció un fragmento de tubería de cerámica que aquí mostramos. Según se observa, la tubería no era simple, sino que estaba reforzada, lo que nos hace pensar que era un elemento para conducir agua con cierta presión. Su diámetro medía unos quince centímetro de diámetro.
CANAL SOBRE LA MURALLA DE LEVANTE

Foto 257.-
En Cuesta del Carmen, al llegar a lo más alto, a mano izquierda había un pequeño patio vecinal a cuyo fondo podíamos ver esta imagen. Hoy día está todo construido y tapiado. No se puede ver. Pues justo en el fondo podemos ver el inicio de la muralla conservada, que da al talud de la vertiente de Levante. Tiene señales de haber sido rota par cortar la conducción de agua que por este lugar circulaba.

Foto 258.-
Detalle de la foto anterior para ver cómo ha sido taponado el canal, o roto, porque posiblemente procedía de la zona de Cueva de Siete Palacios. Pero se observa bien el revestimiento interno de la paredes del canal. El típico opus signinum está ahí. Pero la pregunta que nace de este punto es: ¿de dónde procede este canal? quiero pensar que venía de la parte de Eras del Castillo porque, de lo contrario, era poco probable que viniera de una zona inferior. Tendría que superar un fuerte desnivel; y este canal no se usaba para llevar tuberías de cerámica, sino directamente el agua; por eso usan el opus signinum.

Foto 259.-
Detalle más preciso del uso del opus signinum y taponamiento del canal modernamente. El aparejo es de opus incertum.

Foto 259 bis
Vista de la parte externa de la muralla romana de Levante. Aquí se ve con mayor precisión el canal que discurre por encima de ella. Y es un canal cubierto con bóveda de medio punto. Dicho canal continúa a través de los restantes lienzos de muralla hasta empalmar con otras conducciones que llegaban hasta el Castillo de San Miguel. A la vista del aspecto que presenta el canal en este punto, llegamos a pensar que el canal salía en ángulo recto hasta algún elementos de la cuesta del Carmen para dirigirse probablemente a uno de los puntos de la calle Cueva de Siete Palacios. Pero estar por probar. Es una hipótesis a tener en cuenta.

Figura 16.-
En este plano militar observamos la muralla de Levante donde señalamos el punto en el que hemos detectado la presencia del canal anteriormente visto para conducir el agua hasta el propio Castillo. Los desniveles son fuertes dada la orografía que presente la ciudad en todo su entorno.

Foto 260.-
Desde otro ángulo vemos cómo gira la muralla buscando su continuidad hacia la zona de Eras del Castillo, probable origen, como hemos dicho, de este canal.

Foto 261.-
Siguiente tramo de la muralla de Levante, que se encuentra ya algo deteriorada por las construcciones modernas. Es muy probable que esta zona sufriera daños por los bombardeos en la guerra napoleónica.

Foto 262.-
Este tramo, continuidad del anterior, sigue siendo muralla, y da la impresión de que el canal continúa por su cima. Señal clara porque las casas están retranqueadas ante la presencia de la muralla, y por la forma que conserva, el canal continúa su trayectoria hacia el Castillo de San Miguel.

Foto 263.-
En esta esquina de la muralla, puede observarse el grosor de la muralla, superando probablemente el metro, y con un aparejo que no deja lugar a dudas en la composición del mismo: clásico romano.

Foto 264.-
Continuidad de la misma muralla; pero en este tramo ha sufrido daños serios que la gente ha ido reparando para asegurar la estabilidad de sus viviendas. La muralla sigue zigzagueando según la estructura del terreno. Incluso se puede ver que han construido muros de contención en algunos tramos, por debajo del nivel de la línea de la muralla, e incluso han creado bancales para poder hacer plantaciones de chumberas, como se puede observar.

Foto 265.
Al lado de la maraña vegetal, podemos ver cómo continúa la muralla, muy deteriorada, a los pies de los muros de las casas modernas.

Foto 266.-
A izquierda de la imagen vemos el abancalamiento del terreno para el cultivo de las chumberas. Justo por encima se ven los restos de lo que queda de la muralla en dirección al Castillo de San Miguel.

Figura 17.-
Repetimos esta imagen para conectar con otras que conducen, a través del puente romano, hasta el Penón del Santo.

Figura 18.-
La forma de poder llevar agua hasta el depósito del Peñón antedicho, era a través del puente romano. Y como se ha dicho en otra ocasión, aquí se excavó una serie de piletas de salazón en el pasado. El depósito que aquí se encuentra y se puede ver, tenía que ser rellenado con agua dulce, y el camino no era otro que la canalización a través del citado puente. El plano militar es bien evidente aunque sólo dispongamos de la planta y no del alzado, que hubiera facilitado muchas la solución de las cuestiones pendientes sobre su estructura y utilidad.

