URBANISMO ANTIGUO DE ALMUÑÉCAR, TERCERA PARTE

(Continuación)

SECTOR M

Fot. 1M. Calle Antigua. Esta foto nos muestra el primer tramo de la calle Antigua, cuyos datos son los siguientes: 1, anchura del murallón romano medieval, mostrando la perspectiva que se indicaba en la descripción general: 2, tramo grande de la calle montado sobre él, una vez enrasado hasta el nivel adecuado; 2, fachada cuya composición y medidas se corresponden con los esquemas que normalmente se viene admitiendo como romanos, y que comprenden todo el trayecto que se ha recogido en la toma fotográfica. (Foto del autor).
 

Foto 2M. 1.- Punto por donde discurre la muralla sobre la que se ha montado la calle. 2.-Muros laterales pertenecientes a estructuras romanas reutilizadas para viviendas modernas. 3.-Indicación de moro moderno montado sobre la muralla romano-medieval que para por esta zona. Foto Autor.

Foto 3M. 1.-Muros de casas modernas apoyados sobre la muralla romano-medieval. 2.- Centro de la calle montada de pleno sobre la citada muralla.

Foto 4M. Interior de casa casa moderna que reutiliza la estructura romana para crear hábitat moderno:1-2 Muros romanos con enlucido moderno y abertura en muros romano para pasar al interior de un compartimento interno de las estrutura romanas. El enlucido y encalamiento no permiten ver el aparejo antiguo de estas casas modernas.

Fot. 5M. Calle Antigua. Paramentos romanos con reforzamiento de época moderna (ladrillos): 1, muro romano en paramento interior y cuyo acceso a él es artificial, ya que se ha debido destruir el muro de calle antiguo; 2, restos de muro romano en base, sobre el que se ha levantado, en parte, un alzado de ladrillo como refuerzo. Se observa que, en la citada base, todos los indicios han sido rotos para poder pasar a las estructuras situadas en el interior de este corredor artificial; 3, paramentos de casas modernas que reutilizan los muros romanos, revistiéndolos con ladrillos y otros materiales. (Foto del autor).

6M. Sobre la calle Antigua, podemos observar cómo aparecen en el alzado de algunas casas modernas los restos de muros antiguos que han sido derribados para poder dar acceso a toda la calle. Se dejan ver ladrillos fuertemente encalados que no permiten aclarar el aparejo genuino del alzado.

Fot. 7M. Calle Antigua. Pasillo artificial, como se ha indicado en la foto 5M, que da acceso a los sistemas de naves colindantes con el subsector IV. Se puede observar, a simple vista, la existencia de mortero romano sobre el suelo, como resultado del allanamiento del terreno para facilitar el paso a las casas modernas: 1, entrada a las naves abovedadas con falsos techos; 2, restos de estructuras romanas sobre el suelo y reutilizadas para construir escalones; 3, continuidad de los restos de opvs caementicivm, usado en las bases de este espacio como testigo de lo que dentro de las otras casas es imposible ver, a causa de los enlosados modernos; 4, entrada a casa cuyos paramentos son romanos, y su medida es de 0,80 m de grosor. Se da la coincidencia de que la casi totalidad de estas casas modernas, que superan una altura de 4 m, tiene, a partir de este punto, un alzado muy diferente. (Foto del autor).

Fot. 12M. Calle Antigua. Continuando sobre la calle, se pueden ver: 1, paramento de la secuencia de la calle Antigua en su primer tramo; 2, resto de muro romano a pie de suelo, donde se ha construido una plazuela moderna; 3, aspecto externo del murallón en este espacio, donde afloran indicios de su estructura interna; 4, uso de grandes escalones para superar la altura de la propia naturaleza del murallón romano medieval. (Foto del autor).
Fot. 14M. Calle Antigua. Siguiendo el punto 13M,2 de la foto anterior se puede comprobar la reutilización de muros en la casa adyacente. Nótese como el muro arranca directamente de la roca madre. El aparejo romano está fuertemente encalado. (Foto del autor).


 
Fot. 16M. Calle San Joaquín (III). La descripción de los puntos señalados es como sigue: 1, indicación y delimitación del murete interrumpido y que configura la alineación de esta serie de naves, en sentido paralelo a la calle Antigua; 2, indicación del punto, a partir del que se ha levantado el muro moderno; 3, interrupción de estructura romana a cuyo nivel se encuentra una nave enrasada, con sus alzados romanos en casi perfecto estado; 4, indicación de la anchura de esta probable nave; 5, detalle de una rotura para abrir paso a una vía. (Foto del autor).
 
Fot. 23M. Calle San Joaquín (III). Esta foto nos muestra la bifurcación de los subsectores antes indicados, y el inicio, por la zona centro, de naves. La anchura de esta nueva estructura es de 3,60 m: 1, indicación de la existencia de un espacio ciego en esta área; 2, espacio que debió ser punto de división de secuencias de naves. (Foto del autor).
 
Fot. 24M. Calle Antigua. En esta foto se nos indica un detalle de la calle Antigua, donde se puede comprobar directamente lo que es remozado moderno actual, y lo que es antiguo. (Foto del autor).
 
Fot. 33M. Calle San Joaquín (III). Detalle de la foto anterior: 1, muro romano que debía cerrar este paso; 2, paso artificialmente abierto; 3, muro perteneciente al paramento de la casa que echa sus cimientos en esta área. El punto 1 nos indica también la secuencia continuada de un muro que nace precisamente en el subsector, que se estudia desde la calle Antigua (fots. 9M; 10M; 11M). (Foto del autor).
 
Fot. 37M. Calle San Joaquín   (III). En este detalle se puede comprobar que el punto 2 señala superposiciones de muros romanos. El punto 1 nos marca lo que resta de paramento entre dos vanos modernos, y que han sido derribados para la edificación de casas modernas. (Foto del autor).
 
Fot. 40M. Calle San Joaquín   (III). En esta foto se comprueba, con más precisión, la anchura de este espacio, que antes considerábamos naves rotas para abrir paso. A ambos lados se puede contemplar que sus muros no son más que reutilizaciones de alzados romanos pertenecientes a las naves interiores, que han sido destruidas. Los puntos 1-1 nos indican esos paramentos. El punto 2 es el elemento que nos atestigua la realidad del punto 1; y el punto 3 nos da la anchura, que se aproxima a 2,20 m. (Foto del autor).
 
Fot. 43M. Calle San Joaquín (III). Paso ciego de estructura romana; 1, paramentos romanos usados en casa limítrofe, con revestimiento de mortero moderno. Los muros de su interior son igualmente romanos con revoque moderno, pero su grosor es idéntico al de los de fuera; 2, restos de paramentos que constituyen la fachada de un tramo de alzado con nave conservada; 3, paramento de la casa de enfrente con las mismas características; 4, paramento romano que separa los sectores M y F. Tiene una cornisa de ladrillo a triple hilada escalonada. Su altura oscila entre los 8 y 10 m.(Foto del autor).
 
Fot. 44M. Calle San Joaquín (III). Foto sobre el mismo espacio anterior: 1, parte superior del paramento que está levantada con sillares, y que ha sido un torreón, como se indica en la planimetría sectorial F; 2, cornisa de paramento romano; 3, muro de casa descrito en la foto anterior, pero donde se aprecia un ligero indicio de la piedra romana que hay detrás del encalado. (Foto del autor).
 
Fot. 45M. Calle San Joaquín (III). Entrada a la nave partida: 1, acceso en forma de probable ventana; 2, paramento de muro divisorio de los sectores M y F. (Foto del autor).
 
Fot. 46M. Calle San Joaquín (III). Vista más detallada de la entrada a la nave: 1, dintel formado por tres piedras de toba yuxtapuestas; 2, jamba de la entrada en donde no se aprecia la continuidad hasta el suelo. (Foto del autor).
 
