RELIGIÓN E IDEOLOGÍA EN EL IMPERIO ROMANO

Significado y trascendencia de lo religioso entre los romanos

Dentro de la tradición popular de elemento histórico romano se decía sentir un cierto orgullo por ser el pueblo más religioso del mundo conocido, El mismo Cicerón se expresaba en los siguientes términos: religiones id est cultu deorum, multo superiores (Cic. N.D., 2,3.). Si nos comparamos con las demás naciones -dice más adelante- resultamos iguales o inferiores en diversos terrenos, excepto en el de la religión, que significa el culto de los dioses en lo que somos, con mucho, superiores». Constituía, pues, para un romano un motivo de orgullo en el que se le atribuyera ese carácter religioso especial.

El término religio: Significado e interpretaciones.

Antes de dar un sentido real de lo que significa religión para el elemento romano, es preciso explicar las acepciones que el término latino religio pueda tener. Se trata de una una palabra absolutamente latina y por tanto nos podría servir para descubrir importantes aspectos de la religión romana. del término religio no existe en griego un equivalente. Del latín se han derivado todas las lenguas occidentales.

La palabra religio ha entablado discusiones y desacuerdos entre los latinistas. Pero el contexto es por donde en determinadas ocasiones se ha podido delimitar con cierta precisión el sentido exacto de la palabra.

Hay opiniones donde se dice que puede proceder del verbo religare, que significa «ligarse con respecto a los dioses». Otros dicen que procede del elemento intensificador «re» y el verbo legere, cuyo significado es «observar escrupulosamente las normas del culto».

Los romanos, pues, pensaban que existía una interdependencia entre el caelum y terra, una relación entre los dioses y los hombres.

Sin estar seguro de la benevolencia y de la gracia de los dioses, el romano se sentía desamparado. Esta versión se corresponde con el primer sentido etimológico de la palabra religión. Todo eso constituye el fundamento del culto romano con lo que pretendía obtener la pax veniaque deum, o bien alejar la ira deum. Por todo ello el pueblo en general y el hombre en particular pretendía asegurarse en la eficacia del culto, cosa que se corresponde con el segundo significado o etimología del término relegere.

Caracteres intrínsecos de la religión romana.

En primer lugar tenemos que destacar lo que ellos consideraban un factor decisivo: Castitas, o lo que es «pureza».

Varrón, con relación a esta faceta tan especial, dijo: » durante más de ciento setenta años, los romanos honraron a sus dioses sin estatuas; de haberse mantenido, el culto hubiese sido más puro». En contra de esta afirmación se podría objetar que se han hallado en el Lacio, en algunas tumbas de incineración, figurillas pertenecientes al siglo IX a. de n.e. No se sabe si representan a divinidades. como en otros hallazgos más modernos, según ocurre en una tumba de mujer, excavada recientemente en Almuñécar, se puede concluir que se trata de representaciones de figuras humanas tal vez con carácter votivo sin más trascendencia religiosa.

Corroboran la afirmación de Varrón la ausencia de antropomorfismo en la religión romana primitiva, pues hasta el siglo VI a. de n.e. no comenzaron los romanos a construir templos y estatuas, todo por influencia griega y etrusca. La ausencia de la hierogamia en el panteón romano, era un carácter propio de esta religión. Las divinidades eran masculinas o femeninas, pero no formaban pareja. Toda la evolución se debió principalmente a la influencia griega. Otro de los aspectos de esta especial religión estaba marcado por ausencia de los héroes o semidioses, nacidos de los devaneos de alguna divinidad.

Otra de las facetas a considerar como muy relevante, era la funcionalidad. Con relación a los dioses romanos no tenía poéticas leyendas, al contrario que los griegos.

Las divinidades eran conocidas por el pueblo debido a unas funciones determinadas; de esta forma se establecían los diferentes cultos.

Otra de las facetas a destacar era su sometimiento al estado: la religión romana tenían un carácter netamente político. En Roma nada escapaba al control del estado. Se tenían oráculos como los griegos, para que pudieran responder a las peticiones tanto de las realizadas por el pueblo como por el individuo particular.

Los libros sibilinos, de origen greco-etrusco, que eran considerados como procedentes de Cumas, están bajo el control del Senado.

Todas las demás manifestaciones religiosas estaban controladas por los colegios especiales, particularmente por el de los pontífices.

En los inicios de Roma esta religión mantenía un carácter antitético entre lo tradicional y lo aperturista, como el Ianus bifrons, mirando hacia el pasado y hacia el futuro.

El Pontifex Maximus era el mantenedor del tradicionalismo, quien atendía a la ejecución de las ceremonias públicas para el mantenimiento de la pax veniaque deum.

El movimiento aperturista estaba controlado viri sacris faciundis (cuyo número aumentó de dos a quince en tiempos de Sula). Su misión consistía en vigilar la introducción de dioses extranjeros. el hecho de aceptar una divinidad extraña a la tradicional tenía lugar cuando se producían crisis provocadas por calamidades.

EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA RELIGIÓN ROMANA

La religión romana sufrió diversas vicisitudes desde el nacimiento de roma hasta la instauración del Imperio. Pero se puede decir más aún: la escuela comparativa ha encontrado estrechos parentescos entre ciertos elementos de la religión romana y otros de la religión védica. Esto nos sirve para explicar los orígenes indoeuropeos de determinadas concepciones originarias de los pueblos occidentales pertenecientes a un mismo trono o etnia común,

Restos indoeuropaos de la religión romana:

Ciertos ritos de la religión romana.

Mater Matuta, cuyo significado «diosa de la aurora» llegó a perderse para transformarse en «diosa madre», o «Madre Buena», recibía culto mediante dos extraños ritos el día de las «Matralias», el 11 de Junio. Ello consistía en que las matronas romanas llevaban en brazos y daban de mamar no a sus propios hijos, sino a los de sus hermanas; hacían también que en el templo de Mater Matuta una esclava a la que golpeaban con varas antes de echarla fuera. Es decir, la diosa de la aurora es «una de las figuras femeninas más destacada del Rig Veda, donde aparece amamantando y lamiendo a un niño que unas veces es hijo suyo y de su hermana la noche simultáneamente» y otras es sólo el hijo de su hermana la noche.

Todo parece sugerir que a Roma llegó sólo la forma o rito más lógico: «La Aurora alimentando al hijo de su hermana la noche».

Las matronas romanas conservaron el rito de imitar a la diosa y dejaron perderse el mito.

El mito de expulsar a la esclava puede explicarse mediante un paralelo védico: para que resultara benéfica, la Aurora debe aparecer por un momento y después dejar paso al día. En el mito védico se alaba a Indra por expulsar a la Aurora que es «demasiado lenta».

El mito de Rig Veda se trasluce en el rito romano de la siguiente forma: La esclava representa a la Aurora. Por el mismo procedimiento la escuela comparatista ha logrado esclarecer los ritos de la » Diva Angerona», de la Fortuna Primigenia y de la «Lua Mater», ritos que para los romanos resultaban ininteligibles por encontrarse fuera de su contexto mitológico. Livio dice que Lua formaba parte de la mitología romana y que era habitual que los derrotados que perdían sus armas fueran consagrados a esta divinidad. Pero observando la etimología, según las lenguas clásicas, el verbo luo significa lavar, purificar. En patología médica existe el término «lues» usado como enfermedad destructiva, y se suele dispensar como cepa médica. Cuando aparece la expresión Lua Saturni, según Livio, se relaciona con elementos de fecundidad, simbolizada por la pareja de divinidades. Menciona este autor latino que la diosa recibía como ofrende las armas de los enemigos quemándolas en su honor. Otro hecho similar ocurrió en la batalla contra Perseo, rey de Macedonia que fue derrotado en la batalla de Pidna, a mediados del siglo II a. de n.e. A pesar de todo esto , cuenta que no se dedicaron a tal divinidad ningún santuario o templo, hecho que desde antiguo, los romanos no solían hacer. El fenómeno de edificar templos es una manifestación posterior.

Siguiendo con esta misma interpretación de los hecho rituales votivos, se suele relacionar a Saturno con el ciclo natural de la agricultura. Saturno se vincula etimológicamente con el verbo latino sero/satum, sembrar. De todas formas Lua Mater, su esposa, se seguía considerando como una divinidad extranjera y de procedencia védica.

La existencia de las estructuras jerárquicas tripartitas

La tradición romana guardó el recuerdo de las tres tribus que se suponían haber constiruido la estructura básica de la sociedad original de Roma: los Ramnes, los Tities, y los Luceres.

Los romanos dieron una interpretación étnica para dar una justificación a esta división tripartita. Estas tres facciones representaban a las tribus de Rómulo, a los sabinos y a los etruscos, de cuya mezcla resultó Roma. Pero esta explicación resulta insuficiente.

Esta división tripartita tenía un carácter funcional, como la división social de la India por funciones: brahamanes o sacerdotes, guerreros y agricultores-ganaderos. En Roma los Ramnes eran los compañeros de Rómulo, rey-sacerdote, los Luceres correspondían a los soldados por excelencia (tal vez los etruscos), y los Tities, a los agricultores-ganaderos (tal vez los sabinos).

Esta división funcional se refleja también en la jerarquía de los tres dioses principales de Roma antes de la existencia de la tríada capitolina: Júpiter, Marte, y Quirino.

Según Georges Dumozil, esta tríada sólo puede explicarse recurriendo a la estructura conceptual que lla,a «Ideología de las tres funciones», que se advierte en la mayor parte de las sociedades indoeuropeas. Júpiter, dios de la clase sacerdotal; Marte, dios de la clase de los guerreros, y Quirino, dios de los quirites o encargados de las ocupaciones productivas en tiempos de paz.

Este esquema se fue degenerando desde que los latinos se establecieron en la Península Itálica, debido a influencias diversas.

Elementos activos de la religión histórica

Prescindiendo de las reminiscencias indoeuropeas puesta de releve por la escuela comparatista, los elementos más antiguos de la religión romana deben ser los concernientes a la religión familiar y a la religión concerniente a las faenas agrícolas, pues sea cual fuere el origen el pueblo romano, al comienzo de la época histórica, constituía una comunidad de labradores al Sur del Tíber inferior. Antes de la fundación de roma en 753 a. de n.e., debían vivir en pequeños poblados o en granjas dispersas

La religión familiar

El Pater Familias actuaba como sacerdote, es decir, como representante del individuo constituido bajo su autoridad ante las fuerzas numinosas que lo rodeaban. Los Númina eran seres espirituales cuyo favor era preciso alcanzar o conservar mediante determinados ritos. Su número era muy considerable dentro del ámbito familiar. Los más importantes eran: Jano, Vesta, los Penates y el Genius de la familia.

Jano era el espíritu de la puerta. Se le representó con dos rostros (bifrons). Vigilaba las entradas y salidas de la familia y defendía los vanos de la casa.

Su culto, en época posterior, fue asumido por la religión estatal. El templo de Jano se abre en tiempos de guerra para que esté en vigilia continua.

Vesta, el Numen que alimentaba el fuego, la dispensadora del calor, a quien los hombres debían acudir para preparar los alimentos. También ocupaba un lugar importante en la vida religiosa de la familia. Este culto fue también asumido por la religión estatal. El colegio de las vírgenes vestales, jóvenes con su voto de castidad, encargadas de mantener vivo el fuego que ardía en el altar de la ciudad consagrado a Vesta, tiene su origen en las hijas de familia que, en la ausencia de los hombres, vigilaban el fuego del hogar.

Los Penates eran dioses protectores de la despensa (Penus) donde se conservaban las provisiones de la familia. Cuando más tarde los romanos representaron los Numina mediante imágenes, las de los Penates se colocaban sobre la mesa para que presenciaran las comidas de la familia.

El Genius constituía el guardián de cada hombre. De esta divinidad dependía la facultad procreativa del ser humano. El lecho matrimonial se le llamaba lectum genialis. Del Genius dependía igualmente la personalidad del individuo y su propio destino, Para la familia tenía particular importancia el genius del Pater Familias. Era necesario conseguir el favor de esta divinidad, pues de él dependía la existencia y prosperidad familiar.

Cuando el Pater Familias moría, el heredero inhalaba su último aliento, rito que debía significar la creencia en la supervivencia y perpetuidad de la vida de la familia. Además, los romanos daban culto a los que consideraban fundadores de la gens. Solía ser un ser mítico, a veces una divinidad como Venus, considerada fundadora de la Gens Iulia. Siempre se trataba de un ser irrastreable históricamente.

Otro elemento de la religión familiar era el culto a los muertos llamados Manes. El motivo de este culto estaba causado en parte por el miedo a los muertos, pues se pensaba que tenían capacidad de causar daño a los vivos, por lo que era necesario aplacarlos. Se les solía ofrecer flores y alimentos en el día del aniversarios, no de su muerte, sino de su nacimiento, en el mes de febrero se celebraban fiestas públicas en honor de los muertos.

La religión agrícola

Cada Numen estaba relacionado con un determinado lugar o función específica. Pero los agrícolas estaban caracterizados por las siguientes funciones específicas: Robigus; A esta divinidad se dedicaban las fiestas denominadas robigalia Tenía poder sobre el tizón que amenazaba a los trigos. Nodutus: divinidad que tenía el poder de hacer engordar los granos. Volutina: Era la divinidad que tenía como misión rodear a las espigas de las cáscaras protectoras necesarias. Patulona: Divinidad encargada de abrir las espigas.Vernactor: Divinidad asociada a la arada de los rastrojos. Redaractor: divinidad asociada a la segunda arada de los campos. Insitor: Divinidad que colabora protegiendo la siembra. Obarator: Divinidad encargada de proteger la arada que cubría la semilla. Subruncinator: Divinidad que protegía cuando se realizaba la escarda de los frutos sembrados. Mesor: Divinidad que protege cuando se realiza la siega. Convector; Divinidad que protege en la recogida del grano. Conditor: Divinidad que colabora en el almacenamiento del grano. Promitor: Divinidad que colabora y protege su utilización.

Es posible que michas de estas divinidades no sean más que creaciones de los pontífices romanos que se complacían en las descomposición de las labores rurales.

LA IDEOLOGÍA, LA RELIGIÓN Y EL MOMENTO HISTÓRICO

La ideología es el producto de una determinada situación socio-económica. No son elementos que existen separados.Desde que se produce el primer asentamiento estable y permanente de un determinado elemento humano, comienza a aparecer con más fuerza la tendencia la tendencia a idear planteamientos teledirigentes de unas comunidades sobre otras, y de unos intereses en función de otros. Así, cuando se produce la primera acumulación de riqueza en la primera gran revolución social de la Historia, comienzan a bislumbrarse los primeros intentos de predominio de un elementos sobre otro: la acumulación de riqueza produce y multiplica la ambición y nace la guerra. El poblado abierto tiene la necesidad de proteger sus bienes con defensa.

No cabe pues, una disociación entre la realidad viviente y el producto ideológico que de ella nace. No es la Historia la que al hombre, sino a la inversa. No hay, pues, dicotomía entre elemento humano y su entorno. Es la circunstancia del medio quien provoca una determinada ideología llevada a nivel de pensamiento. La pervivencia de las ideas existe en tanto en cuanto pueda satisfacer las necesidades de la realidad socio-económica. Esto se cumplirá cuando el sistema ideológico tenga una flexibilidad y una capacidad de adaptación a los momentos por los que pasa el ser humano social y económico.

Cualquier ideología no tiene identidad propia, sino que procede del propio desarrollo de la vida en que se encuentra el hombre inmerso (C. Marx y F. Engels; La ideología alemana. Barcelona 1970). Incluso todas las manifestaciones que se dan en el individuo tanto en el aspecto religioso como ético y moral son la consecuencia del mismo fenómeno ambiental en que se encuentra inmerso. Vale, pues el enunciado que dice «que no es la conciencia lo que determina la vida, sino la vida la que determina la conciencia (Marx y Engels, ibidem) aunque se produzca un falseamiento entre la influencia ejercida por la realidad social y la influencia de la ideología.

Consecuentemente la definición completa de la Ideología requiere una concreción histórica en una concreta formación social del papel que dicha ideología haya desarrollado.

Althuser plantea sobre la ideología dos aspectos: a) Su existencia real. b) Su misma realidad existencial, es decir, representar la relación imaginaria de los individuos con las condiciones reales de su existencia, condiciones que se verán modificadas por la propia dinámica de los cambios y evolución de las circunstancias socio-económicas. En consecuencia, la Ideología sirve para reproducir de forma material, basada en la imaginación, las relaciones de producción. Podemos decir que la Ideología es un ente con capacidad de recoger el conjunto de que se rodea el elemento humano creándola como base sobre la que se sustenta de forma relativa el funcionamiento de toda la sociedad. Esta base no responde más que a lo que el propio hombre ha creado como sujeto de toda formación socio-económica. El elemento base de toda esta situación es el hombre, quien verá falseada toda su situación por una conciencia social influida por la Ideología

La Ideología, El según Althuser, existe por y para el hombre. Frente a la Ideología existe también la utopía, pero sin provocar un enfrentamiento entre ambas. No se da una oposición entre ellas sino una relación muy directa.