Figura 19.-
En esta imagen vemos el puente en alzado. Para poder reconstruirlo hemos tenido que tomar como referencia las luces de los arcos que lo formaban. Y estos puntos de apoyo se encuentran en la subida por el camino de acceso a lo alto del Peñón. La base del puente era bastante notoria, y no se podía practicar el paso de una playa a la otra por la altura y escarpado de sus muros arruinados por la artillería inglesa en la lucha contra Napoleón. Medía. y aún lo mide, seis metros de ancho en su base.
CANALES DE AGUAS RESIDUALES DEL MAJUELO

Foto 267.-
Esta imagen nos muestra la escalinata de acceso a las partes superiores del estacionamiento de piletas de salazones y a la Puerta del Alcazaba que se encuentra bastante cerca. De ahí se subía por un graderío hasta la zona superior donde existen piletas de salazones. Por el centro baja un canal cubierto que, probablemente, recogía las aguas residuales de la parte superior de la industria. Y justo a su lado, baja igualmente un canal pequeño. probablemente entubado para abastecer de agua dulce las zonas de la piletas de salazones del Majuelo.

Foto 268.-
Vista frontal para determinar los dos sistemas de canalización: uno de desagüe y otro de alimentación de la factoría.

Foto 269.-
Aspecto detallado de los dos elementos de conducción de agua. Aquí se nota, de forma palmaria, las modificaciones que ha sufrido el Majuelo.

Foto 270.-
La zona marcada con flecha nos indica que ese espacio ha sido, en otro momento, un depósito de almacenamiento de agua. La cantidad que se precisaba para el mantenimiento era mayor de lo que estas imágenes nos revelan; y lógicamente deben existir otros canales porque la extensión de esta zona industrial era muy superior a lo que hoy se nos muestra. Y téngase presente que este espacio contenía una zona portuaria, que también precisaba agua para sus operaciones. En conclusión, lo que aquí vemos como elementos industriales no es ni la décima parte de su total.

Foto 271.-
Vista de detalle del canal de desagüe que bajaba de la parte superior del Majuelo y zonas anejas de las mismas características. Si se han detectado y excavado piletas de salazón en Morería Baja, los residuos tenían que ser evacuados por algún canal, como el que vemos en imagen, y que era absolutamente necesario.

Foto 272.-
En esta imagen vemos, a izquierda, el canal de desagüe cubierto con lajas de piedra pizarrosa colocadas de forma desmontable, para que con facilidad se pudieran limpiar los canales con sólo moverlas. Procede del centro de eliminación de esta parte de la factoría.

Foto 273.-
Por el centro de esta calle vemos el canal en dirección a la zona de río Seco. Es uno de los canales. El resto está enterrado. Pero dado el nivel del mar en estas fechas, pensamos que las aguas residuales iban directamente al mar, o a la costa del mar, puesto que en esta zona había puntos de amarres para las embarcaciones y el mar llegaría a bastantes puntos de la factoría, sin duda.

Foto 274.-
Otra vista del canal desde otro ángulo, pero recogiendo residuos de otra parte de la factoría en sus partes laterales mediante calles entre zonas.

Foto 275.-
A la derecha de la imagen vemos cómo el canal puede recoger aguas residuales de las zonas próximas de la factoría. El canal aparece unas veces cubierto y otras desnudo de lajas de cubierta. Consecuencias del paso del tiempo y del abandono.

Foto 276.-
Y aquí, otro canal cubierto pero con bóveda de medo cañón, hecho que sólo hemos visto a la bajada de la zona superior en las fotos anteriores. También se encuentra enterrado en la zona que el Ayuntamiento ha dejado para jardines. Se hizo una exploración: con lo que se pudo comprobar que eran aguas residuales que iban a la zona de río Seco o más bien a la mar. Lo cierto es que iban a desaguar al mar. Y el mar tenía que estar muy cerca si observamos el lugar donde aparecieron datos claros de la situación del elemento de amarre respecto al agua, donde los barcos podían atracar, como se verá.

Foto 277.-
Este pozo se encuentra casi en la zona central del sector del Majuelo. Es un tanto extraño que se encuentre un elemento así para atender las necesidades de la factoría. Es posible que el agua que se extrajera de este punto fuera salada o salobre. Pero también es probable que fuera dulce si tenemos en cuenta que el citado pozo se ha venido usando para regadío en tiempos posteriores, como los actuales. Se recuerda que lo sobrealzaron para poder manipular los medios de extracción modernamente.

Foto 278.-
Y en esta foto tenemos la prueba inequívoca de que el agua del mar llegaba hasta casi toda la factoría. Aquí tenemos puntos de amarre para los barcos del tipo que fueran, y más aún los mercantes, Uno de los puntos está en perfecto estado de conservación, y en la esquina se observan restos de otro, aunque muy desgastado o roto.