Fot. 47M. Calle San Joaquín (III). Interior de la nave partida: 1, paramento de la parte que conserva la mitad del arco de la bóveda; 2, muro divisorio que ha partido la cubierta y la nave. Este muro es el que se continúa fuera, y constituye el elemento de separación entre los sectores M y F. (Foto del autor).
 
Fot. 49M. Calle San Joaquín (III). Vista hacia arriba sobre el aspecto de las dimensiones de este subsector III: 1, altura rematada en sillares de piedra toba pertenecientes al torreón; 2, acceso a la nave. (Foto del autor).
 
Fot. 50M. Calle San Joaquín (III). Continuidad de los muros situados encima de la nave partida: 1, muro, prolongación del existente debajo; 2, paramento de la casa adyacente, de estructura romana y revestimiento moderno. (Foto del autor).
Fot. 51M. Calle San Joaquín (II). Vista de conjunto del subsector II, en la que se aprecian, sobre la calle, los restos de muros romanos, aflorando con evidencia. (Foto del autor).
 
Fot. 56M. Calle San Joaquín (II). En esta en perspectiva de la calle del subsector II, tan sólo queremos indicar que los paramentos de las casas son reutilizaciones, y hacer ver que las puertas de las actuales casas guardan una distancia que se corresponde con las dimensiones que suelen tener las naves. (Foto del autor).
 
Fot. 58M. Calle San Joaquín (II). En esta foto se ven las superposiciones de estructuras romanas y medievales: 1, muro romano de fachada con restos de otro adosado e él; 2, revestimiento de (Foto del autor) muralla romana con aparejo medieval o moderno; 3, opvs caementicivm en lo más alto del paramento. (Foto del autor).
 
Fot. 59M. Calle San Joaquín (II). En esta foto, muy retrospectiva, se pueden ver, en primer lugar, las casas adosadas a las estructuras romanas de fondo, que sobresale por encima de ellas, todas de una sola planta, habiendo perdido por cualquier motivo su antigua cubierta, y que sus muros son reutilizaciones: 1, casas que usan más o menos espacios de naves; 2, resto de muralla romana a la que se encuentra adosada otra medieval, que no se ve en este plano, porque se encuentra detrás, y las edificaciones relativamente modernas, la ha retocado. (Foto del autor).
 
Fot. 63M. En una exploración sobre Eras del Castillo, perteneciente a este sector, junto al murallón romano medieval aparecieron muros de distintas épocas, mezclados de formas casi irreconocibles. En ello se aprecia: 1, muro romano con aparejo muy irregular; resto de otro muro más ligero; 3, resto de un murete algo delgado; 4, aparejo romano con superposición medieval. (Foto del autor).
 
Fot. 64M. Eras del Castillo. Vista general de la exploración: 1, muro romano con superposición medieval; 2, resto de muro de similar estructura a la exterior; 3, muro romano de cierto grosor; 4, muro romano de escaso volumen. (Foto del autor).
  
Fot. 65M. Eras del Castillo. Vista del muro romano con otro transversal: 1, pequeño bloque con agujero que parece indicar que sea el de un gozne de una puerta; resto de alzado de muro romano; 2 aparejo romano. (Foto del autor)
Fot. 69M. Eras del Castillo. Construcciones adosadas al murallón, en las que se observa: 1, alzado de construcción con técnica de tierra prensada; 2, parte rota desde antiguo para comunicar espacios de la ciudad; 3, reutilización de materiales romanos en el aparejo de la casa moderna. (Foto del autor).
 
Fot. 70M. Eras del Castillo. Vista de conjunto del murallón: 1, tramo medieval; 2, tramo romano. Las intersecciones de paramentos son muy heterogéneas. (Foto del autor).
 

FIGURA 24

Almuñécar. Sector M. La calle San Joaquín se subdivide en 3 pasos artificiales (uno abierto hacia Eras del Castillo, y dos pasos ciegos). En la parte inferior del plano tenemos la muralla de aterrazamiento, que da sobre la calle Morería Alta. Parte del la muralla se encuentra formando el piso de la calle Antigua. En la esquina superior derecha se encuentra el Torreón romano, que tiene debajo una galería romana partida. Por un paso artificial de la calle Antigua se tiene acceso a una serie de 6 galerías abovedadas semienrasadas.

SECTOR N

Fot. 4N. Vista de la calle Morería Alta en su primer subsector. Los paramentos 4N,2, a ambos lados de la calle, muestran claros restos de aparejo romano.(Foto del autor).
 

Fot.5N.  Calle Morería Alta. Detalle de muro romano sobre el suelo. En la parte izquierda de la toma se señala un perfecto alineamiento de los espacios domésticos. (Foto del autor).
 

Fot. 14N. Calle Morería Alta. Detalle de fachada moderna en la misma calle, y a continuación del pasillo citado en 13N: restos sobre suelo de hormigón romano correspondiente a un relleno para equilibrio del terreno.(Foto del autor).
 

Fot. 16N. Calle Morería Alta. Detalle para remarcar 16N: 1, fuerte desnivel y probable relleno que se ha debido realizar en esta vivienda o admitir que se encuentra sobre la antes citada plataforma de hormigón romano; 2, escalonamiento dentro del mismo muro romano; 3, resto de muro adosado, o de parte de una plataforma tallada y convertida en rampa. Se supone, por tanto, que toda la calle estaba cerrada por esta estructura de hormigón. (Foto del autor).
 

Fot. 19N. Calle Morería Alta. Detalle de la perspectiva 18N, en donde se ve la reutilización de un muro romano, cuya finalidad se sitúa paralela a 16N,3: 1, paramento romano; 2, escalón de entrada, construido aprovechando los restos de un muro romano adosado.(Foto del autor).
 

Fot. 20N. Calle Morería Alta. En esta toma se nos muestra un paramento correspondiente a varias casas modernas. Su ascendencia romana se manifiesta en los muros divisorios que coinciden con esquinas y muros maestros medianeros de viviendas. El escalonamiento de esta calle artificial es moderno. Los muros de aterrazamiento se encuentran a unos 15 m de distancia. (Foto del autor).
 

Fot. 22N. Calle Morería Alta. En este punto de calle se observa: 1, resto de paramento romano aflorando sobre muro moderno; 2, paso artificial para dar acceso; 3, paramento romano con una altura aproximada a los 3,50 m.(Foto del autor).
 

 Fot. 24N. Calle Morería Alta. Detalle de la toma anterior, donde se aprecia la presencia del opvs incertvm con ulteriores alteraciones, debido al deterioro de la forma romana. (Foto del autor).
 

Fot. 28N. Calle Morería Alta. En este detalle de la calle Morería Alta se observan los siguientes fenómenos: 1, paramentos de estructuras romanas montadas sobre la plataforma de hormigón y opvs incertvm; 2, aspecto externo del opvs incertvm; 3, pasillo calle artificial abierto mediante la rotura de plataforma antes citada.(Foto del autor).

Fot. 30N. Calle Morería Alta. Aquí se puede observar, con detalle, el rebaje y desaparición de parte de la plataforma, con el fin de abrir paso hacia otras calles: 1, vista de la plataforma con casi un metro de grosor; 2, punto más profundo de ese nivel; 3, apertura de la calle mediante la eliminación de la plataforma hasta una profundidad intencionada, y en consonancia con la base de las casas levantadas sobre el suelo; 4, apertura artificial para acceder a los puntos más bajos en ese nivel.(Foto del autor).
 

Fot. 31N. Calle Morería Alta. En esta perspectiva de la calle artificial, se observan los siguientes fenómenos: 1, paramento romano reutilizado, que se alinea a lo largo de todo el alzado del conjunto de fachadas; 2, 3, secuencias de podia para acceder a las dependencias de las casas, formando parte del muro antiguo adosado, para delimitar y separar las estructuras de naves; 4, paso artificial abierto a base de romper el hormigón romano. (Foto del autor).

Fot. 32N. Calle Morería Alta. Detalle sobre uno de los podia anterior a los que se pueden ver: 1, 4, alineación de parte del paramento adosado a las estructuras de los muros romanos; 2, restos de la destrucción del citado muro adosado a la pared de fondo; 3, sistemas de escalones, usados de necesidad, impuesta por la diferencia de nivel entre la calle artificial y los paramentos interiores. (Foto del autor).
 