Si se acepta la oposición, tenemos entonces a la Ideología como la base dominadora, y a la utopía, como dominada. Pero en el fondo de la cuestión es la Ideología quien toma de la utopía los elementos necesarios para su adaptación a cada circunstancia de la situación socio.económica del medio real. El francés Althuser expone que la Ideología es la relación imaginaria (mental) de los sujetos con sus relaciones sociales.

Puente Ojea incluye dentro de la Ideología, denominándolo horizonte utópico. De esta manera abre dos vertientes: la primera legitima los principios de la clase dominante confirmando el dominio que desde el punto de vista real tiene la Ideología, base de su sustentación del poder ejercido por la clase dominante; la segunda corresponde a la clase dominada y explica su condición de dependencia subordinándose a la clase dominante a la vez que propone su posible salida de esta situación.

Cualquier movimiento de la Antigüedad Clásica nos puede servir de testimonio; tal ocurre con las escuelas pitagórica, la doctrina platónica sobre el modelo de sociedad para un estado, el estoicismo y epicureísmo y quienes buscan una situación de equilibrio entre la Ideología que nace del medio y el citado horizonte utópico bivalente. El fenómeno esclavista es un hecho que testimonia la irrealidad de todas las utopías que se han venido planteando a través de toda la Historia de la Humanidad: en el Mundo Antiguo tenemos reflejado el hecho en sí, y se abre a través del cristianismo la lucha antiesclavista. Pero la realidad utópica permanece yacente en la sociedad a través de todos los tiempos, ya que, de forma solapada, se ha impuesto la dictadura de las ideas y el fenómeno de la esclavitud reaparece, sin que el elemento humano perciba con claridad que el hecho histórico se repite: sigue existiendo la esclavitud mientras el individuo depende de un medio imprescindible para la vida: una condición socio.económica de la que no puede desligarse si quiere subsistir, ya que su existencia vital depende de ella.

En definitiva, sigue dependiendo la Utopía de la Ideología.

Lo que podríamos llamar contraideologías u horizontes utópicos, tropiezan con la verdad de la situación: son las causas productoras las causantes de volver a la realidad impuesta por la ideología y que es el desarrollo de las fuerzas productivas el que tiene capacidad para sustituir el modelo vigente de sociedad.

Lógicamente cuando la clase consigue subir al poder y se constituye en clase dominante, lo que era contraideología se convierte en Ideología dominante y entonces hará su aparición un nuevo horizonte utópico que tratará de justificarse ante la nueva realidad y volverán a surgir nuevas posibilidades de deseos de cambio socio-económicos. Esta nueva situación ideológica Puente Ojea la plantea diciendo que el cambio de una ideología dominante en otra, tiene lugar a partir de las contradicciones entre el horizonte utópico y la temática concreta en el seno de la ideología dominante. Ello nos lleva a la conclusión de que es en el horizonte utópico donde se gestan los cambios que van a provocarse en la evolución histórica de los sistemas y donde cada Ideología irá dando paso a otra.

El funcionamiento de toda Ideología se lleva a cabo mediante el Aparato Ideológico del Estado que, según Althuser, es un conjunto de realidades que se presentan de modo inmediato al observador en forma de instituciones diferenciadas y especializadas.

Estos medios estatales significan las relaciones de individuos con las relaciones de producción y de las relaciones que de ella se derivan mediante la deformación que la actuación ideológica provoca. Si la función primaria del Estado es ejercer el poder, es lógico pensar que, además del poder ideológico del Estado existe la puesta en marcha del sistema represivo para evitar en todo medio el que se provoque el nacimiento de nuevos sistemas ideológicos que antes consideramos utópicos. Para ello el Estado cuenta con su propio aparato represivo que le haga mantenerse por el hecho de la lucha que se provoca entre la Ideología y la realidad.

No cabe duda de que el estado tratará por todos los medios aparentemente legales o reales, de dar una apariencia de legalidad a la aplicación de todo su sistema coercitivo o represivo con tal de mantenerse en el poder. En resumen, se puede decir que tanto el aparato ideológico como el Estado en sí, actuarán conjuntamente, si bien entre los aparatos ideológicos y los aparatos represivos o coercitivos, preside lo que llamamos Ideología que justifica la actuación de todos los demás.

El conocimiento sobre la situación de todos los aparatos ideológicos del Estado, implica en conocimiento previo de cómo surge la Ideología: la Ideología tiene su nacimiento en las luchas de clases enfrentadas, cosa que en toda sociedad constituye el motor de la misma.

Si profundizamos en sus objetivos, vemos que se trata de la reproducción de los medios de producción: cada grupo tiene su propia estrategia dentro de este capítulo. La finalidad de la sociedad precapitalista, lo que pretende es la consecución del plusproducto, por lo que la estructura social en castas y estamentos acarrea la confusión de los elementos económicos con los políticos, religiosos y, consecuentemente, se produce un enmascaramiento de la conciencia de clase que causa en las sociedades precapitalistas una intervención menos intensa de los elementos represivos estatales.

Es preciso estudiar las actuaciones y situaciones de los aparatos ideológicos estatales en cada formación humana. En el terreno de la religión será preciso estudiar las situaciones socio-económicas para tratar de comprender sus aparatos ideológicos.

La religión se nos presenta como un conjunto de ritos y códigos de comportamiento moral del elemento humano penetrando en todas las facetas de la vida tanto en la puramente socio-económica como en cualquier manifestación social de la misma.

LA CIUDAD Y EL ESTADO EN EL MUNDO GRIEGO

ENTRADA DEL SISTEMA ROMANO

Al comenzar su aparición en el mundo occidental el fenómeno de ciudad, podemos contar dentro del territorio griego lo que consideramos polis, que, más que ciudades, estados propiamente dichos constituían palacios estados.

No se tienen paralelos en Oriente de esta tendencia social de organización. Cada polis tiene sus propias características: sus sistemas políticos son diferentes…no había más rasgos comunes que el de la lengua e incluso existían ciertas diferencias en ello.

El origen de la polis nace de la unión de aldeas o comunidades para organizarse, cada una a su manera y con sistemas de régimen diferentes. No cabe duda que una organización basada en el linaje o gens constituía la base de extinción de la propia ciudad o estructura social como tal organizada.

Dentro de los diferentes modos de organización podemos contar con estructuras tan opuestas como: monarquía, aristocracia, oligarquía, tiranía y democracia.

En resumen, es una agrupación de personas en régimen de comunidad con independencia propia, bajo una misma ley y con organización política.

Con este sistema de organización, aparecerá la propiedad privada, la economía mercantil y la pérdida paulatina de la consanguinidad gentilicia. Desaparece el parentesco y la polis se presenta como una comunidad de ciudadanos que habitan una ciudad, pueden beneficiarse de las ventajas que ello conlleva y están obligados a cumplir las mismas leyes. No cabe duda que la diferencia entre los ciudadanos era el tener la categoría de tal, porque evidentemente no todos eran iguales, ni la situación era la misma para todos. La figura del meteco en la comunidad ateniense es testimonio de las diferencias existentes en esta organización.

No se puede tener un actividad ciudadana de categoría sin la posesión del carácter ciudadano.

La polis se presenta como una unidad independiente. Cada una tiene sus dioses, su politeia, su estado social y sus recursos. Todo cuanto se produce tiene como trasfondo la polis: todo es político.

Cuando surgen los problemas de luchas entre comunidades, aparecen las ligas, fenómeno que en el fondo de la cuestión no es más que la lucha de la hegemonía de una ciudad sobre otra.

Se daba otro tipo de liga de carácter meramente religioso, pero que en el fondo no llevaba más que la intención antes expuesta.

Otro de los intentos era el crear una ciudad sobre otra ciudad, es decir, la aparición de la megalópolis, pero nunca dentro de lo que se puede considerar un estado en sentido más moderno.

El siglo IV va a ser el punto de partida de grandes cambios en esta organización política. Se hizo necesario acabar con la polis, aunque no todos los estamentos estuvieran de acuerdo. Con esta crisis, la polis deje de ser el elemento base de la comunidad griega. Se pretende crear la Helladópolis, o mejor la cosmópolis. Esto se ve bien claro en los intentos de la monarquía macedónica y en el imperio de Alejandro Magno. La ciudad va a seguir existiendo, pero dentro de otros esquemas y dependientes de otras monarquías llamadas helenísticas.

El sistema helenístico intenta sacar a la ciudad o mundo griego del sistema estancado que suponía la ciudad de corte tradicional.

Los problemas que empiezan a plantearse con el paso de los acontecimientos no tienen más solución que el olvidarse que las ciudades eran autosuficientes y que se necesitaba un cambio en el enfoque social, político y económico que hiciera evolucionar el sistema.

El intento de la conquista del Imperio Persa no es más que un intento que refleja el deseo de salir de los problemas que conlleva tal cambio y evolución.

La imposición del Imperio no suponía la desaparición de la ciudad, sino que la ciudad se negaba a su desaparición como tal. Ni la derrota de Atenas por Macedonia, ni la conquista del Imperio Persa significan más que un intento de solucionar los problemas planteados: las luchas de clases continuarían dentro de los estamentos dominantes.

Tan sólo la llegada de los romanos crea un sistema un tanto más estable en la sociedad griega. Las características ofrecidas por los romanos son algo semejantes a la griegas, pero hay algo nuevo: la organización romana es también una polis, pero ésta se impone sobre las demás añadiendo un nuevo y diferente factor: el Derecho romano. Se trata de un elemento tan relevante como lo es la religión en el mundo medieval. La importancia del derecho en el mundo romano es tan considerable porque ha sabido crear uniones y diferencias entre los habitantes del Imperio. Podemos ver estos fenómenos en la clasificación que paulatinamente se va haciendo de todas las ciudades y regiones que se van conquistando. Hay ciudades aliadas, confederadas, latinas, tributarias, etc., con lo que podemos concluir que la máxima aspiración de una de ellas era el conseguir la mayor categoría posible, hecho que implicaba la posesión de los derechos plenos de ciudadanía romana: ser ciudadano romano.

Roma sigue siendo una ciudad, pero se marchaba a una mayor unión.

Con el tiempo también va a resultar insuficiente el sistema de Roma como cabeza del Imperio. Se trata de una monarquía y de un mayor poder sobre ciudades. Toda ciudad quiere asemejarse a Roma. Se intenta imitar a la gran ciudad en el terreno urbanístico, político, religioso y económico.

Este cambio o evolución no se va a detener. Continúa el proceso hasta la época del Dominado, donde la ciudad va a ir perdiendo ese carácter centralista: se va a pasar del sistema esclavista al feudal; de la sociedad antigua a la sociedad medieval.

Otros de los fenómenos sociales observados es ver cómo todo el poder no se puede concentrar en una sola persona, tanto el político como el religioso. Dentro de esta observación podemos incluir, en primer lugar, las divisiones creadas dentro del Bajo Imperio, en que se puede observar hasta cuatro emperadores.

Dentro del estamento eclesiástico aparece el fenómeno de la jerarquización del poder.

Se da, pues, la desaparición del modelo antiguo para dar paso al medieval.

LA RELIGIÓN ESTATAL

Cunado se produjo la aparición del Estado, hubo cambios externos de la religión. En el momento en que Roma llega a convertirse en una ciudad-estado, y por ende en la capital de un reino, sus prácticas religiosas experimentaron una ampliación desmesurada, pero la finalidad primordial se mantuvo. La religión familiar pretendía asegurar la salud y prosperidad familiar. La religión agrícola buscaba alcanzar la prosperidad de los campos. La religión estatal: la prosperidad del Estado (Salus rei publicae).

en la religión estatal surgirá un sacerdocio del Estado, que desempeñará el mismo papel que el Pater familias de la religión familiar.

Por medio de la liturgia, gracias al conservadurismo, podemos descubrir la evolución de la religión de la ciudad de Roma al compás de la evolución de ella misma.

Entre tanto, en el terreno de los calendarios festivos de la liturgia romana podemos citar:

1) La festividad de las Lupercales, que tenía lugar el 15 de febrero. Consistía e que los sacerdotes (luperci, significa hombres-lobos por el disfraz que llevaban) con tiras de piel de cabrito flagelaban a los transeuntes, especialmente a las mujeres. Se tenía la creencia de que esos golpes las hacían más fecundas.

La marcha de los luperci se realizaba alrededor del Palatino, es decir, en torno a los límites del antiguo oppidum Palatinum que había sido la cuna de la Urbs.

Esta festividad debe ser una de las más antiguas del calendario romano, no sólo por el recorrido, sino también por las costumbre pastoriles correspondientes a épocas pasadas que están implícitas en esa festividad.

2) La fiesta del Septimontium se celebraba el 11 de diciembre. En ellas participaban sólo los que vivían en las montañas. Varrón dice sobre ellas:»ferias non populi sed montanorum modo». Se conoce la lista de los siete montes, que no deben confundirse con las siete colina de la futura ciudad de Roma: Palatinum, Germal, Velia (estos tres se incluirían más tarde en la única denominación de Palatino), Fagutal, Oppiano, Cispio (quedarían más tarde absorbidos en el Esquilino y Celio).

La delimitación topográfica que supone esta fiesta corresponde a una etapa posterior a la de las Lupercales y a un momento intermedio entre las aldeas aisladas y la organización final dela ciudad.

3)Las fiestas de los Argei que se celebraban en dos épocas del año (el 16 y 17 de marzo y el 14 de mayo), consistían en llevar en procesión, llevados por los Argei, 27 muñecos de cañizo a 27 capillas construidas para albergarlos. En mayo los muñecos eran tomados de las capillas (sacraria) y arrojados al Tíber desde el puente Sublicio.

Prescindiendo de la significación de esta ceremonia, que no está clara, es preciso señalar los siguientes datos: el puente Sublicio era el más antiguo de Roma. La procesión, según datos de Varrón, recorría las colinas de Celio, Esquilino, Viminal, Quirinal y Palatino, rodeando al foro que pertenecía ya a la ciudad.

Se aprecia en estas tres fiestas el ensanchamiento progresivo de Roma: la Roma quadrata del Palatino, los siete montículos, y finalmente, la Urbs centrada en torno al foro. En esta etapa última, el foro era el corazón religioso de la ciudad, con el santuario de Vesta y las Vestales.

Pasado el tiempo, sería en el Capitolio donde se construiría el templo más importante de Roma, consagrado a la tríada capitolina. Pero la religión romana realizó esta transformación no por sí mismas, sino debido a influencias etruscas, como consecuencias de las cuales se transformó la tríada primitiva de Júpiter, Marte y Quirino en Júpiter, Juno y Minerva.

Al hundirse la monarquía y desaparecer el sistema de rey-sacerdote, se perdió también el equilibrio social del viejo sistema tripartito. Es verdad que en el plano religioso continuó la figura del rex sacrorum, pero esta figura no ejercía ningún papel en la vida ciudadana.

La república, pues, se caracterizó por los conflictos sociales que, aunque tenían como origen problemas sociales entre patricios y plebeyos, ejercieron influencia en el plano religioso.

Así, los plebeyos consiguieron mediante la lex ogulnia (300 a. de n.e.) que la mitad de los puestos de los colegios estuviesen ocupados por ellos. (Sin embargo, los puestos del rex sacrorum, flamines maiores, salii, siguieron reservados a los patricios).

La construcción del templo de Castor, originariamente dios griego, protector de la caballería, en el s. V a, de n.e., y la construcción de otro templo consagrado a la tríada: Demeter, Dionisos y Ceres (Ceres-Liber-Libera, cuyo culto estaba confiado a la plebs, construcción que se realizó por los mismos años, se debieron, entre otras razones, a una política de mantener satisfechos a las clases sociales.

El que la religión romana se transformase tanto por factores internos, provocados por las tensiones, político-sociales, como por influencias externas, se debía al hecho de ser la religión romana un politeismo abierto.

Las transformaciones más serias, como la introducción de nuevas divinidades, permitidas por un politeismo abierto y romano, sólo tuvieron lugar en circunstancias particulares de gran peligro para el pueblo, sea por guerras, sea por epidemias. Así, la introducción del culto de Apolo, dios griego, cuya invocación más antigua, es la de médico, ocurrió durante una gran epidemia: en los Campos Flaminios se le consagró un santuario para que velase pro valetudine populi. El templo fue edificado en el 431 a. de n. e.

A principios del siglo IV se introdujo el culto a la divinidad etrusca Juno de Veyes. Ello se debió a una promesa del jefe de las tropas romanas en lucha contra los etruscos durante el asedio de Veyes. Se construyó su templo en el Aventino, como divinidad de origen extranjero y distinta a la capitolina. Juno Regina era considerada diosa nacional.

A finales del siglo III a. de n.e. se introdujo el culto a Cibeles, la Magna Mater. Era una divinidad oriental que residía en el monte Ida, país de los antiguos troyanos. En estos momentos estaban los romanos muy angustiados por los resultados iniciales de la Segunda Guerra Púnica. Un oráculo obtenido de los libros sibilinos prometió a los romanos la victoria a condición de que la «madre del monte Ida fuera trasladada a Roma».

en el año 204 a. de n. e. fue instalada Cibeles provisionalmente en el templo de la Victoria. en el 191, se le erigió un templo propio.