Foto 279.-
Y en esta foto se determina la distancia a la que se encuentra este punto de amarre que situado en la cuadrícula donde se halla el árbol, a izquierda del mismo, y esto nos hace pensar que el agua de los canales de aguas residuales desembocaban en el mar y que toda la zona de la Avda. de Europa formaba parte del estero marino de San Cristóbal.
CANALES EN CALLES DEL CASCO URBANO

Foto 280.-
En las páginas anteriores hemos hablado de la existencia de depósitos en otros lugares de la ciudad, como la parte superior de la Cueva de Siete Palacios. En efecto: según se sale de ese lugar hacia el Norte, a mano izquierda, encima de una antigua bóveda romana rota, podemos ver un canal de desagüe de unos 30 x 40 cm. Y a sus lados se dejan ver los restos de un enlucido a base de opus signinum que nos hacen pensar en un depósito o similar, fenómeno que se extiende a izquierda dando lugar a una zona embalsada, porque todo ese espació está, en todo su suelo y algo de paredes, revestido de opus signinum, y es muy posible que también pudiera ser un área de piletas de salazones porque a un nivel más bajo, como la calle Carmen Baja ha registrado cierta cantidad de piletas que pueden considerarse de importante entidad, y no ser las únicas, porque esta experiencia tan solo se practicó en una sola vivienda de nueva planta. Y por ello, todas las casas que se encuentran al mismo nivel probablemente contendrán también este elemento industrial.

Foto 280 bis.-
Detalle de la foto anterior en donde observamos la existencia de opus signinum perteneciente a probable depósito de agua en la zona adjunta (derribada o caída) al complejo de la Cueva de Siete Palacios.

Foto 281.-
En esta imagen presentamos un canal que parte desde el fondo de Levante de la Cueva de Siete Palacios hasta casi llegar a la zona superior de Eras del Castillo. Este canal debió ser usado como elemento de conducción de tuberías de cerámica. Agua no podía llevar porque sus paredes son de opus incertum y no contienen nada de opus signinum, material imprescindible para la conducción del agua. Tiene mucho desnivel entre el punto final y la Cueva. Pero no excluimos que fuera una simple galería de comunicación entre dos niveles de estructuras industriales. Podía ser un punto de entrada, cosa que poca gente ha pensado. Su altura es superior a lo que esta imagen ofrece.

Foto 282.-
Al final de la calle Nueva, nos encontramos este canal que une dos niveles de cotas diferentes: la calle Morería Alta y el fondo de Morería Baja. Sus paredes están tan encaladas que no dejar ver un posible uso de opus signinum. Es evidente que sus muretes están construidos con opus incertum. Pero la cubierta es de rasillas modernas recubiertas con argamasa moderna, no romana.

Foto 283.-
Esta estrecha calle (que no lo es), es un área de desahogo de agua residuales entre Morería Baja y Calle Nueva. Pensamos que ha sido muy modificada con el paso del tiempo, pero en realidad es un conducto descubierto de evacuación de aguas de lluvia y residuales que ahora se ve a nivel de calle.
TERMAS DE COTOBRO

Foto 284.-
Playa de Cotobro -Almuñécar-. Aquí se indican dos punto muy importantes. A izquierda de la imagen, marcamos, sobre el talud de la colina, los elementos constructivos que han sido destruidos con las nuevas edificaciones. A derecha de la imagen, indicamos con una flecha el lugar donde se encuentra el pozo romano y que después, con la excavación, aparecerán unas nuevas termas romanas.

Foto 285.-
La zona de Cotobro ha sido un lugar también visitado y usado por el elemento romano. El hecho de que aparezcan termas en este lugar presupone habitáculos como residencia permanente. Sin duda que aquí han existido villas rústicas, sin duda, como se verá. Pero el elemento indispensable para construir una termas es el agua, y lo más complicado aún es el sitio donde han aparecido: casi junto al mar. El agua salada no se utiliza para estos fines. Debe ser dulce. Por lo visto el hecho de encontrarse al final de un barranco nos hace suponer que son venas profundas, que impiden la presión marina, de agua procedentes de las alturas y que, lógicamente antes, desembocarían en el mar. Los romanos construyeron un pozo y probablemente sacaban el agua con elevadores similares a una noria. En nuestra época los agricultores pusieron un motor cuyos restos aún perduran en su paredes, cosa que, a continuación, explicaremos.

Foto 286.-
Vista del pozo romano. Tiene un perfil escalonado antes de llegar al receptáculo profundo. Forma cilíndrica con bóveda acabada en un tragaluz, por donde se permitía montar una polea para elevar el agua destinada al abastecimiento de las termas. Lo profundo del pozo, circular, está construido de opus incertum permeable para poder recoger el agua que le llega a través de la vetas de aguas antes citadas. La parte superior está recubierta de estuco blanquecino y algunas zonas con opus signinum.