Fot. 33N. Calle Morería Alta. Detalle sobre la toma anterior, en el que se ve la estrechez de la calle, como nota más destacada, y la apertura, mediante la rotura, del paso de ella: 1, pasillo de calle abierto artificialmente; 2, indicación de la estrechez de paso de la calle. (Foto del autor).
 

Fot. 34N. Calle Morería Alta. Nuevo detalle sobre la misma calle artificial, para observar  la alineación de los elementos que se utilizan como medio de acceso a las dependencias laterales de la parte izquierda de la imagen.(Foto del autor).
 

Fot. 35N. Calle Morería Alta. Vista general de la calle, en su punto extremo superior: 1, paramento reutilizado en toda la línea de fachada, pero sólo en la base; 2, línea de fachada con paramento encima de la estructura mural, debajo de la línea de calle, en la zona más baja, reutilizada, en medio, y con revestimiento moderno; 3, resto de muralla medieval que muestra aparejo romano destacando 0,50 m sobre la superficie actual de la calle.(Foto del autor).
 

Fot. 44N. Calle Morería Alta. Imagen del mismo murallón, en el que se aprecia: 1, paso abierto mediante rotura; 2, paramento del mismo; 3, espacio relleno para facilitar acceso a las estructuras adosadas al murallón. (Foto del autor).
 

Fot. 45N. Calle Morería Alta. Fuerte pendiente causada por la rotura de los elementos constructivos romanos existentes en este espacio: 1, límite donde se ha roto la estructura de cierre romano para abrir la cuesta; 2, alzados reutilizados en todo el lienzo de estructura antigua, según se baja. (Foto del autor).
 

Fot. 46N. Calle Morería Alta. Vista de conjunto, donde se puede comprobar el corte que se ha practicado, desde época medieval, para comunicar todas las dependencias superiores con las inferiores, provocando con ello fuerte desnivel. Aquí se puede ver: 1, podivm artificial para acceder a las dependencias más elevadas del sector; 2, paramento alineado que se prolonga hasta la calle inmediata inferior. (Foto del autor).
 

Fot. 48N. Calle Antigua. Continuidad de los paramentos de fachada que se describen: 1, indicación de un espacio que ha conservado, hasta hace poco, los indicios claros del opvs incertvm; 2, secuencia del mismo paramento anterior, pero muy remozado exteriormente.(Foto del autor).
 

Fot. 49N. Calle Antigua. Detalle de una de las formas reutilizadas, en la que ha sido necesario elevar el acceso, por el relleno que se ha precisado en su interior, que no disponía de suelo. (Foto del autor).
 

Fot. 51N. Calle Antigua. Detalle sobre un punto de la toma anterior, en el que se observa: 1, indicación de la curva de una nave que ha sido rota dentro, aunque muestra la curvidad hacia fuera; 2, muro de cierre de la nave, que aquí ha existido. (Foto del autor).
 

FIGURA 25

Almuñécar. Sector N. Este espacio se encuentra enmarcado entre la calle Antigua y dos tramos, a distinto nivel, en la calle Morería Alta. La muralla superior sujeta las estructuras de la calle Antigua. Morería Alta superior tiene una plataforma de hormigón romano que formaba parte del aterrazamiento de este sector. Todas las galerías de esta zona han sido reutilizadas y transformadas. No se ha encontrado ningún indicio de conservación de galería abovedada. Lo único que se detecta es el módulo o medida de la galería.

SECTOR O

Fot. 2-O. Calle Morería Alta. Detalle tomado sobre la esquina de ese cruce de muros, en donde se puede ver la estructura de muro y composición de su alzado. Es un opvs incertvm con fuerte revoque moderno, al que se le ha desprendido un fragmento, dejando ver el aparejo interno de la técnica edilicia indicada. (Foto del autor).

Fot. 3-O. Calle Morería Alta. Paramento de la parte externa del Cuartel, donde se ve: 1, grueso muro que deja ver la piedra al exterior; 2, paramento que está construido con opvs incertvm; 3, espacio considerado roto para abrir paso. El muro a izquierda se unía  al punto 3-O,1. (Foto del autor).
 

Fot. 5-O. Calle Morería Alta. Detalle, sobre la esquina, en que se aprecia el aparejo de tipo opvs incertvm, en el interior. (Foto del autor).

Fot. 11-O. Calle Morería Alta. Detalle de la foto anterior para resaltar: 1, existencia del opvs incertvm en el alzado, con retoque moderno; 2, indicación de que el muro aquí cambia de sentido, y cierra ocupando el espacio libre que se ve en la calle; 3, ventana del espacio situado bajo el nivel de la calle, y que tiene su acceso por la calle de abajo. (Foto del autor).
 

Fot. 19-O. Calle Morería Alta. Cuesta que se ha indicado ya en 7-O,2. Los paramentos laterales tienen restos de elementos romanos, sobre todo la parte izquierda; la derecha, a partir de la mitad, hacia arriba. (Foto del autor).
 

Fot. 23-O. Calle Morería Baja. Detalle final de la existencia de dicho muro de cierre donde se puede, además, observar: 1, existencia de paramento romano en su parte superior, sobre la calle; 2, piedras que sobresalen de la pared acusando la rotura del muro que cerraba la calle, y que se continuaba por el interior de la manzana de casas siguientes; 3, continuación, como se ha dicho ya, del aparejo romano en las bases de los muros que descienden hasta la calle Morería Baja. (Foto del autor).
 

Fot. 26-O. Calle Nueva. Entrada indicada antes en el punto 26-O,1. En ella se observan los siguientes componentes: 1, muro de fondo que probablemente haya que considerar como uno de los contrafuertes, ya que este nivel y el superior, que hay detrás de él, son bastante pronunciados, llegando a medir más de los 8 m; 2, paramento romano muy retocado, en donde el material moderno de revoque se ha bufado, debido a la fuerte consistencia del aparejo interno; 3, paramento de cierre que, como se verá, es antiguo y está muy revestido; 4, pasillo considerado artificial; 5, línea moderna de fachada, cuyo muro ha sido roto para poder acceder a los interiores de ese subsector. (Foto del autor).
 

Fot. 28-O. Calle Morería Baja. Detalle de la toma anterior, donde se pretende remarcar la existencia de identidad del muro, que se considera romano, sin que lo aparente: 1, muro contrafuerte; 2, indicación clara del aparejo exterior del muro revestido al que se clasifica como romano; 3, continuidad del mismo, pero con fuerte revoque moderno. (Foto del autor).
 
Fot. 27-O. Calle Nueva. Aspecto interior del pasillo, en el que se aprecia: 1, muro antiguo, con muy mal estado en su aparejo externo; muro al que se considera contrafuerte por su alineación con el proveniente del sector P; 2, dirección del muro de fondo romano que forma la espalda de la casa colindante;  3, muro romano con revoque moderno, en línea con el que viene desde la espalda de fachada de la calle Orobia en ese sentido. (Foto del autor).
 

Fot. 29-O. Calle Morería Baja. Cuesta artificial que se relaciona con el pasillo cerrado que antes se ha descrito, para indicar: 1, muro muy retocado, pero que tiene la misma entidad que el situado al final del paso central de la cuesta; 2, paso artificial en la parte superior de la cuesta; 3, muro romano cuya identidad ha sido demostrada en 23-O,3; 4, punto de cierre del segundo muro, roto para comunicar la calle Morería Alta con la Morería Baja. (Foto del autor).
 

Fot. 31-O. En la calle Orobia, muy cerca del Cuartel antes citado, nos encontramos con: 1, muro romano de cierre, en ángulo recto con la calle y los paramentos interiores; 2, cubierta artificial y ajena a la estructura que estudiamos. Es un añadido que refleja su antigüedad por no haber sido contemplado en la vivienda, si fuera de origen moderno; 3, paramento divisorio de estancias, paralelo al muro de fachada e interior, respectivamente; 4, paramento romano de fondo, que divide todo este ámbito de calle hasta el final de la misma. (Foto del autor).
 