Once años antes había sido introducido el culto a Venus Eryx, a quien se construyó un templo sobre el Capitolio. Los romanos recurrieron a Venus durante la Primera Guerra Púnica. El cónsul Lucio Junio no dejó de reconocer a Venus en la Afrodita del monte Eryx, que logró ocupar definitivamente en el año 248 a. de n.e.

Estos dos últimos cultos introducidos por los romanos en las graves circunstancia de las guerras púnica, están relacionadas con la leyenda de Eneas, troyano, hijo de Venus.

La leyenda y las circunstancias peligrosas justificaron estas innovaciones.

4) El culto romano.

Ya desde antiguo se distinguía entre la liturgia nacional (sacra romana) y el rito griego (graecus ritus). La influencia etrusca, no tenida en cuenta en esta división, se manifestaba en el arte de los arúspices.

En el rito griego el oficiante actuaba con la cabeza descubierta, coronada de laurel. En el rito romano el oficiante actuaba con la cabeza cubierta. En el rito griego las plegarias no invitaban a otras divinidades distintas de las que estuviesen siendo objeto de culto. En el rito romano se hacían las plegarias como invocación general a las restantes divinidades.

El rito griego se reservaba para aquellas divinidades que conservaban rasgos de su origen griego, aunque hubiesen sido modificadas por un proceso de romanización. Tal ocurría en el culto de Hércules romano, romanizado por la leyenda. Los sacrificios que se le hacían, se le ofrecían graeco ritu. La influencia griega se manifestó también en la introducción de algunas ceremonias específicas: a) Lectisternia: consistía en rendir culto a las imágenes divinas colocadas sobre lechos ceremoniales. El primer lectisternium se celebró en el 399 a. de n.e. De los lectisternia se deriva el culto de la 1) Suplicatio: que se prescribía en las crisis más graves, después de consultar a los viris sacris faciundis. Era obligatoria para todos los ciudadanos, hombres y mujeres, quienes debían acudir a todos los templos para suplicar a los dioses que los librara de la angustia. 2) Juegos seculares: También pertenecientes al rito griego. Su objeto era conseguir una lustración general, en casos excepcionales. Fueron instituidos en el año 249 a. de n. e., con las prescripciones de que se celebraban cada 100 años.

Ante determinados sucesos los decenviros consultaron los libros sibilinos y determinaron que durante tres noches se celebrasen los juegos tarentinos en el Campo de Marte, en honor al Dios Pater y Proserpina, así como un sacrificio de víctima de pelaje negro.

Más tarde, augusto introdujo importantes modificaciones en estos juegos.

El rito romano.

Las celebraciones litúrgicas unas eran de carácter regular (feriae) y otras excepcionales (feriae imperativae) con intención expiatoria.

El término feriae quizá indique «dedicación exclusiva en honor de los dioses». prescindiéndose de ocupaciones profanas. El sacerdote más importante de la ciudad, el Flamen Dialis, debía permanecer quotidie feriatus.

Las festividades regulares, normales, pertenecían a dos categorías: las establecidas en días fijos (feriae estativae), y las que tenían fechas móviles (feriae conceptivae).

Entre las móviles estaban especialmente las festividades agrarias, cuya celbración dependía de las variaciones estacionales. Pero el mes era fijo. Así, los sementivae podían caer en distintos días de enero. Las fiestas de los campos celebradas por los fratres arvales, ocurrían en días variables de mayo.

La fiestas fijas figuraban en letras capitales en los calendarios. Las feriae más antiguas se destacan en los calendarios por el mayor tamaño de las letras capitales.

Aunque la tradición ha guardado memoria del año Romuleano, que empezaba en marzo, los calendarios consideraban enero como primer mes.

Durante el mes de enero se celebraban tres ceremonias públicas: 1) El Agonium, día 9 de enero, ofrecida a Jano por rex sacrorum (El mes de enero estaba consagrado a Jano). 2) Las carmentalia, día 11 y 15, es decir, antes y después de las Idus, dedicada a Carmentis o Carmenta, divinidad tutelar del Carmen como elemento de la liturgia.

El mes de febrero estaba dedicado a las purificaciones de vivos y muertos (Etimológicamente la tradición antigua mantiene que el término februare era sinónimo de lustrare o purgare. el 15 se celebraban las Lupercalia o purificación del fundamento de la antigua Roma. El 17, las Quirinalia, en la que se celebraba el rito purificativo de tostar el grano destinado a los vivos. el día 21, las Feralia, con las que se terminaban los días destinados a los muertos (dies parentales). El día 24, el Refugium, o purificación de la institución real. El día 27, las Equinaria, o purificación de las tribus mediante unas carreras de carros.

Al correr de los meses, las festividades se suceden según las necesidades de la ciudad y las exigencias de la estación. Así como las campañas militares solían iniciarse en marzo y se les daba término en octubre normalmente, debido a esto, muchas festividades de marzo tienen el carácter de ritos inaugurales de la estación militar, mientras que en octubre se celebran ceremonias que aluden a la clausura.

El ritmo de la naturaleza explica otras celebraciones. Así, la mayor parte de los ritos relacionados con el desarrollo de la vegetación tienen lugar en abril, mientras que los relacionados con la maduración y conservación de los frutos, ocurren respectivamente en agosto y diciembre.

El culto consistía en plegarias acompañadas de un sacrificio. Sin plegarias, el sacrificio es inútil (Plinio el Viejo, Naturalis Historia, 28, 10). Estos dos elementos constituyen la base de la liturgia romana. La oración se hacía con la cabeza cubierta y vuelto el rostro hacia el Este al mismo tiempo que se estaba tocando el altar o la estatua de la divinidad. El sacerdote hacía las fórmulas de las oraciones para no equivocarse y el fiel repetía cuidadosamente.

La oración se terminaba mediante la adoratio, que consistía en enviar un beso con la mano (oscula facere), o mediante la supplicatio, que consistía en una prosternación.

Los sacrificios podían ser cruentos o incruentos. Los cruentos consistían en ofrendas que podían ser sencillas (las primicias, libaciones de vino, tortas sacrificales) o copiosas (Epulum Iovis).

Las cruentas implicaban la muerte de animales. La elección de la víctima estaba sometida también a prescripciones legales. Según la divinidad de que se tratara había que elegir animales adultos (hostiae maiores), de leche, (lactantes), machos (mares) o hembras (feminae).

Estos animales antes de ser debidamente definitivamente elegidos debían ser examinados (probatio) para asegurarse de su estado de salud, su hermosa apariencia, y de ciertos detalles accidentales que debieran tener, según las prescripciones.

La víctima elegida era coronada con bandas (ínfulas) y tiras de lienzo (vittae) y luego era llevada ante el altar. Se la consagraba mediante la inmolatio, rito que consistía en derramar sobre la cabeza de la víctima harina sagrada (mola salsa) y vino. Además, el sacrificador pasaba la hoja del cuchillo todo a lo largo del espinazo del animal: desde la cabeza a la cola (inmolavitque mola vino cultroque). Mediante este rito la víctima era separada del mundo profano. La muerte del animal corría a cargo, en época clásica, de los ayudantes de los sacerdotes (ministri o victimarii o popae).

A continuación se examinaban los órganos internos (exta) para determinar si la divinidad acepta o no, el sacrificio, o dicho de otro modo, si se da una litatio. En el sacrificio romano, los órganos internos (exta) y la sangre se conservaban para los dioses, mientras que la carne (viscerae) se destinaba a usos profanos. (Se suponía que la vida residía en las exta y en la sangre, y que a los dioses sólo podía interesarles la vida).

Entre los griegos, sin embargo,tanto la carne como los órganos internos se repartían entre los dioses y los oferentes. Se consideraban exta la vesicula biliar (fel), el hígado (iecur), el corazón (cor), las asaduras (pulmo). Lucano menciona también la membrana del peritoneo (omentum). Según Plinio el Viejo, el corazón no se consideró exta antes del 274 a. de n.e.

En principio, el examen de los exta (inspicere exta) era un acto sencillo; si aparecía en buenas condiciones, se suponía que la divinidad estaba conforme. Entonces el oficiante los cocía en un caldero (aula) o, a veces, los asaba en un espetón (veru) para ofrecerlos (exta porricere, dare o reddere) a la divinidad.

Generalmente, antes de cocer o asar los exta eran rociadas de harina sagrada y se les añadían otras porciones tomadas de diferentes partes del animal. Exta y magmenta, después de de cocidas o asados, se cortaban (pro sexta) antes de ofrecerlas a la divinidad.

El examen de los exta se contaminó muy pronto con las doctrina etruscas del arte adivinatorio. De tal modo que los arúspices consultaban los exta (consulere) para hacer predicciones, se basaban en los supuestos de que los exta, y especialmente el hígado, eran un microcosmos en relación simpática con el Universo. El hígado tenía una parte que se refería al consultante (Pars familiaris).

Los sacrificios tenían la finalidad de obtener la aprobación de los dioses, sobre todo si se tenía la conciencia de haber perdido la pacem veniamque deum. Según esto, los sacrificios podían ser votivos cuando simplemente se trataba de asegurarse el favor de los dioses y, expiatorios, cuando se trataba de establecer la paz de los dioses. (Para un romano una calamidad o un desastre era síntoma de la ira deum). El votum era una solemne promesa hecha a los dioses en virtud de la cual un magistrado se entregaba en prenda a los dioses a cuenta del Estado, hasta que se cumpliera lo prometido (votum solvere).

Los votos podían convertirse en tradicionales y podían ser debido solamente a circunstancias excepcionales, como el ver sacrum ofrecido después del desastre de Trasimeno (El ver sacrum consistía en un sacrificio de todas las crías de ganado de cerda, ovino, caprino y bovino nacidas durante la primavera.

El votum podía ser incondicional o condicionado. En el siglo I los votos incondicionados, como el hecho por Augusto en los Juegos Seculares, eran poco frecuentes. Predominaba el voto condicionado o contractual (dabo cum dederis). La corriente contractual que tanto distinguíó a la piedad romana parece que su origen es de época del rey Numa.

Los sacerdotes

En época monárquica el rey era el jefe supremo de la religión estatal, siendo asistido por los sacerdotes. En época republicana se desdoblaron las funciones políticas y religiosas. Su finalidad era evitar la tendencia a volver al restablecimiento de un poder absoluto, siendo encomendada la suprema potestad religiosa a un sacerdote con el título de rex sacrorum o rex secrificulus quien debía renunciar a cualquier ejercicio de magistratura civil. Al final de este período el rex sacrorum es simplemente el sacerdote de Jano y el jefe de la religión nacional es el Pontifex Maximus.

En época imperial el jefe de la religión nacional sigue siendo Pontifex Maximus, cargo que los emperadores procuran se le conceda.

Los sacerdotes que al principio tan sólo se reclutaban entre los patricios,estaban organizados en colegios, excepto los flámines. El reclutamiento se realizaba por cooptatio. Solamente las vestales hacían votos de castidad.

Los flamines

Cada uno de ellos está dedicado al servicio de una divinidad. Se dividían en flamines maiores y flamines minores. Los flámines mayores eran el flamen dialis, flamen martialis y el flamen quirinalis, dedicados al culto de Júpiter, Marte, y Quirino respectivamente.

El oficio de flamen dialis, que fue abandonado en los últimos tiempos de la República, fue restablecido nuevamente por Augusto.

El flamen dialis no debía realizar ningún trabajo ni permanecer fuera de su casa ninguna noche; pertenecía al Senado, tenía un lictor y usaba silla curul.

Los pontifices

El numero de pontífices fue primitivamente de tres, cuatro o cinco. Eran los encargados de del cuidado y conservación del puente sagrado llamado Sublicius, de cuya función recibieron el nombre lo pontífices. Además, los pontífices estaban encargados de las prácticas religiosas públicas y privadas. El más importante de ellos, el Pontifex Maximus, que con el tiempo llegó a convertirse en la máxima autoridad religiosa de los romanos, era el que redactaba en calendario, señalaba los días fastos (laborables) y nefastos (festivos). El pontifex maximus controlaba el índice de los dioses indigetes, indigitamenta, en el cual estaban registrados los dioses propiamente romanos. Este índice solía ser revisado y aumentado de cuando en cuando.

Las Vestales

Su número osciló entre las cuatro, seis y siete, según los tiempos. La que dirigía el grupo se llamada gran vestal. Estaban encargadas del culto a la diosa Vesta. Las vestales eran patricias; no debían tener defectos físicos, tenía que tener voto de castidad y estar dedicada al culto de la diosa durante treinta años: los diez primeros para instruirse; los diez siguientes, para ejercer el cargo, y los diez últimos para enseñar a las nuevas vestales. Vivían todas en una casa llamada Atrium Vestae.

Los Salios

Su número era de doce. Estaban encargados del culto a Marte. en el mes de marzo realizaban una danza sagrada, de carácter militar, llamada saltatio que era acompañada de un canto rítmico.

Los Feciales

Su número era de veinte. Tenían encomendada como función las relaciones internacionales. Intervenían en el proceso de la declaración de guerra. Éstos debían comprobar previamente que los culpables eran los enemigos. Igualmente intervenían en la función foedera. El sacerdote fecial a quien se encomendaban las negociaciones, recibía el nombre de pater patratus.

Los Lupercales

Eran dose y pertenecía a las familias patricias de los Quintilios y e los Fabios.

En las Lupercalias recorrían las calles de Roma y daban golpes con tiras de piel de cabrito a cuantos quisieran tener hijos. Era éste un rito mágico con el que pretendían suscitar la fecundidad. Celebraban también otros ritos mágicos para proteger al ganado contra el peligro de los lobos.

El dios Lupercus, a quien servían, se identificó más tarde con el dios griego Pan,

Los Arvales

Su número era de doce y estaban encargados del culto a Ceres.

Los Intérpretes de los Libros Sibilinos

En principio fueron dos (duoviri sacris faciundis); más tarde se aumentó a diez. Sula amplió este colegio a quince miembros.

Su función era interpretar los Libros Sibilinos adquiridos por Tarquinio el Soberbio y procedentes de la sibila de Cumas. Mediante los libros trataban de ver la voluntad de los dioses en los acontecimientos religiosos y decretaban lo que era necesario hacer para proteger a Roma del castigo de los dioses que se anunciaban mediante los prodigia.

Los Arúspices

Eran sacerdotes de inferior categoría. Les estaba encomendada la función de analizar las entrañas de la víctimas ofrecidas en sacrificio y a través de ellas hacer predicciones.

Los Augures

No eran sacerdotes sino expertos oficiales que estaban encargados de la interpretación de los signos celestes.

Al principio, la pertenencia a estos colegios era un derecho reservado a los patricios. Hasta el años 367 a. de n.e. no fueron admitidos los plebeyos en el colegio de los viris sacris faciundis, dereco que consiguieron gracias a la Lex Licinia. En el acceso al colegio de los pontífices y augures no fue permitido a los plebeyos hasta el año 300 a. de n.e., año en que se promulgó la Lex Ogulnia.

El culto al Emperador

Los precedentes que nos ha legado la Historia sobre este fenómeno proceden de Oriente. A partir de Alejandro Magno deificado por el sumo sacerdote del dios Amón en Egipto, se introdujo en el mundo griego el culto a los déspotas. En Roma fue Augusto quien comenzó a fomentar la veneración y no rechazó el título de divus que le tributaban los poetas. Difundió las leyendas que lo entroncaban con Venus. Presentaba a Apolo como su especial protector y a Marte Ultor como el vengador de César.

En Roma no autorizó su veneración directa, pero sí admitía veneración especial a su genius como si fuera el genius de la ciudad.

La utilización que el Estado hace de la religión, en el fondo no se manifiesta, sino un aparato más de la instrumentación del poder.

El culto estatal (James, E.O.) era una continuación de la religión de la granja y del campo.

Tanto el culto estatal como el imperial constituyeron la forma como se organizó el Estado Romano desde Augusto. Es evidente, como se ha dicho antes que la influencia oriental tuvo una actuación decisiva, hasta tal punto que la monarquía militar que inauguró el Imperio, tuvo en este sistema de culto un reforzamiento ideológico claro dentro del cometido político. No hay que descartar las influencias que determinadas prácticas locales tuvieron en la extensión del culto imperial.

El culto imperial no implica sólo el culto al emperador, sino también la multiplicación de diversas formas existentes y su implantación en todo lo político-institucional integrado en el Imperio. Así nos encontramos que todo este fenómeno político-religioso se va a extender a todos los territorios del imperio.

En el fondo Augusto pretendía, a la vez que ganaba sus posiciones en este terreno de la política religioso-social, apoyándose en el resurgir de toda la tradición religiosa de la época republicana, reformar las tendencias del mundo oriental para vincular todo los religioso al jefe político militar que significaba el emperador.

El culto al emperador llega a concentrar en su persona las cuatro virtudes cardinales: Virtus, Clementia, Uistitia et Pietas. Este fenómeno comienza a manifestarse como propiedades inherentes a la figura del emperador; pero esto no significó un proceso rápido, sino que se fue realizando de forma progresiva.

Todo esto se ha podido constatar con la existencia de templos dedicados al emperador en distintas localidades del Imperio, pero cuyas manifestaciones comienzan a tener un carácter colectivo.