Foto 287.-
Parte superior o cubierta el pozo, donde apreciamos la construcción con ladrillo típico romano. El tragaluz para la posible polea de elevación de agua. La bóveda está recubierta de estuco impermeabilizante. Al parecer, este tragaluz tenía forma cuadrada, según la posición de los ladrillos, y posteriormente ha sido retocada modernamente. De lo contrario no se explica el uso de la madera usada en la cubierta.

Foto 288.-
Nave lateral de escasas proporciones y sin finalidad precisa. Está construida con la técnica de opus incertum. El revestimiento de que observa es moderno. Pero en aquellos momentos no se excavó.

Foto 289.-
Entrada al pozo con muros laterales de opus testaceum. Al parecer originariamente esta entrada pudo ser arqueada y retocada por los propios romanos.

Foto 290.-
Vista de conjunto de la parte frontal del pozo, ya retocado por la restauración del yacimiento. La pequeña galería ha resultado ser algo parecido a una bañera que tendrá sentido si se entiende que este yacimiento es una edificación de termas o punto de calor para calentar una villa romana en la costa, definición que parece ser más plausible. La cubierta de la pequeña galería es arqueada de medio punto.

Foto 291.-
A izquierda de la imagen podemos empezar a ver parte de lo que es el hypocaustum de las termas o villa.

Foto 292.-
Zona donde empiezan a aparecer los elementos de las termas, compartimento algo derruido.

Foto 293.-
Muro de delimitación del conjunto de las termas. El material usado es opus incertum. Es notorio el grosor de los muros.

Foto 294.-
Zona del pozo y del hypocaustum. A su derecha observamos una especie de bañera-pila de vivienda recubierta de opus signinum y que formará parte del conjunto general de las termas.

Foto 295.-
Zona perteneciente al hypocaustum.

Foto 296.-
Cuadrículas del hypocaustum, donde se aprecia también la entrada a pozo romano.
Foto 297.-
En los años 70, antes de que construyeran los restante edificios de esta playa, pudimos contemplar en el corte del talud de esta colina los indicios de zonas arqueadas y cierta cantidad de materiales romanos sobre el suelo e incrustados aún sobre el corte del talud. Hoy día ha desaparecido.

Foto 298.-
En esta parte del corte sobre el talud se puede ver cómo aparece una zona arqueada, con materiales removidos y otros materiales de construcción incrustados aún en el mismo. Estos restos aparecieron a unos cien metros de las termas. Todo parece estar enterrado por el derrumbe de la colina al paso del tiempo.

Figura 20.-

Figura 21.-

Figura 22.-

Figura 23.-
En este plano de la excavación se perfila muy bien el lugar donde se encuentra el hypocaustum y las zonas casi desaparecidas. Este pozo fue descubiero y publicado por Antonio Ruiz Fernández en agosto de 1985 en la prensa con todo detalle para la prensa. Posteriormente fue publicado en Motril. Publicación que se hizo en El Faro.
DEPÓSITOS DISPERSOS EN LA CIUDAD Y CERCANÍAS

Foto 299.-
Indicación de los lugares mejor identificados en el área general de la ciudad moderna.

Figura 24.-
PLANO DE LA ZONA DE LA IGLESIA Y CERCANÍAS. Probable lugar donde podemos indicar lo que hasta ahora hemos podido localizar y documentar.
DEPÓSITOS EN DISTINTOS LUGARES DEL CONJUNTO INDUSTRIAL

Foto 300.-
Aljibe del Castillo de San Miguel. Se ha excavado y se ha podido calificar como elemento de construcción árabe, tipo aljibe. A nivel del suelo se aprecia un agujero que se utilizaría para recogida de aguas de lluvia.

Foto 301.-
Vertiente de Poniente del Castillo de san Miguel. En principio esta vertiente, en época romana, estuvo amurallada con un sistema escalonado de muros que llegaban desde el Majuelo hasta la cima. Hemos remarcado la parte donde se encuentra una pileta de salazones o pequeño depósito de agua y otros más importantes. El contexto no nos permite definirlos. Pero hay otro que está perfectamente claro, como se verá.

Foto 302.-
Probable pileta de salazones. No se ha podido contextualizar su entorno porque se encuentra enterrado o en el interior del Castillo, cosa más probable. Su revestimiento está muy deteriorado y no se puede definir con claridad.

Foto 303.-
Depósito romano de agua. Se encuentra a un nivel similar al anterior. Está relleno de material de derribo probablemente procedente del Castillo. En sus muros se observa el opus signinum revistiendo sus paredes.

Foto 304.-
Vista del mismo depósito para detallar lo que existe en su interior. Es probable que formara parte del abastecimiento del Majuelo u otras zonas muy cercanas.