Fot. 32-O. Calle Orobia. Estancia aneja a la anterior, donde se puede ver: 1, muro romano de fondo, que es continuación del antes descrito en 31-O,4; 2, cubierta añadida ajena totalmente a la estructura de estas dependencias, lo que nos sitúa en la misma línea interpretativa de la anterior; 3, paramento en ángulo recto a la calle y al interior, con claros indicios romanos, ya que nos muestra un aparejo de piedra vista tan sólo revocada por una ligera capa de argamasa moderna y cal de blanqueo. (Foto del autor).
 

FIGURA 26

Almuñécar. Sector O. Se encuentra enmarcado entre las calles Morería Alta, Baja, Santa Isabel, y Orobia. Lo único que se puede identificar son los muros romanos que salen al exterior de las casas actuales. La zona ocupada por el viejo cuartel de la Guardia Civil está sin explorar.

SECTOR P

Fot. 2P. Calle Vélez. Fondo del punto 1P,1, donde se encuentran los paramentos: 1, superposición de estructura de base romana; 2, saliente de muro romano revestido de mortero moderno, en línea con el grueso muro de piedras interior; 3, parte externa de muro romano que se adentra, en ángulo recto, sobre los muros romanos; 4, muro cortado que se adentra en la estructura interna de esta casa y que cierra el acceso hacia la izquierda. (Foto del autor).
 

Fot. 20P. Calle Vélez. Dependencias de la casa moderna, con elementos romanos en estudio: 1, muro de fondo que sobresale en el paramento; 2, muro romano que asciende hasta los 9 m, que forma uno de los muros maestros de toda esta área. (Foto del autor).
 

Fot. 26P. Calle Santa Isabel. Detalle de la foto anterior: 1, paso abierto de forma artificial; 2, restos de muro de cierre; 3, muro romano con revestimiento moderno.(Foto del autor).
 

Fot. 30P. Calle Santa Isabel. Espacio correspondiente a 27P,3: 1, muro romano divisorio y medianero con el 29P,2 y 30P,2; 2, muro alineado con el 28P,2, algo modificado. (Foto del autor).
 

Fot. 34P. Paso a calle Orobia. Paso artificial de la misma encrucijada: 1, muro paralelo al 30P,1; 2, probable punto de apertura de calle. (Foto del autor).
 

Fot. 39P. Calle Nueva. Comprobación de lo antes descrito: muro romano bajo el paramento de superficie, sobre el que se apoyan las casas modernas. (Foto del autor).
 

Fot. 42P. Calle Nueva. Observación de la superposición o continuidad de un muro sobre otro: 1, muro romano superior; 2, muro romano de base. (Foto del autor).
 

Fot. 45P. Calle Nueva. Muro romano de patio, que se encuentra enmascarado por el enlucido moderno. Altura aproximada: 6 m. (Foto del autor).
 

Fot. 48P. Calle Nueva.  Acceso a patio alineado con el anterior: 1, restos de muro divisorio; 2, suelo sin pavimento.(Foto del autor).
 

Fot. 49P. Calle Nueva. Continuación del pasillo anterior: 1, muro romano paralelo al 47P,1; 2, habitáculo de muros romanos. (Foto del autor).
 

Fot. 52P. Calle Nueva. Patio interior del 51P,2: 1, muro romano; 2, columna romana reutilizada; 3, paramento de opvs testacevm y opvs incertvm. (Foto del autor).
 

Fot. 57P. Callejón del Silencio. Detalle de la toma anterior, donde se puede llegar a identificar muros, que alcanzan los 6 m de altura. (Foto del autor).
 

FIGURA 27

Almuñécar. Sector P. Comprende las calles Vélez, Callejón del Silencio, Nueva, Santa Isabel, Orobia, Morería Baja, y Martínez Rodas. Sobre las calles Orobia y Santa Isabel hay estructuras de naves abovedadas que han sido destruidas. Se conservan sólo los muros romanos muy encalados. A la entrada de la calle Vélez se ha descubierto, en el interior de una casa: una muralla de aterrazamiento de gran espesor, con un aparejo romano de aspecto más rudo, con piedras de un grosor muy superior a lo hasta ahora visto, pueden medir aproximadamente 0,75 m. Apenas se ve argamasa entre estas enormes piedras; varias piletas de salazones que prueban eran similares a las del Majuelo. Se observa también elementos con opus signinum. En la calle Morería Baja hay unas diez galerías abovedadas enrasadas. En todo el trazado de la calle Nueva se han descubiertos numerosos muros romanos con motivo de la reposición de las nuevas tuberías de agua. Toda esta calle es similar a lo descubierto en el Majuelo. El espacio comprendido entre calle Nueva y Callejón del Silencio, ocupado por las viviendas modernas, está montado sobre una de las grandes áreas de piletas de salazón perteneciente a las mismas formas del Majuelo. La muralla medieval está montada sobre espacio de la factoría de salazones.

SECTOR Q

Fot. 13Q. Primer tramo de la calle Antigua, en la que han aparecido numerosos datos de tipo estructural y cerámico romanos: 1, espacio donde existió una ermita en la que aparecieron numerosas estructuras romanas, a la vez que gran cantidad de cerámica, cuando fue destruida para edificar la casa moderna que hoy se puede ver; 2, espacio afrontado a una estructura, que se considera equivalente, en medidas, a una nave que se encuentra justo enfrente; 3, indicación de espacios, en semisótanos, que nos ponen de manifiesto la existencia de probables estructuras similares a las de la nave descubierta y citada antes. (Foto del autor).
 

FIGURA 28

Almuñécar. Sector Q. Este sector se encuentra enmarcado entre las calles Antigua, Orobia, Horno Nuevo, y Vélez. La calle Vélez en este tramo se encuentra sobre la muralla medieval. Toda esta zona está montada sobre estructuras romanas, que van apareciendo cada vez que se derriba una casa. Los muros interiores de todas estas casas modernas tienen continuidad con los de aterrazamiento que han aparecido en el contiguo sector P. Llegarán hasta la Plaza del Ayuntamiento.

SECTOR R

Fot. 2R. Calle Antigua. Una vez dentro del espacio indicado en la toma anterior, se tiene el paramento izquierdo, según se entra, con la técnica del opvs incertvm en primer plano. El revoque moderno es tan débil que ha dejado al descubierto el aparejo en todo el lienzo de muro: 1, muro romano cortado; 2, paramento romano de opvs incertvm. (Foto del autor).
 

Fot. 3R. Calle Antigua. Continuidad del mismo paramento, incluyendo el espacio de la entrada que, como el resto de este tipo de estructura, es artificial. Se observa igualmente que continúa el alzado hacia más al fondo, comunicándose con el tramo limítrofe que forma parte de sus medianerías: 1, muro dirigido hacia el interior de la nave; 2, paramento romano de cierre de la nave interior. (Foto del autor).
 

Fot. 4R. Calle Antigua. Detalle de ese trazado final y su relación con los del fondo: 1, paramento romano perteneciente a la nave; 2, paramento colateral que probablemente se relacionara anteriormente con el paramento de la nave, pero que ha sido roto para poder acceder a las dependencias interiores. Este trozo de muro, que se verá con más detalle, está levantado con la técnica del opvs testacevm. (Foto del autor).
 

Fot. 5R. Calle Antigua. Detalle sobre el paramento de bloques de cemento moderno, donde puede verse la composición del aparejo romano. (Foto del autor).
 

Fot. 9R. Calle Antigua. Muro romano donde se comprueba la técnica que se ha enunciado en la toma 4R, con el opvs testacevm. El módulo del ladrillo utilizado es de 0,06 m x 0,28 m x 0,22 m. (Foto del autor).
 