Otras de estas manifestaciones podemos observarlas en la identificación que a través del tiempo se va haciendo de las distintas divinidades del panteón romano con determinados emperadores, hecho que conllevó un reforzamiento del carácter universal y,en consecuencia, un apoyo absoluto en su función de jefe del Imperio.

El fenómeno de la divinización del emperador no fue un proceso rápido.

Dentro de la gran multiplicidad de cultos y de dioses, el culto imperial fue un gran resorte de unión tanto para la propia Roma como para Italia y las provincias, de tal forma que constituyó el símbolo de la unión y del sentido de imperio entre todos los habitantes de tan extenso territorio.

En todo ello hay que destacar necesariamente el protagonismo que Augusto dio a su genius, que llega a tener un carácter universal. Este culto, de origen privado, llega a convertirse en culto al emperador viviente.

Todo este proceso fue tal que el lento proceso, alimentado por la estrecha vinculación entre la divinidad y el emperador, acabaría en el hecho de divinizarlo en vida.

INFLUECIAS ETRUSCAS

Las influencias externas que más transformaciones operaron sobre la religión romana fueron las provenientes de los etruscos y de los griegos.

Los etruscos fueron los que enseñaron a los romanos a erigir estatuas a los dioses. La primera estatua de Júpiter hecha en terracota y colocada en el Capitolio, fue obra de un escultor etrusco, Vulca de Veyes (Plinio, H.N. 35,157).

Al asumir los dioses forma humana mediante las estatuas, se pensó en seguida en una morada para ellos. De esta manera el lugar sagrado (fanum), que muchas veces consistía en un bosque sagrado o lucus, adoptó la forma de un santuario o aedes que solía erigirse en el lugar consagrado a la divinidad.

Fueron también los etruscos los que enseñaron a los romanos a construir los templos. A ellos se debió la construcción del templo del Capitolio, consagrado a la triada capitolina: Júpiter, Juno y Minerva, mediante la cual se sustituyó la antigua tríada: Júpiter, Quirino y Marte.

Esta transformación de la tríada se explica por la importancia que tenía la mujer en Etruria. Importancia social superior a la que tenían en las sociedades indoeuropeas.Estas innovaciones debieron realizarse durante el período en que los etruscos gobernaron Roma, al final de la Monarquía.

De los etruscos aprendieron también los romanos el arte de los arúspices. Relacionado con estas innovaciones se encuentra la introducción de Juno de Veyes en el siglo IV a. de n.e.

CONSTACTOS CON LA MITOLOGÍA GRIEGA

Los romanos fueron adoptando de forma progresiva el culto a divinidades griegas: Apolo, Venus de Eryx. Pero la influencia griega fue mucho más honda.

La religión primitiva romana era eminentemente práctica: los romanos no se ocuparon ni de elaborar una cosmogonía, ni una mitología, ni una teología. Esta laguna teórica la llenaron los romanos apropiándose de los mitos griegos al realizar una labor de identificación entre sus divinidades nacionales y la de los griegos. Este proceso asimilatorio comenzó en el siglo VI por mediación de los etruscos y se acentuó durante la República al estrecharse progresivamente los lazos culturales directos entre latinos y griegos. La base que sirvió a los romanos de apoyo para realizar esta asimilación no fue arbitraria, ya que romanos y griegos tuvieron un pasado común indoeuropeo, como queda manifiesto por el nombre de Júpiter con las variantes onomásticas de Zeus Pater y Dius Pitar de los indúes.

Divinidades griegas y romanas:

LA TIERRA Y EL CUELO (Urano)

12 TITANES, de los cuales

CRONOS Y RHEA

(Saturno) Cibeles)

AFRODITA HESTIA POSEIDÓN HADES DEMETER ZEUS HERA Venus Vesta Neptuno Plutón Ceres Júpiter Juno

ATENEA APOLO ARTEMIS HERMES DIONYSOS ARES HEPHAISTOS

Miner Apol. Diana Merc. Baco Marte Vulcano

A lo largo del tiempo que corre entre el siglo VI a. de n.e. y el siglo III a. de n.e., se creó el Olimpo greco-romano, como resultado del proceso de identificación de las divinidades romanas con las griegas. Este Olimpo contenía las doce principales divinidades. De todas ellas sólo Apolo fue en Roma una divinidad enteramente nueva.

La influencia griega no sólo se limitó al campo de la mitología, sino que también alcanzó a la liturgia, según se ha visto al tratar de los ritos.

OTROS CULTO ORIENTALES

Los aparatos ideológicos del Estado se fundamentaban en dos elementos base: la ciudad y la familia. Este fenómeno bipartito dejaba fuera cualquier elemento que no quedara encuadrado dentro de esta estructura oficial. Así, los extranjeros no gozaban de la ciudadanía romana y, por tanto, quedaban excluidos.

En el caso de las comunidades tribales, como se dijo al principio de este trabajo, se intenta que los jefes de las tribus detenten el título de princeps familiae.

En otros casos se intentará dar a las divinidades sincretizadas el carácter de augusteas o bien se asocian al numen del Emperador. Como ejemplo de este fenómeno tenemos el caso de la diosa Nemesis. Para aceptarla se la liga al culto imperial (Testimonio de este divinidad tenemos recogido en las inscripciones de la Ermita de san Sebastíán en Adra).

De todos modos, la introducción de todas estas divinidades suponían un trastorno interno en el funcionamiento del aparato ideológico estatal y religioso que podía perjudicar la finalidad rectora de toda una tradición de comunidad religiosa y política.

La victoria cartaginesa de Trasimeno supuso la caída de una serie de valores de tal forma que el desencanto se apoderó de la mentalidad religiosas imperante.

El caso de las Bacanales puede traerse a colación en el sentido de que suponían un nuevo carisma frente a una sociedad en crisis.

Después de la victoria romana de Flaminio intentó introducir nuevas formas religiosas que no tuvieran aceptación por parte del Estado.

Pero frente a la irreversible situación expansiva de Roma en todo el Mediterráneo, tanto oriental como occidental, se produce también el irreversible fenómeno de la adopción de nuevos ritos y divinidades.

La aparición del Círculo de los Escipiones tendrá parte decisiva en estas adquisiciones. Frene a ello el estado tendrá parte decisiva en estas adquisiciones. Frente a ello, El Estado trata de resolver el problema mediante el sistema de los sincretismos religiosos, siendo Augusto quien consigue una plena unidad religiosa y política. Se ha dicho que el Ara Pacis ha sido la mejor representación de la ideología religiosa imperante.

Pero los problemas no estaban resueltos en este terreno. El primero de ellos es la vinculación de los actos religiosos a determinadas clases sociales, sobre todo a aquel elemento social que estaba ligado a la comunidad bien por la civitas bien por pertenecer a una gens o familia.

El segundo problema es la falta de contenido ético capaz de satisfacer a los diferentes estamentos de la sociedad romana en todo el Imperio. En último término tenemos el encuentro que se produce con otras nacientes religiones, como la cristiana de carácter universal, o la judía, con carácter nacionalista.

Esta brecha o falta de contenido trató de resolverse desde la época de los Severos mediante una profundización de la divinización imperial, ya que se pretendía convertir y dar al imperio un carácter totalitario, a tono con la ideología oriental .

La búsqueda de la unidad religiosa a través del Sol será un proyecto religioso ideado por Aureliano, dándose el mismo el nombre de deus et dominus.

Esta especulación no podía tener éxito porque adolecía de falta de penetración en las diferentes capas sociales que se encuentran a su vez con el impacto de unas religiones mistéricas con más contenido religioso que las estatales.

No obstante los cultos mistéricos en los sus elementos mistéricos y orgiásticos jugaban un amplio papel encontrarán su limitación en los imperativos impuestos por las pequeñas zonas en que se desarrollan, añadiéndose a esto lo complejo de sus ritos no haciéndolos asequibles a las masas sino tan solo a los iniciados. Pero a la vista de los hechos y el problema que constituía el acceso a la mayoría de estos ritos, éstos se irán simplificando de forma que adquieran un carácter más generalizado. Este fenómeno se manifiesta con los cultos de Isis, Attis y Mitra.

En un principio estos cultos no significaban una oposición frente a los aparatos del Estado, sino que más bien sirvieron para aglutinar a todas aquellas masas que, por no pertenecer a familias, gens o poseer la civitas, se encontraban fuera de la religión estatal.

Todo esto abocó, debido a causas socio-económicas principalmente, en un cambio ideológico que se irá infiltrando paulatinamente en el Imperio.

Por todo ello el culto al emperador comienza a perder fuerza ante las innovaciones que se adaptaban mejor a las nuevas circunstancias temporales. Como veremos más adelante, será el cristianismo quien tendrá un papel decisivo en la evolución social y, sobre todo, en el terreno estrictamente religioso, creando un nuevo orden de cosas hasta desembocar en nuevas formas de gobierno y cambios radicales en la ideología estatal.

El culto de Isis

El culto de Isis tenía como base el mito de Osiris que simbolizaba poéticamente las condiciones especiales que tiene la vegetación en Egipto. He aquí una de las versiones del mito: Geb y Nat tuvieron dos hijos llamados Osiris y Set, y dos hijas llamadas Isis y Neftis. Isis era esposa de Osiris, mientras que Neftis atendía a Set. Osiris gobernaba el mundo como un monarca bondadoso, pero Set adoptó frente a él una actitud hostil y logró asesinarlo a pesar de la protección de Isis, engañándolo para que se dejara encerrar en un sarcófago. Luego Set con sus ayudantes lo arrojaron al Nilo. Isis abatida por la tristeza sin embargo no descansó hasta encontrar a su esposo muerto. En unión con Neftis pronunció una lamentación con virtudes mágicas sobre el cadáver. Esto y las atenciones prodigadas al cuerpo mutilado por Anubis, y las dos hermanas, lograron devolverlo a la vida,

Entre tanto Isis concibió a su hijo Horus del difunto Osiris. Set logró de nuevo apoderarse de Osiris y lo descuartizó en catorce trozos, que Isis enterró conforme los iba encontrando.

Horus fue guardado en la región pantanosa del Delta y cuando alcanzó la edad viril, Isis lo llevó ante los dioses. Se celebró un juicio en el que Tot defendió a Osiris y Horus. Set fue condenado. Horus fue reconocido heredero y Osiris no regresó a la tierra, sino que fue nombrado señor del mundo inferior y juez supremo de los muertos. Osiris, pues, representa al rey bondadoso. Isis a la amante esposa. Neftis, a la hermana fiel. Horus al hijo vengador de la injusticia. Set, al hermano envidioso. Anubis y Tot, a los amigos que socorren en el desamparo.

Además, la dramatización del dolor y de la resurrección inspiró al pueblo la esperanza de una vida bienaventurada más allá de la tumba.

Según algunos egiptólogos la forma mistérica del culto de Isis y Osiris, tuvo lugar en una época avanzada, cuando entraron en contacto con el mundo griego, en época helenística.

El misterio del culto consistía en una interpretación más profunda del mito y en una serie de ceremonias que se iban recibiendo gradualmente y que se mantenían secretas para los no iniciados.

En los misterios de Isis había tres grados. Los grados segundo y tercero nos son desconocidos. El grado primero aparece insinuado en la Metamorfosis de Apuleyo. Parece ser que consistía en la anticipación del viaje al trasmundo, sugerida por medios sugestivos-hipnóticos.

De las excavaciones del Iseum de Pompeya, se deduce que este culto se introduce allí en el siglo II a. de n.e. El Senado tomó enérgicas medidas para que el culto no fuera introducido en Roma.

Particularmente Augusto y Tiberio que estuvieron empeñados en la revitalización del culto oficial y tradicional de Roma, se mostraron hostiles para con los devotos de Isis, a quienes, por otra parte, consideraban partidarios de Cleopatra.

A partir de Calígula, el culto de Isis empezó a florecer en todo el imperio. En el Campo de Marte se edificaron un Iseum y un Terapeum.

Durante el reinado de Caracalla se construyó otro Iseum en el Quirinal.

Junto con el culto de Isis se introdujo el culto a Serapis,divinidad promovida por Ptolomeo I Soter, elaborado basándose en Osiris y en el buey Apis.

El culto a Cibeles y Attis

Este culto fue introducido en Roma en el año 204 a. de n.e., por disposición oficial del Senado, previa consulta a los Libros Sibilinos durante la grave crisis de la Segunda Guerra Púnica.

Mito de Cibeles: Una enorme roca dominando Agdo, en Frigia, adoptó la forma de una gran Madre. Dormida, Zeus quiso hacerle el amor, pero a diosa se resistió luchando con Zeus, quien le dejó caer el semen durante la lucha.

De la roca nació un monstruo bisexual. Los dioses trataron de domesticarlo. Líber o Baco mezcló vino en el agua de la fuente en la que el monstruo llamado Addistis solía beber. Cuando éste, como consecuencia del vino, cayó en un profundo sueño, Baco le ató sus partes viriles a un árbol. al despertarse, el monstruo se arrancó las partes viriles de cuya sangre brotó un granado o ul almendro, que fructificó a su debido tiempo. Nana, hija del río Sangario, comió de sus frutos y quedó embarazada. Cuidada por Cibeles, dio a luz al niño Attis. su abuelo lo expuso pero fue criado por una cabra. El niño se hizo mayor y fue pastor.

Cibeles, la madre de los dioses, se enamoró de él, y lo hizo su favorito con la condición de que únicamente aceptara sus favores. Pero Attis se dejó seducir por una ninfa, por lo que Cibeles se vengó volviéndolo loco. Bajo el efecto de la locura, Attis se emasculó bajo un árbol, a las orillas del río Gallo. De su sangre brotó una fuente de cuatro bocas.

Según unas fuentes, Attis se transformó en pino, según otras, murió. Pero la diosa sintió compasión y pidió a Jípiter que lo resucitara.

Según una tradición, no revivió por completo; sólo movía su dedo meñique y crecían sus cabellos.

Según otra versión, Attis dormía durante el invierno y se despertaba durante el verano.

Evidentemente este tipo se encuentra relacionado relacionado con los ciclos de la naturaleza.

Las fiestas en honor de Cibeles y Attis se celebraban del 15 al 18 de marzo. durante esos días se iban reviviendo las diversas partes del mito.

En abril se celebraban los juegos megalenses en honor de Cibeles solamente ya que el día 24 de abril era el aniversario de la introducción del culto en Roma el año -204.

Las fiestas de Attis, en los lugares más alejados del santuario terminaron por adoptar la forma mistérica de ritos de iniciación.

Una de los formas más impresionantes del culto a Cibeles y Attis era el taurobolio, a veces llamado también criobolio.

En Roma se celebraba todavía por lo menos entre el -295 y el 390 de n. e. Consistía en que el sumo sacerdote, revestidos de los ornamentos sagrados era metido en un hoyo tapado con una especie de parrilla de madera sobre la que se colocaba el toro sacrificado, cuya sangre al desparramarse, caía sobre el sacerdote. Éste sale después con un aspecto horrible y se manifiesta al pueblo que lo adora.

Quizá esta ceremonia expresaba una purificación espiritual.

El culto de Mitra

El mito. Después de la creación del mundo, Saturno o Cronos entregó sus poderes a Júpiter, identificado con el dios iranio Ahura Mazda. Este dios de la luz que representaba la vida y el bien, tiene entablado un combate eterno con el poder de las tinieblas que representa el mal y la muerte. Mitra es el fiel auxiliar de Ahura Mazda. Había nacido de una roca, símbolo de la bóveda celeste, provisto de arco, aljaba y puñal.

La hazaña más famosa de Mitra fue el sacrificio del toro. Primeramente el dios cazó al toro que pastaba tranquilamente en las praderas. Después de mucho luchar y de dominar a la bestia, la llevó triunfalmente sobre sus hombros a una gruta, en la que sacrificó al toro contra su voluntad por orden del dios supremo. De la sangre del animal agonizante brotó una nueva vegetación en forma de espiga de trigo. Mitra concluyo un acuerdo con el dios Sol, quien, al parecer, le había dado la orden de parte de Júpiter. (Ahura Mazda) de matar al toro. en un banquete sagrado ambos comen la carne del toro y beben su sangre.

Al final de su vida terrena, Mitra asciende al cielo junto con el Sol en una carroza.

Doctrina y culto

Solo del mitraismo, entre los cultos mistéricos orientales, se conoce la doctrina.

El dios era concebido como el defensor de la justicia y guía victorioso.

El nuevo Mystes o iniciado nacía al culto de un niño desnudo después de haber superado numerosas pruebas. Tenían un rito de purificación con perdón e los pecados. Los grados de iniciación eran siete: los tres primeros eran diversos grados de los aspirantes; a partir del cuarto se formaba parte como miembro de pleno derecho. Los iniciados del grado más alto son los representantes del dios en la tierra.

Celebraron procesiones, en algunas de las cuales participaba el toro que había de ser sacrificado, no sólo para ofrecerlo al dios sino también para recordar sus gloriosas hazañas. Después se celebraba un banquete sagrado. Debe tenerse en cuenta que la sangre y carne del toro se consideraba como semilla de la eternidad. A veces, en lugar de la carne y sangre del toro, comían como sustituto pan y vino. Este culto no admitía a las mujeres entre sus adeptos.