Foto 305.-
Peñón del Santo. Foto antigua. Indicación del depósito de agua romano que se encuentra por debajo del nivel de la cima.

Foto 306.-
Interior del depósito de agua del Peñón del Santo. Sus paredes están revestidas de estuco pero muy desgastado. Es uno de los mayores depósitos hallados en todo el conjunto.

Foto 307.-
Depósito del Santo. Etapa en la que fue usado como bar. El muro de fondo ha recuperado un color más propio del revestimiento de opus signinum. Este depósito se usaría como punto de alimentación de las piletas de salazones que fueron excavadas en 1945 y publicadas por el autor en la Universidad de La Rioja, Sección de Economía («Las salazones y salsas de Almuñécar». Anales de Economía, vol VI, nº 24). Con ello pretendo que quede de una vez claro que en esta zona los romanos construyeron piletas de salazones.

Foto 308.-
Villa rústica romana cerca de Venta Luciano. Torrecuevas. Este depósito forma parte del sistema de abastecimiento de agua de esta villa. Se conserva en sus restos el opus signinum original.

Figura 25.-
Plano teórico de lo que pudo ser el depósito terminal del acueducto romano. Se ha levantado teniendo en cuenta las descripciones que los árabes hicieron de él hasta el siglo XIV. Y como testimonio de ello mostramos los materiales que forman la actual base de la Iglesia Parroquial y sus alrededores.

Foto 309.-
Restos de los muros de un depósito adjunto a las estructuras del depósito terminal de la Iglesia. Se puede ver el aparejo antiguo cuando se descarna la pared moderna.

Foto 310.-
Indicación del muro que abarcaba esta zona como depósito auxiliar del acueducto. Cuando se desmorona el revestimiento moderno del muro, aparece el material romano.

Foto 311.-
Aquí iniciamos la descripción de los cimientos que hoy se ven a los pies de los muros de la Iglesia Parroquial. Comenzaremos viendo el material base donde se van a apoyar los sillares de los que hablan los árabes cuando describen esta edificación. La base esta formada de opus caementicium sobre el que se colocarían las series de sillares de piedra caliza toba. Este tipo de piedra no es originaria de esta comarca, sino que la traerían los romanos de la zona cercana como Nerja, lugar de ascendencia volcánica en la que encaja perfectamente este material. La base de la edificación debió ser rectangular. En la parte exterior de esta edificación se ve muy bien el tipo de material, pero en el interior de la Iglesia es muy difícil distinguirlo, salvo que permitieran descarnarlo; cosa realmente descartable. Sin embargo, en el anterior suelo, cuando se repuso la solería, pude ver cómo se montaba el nuevo muro de la Iglesia sobre el muro romana que estaba justo debajo y sobresalía casi medio metro. Al día siguiente volví al lugar y pude comprobar que el muro romano había sido totalmente cubierto con hormigón moderno. Me quedé sin la foto que lo demostrara. Así que tan sólo contamos con el exterior para poder hablar del alzado tanto de la Iglesia como de la edificación romana que aquí existió. Es de sentido común, y de eso tenían mucho los ingenieros romanos, como lo han demostrado en toda la zona industrial.

Foto 312.-
A derecha de la imagen vemos ya la construcción del opus caementicium. Se nota que este aparejo ha sido retocado por los modernos en interés propio y han modificado la estructura base donde se apoya la Iglesia en la parte de Poniente.

Foto 313.-
Es precisamente en este callejón donde más se nota la alteración de los cimientos de la Iglesia, lógicamente por intereses de los vecinos que modificaron su estructura para facilitar el paso o sus solares.

Foto 314.-
Detalle de la foto anterior donde se aprecia las roturas de materiales base para facilitar el paso, u otros fines.

Foto 315.-
La parte el atrio de la Iglesia entraba dentro del ámbito del depósito terminal del acueducto. Aquí podemos ver cómo se rompe la estructura para abrir calle entre las partes de estos cimientos.

Foto 316.-
Detalle de la foto anterior para observar el mismo fenómeno de supresión de los cimientos como la misma finalidad: abrir paso, crear calle. Este paso lo abrieron para acceder a la Iglesia.

Foto 317.-
Vista total de los cimientos en la parte posterior del atrio de la Iglesia. Y todo parece indicar que, como en otros lugares de la ciudad, los elementos romanos han sido eliminados para poder abrir calles nuevas, ya que el paso estaba cortado por las estructuras antiguas.

Foto 318.-
Parte de este tramo ha quedado cubierto por las obras municipales para crear calle donde no había.

Foto 319.-
Calle Aire. Cimientos de la Iglesia que sirven de apoyo para levantar el alzado noreste de la misma. Estos cimientos están recortados por la misma razón antes citada: abrir calle. Pero no se ha realizado ninguna exploración para determinar la profundidad de las estructuras romanas, como que debería hacerse para confirmar con rotundidad la existencia del citado depósito terminal aquí.