Fot. 10R. Calle Escamado. Palacete del Corregidor. Dentro había muros romanos que han sido totalmente eliminados con la recomposición de todo el interior. También ha desaparecido lo que quedaba de un torreón medieval, que estaba adosado al murallón de contención. (Foto del autor).
 

Fot. 15R. Cuesta del Castillo. Indicación del sistema de muro adosado, pero transformado según las necesidades de cada vivienda moderna. (Foto del autor).
 

Fot. 16R. Cuesta del Castillo. Detalle sobre el paramento en el que se puede ver el aparejo de técnica romana.(Foto del autor).
 

Foto. 20R. Cuesta del Castillo. Detalle sobre la foto anterior para indicar el muro contrafuerte y la pequeña escalinata de acceso. (Foto del autor).
 
Fot. 21R. Cuesta del Castillo. Paramento alineado con fuerte pendiente y reutilización del muro romano en todo el trazado: 1, zonas bajas de naves transformadas; 2, muro contrafuerte cuyo grosor es de 1,40 m (Foto del autor).
 

Fot. 22R. Cuesta del Castillo. Detalle sobre la misma vista anterior para precisar el paramento, en el que se puede ver, con cierta claridad, la existencia de muros en los restos que sobre el suelo se pueden observar: 1, indicación, sobre el paramento, de la existencia de aparejo romano en todo el trazado; 2, anchura de la calle que llega a coincidir con un espacio natural considerado como probable nave. Cada uno de los podia detecta la existencia de un muro de contención de plataformas de equilibrio de terreno; 3, restos de muro que sobresalen del paramento, lo que acusa la rotura de uno de cierre sobre la propia calle, confirmando su existencia y la artificialidad de la misma. (Foto del autor).
 

Fot. 26R. Cuesta del Castillo. Interior de uno de los espacios que se considera nave: 1, muro lateral de cierre, modificado; 2, paramento de fondo de la misma; 3, muro lateral homólogo al de enfrente y vertical a la calle. (Foto del autor).
 

Fot. 29R. Calle Carmen Baja. Alineación de sistemas de muros cuyos interiores pertenecen a antiguos espacios de naves: 1, paramento romano algo alterado; 2, entrada artificial a una de las naves enrasadas, de esta secuencia. (Foto del autor).
 

Fot. 31R. Calle Carmen Baja. Estancia similar a la anterior, situada al mismo lado derecho, según la calle. (Foto del autor).
 

Fot. 34R. Calle Carmen Baja. Continuidad de las líneas de fachada a ambos lados de la calle, en donde se quiere resaltar que se trata no de roturas sino de alineaciones de estructuras que han debido responder a los esquemas de emplazamientos de sistemas de aterrazamiento, dada la fuer-te pendiente existente dentro de estas mismas casas. (Foto del autor).
Fot. 36R. Calle Carmen Baja. Ensanche de la calle, en cuya parte izquierda se tienen datos testificales de la existencia de paramentos romanos a lo largo de toda ella: 1, acceso artificial a una de las dependencias;2,3, paramentos romanos. (Foto del autor).
 

Fot. 37R. Calle Carmen Baja. Detalle de la toma anterior, donde se puede comprobar el giro que experimentan las alineaciones de estructuras a causa de la configuración del terreno donde se asientan: 1, paramentos romanos en fachadas; 2, entrada a dependencias de difícil acceso; 3, paramento de enfrente con características similares al visto en 37R,1. (Foto del autor).
 

Fot. 38R. Calle Carmen Baja. Vista general del paso ciego, abierto mediante la rotura de dos secuencias de muros situados en fachada y en su punto medio: 1, muro romano de fondo, comprobado desde la calle posterior, que es otro paso artificial cegado o abierto por la misma situación urbanística que la que tratamos; 2,3,4, secuencias indicadas sobre el suelo, en las que se puede comprobar la rotura de los muros para abrir paso hacia las dependencias interiores; 5, paramento romano a ambos lados del pasillo. (Foto del autor).
 

Fot. 40R. Calle Carmen Baja. Detalle sobre el paramento de este paso, en el que se aprecia claramente el uso del opvs incertvm en su aparejo. Obsérvense las piedras salientes en la base. (Foto del autor).
 

Fot. 42R. Calle Carmen Baja. En esta imagen se presenta el mismo detalle visto desde otro ángulo, y en el que se puede observar: 1, posible punto de cierre; 2, segundo punto de cierre; 3, paramento romano. (Foto del autor).
 

Fot. 43R. Calle Carmen Baja. Aquí se muestra una perspectiva del inicio de la calle en cuyo lado derecho se puede detectar el aparejo romano en su alzado. (Foto del autor).
 

Fot. 47R. Calle Carmen Baja. Paramento romano muy retocado posteriormente y que ha sido puesto al descubierto tras el derribo de una casa: 1, paramento romano, punto terminal paralelo a otros vistos en el pasillo situado inmediatamente detrás (fot. 38R); 2, restos de paramento romano que ha sufrido fuertes alteraciones. (Foto del autor).
 

Fot. 51R. Calle Carmen Baja. En este pasillo, indicación sobre el suelo, de los restos de muro retocado, probablemente para disminuir su volumen exterior. (Foto del autor).
 

Fot. 56R. Una vez situados en la calle San Joaquín (I), al final del ascenso antes visto (fot. 53R), nos encontramos con toda una estructura situada frente a las del sector M, que es la prolongación hacia Poniente de las dependencias del sector L, adjunto a la Cueva, y más concretamente, de los elementos arquitectónicos de la Cueva: 1, espacio con estructuras situadas bajo el nivel del suelo y que nos pone de manifiesto una posible alineación de naves transformadas, a este nivel; 2, situación inmediata de otras estructuras del sector M, estrechamente ligado a éste. (Foto del autor).
 

Fot. 57R. Calle San Joaquín con Calle Antigua. Vista de conjunto del mismo espacio, tomada desde otro ángulo, para hacer resaltar: 1, muro romano situado enfrente de nuestro espacio en cuestión; 2, esquina artificial de cierre de unas estructuras preexistentes y, a su vez, transformación de un posible espacio antes destinado a nave; 3, espacio situado bajo el nivel del suelo realizado de forma artificial. (Foto del autor).
 

Fot. 58R. Calle Antigua. En la misma línea de fachada, según se desciende, se han encontrado formaciones cuyos paramentos no dejan lugar a dudas sobre su identidad: 1, paramento muy revocado; 2, aparejo en buen estado de conservación, con retoques modernos. (Foto del autor).
 

Fot. 60R. Calle Antigua. Sobre el paramento exterior de estas mismas dependencias se ha podido comprobar la existencia, como se venía indicando, de paramento romano a lo largo de todo el trazado de la calle. (Foto del autor).
 

Fot. 61R. Calle Antigua. En un recodo que se puede detectar de inmediato, al llegar a la esquina de la fachada indicada en la toma anterior, encontramos una vivienda remozada, antiguo horno, similar al visto en Morería Baja. Dentro de una ordenación de estructuras internas, se puede comprobar la existencia de muros romanos algo transformados, pero no dejan de mostrar su sello de piedra vista, reutilizando todos los muros que son fundamentales para el mantenimiento del armazón general de la casa. (Foto del autor).
 

Fot. 64R. Situados sobre la Plaza del Ayuntamiento, señalamos esta fachada con el único fin de indicar dónde se tiene el punto básico para iniciar lo que de elementos hídricos se puede considerar en Seks, en los sistemas romanos de conducción de aguas. Dentro, en su patio, se inicia toda una vía de distribución, y cuyos elementos de transporte han prácticamente desaparecido. (Foto del autor).
  

Fot. 65R. Interior de la casa 54R. Una vez situados a la entrada del sistema de distribución de aguas, se observa: 1, paramento que nos presenta indicios de revestimiento impermeabilizante, ya que se asimila al revoque usado en depósitos y piletas; 2, punto de fondo donde no se detecta, como el resto del trazado, existencia de opvs testacevm, sino elementos de impermeabilizar, tipo opvs caementicivm; 3, paramento con las mismas características del muro de fondo (65R,2); 4, escalinata de ladrillo medieval.(Foto del autor).
 