Introducción en Roma

Plutarco nos informa de que los romanos establecieron contacto con el mitraísmo por medio de los piratas cilicios, asentados en Italia después de su derrota a manos de Pompeyo el Grande.

En el siglo I a. de n. e. no fue admitido oficialmente por el Senado, por lo que no pudo entrar en Roma. Fue favorecido por los sucesores de Augusto y Tiberio. Nerón lo fomentó. en el siglo II de n. e. La imagen de Mitra aparece en todas las provincias del Imperio, cuyo culto fue divulgado principalmente por los soldados y los comerciantes. durante este mismo siglo llegó a penetrar en el palacio imperial del Palatino.

EL CRISTIANISMO

El cristianismo entró poco después de su nacimiento en contacto con el mundo romano. San Pedro y san Pablo ejercieron una amplia labor de difusión del cristianismo en el mismo corazón de Roma. Este nuevo movimiento religioso aportaba importante novedades que lo distinguía de la religión romana. a) El concepto de sobrenaturalidad: el romao no creía que la fuerza numinosa fuera de orden distinto al natural. Esto explica que pudieran aceptar un cierto parentesco natural de algunos hombres con la divinidad. b) El espiritualismo cristiano restaba importancia a la letra de las leyes, mientras que la religión romana era altamente formalista. c) El cristianismo presentaba un carácter universal, mientras que la religión romana, a pesar de su aperturismo, no tenía más aspiraciones que las del imperio romano. d) El cristianismo tenía una fundamentación histórica, mientras que la religión romana, bao la influencia griega, adoptó una fundamentación mítica. e) La religión romana no consideraba el individuo, sino a la colectividad, por lo que ni desarrolló la mística ni la ética individual; mientras que en el cristianismo, el individuo reviste una particular importancia. f) A los romanos les faltaba igualmente el concepto de la inmortalidad. Más exacto, tenían fe en cierta inmortalidad de ultratumba, pero se trataba de una inmortalidad familiar. La inmortalidad personal se fue abriendo camino en el último siglo dela República, pero se la considera privilegio de los grandes personajes. El cristianismo aportará el mensaje de inmortalidad individual. g) Al politeísmo romano opuso el cristianismo el más estricto monoteísmo.

La lucha entre ambas religiones se prolongó durante cinco siglos. El golpe definitivo fue asestado a la religión romana por Teodosio, quien ordenó la clausura de los templos, prohibió los sacrificios públicos así como los cultos domésticos en honor de los lares (manes), penates y los genios.

Sin embargo la religión romana no desapareció sin dejar huella e el cristianismo. He aquí una serie de vestigios romanos en la religión cristiana: 1) El obispo de Roma adoptó el título e Pontifex Maximus. 2) El cristianismo adoptó gran cantidad de términos de la religión romana: religio, pietas, sanctus, sacramentum etc. 3) El cristianismo asumió algunas festividades romanas:los Lupercalias influyeron en la fiesta de la purificación de la Virgen; los Ambarvalia, en las rogativas por los campos, etc. 4) El culto a los muertos adoptó rasgos de las costumbres romanas; empleo de flores y otros detalles. 5) la estructura de las plegarias.

Dentro de todo este cambio profundo que produce la religión cristiana en la estructura socio-política del imperio romano, conviene hacer además unas cuantas precisiones. y matizaciones en lo que concierne a otros movimientos ideológicos que intentaron ser la alternativa dentro de lo que se puede considerar como aparatos ideológicos del Estado romano.

Puede observarse una gradual decadencia del sistema esclavista que corre paralela a la paulatina pérdida de poder real del pater familias en la sociedad romana.Tanto esta debilidad familiar como la falta de contenidos éticos de los ritos romanos van a producir una decadencia de la ciudad que pretendía seguir siendo el eje central de la estructura del Imperio.

En otro terreno de cosas, el cambio que se produce en el sistema de producción provoca la hegemonía del campo sobre la civitas.

Tanto la crisis de la familia como la civitas y los cambios en los sistemas de producción van a incidir de forma directa y decisiva sobre la propia influencia del Emperador o poder imperial.

Ante esta nueva situación de cosas. el Estado necesita buscar las respectivas alternativas tanto en lo que a aparatos ideológico se refiere como a los instrumentos religiosos que lo coadyuvan.

Si la familia se desmorona y los lazos religiosos que la unían ya no surtían los efectos previstos en favor de una estabilidad ciudadana que, a su vez, incidía de forma directa en el control de todo el sistema socio-político, era necesario una transformación gradual que sirviera para la representación y reproducción de las nuevas formas socio-económicas que estaban surgiendo que, en definitiva, permitirían la continuidad del proceso histórico. En este terreno las cosas, es necesario considerar que el movimiento filosófico dirigido por Séneca se iba a encarrilar hacia el fortalecimiento del sistema vigente, como alternativa de continuidad.

Si tenemos en cuenta el carácter universal que inspiraba la filosofía estoica, ésta llega a considerarse como perfectamente entroncada, dentro de la cosmópolis, con la concepción universal del Imperio.

Si tenemos en cuenta que el estoicismo que protagoniza en estos momentos Séneca, defiende las tres unidades-base que se encontraban en crisis: familia, civitas e Imperio, la nueva concepción venía a salvar de momento la situación.

Para Séneca, la familia es un Estado en miniatura. A tal punto llegó el sentido práctico de la nueva doctrina que, en época de los Antoninos, se convierte en la religión oficial del Imperio.

El Emperador era un orbis terrarum, y Roma la civitas por excelencia a la que hay que imitar. Esto se unía al supuesto de que todos los individuos practicaban los normas predicadas por Séneca.

El estoicismo estaba desprovisto de expresión y por tanto su capacidad quedó limitada. Tan sólo sirvió para cumplimentar el culto oficial y a determinadas capas de la sociedad: no tenía un carácter universal.

Era necesario un sistema que recogiera un carácter universal y un contenido ético-moral.

El culto al Emperador tenía un carácter universal que tropezaba con los cultos provinciales y, aunque intentó sincretizarlos, fracasó en muchos de sus intentos.

A pesar de los intentos de simbiosis, el estoicismo no pudo llegar más que a determinados niveles de individuos, por lo que la mayoría de los elementos humanos de la plebe romana quedaba fuera de estos esquemas religiosos. En el terreno de los esclavos tampoco surtió el efecto más mínimo, ya que se vieron inclinados a buscar unas creencias más acordes con su propio estado social. Cuando en el colonato llegan a confundirse los ciudadanos libres y los esclavos, la situación se complica aún más.

El Edicto de Caracalla proclamando a todos los individuos del Imperio ciudadanos romanos, tampoco resolvió la situación. Si los aparatos ideológicos del Estado no corrían paralelos a los religiosos, no se podía consolidar esta nueva situación.

En estas formas aparece el cristianismo como método de salvación de todos los males. Los intentos de ligar a la familia en su sentido primitivo, fracasaba precisamente por la falta de un contenido ético-moral. El estoicismo presenta una búsqueda de libertad interior, simplicidad de corazón, ayuda mutua, misericordia, etc., como rasgos más destacados.

Pero frente a la religión oficial, el pueblo busca sus propios dioses asequibles a su forma de vida y necesidades humanas y éticas.

De esta forma se llega a la extinción de un sistema oficial que no supo mantener sus aparatos ideológicos por falta de adecuación a la realidad que se necesitaba.

La alta sociedad había pedido su influencia en las masas, en el terreno religioso y filosófico dado que tanto el estoicismo como el neoplatonismo van a protagonizar unos sistemas no accesibles a la mayoría de la población.

En este estado de cosas se presenta el cristianismo aportando lo que en aquellos momentos de la historia necesitaba: una religión de carácter universal y una doctrina de pleno sentido ético-moral. Esta fue la clave de su triunfo como se ha visto en la anterior exposición de sus sistemas frente a todos los que por entonces se conocían en todo el Imperio.

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ELEMENTOS PARA UN ESTUDIO HIDROLÓGICO DEL COMPLEJO INDUSTRIAL ROMANO DE F. I. SEXS (ALMUÑÉCAR)

Con todo cariño y añoranza, dedico este trabajo de investigación, a mis colegas de promoción 1966-1971

Mercedes Píriz Navarro, Antonio García Úbeda, Encarnita Rodríguez Cerrillo,José Palacios Royán, Dorita Calero Amor, Juan Ruiz Muñoz, Puri Jiménez Serrano, Rodolfo García Álvarez, Lourdes Olmedo Rojas, Cándido Santos Pérez, Mª Dolores Rincón González, Fco. Javier Gallardo Galera, M. Begoña Lasarte Uzquiano, Enrique Díaz de Guereño, Salvadora Chica Giménez, Jesús Vázquez González, Ana María Medina Marín, Emilio Aguilera Moreno, Mari Carmen Arias Abellán, Aurelio Pérez Jiménez, Encarnita Roca Ruiz, José Lozano Sánchez, Ana María Perales Alcalá, Juan J. Torres Ruiz, Mari Carmen Ros González, Mª Carmen Quesada Montoro, Maria Victoria Quirós Parra, Mª Luisa Picklesimer Pardo, Manel Montoro Martínez, Juanita Ceres Frías, Luis García Moreno, José Atonio Sánchez Marín.

Figura 1.-

La imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es el-acueducto-desde-jete-a-almunecar-binder1_pagina_3-copia-2-1.jpg

Figura 2,-

Plano (sin autor conocido) sobre los acuíferos comprendidos entre el término municipal de Lentegí (Guardahamas) y Almuñécar. Pensamos que el acuífero del acueducto tiene su origen desde las cercanías de Otívar, tal vez por encima, aunque ahora contamos como punto de referencia el Peñón Rodado por debajo de Otívar. Cuestión aún pendiente de confirmar. Nada seguro. Falta exploración del terreno.

Figura 3.-

Plano comarcal de Almuñécar, con los puntos claves hasta ahora bien definidos

Figura 4.-

Plano levantado por el Dr. Ingeniero de Caminos, Puertos y Canales D. Carlos Fernández Casado

Figura 5.- Fotoplanimétrica

En esta foto aérea se perfila la trayectoria del río Verde, con los puntos de Cázulas y Otívar.

Figura 6.-

Localización de sectores de Cázulas y Otívar.

Figura 6.- Fotoplanimétrica

En esta foto se observa la Poza de Cázulas y el recorrido de río Verde.

Figura 7.- Fotoplanimétrica

Esta vista nos muestra la barriada de Las Peñuelas y un amplio tramo de río Verde y río Seco en dirección a Almuñécar, señalándose también el inicio que hoy se conoce del acueducto romano en la vertiente de río Seco, abarcando los seis puentes que comprende su trayectoria en esta zona.

Figura 8.- Foto aérea de la zona más poblada arqueológicamente.

Vista general del casco urbano de la ciudad de Almuñécar.

Punto donde se corta el puente romano———- X

Figura 9.- Fotoplanimétrica

El signo X indica el punto donde la carretera corta el acueducto dejándolo enterrado. Desde ese lugar hasta el Barrio de San Sebastián hay más de cien metros.

Iniciamos un preámbulo histórico del pensamiento antiguo sobre el Agua en el mundo grecorromano

Texto de Marco Lucio Vitruvio.

«Sobre los modos de conducir el agua (Vitruvio VII)».

«De tres maneras se puede conducir el agua: por zanjas mediante obras de albañilería, por cañerías de barro, o por tuberías de plomo. He aquí las reglas que se han de seguir en cada caso.

Si la conducción se hiciere por zanjas o canales, las obras de albañilería deben ser lo más sólidas posible y con una pendiente de a lo menos un cuarto de pulgada por cada cien pies de longitud, siendo además necesario que la conducción esté además cubierta con bóveda, a fin de que el sol no toque de ningún modo el agua. cuando ésta llegue a los muros de la ciudad, será preciso construir un depósito y, unido a él, otro con no menos de tres arcas de agua. En el depósito se instalarán tres tubos que distribuirán el agua con uniformidad en comunicación con el anterior de las cambijas (arca de agua elevada sobre las cañerías que la conducen), alimentadas por estos canales, y que están dispuestas de tal manera que cuando haya mucha agua, la cambija central recibirá la que sobre en las otras dos y la enviará por las cañerías a todos los lavaderos y a todos los surtidores. El agua de una de las dos cambijas irá a parar a los baños públicos, de los que la ciudad obtendrá una renta anual. El de la tercera, se destinará a las casas particulares, pero de modo que no falte para el público el agua necesaria, evitándose que pueda ser desviada de su curso, ya que irá directamente por acueductos especiales. He aquí la razón que me mueve a prescribir esta distribución: es para que los particulares a quienes se les haya concedido agua para sus casas, queden sometidos al pago de una cantidad a los recaudadores de impuestos. Si, por el contrario, hubiese que salvar montes entre la toma del agua y la ciudad, se procederá de este modo: se horadará el monte para hacer pasar el agua conservando siempre la pendiente necesaria, como se ha dicho antes, y si el suelo fuese de peñas o de toba, se abrirá sobre ello el acueducto; pero si el suelo fuese terroso o arenoso, se construirá en la excavación una galería cubierta con bóveda y por ella se hará pasar el agua, abriendo pozos espaciados uno de otro ciento veinticinco pies (29,6 cm)

Si se hubiera de conducir el agua por tuberías de plomo, ante todo se hará un depósito próximo al nacimiento de la fuente, y luego, a proporción de la cantidad de agua, se determinará la luz de los tubos; desde ese depósito se irán tendiendo los tubos hasta aquel otro que esté a la entrada de la ciudad. Estos tubos habrán de tener una longitud no menor de diez pies cada uno, y si fuese de cien, su peso será de 1200 libras cada uno; si fueran de ochenta, tendrán su peso de 960 libras; si de cincuenta, 600 libras; si de cuarenta, 480 libras; si de treinta, 360 libras; si de veinte, 240; si de quince, 180; si de diez, 120; si de ocho, 100 libras, y si de cinco, 60 libras. Adviértase que esos conductos toman su denominación de la anchura de las planchas, es decir, según los dedos que tenían de planchas de que están hechos antes de haber siso curvadas. Así, por ejemplo, si la plancha era de 50 dedos cuando de ella se hizo un tubo, éste se llamará de cincuenta, y así sucesivamente. El acueducto que se hace mediante conductos de plomo, se regulará de este modo: Si desde el manantial hasta la ciudad hubiera una pendiente no interrumpida por altos montes que pudieran constituir un obstáculo, se rellenará con obras de albañilería el desnivel de los valles interpuestos, observando para las pendientes las reglas dadas para la construcción de los acueductos; pero si se tropezara con altas montañas, será preciso que la conducción de la tubería se haga rodeando el monte, siempre que este rodeo no resulte demasiado largo. Si se interpusieran valles extensos, se dirigirá por ellos el curso de la tubería, siguiendo la ladera del monte, y a alguna distancia del fondo del valle, se apoyarán los tubos sobre obra de albañilería no muy elevadas, sino solamente lo que fuera necesario para que el agua, después de haber atravesado todo el valle, pueda subir del otro lado hasta alcanzar la ladera; esta obra formará lo que los griegos llaman koilios,y nosotros «vientre».

Cuando se hubiera llegado al lado opuesto, los tubos, a causa de la longitud de ese vientre, forzarán el agua aprisionada a subir suavemente a la cima de la rampa. si no se hiciera en los valles este vientre, ni hubiese una construcción a nivel, se formaría un codo brusco y el agua reventaría y desharía las junturas de los tubos. Además, en este espacio llamado vientre, se han de hacer respiraderos por los que pueda darse salida al aire comprimido en la tubería.

De este modo los que conducen el agua por tuberías de plomo,siguiendo estas reglas, podrán llevar a cabo muy bien esta conducción, tanto en curso recto como por rodeos, subiendo o bajando laderas. También será muy conveniente cuando se halla una pendiente razonable desde las fuentes hasta las murallas de la ciudad, abrir unos registros distantes unos de otros unos cuatro mil pies, a fin de que, si se produjera una avería en cualquier parte de la conducción, no haya necesidad de revisar toda la tubería y se puede con facilidad encontrar el sitio en que se haya producido; pero esos registros no se deben hacer ni en los declives ni en la sección que hemos llamado vientre, si en las pendientes en donde el agua forzosamente tiene que volver a subir, ni en lo hondo de los valles, sino allí donde la tubería se apoye sobre un nivel igual seguido durante un largo tramo.

Pero si se quisiera gastar menos en la conducción del agua, se procederá de este modo: se harían tubos de barro cuyo grosor no sea menor de dos dedos y de suerte que uno de los extremos sea más estrecho con el fin de que pueda encajarse dentro del otro. Las junturas se ha de cerrar con cal diluida en aceite; y en los sitios donde bajan los tubos para hacer el llano del vientre, en el lugar mismo donde se forma el codo, se debe poner una piedra roja que estará perforada para poder recibir tanto el último tubo que baja, como el primero de los que deben ir a nivel, para formar el vientre; y del mismo modo deben ser introducidos en los orificios de otra piedra roja, tanto el último tubo del vientre como el primero de la cuesta por donde la tubería vuelve a subir.