Foto 320.-
Detalle de otra toma del mismo lugar.

Foto 321.-
Detalle de los muros de la iglesia. La parte blanqueada reutiliza los sillares de piedra toba en todo la periferia de los cimientos de este edificio.

Foto 322.-
Detalle de la misma calle.

Foto 323.-
Ampliación del espacio que abarcan las ruinas del depósito que aquí existió.

Foto 324.-
En esta foto vemos casi la mitad de un depósito de agua situado muy cerca de una villa rústica romana. Como también se encuentra en línea con el acueducto cuando cambia de vertiente, es lógico pensar que el agua se tomaba de ese punto.
CONCLUSIONES
Después del extenso recorrido realizado por casi toda la comarca de la ciudad de Sexsi, tenemos que llegar a las siguientes conclusiones:
Agua potable: Cuando los fenicios llegan a estos parajes, establecen primero una comunicación con los aborígenes locales y del interior de la zona. En los primeros contactos pensamos, a la luz de los comentarios de los autores clásicos que citan esta llegada, se dedican a intercambiar sus mercancías y manufacturas, cada uno según sus posibilidades. Los fenicios aportan manufacturas de ellos o bien conseguidas a través de sus rutas comerciales por otros centros con los que establecen relaciones de este tipo. También los aportan de sus propias localidades: pero lo más frecuente es traer productos de otros países o regiones, como Oriente Medio, Egipto (muy frecuente), Grecia, Italia, Sicilia, etc. El resultado de este intercambio se centra en lo que cada uno buscaba: los unos, manufacturas nuevas y desconocidas que llamaran su atención y sus necesidades. Los otros: búsqueda principalmente de metales nobles y minerales.
Pero con el paso del tiempo los fenicios comenzaron a desarrollar la industria de pescado. Y para ello, tuvieron que proveerse del elemento imprescindible para tal fin: agua potable. Y a la vista de los hechos, todo parece indicar que el lugar más apropiado para montar este negocio, no es precisamente el actual promontorio de Almuñéar, al que dieron el nombre de Seks; porque ellos trataban de buscar para establecerse lugares seguros y provistos de los elementos indispensables para sus objetivos. En este caso el agua. Y lo que es hoy, el casco urbano de Almuñécar, no reunía las condiciones exigidas para tales propósitos: no disponía de manantiales y aguas de esas características. Por lo tanto tuvieron que buscar el lugar que reuniera esas condiciones. Y es precisamente la parte occidental de la zona la que podía proporcionales el elemento necesario para el montaje de esa industria: Se trata del Barranco del Noi, llamado así porque el propietario del manantial era un personaje catalán cuyo aspecto físico era la corta estatura que mostraba. De ahí que le llamaran»el niño», noi en catalán. Y ese nombre es el que ha permanecido y permanece. Este barranco disponía de agua dulce y de muy buena calidad, porque procedía de una mina de agua que proporcionaba lo necesario tanto para mantener las necesidades de la comunidad fenicia como la de satisfacer las necesidades industriales que ellos pensaron montar y montaron. Como consecuencia de esta información, creemos que estas colinas fueron ocupadas como residencia y plaza para el montaje de su industria. En definitiva, podemos decir que el montaje tanto de hábitat como industrial se llevó a cabo en estas colinas de Poniente, además de establecer sus necrópolis, como ya ha quedado demostrado en trabajos anteriores. El elemento indispensable había sido conseguido. Los esteros marinos, tanto de río Seco como Verde, suponían un esfuerzo mayor de lo que ellos necesitaban. Las aguas del mar en los siglos VII-VIII a. de n. e. casi llegaban a las cercanías de la localidad de Jete. A esto se une el hecho de que los alemanes del IAA. de Madrid, emprendiera un trabajo para fijar la línea de costa en la zona sur de España, pero cuyos resultados no dan los mismos lugares que los que se han venido viéndose por algunos de los agricultores de la zona, que han llegado a ser, en algunos casos, más certeros que los practicados por los alemanes. De hecho, el arqueólogo alemán Adolf Schulten, estuvo durante un tiempo haciendo arqueología de campo para determinar ciertos puntos que no le cuadraban en sus investigaciones sobre la comarca de Almuñécar. Tuvo la suerte de encontrar monedas fenicias en las cercanías de Jete. Pero desconocemos dónde se puedan encontrar las conclusiones a las que pudiera llegar con sus trabajos.
Concluyendo el tema del agua, sabemos que la zona asignada y buscada desde un principio por los fenicios, fue muy oportuna para los fines que ellos buscaban.