Fot. 66R. Interior de la casa 64R. Entrada al sistema, o parte conservada, de este trayecto. Después del análisis del tramo pequeño de entrada, donde hay hormigón romano como elemento usual de impermeabilización, se piensa que ha sido eliminada probablemente una estructura que, o bien ha sido depósito, o bien una arqueta de distribución hermética, con alimentación procedente de la torre de descarga existente entonces en el actual espacio de la Iglesia Parroquial. Así, se indica: 1, paramento con elemento impermeabilizante y ladrillo, como materiales básicos de construcción; 2, actual entrada al sistema de conducción por medio de nave abovedada. (Foto del autor).
 

Fot. 69R. Interior de la casa 64R. Detalle de la derivación. Obsérvese el sistema de conducción por medio de tuberías de cerámica, protegidas y el adintelamiento de la galería secundaria. (Foto del autor).
 

FIGURA 29

Almuñécar. Sector R. Este sector se encuentra situado entre las calles San Joaquín, Cuesta del Castillo, Antigua, Carmen Baja, Escamado, y Plaza del Ayuntamiento.
Un gran muro de aterrazamiento se encuentra sobre la calle Escamado, dando respaldo a todas las casas de la plaza que encuentran sobre él. Frente al Ayuntamiento se encuentra una casa que contiene en su interior dos elementos importantes: una gran galería abovedada remozada modernamente (quizá la mayor del conjunto de la ciudad), y el sistema canalizado de conducción de agua, que llega desde el depósito terminal (hoy Iglesia Parroquial) hasta esta casa, y después continúa hasta la zona de la Cueva de Siete Palacios. Una importante galería abovedada se encuentra al comienzo de la calle Antigua (bien conservada). En la misma calle Escamado, el Palacete del Corregidor ha puesto al descubierto numerosos restos romanos y árabes. Hay indicios de otras galerías a lo largo de la calle Antigua.

SECTOR S

Fot. 1S. Cuesta del Castillo: paso artificial construido mediante la rotura de todos los sistemas de aterraz

Fot. 2S. Calle Horno Cuatro Esquinas. A mitad de la cuesta anterior: 1, muro romano medieval, probablemente destinado a los sistemas de aterrazamiento; 2, restos de muros romanos en la base. (Foto del autor).

Fot. 3S. Calle Horno Cuatro Esquinas. Toma desde la calle anterior: 1, 2, interior de una casa con un patio cuyo muro de fondo da claras muestras de ser romano, por su aparejo y grosor, 1,90 m. (Foto del autor).
 

Fot. 5S. Cuesta del Castillo. Detalle de la toma anterior, donde se puede apreciar: 1, entrada a unas estancias que nos han sido descritas, pero no se han podido ver directamente, y que tienen indicios de haber constituido naves romanas. Se indica el grosor del muro de calle, que alcanza los 0,80 m; 2, acceso propiamente dicho; 3, podivm que ha podido ser un muro romano de contención o aterrazamiento, y ha sido roto para poder abrir el paso en la propia cuesta. Se puede comprobar que su composición es romana, menos la parte superior que es un añadido. El grosor llega casi a los 1,20 m.  (Foto del autor).
 

Fot. 6S. Cuesta del Castillo. Detalle de la foto anterior para que se vea bien tanto la entrada y el grosor de su muro, como la composición del paramento del podivm. (Foto del autor).
  

Fot. 12S. Calle Alta del Mar. Detalle de la muralla anterior, en donde precisamos: 1, espacio en que se ha realizado un rebaje de terreno, en el que se han detectado tanto materiales estructurales como cerámicos; 2, espacio que nos indica el centro del murallón romano; 3, murete moderno de ladrillo superpuesto al romano. (Foto del autor).
 

Fot. 13S. Calle Alta del Mar. Plano parcial del terreno rebajado, en donde se pueden ver: 1, restos de un subsector, donde se puede ver la técnica del opvs incertvm; 2, muro romano adosado a un corte sobre roca y relleno de escombros a su alrededor; 3, restos de construcciones romanas en muy mal estado. (Foto del autor).
 

Fot. 14S. Calle Alta del Mar. Detalle sobre la toma anterior, donde se puede apreciar: 1, restos de muro romano; 2, muro romano antes indicado, sobre roca cortada a pico. (Foto del autor).
 

Fot. 19S. Calle Alta del Mar. Aspecto parcial de la esquina de este subsector, en que se puede apreciar: 1, paramento romano ya detallado; 2, elementos romanos en estado ruinoso; 3, restos de un muro romano roto por la pala moderna; 4, contrafuerte de estructura romana, que se ha mantenido como punto de apoyo para la estructura moderna colindante. (Foto del autor).
 

Fot. 23S. Cuesta denominada del Cobertizo. Sus alzados están levantados con materiales reutilizados, y con basamentos romanos. (Foto del autor).
 

Fot. 24S. Calle Cobertizo. Detalle de un paramento moderno destruido, en el que se aprecia la reutilización de materiales romanos en los muros.(Foto del autor).
 

Fot. 25S. Calle Cobertizo. Espacio abierto, a propósito de otro derribo, en el que se pueden identificar los siguientes componentes: 1, restos de muro construido con materiales romanos, que arranca de otro supuestamente romano; 2, muro medieval con restos de estructura romana en su base. (Foto del autor).
 

Fot. 29S. Calle Cobertizo. Detalle sobre una esquina de muro, en el que se aprecia el opvs caementicivm. (Foto del autor).
 

Fot. 31S. Calle Cobertizo. En el centro del derribo, se ha podido detectar la presencia de un paramento, en el que sus extremos están formados por muro romano reutilizado (fot. 31S,1), y opvs caementicivm en el centro (fot. 31S,2). (Foto del autor).
 

FIGURA 30

Almuñécar. Sector S.  Este sector está delimitado por las calles Carmen Baja, Cuesta del Castillo, Horno Cuatro Esquinas, Cobertizo, y Real. Es una de las zonas que más deterioro de materiales romanos ha registrado. Sobre la calle Real ha aparecido recientemente una canalización de agua que conducía hacia la Cueva de Siete Palacios. Otra conducción de similares características ha aparecido sobre la misma zona, pero hoy está visible y se puede ver el canal de conducción de agua romano. Gran cantidad de materiales han aparecido con motivo del derribo de unas casas modernas al final de la calle Carmen Baja. Los materiales se llevaron al Ayuntamiento y se ignora su destino. Otras zonas excavadas en calle Real se verán en la figura 33-i.

SECTOR T

Fot. 1T. Calle Alta del Mar. Indicación de toda una línea que estuvo ocupada por estructuras romanas, y que en sus cimientos fue descubierta una apretada malla de muros romanos: 1, los pilares de este edificio moderno se están montados sobre los muros romanos que hay debajo; 2, alineación en la que existen las mismas formas de base, con sus pilotes apoyados sobre los muros subterráneos. (Foto del autor).
 

Fot. 4T. Calle Carmen Baja. Realce provocado por la continuidad del murallón antes citado. La calle que asciende es un hueco entre el murallón que cierra lo que es el paramento de toda la urbanización que se ha levantado sobre el fondo de todo el testero, que partía de la esquina de cierre del murallón medieval ascendente. Por otro lado, se observa el desnivel natural de la parte superior, en la calle Carmen Baja, que ha sido muy alterada, construyéndose sobre pequeñas áreas. (Foto del autor).
 

Fot. 6T. Calle Carmen Baja. Detalle en línea con lo antes descrito: necesidad de levantar podivm de entrada a los compartimentos de estas áreas de calle. (Foto del autor).
 

Fot. 9T. Cuesta del Carmen. Situación en que ha quedado el murallón romano medieval de la Fabriquilla. (foto del autor).
 

Fot. 10T. Cuesta del Carmen. Situación antigua de este mismo espacio antes de que se construyeran casas modernas sobre él. (Foto del autor).
 