Regulándose la conducción y la pendiente del agua, tanto en los declives como en los llanos y en las cuestas no habrá que temer que la violencia del agua haga reventar la tubería; porque, en efecto, suelen producirse en los acueductos unas tan violentas corrientes de aire, que hasta rompen las mismas piedras si previamente no se ha tenido cuidado de dar entrada la primera vez al agua poco a poco y no se han asegurado los codos y recodos con ligaduras o con lastre de arena. Para todo lo demás se procede como en tubos de plomo.

Además, cuando se hace pasar por primera vez el agua de las fuentes por los tubos, será preciso echar en ellos ceniza muy fina, para tapar con ellas algunas junturas que quizá no hubieran quedado bien obturadas.

Ahora bien, las tuberías de barro tienen las siguientes ventajas: primera, en cuanto al trabajo, porque, si ocurre algún desperfecto, cualquiera puede repararlo; y segunda, porque el agua resulta mucho más sana conducida por cañerías de barro que por tuberías de plomo. En efecto, el paso del agua por el plomo tiene el inconveniente de que de éste sale al albayalde, del que se dice que es nocivo para los cuerpos de los hombres; y así como lo que con el plomo se forma es dañino, no cabe duda de que él lo será también. Podríamos aducir el ejemplo de los plomeros, los cuales tienen siempre la tez pálida, debido a que, al soplar para licuar el plomo, el vapor que de él se desprende, al penetrar en las articulaciones de los cuerpos, las va consumiendo de día en día y extrae de ellas todo el vigor de la sangre. Por tanto, parece que no deben conducirse con tuberías de plomo las aguas si se quiere que éstas sean sanas.

Y por otra parte, que es mejor el sabor pasando por tuberías de barro puede colegirse de la vida ordinaria: porque todos, aunque tengan bien sus mesas provistas de vajilla de plata, sin embargo, adoptan vajillas de barro para beber agua, porque tiene en ellas mejor sabor». (Marco Lucio Vitruvio. Los diez libros de Arquitectura. Libro VII, capit. sobre el uso del agua. Tradución de Agustín Blánquez, Barcelona, 1970).

CARACTERÍSTICAS DEL TRAZADO DEL ACUEDUCTO DE SEXSI

A partir del año -206, tras la batalla de Ilipa, como se ha dicho ya, y ante la perspectiva de levantar una explotación de las industrias que los fenicios había montado en este enclave desde tiempos atrás, los romanos se plantean llevar a cabo el desarrollo a gran escala de una macro-industria de salazones de pescado. Para ello inician un estudio del terreno viendo la posibilidad de proporcionar la suficiente cantidad de agua de calidad para llevarla a este fin, además de los servicios domésticos, públicos y privados. Según Vitruvio, el agua debía reunir unas condiciones adecuadas para dar un óptimo punto de calidad a la industria fundamentalmente. Del tiempo de los fenicios, tenemos datos de que su sitio de emplazamiento más probable fuera el conjunto de colinas situadas en el entorno del actual IES Antigua Sexi. La razón se debe a que el barrando del Noi, que proporciona, y antes más, el agua suficiente para las necesidades domésticas y las salazones que desde antaño se venían trabajando por todo este espacio de campo. La verdad es que no se ha localizado ni una sola pileta de salazones en este lugar. Tampoco en el casco urbana actual de la ciudad. Pero sí sabemos que probablemente este manantial del Puente del Noi disponía de un agua de alta calidad, ya que manaba de una mina abierta para este fin, aparte de las aguas de lluvia que anualmente se produjeran. Son aguas que manan de un terreno de roca silícea, idóneas para la industria y el uso doméstico.

Y los romanos llegaron a hacer algo similar. Puesto que el agua de mar se encontraba rodeando el espacio que ellos ocuparon para el montaje de su industria y edificaciones auxiliares, amén de los edificios públicos, se tuvieron que remontar los ingenieros romanos bastante adentro del gran estero marino de río Verde para poder encontrar el agua que ellos necesitaban para el montaje de tal industria. Vitruvio decía (Libro VII, su obra) que el agua debía evitar las malas tierras porque daban agua de mala calidad, y expresa la forma que los técnicos debían utilizar para conseguir que fuera lo más adecuada posible para esa industria y para las necesidades públicas. Por los indicios del trazado del acueducto, se puede llegar a la conclusión de que los ingenieros se tuvieron que remontar río Verde arriba hasta encontrar el agua apropiada a sus necesidades. Modernamente se sabe que el agua del mar perturbaba y mucho la consecución de agua de calidad. En la ciudad de Jete, el agua que se usa es bastante dura, lo que indica que la cal que lleva en su estructura, la hace inservible para los fines que se pretendían, según dice el propio Vitruvio. Y hete aquí que para buscar agua de esas cualidades han tenido que remontarse, por lo pronto y según nuestras observaciones, hasta la localidad de Otívar de entrada. Y probablemente, con las características exigidas, haya que seguír buscando hasta por encima de Otívar, lugar donde se empieza a encontrar agua de esa calidad. El canal último descubierto se encuentra a unos doscientos metros, río Verde arriba. Y ese canal se encuentra, como ha quedado dicho, sobre el mismo lecho del río. Pero pensamos que, al no haberse hecho ninguna prueba de la calidad del agua que discurre por su interior, el agua que ya podemos contemplar es la que abastecía. en principio, las localidades de Jete, toda la parte izquierda río abajo, hasta que el canal sale a superficie para regular la pendiente de desnivel entre los puntos claves de cotas muy marcadas por las diferencias del alturas. Pero es a partir de Jete cuando empiezan a aparecer los canales subterráneos a cierta profundidad, y esto se ve en uno de los planos que se tienen de ciertas proporciones y profundidad. Se sabe que la pendiente que debe mantener el canal en todo su trazado, según los desniveles, es de dos pulgadas y media cada 41 m. Con ello se evita que la velocidad y la cantidad de agua puedan hacer reventar por presión la cubierta del canal. Para evitar eso, además, es preciso construir unos registros para regular la presión del aire que, evidentemente, se acumula en todo el trayecto de la conducción. Y además se usaban tales registros para poder acceder y realizar la limpieza de las arenas acumuladas por el arrastre del agua, ya que ésta pasaba al canal filtrándose desde el mismo río, razón por la que el trazado del citado canal discurre siempre por el lecho que más agua filtrada puede recoger desde la superficie del río. Como ha quedado dicho al principio, el agua del río que se filtraba, iba pasando por las zonas permeables del canal a través de las rendijas que tiene su cubierta que funcionaba como si fuera un filtro. Y por esas rendijas no sólo entraba agua sino también arena, tierra y elementos vegetales, capaces de colarse a través de esas rendijas. Y por ello había que limpiar el canal sacando los elementos posados sobre puntos de los respiraderos fáciles de limpiar, porque daban al spiramen por donde una persona podía extraer la tierra y arena que se posaba en esos espacios adrede hechos para ese fin; y con ello se evitaba que quedara obstruido por la acumulación de los elementos residuales (arena, limo, vegetales y otros elementos). De esa forma se evitaba que el canal pudiera llegar a obstruirse. Con este fin, en la mayoría de los canales, en superficie o encima de los puentes arqueados, se construían respiraderos a una distancia aproximada de unos cien metros.

El problema más serio que se planteaba a los ingenieros romanos era el trazado de debían elegir cuando se encontraban con una vaguada, la salvaban, o tenían que dar un largo rodeo canalizado para superar largas distancias. Este problema generalmente se resolvía mediante la construcción de canales haciendo minas que atravesaran una montaña (como ocurre el Almuñécar, en Venta Luciano). Y otra de las dificultades era salvar un fuerte desnivel por el que discurría el canal; para ellos idearon construir sistemas de sifones y semisifones, según el terreno. Uno de ellos se resolvía mediante el uso de un sistema de entubado del agua, que podía, como ha podido ocurrir el Almuñécar, mediante tuberías de plomo o cerámica. La de plomo solía descartarse cuando se trataba de agua destinada al consumo humano o industrial por la razones de salubridad que antes se han citado por parte de Vitruvio. El plomo libera sustancias tóxicas que perjudican la salud humana y de las plantas. Por ello no era muy frecuente. Por esta razón es muy frecuente encontrar tuberías de cerámica, diseñadas con una técnica apropiada para que no sufran desperfectos en sus puntos de unión. Los depósitos, situados en diferentes puntos del complejo, podemos enumerarlos sucesivamente desde el Peñón del Santo hasta las cercanías del Torrecuevas. Y con relación a los pozos, relativos a los emplazamientos romanos, tan sólo podemos citar dos; uno en el Majuelo y un segundo muy cerca, al fondo de la calle Nueva. Con relación al sistema de alimentación de agua de los baños públicos se han registrado elementos de cerámica en la mayoría de ellos. Tan sólo ha aparecido un elemento de plomo en las termas romanas del Castillo.

Se van a ordenar las diferentes partes de esta exposición de datos, comenzando con los puntos más lejanos de Almuñécar: desde Guardajamas (Lentegí). A continuación se van a exponer los tramos o puentes del acueducto, seguidos de la ubicación de los puntos de respiración y drenaje del trayecto de los canales desde aguas arriba de Jete hasta Almuñécar. Se detallarán las características que hasta ahora se han omitido por falta de un estudio profundo y contextual de su trazado; problemas que resolvieron los ingenieros romanos y que hasta ahora se ignoraban por la falta de un estudio completo. Han cometido errores hasta los más expertos en el tema, sobre todo en lo relativo a la restauración de algunos tramos del acueducto, sobre todo el mayor puente, que salva la vaguada del barranco de Torrecuevas, con una restauración totalmente inapropiada, porque los canales que discurren por la parte superior son de cubierta en forma de arco de medio punto, y no cubierto con rasillas modernas (cosa que tendrán que corregir, porque es un error imperdonable en restauración.

PRINCIPIO DE LA HIDRÁULICA DESDE GUARDAHAMAS

Para el inicio de la distribución de las aguas desde la villa rústica romana de Guardhamas, conviene exponer algunas fotos sobre la realidad de esta localidad, que era un punto medio entre la costa granadina y Granada: paso obligado.

Guardahamas se encuentra a unos cinco kilómetros de la localidad de Lentegí en sentido Granada. Es la vega, digamos, del pueblo. Pero quedan restos importantes de los muros que conformaban la estructura de la villa. La mampostería es algo variada a lo que venimos acostumbrados a ver en Almuñécar. El aparejo es diferente. Allí, que sepamos, no se ha tocado nada, sólo se ha destruido para ampliar y aprovechar mejor el terreno de cultivo; pero los materiales secundarios pueden verse dispersos por cualquier rincón del gran solar que se puede ver. Y desde allí empieza a verse el agua que se va a dirigir a Lentegí, tanto de riego como de uso doméstico. (Véase el plano de las redes de riego del plano inicial del trabajo).

Foto 1.-

Villa rústica romana de Guardahamas, Restos de sus muros periféricos. Lentegí, Granada.

Vista de uno de los muros laterales de la construcción romana. Todo parece indicar, por sus proporciones, que se trataba de una zona de equipamiento en el tránsito desde Sexsi hasta Iliberis, Granada. Aquí tan sólo se ha hecho una exploración superficial. Ahora nos tememos que todo haya desaparecido.

Foto nº 2.-

Resto de aparejo de un opus incertum mezclado con latericium, lo que puede interpretarse como un tipo de opus mixtum. Se nota que ha sido muy retocado con el paso del tiempo.

Foto nº 3.-

Detalle de uno de los paramentos de la estructura de la villa rústica. El tipo de aparejo se ve homogéneo, un opus incertum regular.

Foto nº 4.-

Detalle del aparejo de opus incertum alterado o mixtum. Se utilizan en el alzado de esta parte tanto el ladrillo como la pizarra y con diferentes tamaños.

Foto nº 5.-

Guardahamas. Muros de la villa y vista de la dirección que toma la vaguada hacia las cercanías de Lentegí, término con el que enlaza su curso de aguas.

Una vez dejado atrás esta villa, bajando de Lentegí hacia Otívar, nos volvemos a encontrar con un elemento de solería perteneciente de una villa romana, observada en un corte de la carretera sobre una curva de la misma.

Foto nº 6.-

Corte artificial en la construcción de la carretera de Otívar a Lentegí. Obsérvese el perfil de una solería, fruto del corte de la máquina excavadora. Su material es opus signinum, con fuerte presencia de cal. Probablemente es una solería de la villa, o sea, un mosaico de la misma.

Dados estos inicios de lo que va a ser la trayectoria del canal del acueducto romano de Almuñécar, hemos querido adelantar que los contactos entre Granada romana y Almuñécar romana, estaban sembrados de puntos de contacto formados por villas rústicas estratégicamente situadas para las necesidades de un trayecto un tanto extenso y complicado entre esos dos puntos. Y por ello, pasamos a las cercanías de lo que pudo ser el comienzo real del punto de captación de aguas sobre el lecho de río Verde a la altura de Jete-Otívar, o aún más alto. El tiempo y la investigación nos dará la información según se vaya estudiando el terreno.

TÉRMINOS MUNICIPALES DE JETE Y OTÍVAR

Elementos encontrados

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Foto 7.-

Estamos en las cercanías de la localidad de Otívar. Nos encontramos sobre el lecho de río Verde, desde el punto en que empiezan a aparecer las primeras o más notorias vías de conducción de agua fundamentalmente destinadas a los regadíos. Pero no sólo eso, si los árabes se dedicaron, a partir del 711 de n. e., a buscar agua en estas lejanías de Almuñécar, 13 km, los romanos, a partir del -206 hicieron los mismo pero con otras técnicas. Éstos sabían que los terrenos no eran estables, que había movimientos de tierras, que el agua que necesitaban era para algo más que el regadío, tuvieron que remontarse, no con toda seguridad, pues nos falta el testimonio directo, por encima de Otívar, con lo que la captación de este elemento adquiría la calidad que ellos necesitaban para sus industrias básicamente. Y en vez de construir acequias, como los árabes, los ingenieros romanos idearon otra solución: construir una canal debajo del lecho del río; y lo hicieron de tal manera que es casi el mismo medio que se utiliza en las zonas bajas donde discurre el agua a través de un canal cubierto con bóveda de medio cañón. Aquí, algo similar, la bóveda es de medio cañón, pero con una diferencia: esa bóveda estaba formada por piedras colocadas de forma ciclópea, o sea, sin argamasa, salvo en las del centro superior de la bóveda, que iban cogidas con una argamasa que las fijara, y por el resto de la bóveda, los espacios que no llevaban argamasa, permitían que el agua se filtrara hasta la caja base del canal. y así captaban las aguas superficiales que discurrían por encima del canal. Pero las técnicas modernas, ante el arrastre que las fuertes avenidas que suelen producirse, decidieron construir sobre el lecho del río, muros de contención. Con lo cual rompieron el canal, como se verá más adelante, y levantaron muros de hormigón armado para evitar los arrastres citados. Con ello rompieron el canal romano y apareció su estructura soterrada con el correspondiente escape de agua que mostramos en las fotografías. El canal debía haber sido protegido con un sistema que permitiera la persistiera la permanencia del canal, y no que se ha quedado roto para siempre. El canal sigue llevando agua sobre todo en las partes elevadas que no han sido tocadas e incluso en las partes bajas, cercanías de Jete. Pero los muros nuevos que atraviesan el río por zonas estrechas, han cortado esa conducción y su agua sale a superficie como se verá.

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Foto 8.-

Colocados por debajo de uno de estos muros, podemos ver la estructura metálica que usaron los operarios para la construcción del muro. El agua que se ve al fondo sobre el lecho, procede del escape del canal roto.

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Foto 9.-

En esta imagen vemos cómo la máquina trabaja removiendo material del río hasta el punto de crear un pequeño embalse por encima. Es el agua que procede de la rotura del canal. Estamos a tres km de la localidad de Jete en sentido Otivar.

Foto 10.-

Volvemos a ver la balsa de agua escapada del canal roto por la máquina. El agua está embalsada. A izquierda de la imagen podemos ver la acequia árabe. Siempre la construyen los árabes adosada al talud del río canalizándola, pero a descubierto, salvo cuando usan las estructuras romanas, que se ven más adelante.

Foto 11.-

Esta imagen del lecho del río con agua del canal, muestra cómo los árabes construyen sus acequias apoyadas sobre el talud, que a su vez, se encuentra reforzado para evitar que en tiempo de lluvias intensas, no queda enterrada como consecuencia de ello.

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Foto 12.-

Esta imagen muestra la claridad del agua escapada del canal, que se encuentra a derecha de la zona encharcada.

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Foto 13.-

Pequeña zona donde se encuentra el boquete hecho por la máquina. El agua se ha escapado hacia otra zona del lecho del río.

Foto 14.-

Sobre la superficie del agua que brota, se puede ver la rotura del canal en una zona más profunda, y los residuos que el canal arrastraba salen a superficie.

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Foto 15.-

Una vez aclarada en agua por la cantidad que ha brotado -era verano- el caudal que discurría por el canal se ha reducido y se puede ver con claridad el punto de la rotura, casi enterrado por la arena de superficie.

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Foto 16.-

Foto algo más precisa sobre el agujero producido por la rotura del canal.