Qué ocurre después del año -206, después de la batalla de Ilipa. Sencillamente los romanos deciden explotar al máximo la técnica de la salazón sobre el lugar que llamarán Sexi, que había pasado a manos de ellos una vez derrotados los cartagineses en Andalucía (cercanías de Carmona). Los romanos deciden montar una industria a gran escala y explotar los conocimientos que los fenicios tenían sobre estas técnicas. Y como sabían que no disponían del elemento esencial para llevar a cabo tal empresa, se esfuerzan en estudiar las posibilidades de conseguir agua en cantidades industriales. Pero volvemos al principio; los fenicios usaban, en comparación, pequeñas cantidades para sus objetivos. Los romanos querían competir con todas las factorías del Mediterráneo y convirtieron esta localidad en una de las más importantes de todo el Mare Nostrum. Problema: agua en cantidad. Suponemos que buscaron por todos los territorios cercanos al enclave, Pero no encontraron la cantidad que ellos necesitaban. Y llegaron hasta las cercanías de Otivar para poder establecer y conseguir un centro de producción de salazones de los más grandes de la época. Si tuvieron que remontarse tan hacia el interior es porque el agua en cantidad estaba lejana. Y para ello tuvieron que diseñar y montar todo un trabajo de ingeniería hidráulica que pudiera llevar el agua a sus industrias. Y montaron el acueducto con un sistema de puentes y canales que salvaran las dificultades que entrañaban los retorcidos caminos que condujeran el agua sin dificultad hasta la ciudad de Sexi. Y lo hicieron. Y qué fue lo primero, ¿el montaje de la industria y sus elementos anejos?, o la traída del agua para poderla montar? Al parecer y tras las investigaciones practicadas, debió ser el montaje del acueducto lo primero que se ejecutara. Y estamos en ello, el montaje del medio de transporte sería, por lógica, lo primero. Y no olvidemos que el agua de mar no sirve para la construcción por la cantidad de salitre que tiene. Y en eso eran unos expertos los romanos. Su conocimientos de ingeniería difícilmente han sido superados.
Conductos-transportes: Para ello, los romanos montaron un acueducto muy completo y lo suficientemente cuidado como para que el agua llegara sin problemas y en cantidad hasta la futura factoría. Entre los elementos construidos tenemos diez puentes con sus respectivos canales y registros para el cuidado interior del mismo. Y fueron tan cautos y aprovechados que, en las zonas difíciles, usaron medios para llegar desde alturas de cierta envergadura hasta alcanzar la zona baja, donde el agua no pudiera crear problemas en su transporte. Desde Otívar, pasando por Jete, utilizaron canales subterráneos sobre el mismo lecho de río Verde. O sea que, a cierta profundidad, construyeron canales reforzados contra la presión real del terreno sobre él, que recogieran el agua que discurría por superficie. El canal subterráneo siempre buscaba el punto de decurso más bajo, para que el agua se filtrara y pasara a través de sus bien planificados canales de piedra, con un sistema de bóveda en posición ciclópea, que permitiera el paso del agua a través de la hendiduras de la cubierta y pasara al canal por donde discurriría, hasta llegar a la zona en que el agua se deslizaba ya al aire libre por canales superficiales. Pero, incluso en este canal subterráneo, sobre él, los ingenieros romanos construyeron registros para controlar la presión ejercida por el aire y el desnivel de pendiente del agua a través del canal. Y de Trecho en trecho, o sea, cada tramo suele tener una especie de pocico interior para que el arrastre de arena y tierra se vaya posando y evite que el canal se obstruya, y por acúmulo de material, quedara inutilizado. Por esa razón, entraban hasta el fondo del canal para limpiarlo y evitar que quedara expuesto a un reventón o atasco del mismo. Esta técnica se practicará en todo el recorrido del acueducto.
Niveles: Es uno de los problemas más serios que tiene el trazado del acueducto. Lo más peligroso, a la hora de conducir el agua, es la presión que tiene que soportar cuando en su camino se encuentra con serias pendientes. Para contrarrestar estos problemas va sigzagueando con el fin de no perder altura y que la pendiente se suavice. Así que, incluso en las partes llanas, el canal subterráneo va buscando las zonas por donde suele discurrir el agua superficial de forma espontánea, para conseguir que el agua que se filtra, pueda llegar hasta él bajo tierra. Y una vez circula por superficie, el desnivel debe guardar las normas establecidas por los ingenieros para evitar que el agua con su presión pueda dañar la conducción. Para ello, aproximadamente cada 40-100 m suelen hacer un registro que no solo sirve para limpieza del canal, sino también para medir la pendiente y hacer que el aire que discurre en su interior salga a superficie y así evite que pueda producir que sufra una sobrepresión y se rompa por esta causa. El desnivel entre el punto de las cercanías de Jete y la Santa Cruz, donde se encuentra el depósito de decantación, es de 50 m, o sea, que pasa de la cota 100 a la 50 en esa distancia. En teoría, la pendiente del canal, según se dirige a Almuñécar, debe tener una pendiente de 1/4 de pulgada cada 40 m, según los cálculos de Vitruvio. Y la diferencia de altura entre el depósito de decantación y el terminal, o sea, entre la Santa Cruz y la Iglesia, el nivel está prácticamente equilibrado. Y por esa razón se construyó un semisifón entre ambos puntos o depósitos, para que el agua subiera de un punto a otro por su propia fuerza. Y desde el depósito terminal, el agua, por el mismo motivo, podía ser desplazada a cualquier punto elevado de la ciudad: vasos comunicantes.