Fot. 12T. Cuesta del Carmen. Esquina de cierre y continuidad hacia la derecha del antes citado murallón: 1, muro romano en la base; 2, superposición medieval; 3, añadido probablemente moderno, con motivo de la construcción del ingenio azucarero. En esta esquina se localizó el horno romano de cerámica. (Foto del autor).
 

Fot. 20T. Vista, desde arriba, del mismo torreón antes de que se realizaran los añadidos sobre la muralla: 1, paramento del torreón; 2, parte superior del murallón. (Foto del autor).
 

Fot. 21T. Calle Cuesta del Castillo en su tramo final: 1, punto de partida del murallón en sentido a Poniente. A partir de aquí, o bien se derrumbó, o fue destruido para ganar espacios para las viviendas que ocupan su solar; 2, punto exacto donde fue roto el murallón para abrir paso a las partes superiores; 3, rotura del muro romano superior que se continuaba por la calle San Joaquín (I). (Foto del autor).
 

Fot. 22T. Cuesta del Castillo. Vista, hacia abajo, de la misma calle, en su primer tramo alto: 1, alturas de las edificaciones que coinciden con los tipos tradicionalmente admitidos en todo el conjunto de la ciudad actual. Se piensa que es un paramento que, por su grosor, se identifica con el complejo en general; 2, plataforma que indica la existencia de muro, y que se utiliza como elemento de acceso a todas las dependencias de esta fachada, de forma escalonada, según la necesidad que la diferencia de niveles exija. (Foto del autor).
 

Fot. 27T. Calle Carmen Baja. Continuación de la secuencia anterior, en donde se observa: 1, indicación de la continuidad del muro sobre el suelo; 2, en el que se ha descubierto un paso artificial; 3, continuación del paramento en toda la calle. Muy cerca del muro de fachada apareció una de las piletas que antes citamos a propósito del tesorillo de denarios de plata.(Foto del autor).
 

Fot. 28T. Calle Carmen Baja. Continuación de la secuencia del espacio anterior, pero con incremento del posterior, que da sobre el murallón: 1, indicación de la altura que se considera lógica, debido a las reutilizaciones que ha sufrido; 2, fachadas que muestran al exterior la composición de su estructura interna, traslúcida a través del revoque moderno. (Foto del autor).
 

Fot. 31T. Calle Carmen Baja. Indicación de una nueva rotura en la línea de fachada, lo que nos informa de cambios en la estructura de plano de este subsector. Por ello, se aprecia: 1, cambio en la línea de suelo y fachada; 2, rotura del muro que unía estos paramentos, con el fin de abrir un paso y ocupar los compartimentos que a continuación se verán. (Foto del autor).
 

Fot. 35T. Calle Carmen Baja. Detalle del espacio anterior para remarcar: 1, fachada con paramento romano en base; 2, paramento romano; 3, espacio relleno entre dos muros: el roto y el de la fachada. (Foto del autor).
 

Fot. 36T. Calle Carmen Baja. Vista del mismo rincón, pero para presentar: 1, existencia del murallón, como fondo base de todas las estructuras que se apoyan sobre él como último soporte; 2, nueva indicación de fachada con restos de muro romano; 3, muro divisorio o elemento de una estructura rota, paralela al alzado de fondo; 4, parte de un muro romano donde se observa la estructura interna.(Foto del autor).
 

Fot. 37T. Calle Carmen Baja. Toma de detalle para mostrar: 1, murallón de fondo con su gran elevación sobre la base actual; 2, paramentos reutilizados que se montan sobre él. (Foto del autor).
 

Fot. 38T. Calle Carmen Baja. Dentro de la serie de muros rotos que se observan sobre el suelo, se puede anotar las siguientes distancias que los separan: hasta el punto 2 (fot. 32T, 2) hay 6 m; el punto siguiente dista del anterior 2,40 m (fot. 38T,6); desde éste al siguiente, 5,20 m incluyendo la anchura del podivm (fot. 38T,5). La anchura de entrada de esta calle artificial es de 4,30 m, y los restos que se observan sobre el suelo nos dan unas extensiones de 2,80 m; 7,70m  y el  fondo, que coincide con la fachada formada por el muro del podivm. Aparte de estas anotaciones, es necesario observar lo siguiente: 1, acceso a un sistema de dependencias que se verán a continuación; 2, muro romano con restos de otras estructuras en su pie; 3, restos de muro roto; 4, restos de elementos que muestran algunos indicios de hormigón romano; 5, resto de muro romano; 6, continuidad del muro iniciado en 3. (Foto del autor).
 

Fot. 39T. Calle Carmen Baja. Espacio interno, sito tras la entrada indicada en la toma anterior: 1, muro antiguo muy alterado; 2, paramento que da a la calle donde se aprecian más detalles de identidad en los restos conservados. (Foto del autor).
 

Fot. 44T. Calle Carmen Baja. En esta toma se aprecia bien el alineamiento de los elementos de este espacio, en donde distinguimos: 1, pared de estructura romana; 2, muro romano alineado con lo que le sigue; 3, resto de muro de cierre; 4, probable resto de aterrazamiento de este espacio; 5, resto de muro utilizado como podivm para acceder a las casas de atrás. (Foto del autor).
 

Fot. 48T. Calle Carmen Baja. En esta toma, realizada sobre la parte anterior y en momentos diferentes, se ve cómo se pueden apreciar los elementos que se vienen admitiendo como genuinamente romanos: 1, murete testigo de otro que ha sido eliminado; 2, continuación en este mismo sentido, aunque tan sólo sea en su arranque.(Foto del autor).
 

Fot. 50T. Calle Carmen Baja. Vista frontal del muro de cierre donde se aprecia: 1, muro que corta o se prolonga en ángulo recto hacia la izquierda; 2, piedras con restos de la base del muro de cierre. (Foto del autor).
 

Fot. 52T. Calle Carmen Baja. Detalle sobre la calle artificial, destacando los restos de muros sobre ella: 1, murete superior; 2, medio; 3, inferior, que pueden pertenecer no precisamente a estructuras mayores sino también a pequeñas, como podrían ser piletas o depósitos. (Foto del autor).
 

Fot. 55T. Calle Carmen Baja. Desde la parte interior de este subsector se ha tomado esta vista general del mismo, indicando tan sólo la parte de un murallón que ha sido revestida y calzada con un refuerzo, hasta unirse al tramo sito bajo el sector U en su dirección SE: 1, indicación del murallón con el refuerzo; 2, muro de ladrillo del paramento expuesto en 54T,3. (Foto del autor).
 

FIGURA 31

Almuñécar. Sector T. Este sector está delimitado por las calles San Joaquín, Baja del Mar, Cuesta del Carmen, Plaza del Teatro, y Alta del Mar (Crucero Canarias). La parte central de Carmen Baja puso al descubierto cinco piletas de salazones. En una de ellas apareció un tesorillo de denarios de plata. Su datación llega hasta finales del s. II a. de C. En consecuencia las piletas, que estaban abandonadas en esa fecha, son anteriores a las del Majuelo.
En la parte izquierda del plano se observa la muralla de aterrazamiento romana, que llega hasta calle Real. Sobre la calle San Joaquín está la primera muralla de aterrazamiento del conjunto.

SECTOR U

Fot. 2U. Cuesta del Carmen. Análisis de la toma anterior: 1, zona rocosa; 2, muro de opvs incertvm; 3, superposición de muro romano, y revoque moderno en su parte superior. Su altura llega casi a los 12 m sobre este punto.  La muralla está retranqueada en rampa. (Foto del autor).
 

Fot. 6U. Cuesta del Carmen. Vista, desde arriba, del punto superior del murallón, en que se aprecia cierto revoque moderno para evitar la erosión, ya que la parte alta se ha levantado con la técnica medieval de tierra prensada. (Foto del autor).
 

Fot. 7U. Calle Cueva de Siete Palacios. Vista superior del murallón, con intención de relacionarlo con su función arquitectónica, tanto hacia las estructuras de abajo, como a la calle Cueva de Siete Palacios. (Foto del autor).
 