Foto 17.-

Y marchando en sentido ascendente sobre el lecho de río Verde, nos encontramos un tramo de canal. Se observa la bóveda con las piedras casi desnudas por el arrastre provocado por las avenidas de agua del río en tiempos de lluvia.

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Foto 18.-

En el trazado general del acueducto de Almuñécar, ésta es la primera pieza que nos encontramos en las cercanías de la localidad de Jete. Se trata de un registro de forma regular, como los demás que se irán viendo, El canal discurre por el fondo de la imagen, con unas medidas idénticas a las que veremos pasado el noveno puente. Su conservación es mala, pero discurre agua aún por su fondo. Este paso continuará hasta llegar a la vega de Jete, donde volveremos a ver un plano del canal y respiradero. Esta pieza de canal lógicamente recibía el agua del canal roto antes visto, y que se encuentra a casi tres kilómetros de este punto.

Foto 19.-

Esta foto muestra un punto situado entre los barrancos del Olivillo y Antequera. Este canal no fue debidamente explorado, y tenemos la duda si es un intento de construcción de mina árabe o canal-túnel de época romana. Pero si no estaba terminado podemos decir que es, por motivo de tiempo árabe, y no romano. No se sabe porque no ha podido ser explorado dado los movimientos de tierra que aquí se ha practicado después.

Foto 20.-

Detrás de este rosal se esconde un muro que puede pertenecer a un canal de época romana. Pero no lo damos por seguro, dada la mala calidad de la imagen. y hoy es imposible localizarlo.

Plano del Ingeniero D. José Mª de Sancha, 1875

Figura 10.-

Plano que nos muestra el autor del mismo (Ingeniero Dr. José Mª de Sancha, 1875) y el trazado del canal, siguiendo su recorrido y buscando la pendiente más adecuada para su discurrir hasta llegar a las Angosturas (supuesto punto de inicio del acueducto). En ellos podemos observar tres puntos del canal, y el respiradero o zona de entrada para el drenaje de sus pequeños depósitos de filtraje, de posos de los arrastres del agua.

Foto de Antonio Ruiz Fernández

Foto 21.-

En esta foto podemos ver el punto de entrada al canal antes visto. Puede observarse que tiene una profundidad considerable porque discurre por debajo del lecho de río Verde para poder hacer captación de las aguas superficiales que se filtran, porque va diseñado en la parte central del lecho del río para poder filtrar mejor dichas aguas que se pierden por filtración.

Foto 22.-

Esta imagen nos muestra parte del canal en sus inicios. Al fondo de la misma podemos ver que hay dos entradas por donde conectaba con el canal procedente aguas arriba. Aquí podemos comprobar cómo están colocadas las piedras, apenas sin argamasa para permitir la filtración del agua superficial del lecho del río por donde pasaba el canal. El opus signinum, como elemento impermeabilizante. En este punto se puede observar que moverse dentro del canal es fácil por su altura.

Foto 23.-

En conexión con la imagen anterior, vemos esta otra donde lo más destacado es el desgaste de suelo del canal como efecto de los arrastres durante mucho tiempo, y no han sido reparados. Conserva bien las señales de la altura del agua que circulaba por este canal. El opus signinum queda sólo en las paredes del canal, mientras que el suelo está muy desgastado por el arrastre. La inclinación de las paredes laterales están diseñadas así para contrarrestar la presión ejercida por los materiales que recubren este canal, y así se evita que sea comprimido y derribado por dicha presión lateral y superior.

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FOTO CARBONELL

Foto 24.-

Extensión del canal de las Angosturas con profundidad de imagen para ver cómo está el estado general de los elementos constructivos del canal. El suelo está muy desgastado y las piedras laterales están casi del todo descarnadas. No se ve nada de opus signinum. La cubierta, bóveda de medio cañón con piedras en posición ciclópea con el fin de que el agua que discurre por encima -lecho del río- pueda filtrarse a través de ellas hacia el canal.

Foto 25.-

La colocación de las piedras de la cubierta, en posición ciclópea, facilita la filtración del agua que discurre por encima del canal: agua del río que se filtra. Siguiendo la trayectoria anterior, puede comprobarse la colocación de las piedras en el arco-bóveda del canal. Apenas hay argamasa para conseguir una mayor filtración de las aguas superficiales. Y si la presión lateral es fuerte, han construido un arco-contrafuerte inferior para contrarrestar el empuje de aguas y terreno donde va encajado el canal en situación más profunda.

Foto 26.-

Una vez salidos del canal subterráneo, según se llega a superficie, el desnivel se hace más marcado, y se procede, por la configuración del talud del río, a excavar una conducción minando la roca lateral del farallón de la ladera encrespada. Este trayecto se viene considerando obra árabe, pero sin olvidar que éstos modificarían la estructura romana.

Foto 27.-

En esta foto podemos observar la roca tallada y con una abertura lo suficientemente grande para que no haya problemas de aire, ni acumulación de sedimentos. Pensamos que en esta parte ya intervinieron los árabes modificando algo el trazado del canal, porque ellos construían acequias, no acueductos.

Foto 28.-

Foto de detalle de la salida a luz de la acequia antes citada.

Foto 29.-

Vista a plena luz de la citada acequia donde se aprecia el caudal de agua y, sobre todo, el retoque que ha recibido el sistema de muros. La mano moderna ha tocado hasta tal punto que lo antiguo ya es moderno.

Foto 30.-

En dirección hacia el segundo puente, podemos ver, sobre el muro frontal, el muro por donde discurre el canal oculto por la tierra y la maleza.

Foto 31.-

En esta foto observamos de nuevo el canal después del segundo puente. Se observa el uso del agua por los agricultores entubando en otro punto la canalización externa para uso de riego.

Foto 32.-

Oculto entre la maleza, continúa el canal en dirección del tercer puente.

Foto 33.-

En este momento del acueducto podemos ver que nos encontramos ya muy cerca del canal en el punto en que se cambia de vertiente, pasando de río Verde a río Seco, por motivo de no perder altura, ya que sabemos que entre uno y otro río hay una diferencia aproximada de 20 m de desnivel. De ahí el cambio de vertiente.

Foto 34.-

En este punto del canal, ya nos encontramos a poca distancia del registro situado en la parte de canal más alta. A eso se debe que los ingenieros romanos optaran por el cambio de dirección hacia la factoría de Sexsi.

Foto 35.-

Canal muy cercano al punto más alto del cambio de vertiente. Quien lo arregló nos dejó su nombre en siglas. La obra de reparación es realmente mala.

Foto 36.-

En principio, este registro, después de la época romana, debió conservarse como los demás: en buen estado. Pero el posterior uso por parte de los agricultores, acabó deteriorándolo hasta una situación lamentable.

Foto 37.-

El canal se encuentra retocado por la mano moderna, después de haber roto el registro que se observa en el centro de la foto anterior. Este punto ha sido modificado ya varias veces por los agricultores que lo usan para sus riegos particulares. Está situado en el punto más alto que el citado canal lleva por aquí; y sus distancia a río Seco, su nueva vertiente, es relativamente corta. Se desciende hasta el lecho del río Seco, que está por encima del nivel de río verde unos veinte metros.

FOTO A. RUIZ

Foto 37 (bis).-

En esta foto podemos ver otra de las modificaciones sufridas por las intervenciones de los agricultores. Por el interior discurre el canal romano, camino de la vertiente de río Seco. La entrada se encuentra tapada por una chapa de hierro y simplemente sujetada por una piedra para que no se descubra su entrada. Lamentable.

FOTO FERNÁNDEZ CASADO

Foto 38.-

Esta foto muestra el canal del acueducto en las cercanías del cambio de vertiente entre río Verde y río Seco. Se encuentra adosado a la ladera de una finca cuyo dueño después, en un desmonte, lo enterrará.

Foto 39.-

Vertiente de río Seco. Indicación del recorrido del canal, que se encuentra aún enterrado por el desmonte hecho por el propietario de la finca. Antes se podía ver porque aflora a un espacio normal.

Foto 40.-

Indicación de la trayectoria del canal en río Seco y uso de su agua con la construcción de un pilarillo para uso de personas y animales.

Foto 41.-

Detalle de la foto anterior antes que se practicara el desmonte de la finca de arriba.

Foto 42.-

Señalización de la trayectoria, ya elevada, del canal sobre una zona rocosa en ladera de río Seco.

Foto 43.-

Entre puentes, podemos ver el canal algo deteriorado ya por el tiempo, y el uso que se viene haciendo para riegos particulares.

Foto 44.-

Atropello cometido contra el canal por el dueño de la finca. Rompió el canal, lo rehízo con hormigón moderno y trazó un camino que pasara por encima de él.

Foto 45.-

Aquí se produjo un importante desperfecto del canal. Estamos entre el puente 2-3. Lo acabaron de destruir y lo levantaron con los materiales que se pueden ver en la foto.

Foto 46.-

Y en ésta, podemos ver ya restaurado el canal a su «estilo». El canal está cubierto con lajas de rasilla modernas y, encima, le han colocado un simulacro de piedras que imitan la cubierta con bóveda de medio punto.

Foto 47.-

Fotografía planimétrica con indicación de los distintos elementos romanos que se encuentran en ese espacio.

FOTO A. RUIZ

Foto 48.-

Canal del acueducto pasado ya el tercer puente grande de río Seco y acercándose a la zona de la Santa Cruz. Se sigue sacando agua del canal.

FOTO A. RUIZ

Fotp 49.-

El canal en dirección a las cercanías del depósito de decantación y la arqueta.

FOTO A. RUIZ

Foto 50.-

Canal aproximándose al depósito de decantación. Prácticamente los propietarios del terreno extraen de él toda el agua que discurre por él mediante el canal artificial casi vertical que se ve en la foto.

FOTO A. RUIZ

Foto 51.-

Desde la zona de la arqueta, salen conducciones de agua mediante tubería de cerámica como se puede ver en la foto. El diámetro de esta pieza sigue las normas de Vitruvio.

FOTO A. RUIZ

Foto 52.-

Otro de talle de la anterior citada conducción entubada. Probablemente iba destinada a una villa rústica que debió existir en sus cercanías.

FOTO A. RUIZ

Foto 53.-

Detalle de otro fragmento de tubería en el mismo lugar. Las medidas son muy similares a las que Vitruvio considera normales: quince cm de diámetro, los extremos más delgados para su encaje con las siguientes piezas, no más de dos dedos de grosor y masa de cal con aceite para hacer las tuberías más resistentes. En otras ocasiones estas tuberías llevan refuerzo interior para hacerlas más resistentes a la presión interior y del terreno por donde pasan.

Foto 54.-

En esta pendiente del canal del acueducto, procedente del depósito de decantación del mismo, podemos decir que se inicia un problema hasta el momento no resuelto. En 1973-4, se invitó al Ingeniero de Caminos Fernández Casado para que visitara la ciudad de Almuñécar, y más concretamente para que viera la aparición de un tramo de acueducto que aún no se había localizado. El citado canal discurría semienterrado desde este punto hasta lo más alto de la llamada Puerta de Granada. Grande fue su sorpresa y mayor su alegría por haber hallado un punto clave para poder explicar la trayectoria final del acueducto hasta el supuesto depósito terminal que él situaba en Cueva de Siete Palacios (INGENIERÍA HIDRÁULICA ROMANA, Carlos Fernández Casado, Madrid, 1983, pág. 487 ss.). En canal inicial era más relevante de lo que él había publicado en este magnifico trabajo. La foto de su trabajo no era tan relevante como la que ahora presentamos en dos posiciones.

FOTO A. RUIZ

Foto 55.-

En esta foto, casi a tamaño normal y a color, podemos ver en su parte central, la oquedad del canal que venía procedente del citado depósito de decantación. Estaba cubierto de hojarasca pero se podía ver el arco de la cubierta a nivel de superficie.

FOTO A. RUIZ

Foto 56.-

Y en esta foto se precisa mejor el material del opus incertum de la parte superior del canal o bóveda del mismo. Su aparejo es claro y preciso. Este canal, al contrario de la tubería de cerámica que se ha visto, aparentemente parece dirigirse en la misma dirección. Pero pensamos que se trata de una conducción destinada a una probable villa rústica localizada en las cercanías de río Seco y que no se ha permitido analizar ni siquiera en superficies. Existía una finca llamada Cercado de San Agustín y que con toda seguridad debió contener en sus gran espacio elementos romanos como casa y columbario. Con las nuevas construcciones todo ha desaparecido. Algo similar ocurrió con el edificio del primer instituto, que fue construido justo encima de la necrópolis Puente del Noi, y la consiguiente desaparición de gran cantidad de material arqueológico. Pero este canal, probablemente de las mismas dimensiones que los demás, se dirigiría hacia el puente décimo del acueducto a la entrada de Almuñécar, recientemente excavado.

Foto 57.-

En esta foto mostramos lo que fue el gran depósito de decantación, no un albercón, como opina Fernández Casado. Sobre esta misma estructura se ha montado el antiguo depósito de Abastecimiento de Aguas de Almuñécar. Se verá en las fotos siguientes. La prueba más evidente es la aparición del canal normal del acueducto, procedente de los puentes. Se verá a continuación.

Foto 58.-

Es conveniente no perder de vista la construcción que en esta foto se ve con mucha precisión: se construyen los muretes del canal. Sobre ellos se coloca la cimbra para levantar una cubierta con bóveda de medio punto, o cañón. Su altura es la que habitualmente se viene registrando en todo el trayecto del acueducto en general: 75 cm y 50 cm de ancho. Como se puede observar, su aparejo es el típico del terreno: lajas de pizarra y opus incertum y caementicium. Y aquí se demuestra palmariamente que esta conducción de aguas fue abandonada durante mucho tiempo, por razones actuales (intereses entre los campesinos que se disputaban su uso para regadío de las fincas por donde pasaba el acueducto). Este tramo, que abarca desde el inicio del noveno puente hasta su final en el depósito de decantación, se encontraba obstruido en gran parte de su trayectoria por la acumulación de tierra, arenas y elementos vegetales. Pero, volviendo la vista atrás, sabemos que los árabes dejaron de usar esta conducción al construir sus propias acequias de regadío. Pero después de la dominación árabe, se volvió a usar el acueducto -y se sigue usando- y, dentro de sus posibilidades, procuraron limpiarlo y repararlo, pero sin control de las autoridades, cometiéndose algunos abusos de cierto calado técnico-artístico, como se verá más adelante. El acueducto fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1925.

FOTO A. RUIZ

Foto 59.-

En esta foto mostramos el lugar donde se encuentra la arqueta de distribución que repartía agua hacia lugares próximos a ella. Justo al lado, los propietarios construyeron casas modernas. Y hoy día, se han atrevido a edificar en las cercanías del canal procedente del puente noveno del acueducto. No se han respectado los leyes de cercanías a los monumentos nacionales.

Foto de Carlos Fernández Casado

Foto 60.-

Foto copia (del año 1931) de la arqueta de distribución, muy cercana al depósito de decantación. Tiene bóveda hemiesférica. Probablemente retocada en tiempo árabe. De aquí partían las conducciones hacia las villas rústicas que se encontraban en las cercanías, como la del barrio de San Sebastián. Para ello usaban canalizaciones con tuberías de cerámica que se han visto en las fotos anteriores sobre el terreno.

FOTO A. RUIZ

Foto 61.-

Esta foto se ha subido fundamentalmente para indicar que aquí se encuentra la arqueta de distribución. Pero queremos hacer saber que sobre esa arqueta, también monumento nacional, se ha permitido levantar una edificación, tipo despacho, por los propietarios del terreno. Uno de los mayores abusos sobre el acueducto.

Foto 62.-

En esta foto señalamos dos puntos muy importantes del acueducto: el antiguo depósito de decantación, transformado en depósito municipal de agua de la ciudad, y la arqueta de distribución del acueducto en las cercanías de la zona conocida como la Santa Cruz.

Foto 63.-

Foto detalle de la anterior, donde se ven el depósito municipal, construido sobre el antiguo depósito romano, y la arqueta de distribución.

Foto 64.-

Foto de detalle del antiguo depósito municipal de aguas de la ciudad. La arqueta está detrás y no se ve. Pero es indicativo observar la parte izquierda del depósito porque en ese lugar se encontraba el canal del acueducto que venía a morir justo detrás, y cuya imagen hemos visto en la foto 58.

Foto 65.-

Por encima del arco que observamos en esta imagen, discurre un canal. No hemos podido averiguar si se trata de un canal romano modificado. Pero sí es cierto que por él pasaba el agua que alimentaba el funcionamiento del ingenio del azúcar situado a unos doscientos metros de este pilarillo público. Fundamentalmente este conducto llevaba agua procedente de una acequia mayor capaz de llevar agua suficiente para la cantidad que dicho ingenio necesitaba para su normal funcionamiento.

Foto 65 bis.

Grabado donde podemos ver el acueducto moderno que lleva agua al ingenio del azúcar. Se ven los elementos construidos para el ingenio. Curiosamente este tramo de acueducto se encuentra en línea con el décimo tramo del acueducto romano. Cabe una posibilidad que se hubiera construido sobre obra romana el presente acueducto. No se ha excavado. Queda por averiguarlo.