Almacenamiento: Este es el punto más discutido de todos en relación al acueducto. Se viene hablando de que el depósito terminal se encontraba en la Cueva de siete Palacios. Pero poca gente se ha fijado en las características y estructuras que requiere un depósito de agua de esas proporciones. Tampoco se han fijado con detenimiento en los cimientos de la Iglesia, ni se han sorprendido de que aparezcan estructuras romanas tan abundantes en los muros iniciales del citado edificio. A mi entender, sólo el que vio, pudo afirmar lo que decía, y en este caso, han sido los árabes, no otros, los que han acertado al decir que, por encima del aquel edificio, con esquinas de piedra toba, en forma de pirámide, y que el agua que llegaba a la cima caía sobre un molino para hacerlo funcionar. ¿Ni los cristianos se dieron cuenta? Supongo que lo vieron, pero nadie escribió una sola letra acerca de él. Extraño y sorprendente.
Este era el lugar donde el agua se almacenaba y distribuía hacia todas las zonas de las industrias, pero desde época romana. Se crearon depósitos secundarios en diferentes lugares de todo el complejo industrial. Y eran los siguientes: Peñón del Santo, ladera de poniente del Castillo de San Miguel, zona del Majuelo y barrio de San Sebastián, y toda la zona de Levante.
Distribución: La red de distribución comenzaba desde el Torrecuevas. Las villas rústicas próximas a este lugar tenían sus pequeños depósitos para abastecimiento doméstico y agrícola. En la Santa Cruz vemos conducciones entubadas que debían dirigirse hacia las villas romanas rústicas que se encontraban en sus cercanías. En las termas de la Carrera de la Concepción había un desvío de agua procedente del mismo canal del acueducto. Y desde la misma Iglesia podía distribuirse el agua hacia un depósito situado en sus inmediaciones; y un canal que se dirigía, entubado, desde la misma Iglesia o incluso canal del acueducto, hasta el interior del antiguo ayuntamiento desde donde partían hacia la huerta de los Müller, y el que bajaba desde la Iglesia directamente hasta la casa de los Müller, desde donde se dirigía, según indican las tuberías encontradas, en dirección al barrio del Castillo. A su vez, desde este barrio, por medio de canal cubierto con bóveda de medio cañón y montado sobre la muralla de Levante, ese canal se dirigía hacia la zona del Castillo de San Miguel, donde, como se ha visto, existían también una termas, y los depósitos (dos) junto a su lado en la vertiente de Poniente. Probablemente, desde el mismo Castillo, el agua sería también canalizada hacia el Peñón del Santo, donde se encuentra uno de los depósitos más grandes, porque allí también había industria de salazones, como se ha indicado antes.
Con relación a los lugares distantes, tenemos las termas de Cotobro donde también hay un pozo, pero independiente de los sistemas de núcleo de industrias grandes del centro de Sexi.
Y por último, podríamos decir que otros técnicos, a la vista de estos datos proporcionados con mucha dedicación y muchos años de investigación, iniciaran lo que a este trabajo le falta, que es el estudio de hidrodinámica general comenzando desde la última localidad donde se cree empieza el movimiento de aguas hacia las localidades de Lentegí, Otívar, Jete y Almuñécar.
Uso: En cuanto al uso del agua, la conclusión en muy sencilla: el motivo principal es la explotación de una macrofactoría emplazada en todo el espacio que hoy constituye la localidad de Sexsi, Almuñécar. Es lógico decir que el uso doméstico en evidente, pues la población humana lo necesita, y para ello se construyeron termas, y como es de pensar, algunos otros elementos urbanos, aunque no se haya encontrado nada que lo testifique.
Dr. Antonio Ruiz Fernández
Granada, 8 de noviembre de 2021.
Interesantísimo estudio . Conozco parte de los lugares donde se encuentran los allazgos y me gustaría encontrar documentación sobre el neolítico en la zona .
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Hola Miguel. Se trata de un estudio de la Higrología general del mundo romano en particular. Es más trabajoso de lo que imaginas. Si estás cualificado para emprenderlo, hazlo. Yo te puedo ayudar con las fotos más adecuadas para llevarlo a cabo. Por esa razón le he puesto ese título
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