Fot. 8U. Entre las calles Cuesta del Carmen y Cueva de Siete Palacios. Detalle del murallón en su parte superior, donde se puede apreciar su grosor, que llega a alcanzar 1,20 m. En este punto el revoque nos impide ver el aparejo externo. (Foto del autor).
 

Fot. 9U. Aquí se inicia, en su parte superior, el sector U. Por ello se indican las siguientes descripciones: 1, sentido de la prolongación de la nave central de la Cueva, hasta el enlace con la calle Angustias Moderna; 2, muro del alzado de las secuencias de naves romanas que parten, por la parte izquierda de la Cueva, como prolongación de la misma; 3, paramento romano, prolongación de la estructura de la Cueva; 4, restos sobre el suelo, de las estructuras rotas para abrir paso, pero en época moderna; 5, anchura correspondiente a la estructura romana que ha sido rota para abrir el citado paso entre la calle San Joaquín y Cueva de Siete Palacios; 6, espacio que se corresponde con la anchura de la nave que sale como prolongación de la Cueva hacia Levante, y cuya medida es de 2,10 m; 7, nivel de altura real de los espacios de naves enrasadas que aquí se inician, con una medida de 2,60 m; 8, nivel marcado por la secuencia de prolongación de la Cueva, y cuyas alturas, de abajo hacia arriba, son 3,40 m, más 2,30 m, comprendiendo tanto el espacio de abajo como el de arriba, enrasado con la superficie superior; 9, resto de muro cortado modernamente que divide a dos naves interiores. (Foto del autor).
 

Fot. 13U. Calle Cueva de Siete Palacios. En esta foto, en perspectiva, del inicio noreste del sector se observa: 1, paramento alineado hasta el cruce de la calle Angustias Moderna; 2, indicación de la altura que se registra por igual en todos los parámetros que nos presenta la secuencia; 3, paso abierto para dar acceso a otros sectores.(Foto del autor).
 

Fot. 15U. Calle Cueva de Siete Palacios. Aquí se nos muestra la calle tomada desde la parte sureste, es decir, desde el subsector que fue destruido para la edificación de las antedichas escuelas. Los puntos que se destacan se identifican como sigue: 1, acceso artificial al tercer pasillo interno del subsector; 2, similar acceso, pero más simétrico que el anterior; 3, curva en perspectiva de la calle, pero vista desde el muro de las escuelas. (Foto del autor).
 

Fot. 19U. Calle Cueva de Siete Palacios. Detalle final del fondo del pasillo ciego: 1, entrada a nave; 2, indicación gráfica del grosor de los muros exteriores; 3, muro romano de base, y soporte de todos los puntos internos de las naves de ese subsector; 4, muro superpuesto que ocupa todo el lienzo de fondo del subsector. (Foto del autor).
 

Fot. 21U. Calle Cueva de Siete Palacios. Descripción de los interiores desde el fondo del segundo pasillo: 1, muro romano que da a la calle artificial; 2, muro romano de fondo, paralelo al de la calle; 3, muro de fondo y separación de las estructuras romanas. (Foto del autor).
 

Fot. 24U. Calle Cueva de Siete Palacios. Estancia contigua a la anterior, mostrando las mismas características: 1, muro romano vertical a la calle, destacando la base que sobresale 0,08 m, aproximadamente, de la pared; 2, muro de fondo con revoque moderno; 3, suelo con capa de cemento moderno y encalado en los extremos. (Foto del autor).
 

Fot. 26U. Calle Cueva de Siete Palacios. Compartimento contiguo al anterior, en el que se puede apreciar 1, cubierta artificial: se trata de un enrasamiento evidente, ya que lo que existe encima es otra nave enrasada, y a un nivel superior con respecto al suelo. Otro indicio nos lo ofrece un bajante (26U, 4); 2, paramento romano con revoque moderno en el que se ven las piedras que hay tras él. Detrás de esta pared hay roca o materiales de relleno, al igual que en los muros contrafuertes que sujetan o descargan el peso de la estructura de la Cueva de Siete Palacios sobre la roca que tiene detrás; 3, muro romano lateral. (Foto del autor).
 

 Fot. 29U. Calle Cueva de Siete Palacios. Ultimo espacio conservado de esta secuencia de naves enrasadas: 1, muro romano, inicio de toda la secuencia que conforma la parte superior de las naves de los subsectores pertenecientes a las escuelas y al mismo pasillo ciego; 2, utilización, para el muro divisorio, vertical al anterior, de la técnica del opvs testacevm, o uso del ladrillo de un grosor idéntico al visto en las naves del sector K (fig. 17; fots. 34K; 35K; 36K; 37K). Los módulos y medidas son los mismos que se ha venido comprobando a lo largo de toda la seriación de galerías abovedadas de este espacio. (Foto del autor).
 

Fot. 30U. Calle Cueva de Siete Palacios. Vista casi total de la calle artificial, indicando: 1, acceso al primer tramo de naves estudiadas; 2, acceso al segundo; 3, inicio del sector en su parte noreste, junto al tramo final de la Cueva. (Foto del autor).
 

Fot. 35U. Calle Cueva de Siete Palacios. Detalle de la foto anterior para observar: 1, anchura con indicación de la existencia de rebaje de terreno en el acceso a este espacio; 2, comprobación del  grosor del muro exterior de la serie, en toda la secuencia. (Foto del autor).
 

Fot. 36U. Calle Cueva de Siete Palacios. Identificación del primer pasillo interior en este espacio, cuya realización ha sido debida a la necesidad de romper estructuras para poder acceder a las dependencias más internas de las secuencias próximas a la Cueva: 1, existencia de plataforma de relleno; 2, paramento probablemente moderno; 3, paramento romano en línea con otro existente en el 2 y que es el fondo de la serie de naves que se ven desde la entrada a este subsector. Las alturas son las mismas, aunque se encuentran semiocultas por los añadidos posteriores modernos; 4, aparejo del inicio de muro colateral. (Foto del autor).
 

Fot. 38U.Calle Cueva de Siete Palacios. Detalle de la toma anterior para indicar: 1, apertura de un nuevo paso mediante la rotura de paramento romano; 2, indicación de los desniveles en el suelo para demostrar la existencia de relleno y el desnivel marcado por la pendiente natural de terreno. (Foto del autor).
 

Fot. 39U. Calle Cueva de Siete Palacios. Tramo final del pasillo, en línea recta con el punto de salida, donde se ven los muros que marcan el cierre del mismo, a la vez que el uso de un espacio posterior a todas las puertas que se observan. Tras la puerta con rejas, se encuentra un murallón romano de aterrazamiento, que se continúa por los espacios antes estudiados hasta cerrar el pie de las antiguas escuelas. (Foto del autor).
 
Fot. 38U. Detalle de la toma anterior para indicar: 1, apertura de un nuevo paso mediante la rotura de paramento romano; 2, indicación de los desniveles en el suelo para demostrar la existencia de relleno y el desnivel marcado por la pendiente natural de terreno. (Foto del autor).

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SECTOR V

Fot. 2V. Calle Derrumbadero. Zona posterior del mismo edificio, en donde se incluye otro subsector que también registró muros y gran cantidad de cerámica. (Foto del autor).
 

Fot. 3V. Calle San José. Secuencia de casas antiguas, a izquierda, cuyos paramentos acusan aparejos antiguos. En su parte derecha se ha detectado, cuando se rebajaba el terreno, material cerámico y estructuras de mampostería que no fueron analizadas. (Foto del autor).
 

Fot. 4V. Plaza del Ayuntamiento. Vista general de los cortes dados en el interior de la casa indicada en 1V: 1, cata cuarta, donde se han descubierto dos formas de hogares; 2, cata con otro de los citados hogares; 3, cata con un hogar y resto de muro; 4, muro que enlaza con otro probablemente existente bajo el paramento general del alzado moderno de esta casa; 5, cata donde tan sólo se ha encontrado cerámica. (Foto del autor).