PLANTEAMIENTO SOBRE LA EXISTENCIA DE UN SEMISIFÓN DESDE EL BARRIO DE SAN SEBASTIÁN HASTA EL SOLAR DE LA ACTUAL IGLESIA PARROQUIAL

Opinión del ingeniero Fernández Casado cotejado con las realidades arqueológicas encontradas a partir del año 1974. Como se ha dicho anteriormente, hay discrepancias fuertes entre las opiniones de época árabe y reciente en relación con la identificación del lugar y características del depósito terminal del Acueducto Romano de Sexsi. F. Casado piensa que tal depósito se encontraba en la Cueva de Siete Palacios -nombre asignado a ese criptopórtico por Leopoldo Torres Balbás, según cuenta F. Casado en su obra sobre la ingeniería hidráulica romana en España-. Sin embargo, un estudio más detallado sobre los materiales encontrados últimamente en Almuñécar, nos lleva a otra conclusión, opinión que en su tiempo más o menos acertadamente y descriptivamente, los árabes nos llevaron a concluir que la ubicación de tal elemento no se encontraba en Cueva de Siete Palacios, sino en el lugar que hoy ocupa la actual Iglesia Parroquial.

Y sin más, nos decidimos a describir cómo y de qué forma el agua llegaba hasta ese lugar. En principio, de dónde partía el canal que llevaría el agua hasta la citada Iglesia. Con qué medios. F. Casado, en principio hablaba de un posible sifón. Cuando comprobó por sí mismo que había un décimo puente de mayores proporciones que los anteriores, cambió de opinión y afirmó que lo que debió existir es un sistema de semisifón. Y era lo más probable como después se verá. El gran problema por resolver es cuáles eran los medios de transporte del agua. Afirma que el sistema de semisifón, según palabras textuales del mismo, pasaba por una conducción entubada que, según dice, pudo detectarse en una obra de la sacristía de la Iglesia con motivo de una obra bajo el suelo de la sacristía, y donde se pudo ver la existencia de tuberías de cerámica. A esto le aclaramos que existen, como se verá más adelante, sistemas de conducción entubada, que aparecen desde la Plaza del Ayuntamiento hasta la conocida Fuente de los Leones de la Puerta de Granada. Y precisamente, años atrás, en el antiguo ayuntamiento había una conducción con canal que se dirigía a la conocida Huerta de la Familia Müller. y desde el patio central de una casa antigua, se baja a un canal romano de 75 cm de altura y donde descubrimos tuberías de cerámica, pero el canal partía en dirección hacia la citada Puerta de Granada. Pero desde el centro salían dos tubería en dirección hacia el barrio del Castillo. Lo más probable es que este canal se utilizara para montar una serie de tuberías de cerámica y que así se dirigiera hacia Puerta de Granada u otros lugares, como el citado ayuntamiento.

De todas formas había que salvar la diferencia de desnivel entre el depósito de la Santa Cruz y el que nosotros pensamos, con pruebas irrefutable, que tal depósito se encontraba emplazado en el sitio donde hoy está la Iglesia Parroquial. Si establecemos una relación de alturas entre los citados puntos, podemos observar que la Santa Cruz se encuentra en la cota 50 m, y la Iglesia, en la cota 25 m sobre el nivel del suelo; pero teniendo en cuenta la descripción que hacen los árabes, en la que se dice que su altura podía llegar a más de los 20 m sobre el suelo actual y sumamos ambas cotas, nos da justamente una altura muy similar a la cota de la Santa Cruz. Con lo cual, los niveles diferenciales tenían que ser similares, o sea aproximadamente 50 m, con lo que el desnivel es mucho más acorde al equilibrio hidrostático entre los dos puntos. El agua discurriría o bien por canal de obra, como se puede ver en el puente décimo, hecha más probable, y tal vez por tubería de cerámica protegida por el canal. Desgraciadamente en todo el trayecto del décimo puente no queda suficiente testimonio de que los hechos corroboren esta suposición, a pesar de que ha aparecido un trozo de tubería en la excavación, pero, probablemente con otro sentido, como las termas. Los restos son totalmente insuficientes para afirmar que la conducción fuera como opinamos, pero no hay restos arqueológicos en la parte superior de los arcos para poder afirmar que existiera un canal; pero por lógica y con algunos restos, podemos pensar que han podido existir tuberías encadenadas en el interior del posible canal. Ciertamente, como se ha dicho, ha aparecido un trozo de tubería de cerámica: pero lo más probable es que se trate de una derivación de toma de agua para las necesidades de las termas que se encuentra muy cercanas. Si pensáramos en una red, como la que vemos en Pérgamo, tal vez podríamos hablar de un sistema de abastecimiento que iría encaminada a desembocar en el gran depósito terminal de la Iglesia. Pero pensamos que el elemento utilizado sería más un canal que salvara la presión del agua desde los citados puntos de partida y llegada. La diferencia de desnivel entre el depósito de decantación y el nivel del punto medio del décimo puente, es de aproximadamente bien equilibrado en altura: cota superior: 50 m, cota del punto medio del décimo puente: 13-15 m; diferencia: 37 m. Desde la cota 14 a la cota 25, pie del depósito terminal: 13 m. Lo que implica que la presión desde la Santa Cruz hasta el pie de la Iglesia es moderada, porque en un trayecto de unos 200 m de recorrido, el agua perdería fuerza, pero tendría la suficiente para nivelarse con la altura real del depósito terminal. Si se hizo la conducción con canal solamente, la fuerza de presión tendría que ser mayor para poder llevar el agua hasta la cima del depósito; pero si se hizo con entubamiento, las tuberías deberían haber llegado hasta la cima; con lo que hubiera creado una fuerza de presión lo suficiente como para mover el agua hasta otros puntos elevados del complejo industrial. Pero no podemos afirmar nada con seguridad porque no tenemos datos suficientes para afirmarlo. Lo único que sabemos por los textos medievales es que los árabes afirman que el agua rebosaba por la cima del edificio considerado como depósito. O sea, el hecho de rebosar es como una forma de aliviar y equilibrar la presión ejercida por el agua en su trayectoria hasta el depósito. El sistema de vasos comunicantes parece que era lo que realmente existía en este medio de transporte del elemento básico para las necesidades industriales y públicas de Sexsi. Pero tenemos que cambiar la interpretación que viene dando a este medio de transporte de agua hasta el complejo industrial romano. En la interpretación de Fernández Casado se presupone la existencia de un pequeño puente como punto de alivio de la presión ejercida por el canal según él, probablemente entubado, y que ejerce de punto intermedio sin haber hecho ninguna prospección arqueológica. Pero es cierto que visitó el lugar donde hoy se encuentra ya excavado casi todo el tramo de décimo puente a la entrada de Almuñécar. Lo vio y pensó que lo mejor era dar una nueva versión de lo que hasta el momento se sabía que existía. Lo único que se hizo fue aliviar la opinión, pero no resolverla. Y, como se ha podido demostrar últimamente, el puente es mucho más extenso de lo que se puede ver hoy, porque la CN 340 no ha permitido ver por el momento, hasta dónde realmente llegaba el citado puente. Por los indicios se piensa que sobrepasaba la zona ocupada por el Ingenio del azúcar, que llega hasta el barrio de San Sebastián. y como ya se ha apuntado antes, es muy probable que el antiguo acueducto, que alimentaba el Ingenio para que pudiera funcionar, probablemente se podría haber construido superponiéndolo al romano. Pero no se ha comprobado aún esta posibilidad. Nuestra opinión es que el sifón ha existido, y existe, aunque roto, pero la duda surge en definir cómo era la parte superior de las arcadas del puente, porque no queda muy claro a la vista de los restos que muestra sobre la cresta del mismo. No hay señales claras de que por ahí discurriera un canal; está tan alterado que no se puede distinguir con evidencia que se trataba de un canal. Y ello lleva a pensar que pudo haberlo, pero entonces quedaría un poco oscura su definición. Casi se puede pensar que podría haber existido, pero para servir como vía de conducción de un complejo sistema de tuberías de cerámica. Pero ahí queda el problema. Por ahora está sin aclarar. Tal vez algo de luz nos proporcionaría poder averiguar qué hay en la zona donde el acueducto queda aún enterrado.

Siguiendo la aclaración de estos problemas de conducción de agua hacia la ciudad, hay que aclarar unas cuestiones que se han hecho crónicas. Estamos tratando de dar una opinión lo más acertada posible para dejar claro, de una vez, de los siguientes puntos: En primer lugar, el cambio de vertiente que se realiza en Venta Luciano, no es exactamente un túnel de más de cien metros. El canal que discurre ganando altura, llega hasta el nivel más elevado de la cuesta que hoy hay que subir y poder verlo. Lo indicamos con tres fotos bien evidentes de esta aclaración. El canal, a partir de uno de los tramos más próximos al cambio de vertiente, apenas profundiza hasta llegar a río Seco. Se baja una pendiente ligera y, a izquierda, se deja ver pegado a la ladera izquierda del río. Calculo que hay unos cincuenta metros, porque el desnivel existente entre río Seco y río Verde es aproximadamente de 20 m, o sea, que la vertiente de río Verde es 20 m más baja que la de río Seco. Y esa es la razón por la que los ingenieros romanos cambiaron el sentido del acueducto para no perder altura y mantener el equilibrio hidrostático y evitar construir nuevos puentes desde Venta Luciano hasta Almuñécar. En segundo lugar hay que aclarar que lo que Fernández Casado dice que es un albercón, no lo es, sino un depósito de decantación, situado al final de los nueve puentes precedentes, destruido probablemente en época árabe, ya que éstos no usaron el acueducto, sino sus propia red de acequias.

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Trozo de tubería de cerámica aparecida en la excavación del puente décimo, muy cercano a la carretera CN 340.

Foto 66.-

En tercer lugar, existe un sifón, pero muy diferente a como se venía admitiendo hasta ahora. En cuarto lugar, las tuberías que vemos muy cerca de la arqueta de distribución. casi con toda seguridad, se usaban para abastecer de agua las villas rústicas que se encontraban relativamente cerca: en la zona del Cercado de San Agustín, a izquierda de la ladera cercana a río Seco, y en el mismo barrio de San Sebastián, donde se han descubierto diversa cantidad de materiales romanos pertenecientes a una villa de cierta categoría por la calidad de los mismos.

En quinto lugar, el depósito terminal del acueducto se encontraba situado en el lugar que hoy ocupa la Iglesia Parroquial, y al que describen muy bien los comentaristas árabes de distintas épocas de su historia en este lugar, sobre todo al-Himyari. En sexto lugar, el depósito terminal nunca se encontró donde Fernández Casado afirma. A simple vista, no tiene aspecto de ser lo que se veía y, además, la excavación practicada en 1981 deja bien claro que no reunía condiciones para ser un lugar donde se almacenara agua. Su estructura arquitectónica no lo hubiera soportado. En la excavación se comprobó que el alzado no reunía ningún resto de impermeabilización, cosa imprescindible para que el agua no se filtrara. Ni un solo elemento de estuco de opus signinum; tan sólo opus incertum y en sus alzado. Por lo tanto, esta opinión queda descartada. Pero sí hay que decir que en la parte superior de la Cueva de Siete Palacios existieron depósitos menores de agua, y lo podemos demostrar porque han aparecido canales de medianas proporciones y revestimiento de opus signinum en varios lugares, como se verá en las fotos adjuntas que lo demuestran.

Y por último, no han faltado opiniones como la de que tal depósito llegó a montarse sobre el Peñón del Santo. Opinión insostenible. Aunque sí hay depósito de agua porque allí se excavaron piletas de salazones en 1945, como ha quedado dicho al principio.

Figura11.-

En este dibujo podemos ver lo que Fernández Casado ideó tras haber visto el puente de la Carrera de la Concepción. Es una suposición, no una solución.

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DIBUJO DE ANTONIO RUIZ FERNÁNDEZ

Figura 12.-

Y en este plano, hemos dibujado lo que más se puede acercar a la verdad del tipo de semisifón.

Conducción griega a Pérgamo según Garbretch

Foto 67.-

En esta foto podemos ver el sistema que los griegos montaron para la llevada del agua a la ciudad de Pérgamo. Son tuberías de cerámica discurriendo paralelamente

LOS DIEZ PUENTES DEL ACUEDUCTO

Primer puente:

TORRECUEVAS

Cortesía de Amparo Cervilla Rivas

Foto 68.-

Primer puente del acueducto. Se compone de 19 arcos, dos de ellos con luz disminuida. Con el abandono, a través del tiempo, este tramo sufrió desperfectos que pueden observarse en la parte izquierda de de la imagen. Al parecer una avalancha pudo producir el daño que se observa. pero también hay que admitir el abandono que sufrió y que probablemente hiciera que el canal sufriera desperfectos por las filtraciones, según se observa en todo este trayecto. Se restauró y pienso que se hizo bien, porque la reparación incluye una curva que tenía el puente. No se trata de una desviación por error, sino de una reparación para dejarlo como estaba, porque es lógico que el puente girara en su tramo final para coger el sentido de la ladera siguiente que tenía que bordear. Lo que sí está mal hecha es la última restauración: han modificado el canal con una cubierta de medio punto y lo han reconstruido con rasillas grandes y cemento moderno. Es un auténtico disparate. A la vez que no se ha protegido que un monumento nacional tenga construcciones anejas o construidas encima. El entorno moderno no se adecúa a los materiales que componen el acueducto.

FOTO A. RUIZ

Foto 69.-

Estado en que se encontraba el puente antes de que adecentaran su entorno. Ya le habían enrasado la cubierta, y las construcciones modernas habían aumentado. Negligencia de las autoridades locales que no cuidaron el monumento y permitieron construcciones adosadas y muy cercanas. La pendiente de correntía respondía a las normas vitruvianas clásicas: no había registros ni al principio ni al final de este puente, y los 2,5 cm cada 40 m aproximadamente de desnivel se mantienen para que el agua discurra sin causar daño a la propia estructura.

FOTO A. RUIZ

Foto 70.-

Detalle lateral del mismo puente donde se aprecia muy bien el abandono de limpieza que ha sufrido y la cubierta enrasada, como se ha dicho antes. Y los arcos cegados por la acción antrópica.

Foto 71.-

Vista de la parte trasera del primer puente: Los arcos han sido cegados por los agricultores para proteger sus fincas del agua en avalancha.

Foto 72.-

Detalle del mismo puente con las viviendas adosadas a sus arcos tapando sus luces en extremos del mismo, y la construcción de vivienda encima del canal del acueducto.

Foto 73.-

Detalle más claro de la utilización del acueducto para meter tierras en cultivos, y sus casas adosadas y encima de su obra.

Foto 74.-

Taponamientos de los arcos del acueducto. Instalación de sistema de recogidas de agua con motor para regadíos de la fincas cercanas.

Foto 75.-

Detalle del mismo puente donde se aprecia su cubierta, falta de limpieza y cegamiento de los arcos. El desnivel de pendiente entra dentro de lo normal en esta instalación: aproximadamente 1/4 pulgadas cada 40 m una pendiente de 2,5 cm.

Foto 76.-

Punto de abastecimiento de agua para la gente y animales. Este puente consta de 19 arcos: 17 con la misma luz, y dos disminuidos, además de los arquitos intermedios de descarga o aligeramiento del peso de la construcción.

Foto 77.-

Foto donde podemos ver la reparación de un arco caído y la modificación de la cubierta, canal cuya bóveda fue sustituida por rasillas y cemento modernos. El canal que se conservaba tenía muchas perforaciones superficiales, y las autoridades digamos culturales, por decir algo, optaron por enrasarlo quedando como ahora mismo se ve. Personalmente lo conocí en su estado antiguo.

SEGUNDO PUENTE

Foto 78.-

La carretera Almuñécar-Granada ha deteriorado bastante el trazado del acueducto. El tramo precedente tiene características arquitectónicas muy similares. Las cuatro arcadas están cegadas y delante se ha permitido construir un muro de hormigón moderno y seguir plantando nuevos árboles. Como características tenemos que señalar que el alero de lajas pizarrosas ha desaparecido; y algunos tramos han sido enlucidos con mortero moderno, ocultando el aparejo clásico romano.

Foto 79.-

En esta foto se observa bien el mal trato sufrido por los arcos en su alzado, con las luces de los mismos cegadas por el relleno de taponamiento para abancalar el terreno y ganar espacio de cultivo.

Foto 80.-

Vista de tres arcos del segundo puente. Los dos primeros están cegados por el aluvión y la acción antrópica.

TERCER PUENTE

Foto 81.-

Esta foto muestra el canal discurriendo por encima de las arcadas de las que sólo se aprecia el primero. Los demás están enterrados asomando tan sólo el canal. Su altura es igual al tramo anterior, pero ha sido rellenado para abancalar el terreno de cultivo.

Foto 82.-

En esta foto podemos ver el primer canal. Lo que sigue ya está cubierto por el relleno de tierra de cultivo. Como se aprecia en lo que se ve de arco, puede colegirse que su luz es de un arco grande; lo que se entiende como que tiene bajo tierra pilares de importante tamaño.

Foto 83.-

Esta foto muestra las consecuencia del mal uso que ha recibido este sector del acueducto. El arco de la derecha se ha destruido por las avalanchas de agua hasta tal punto que los campesinos lo reconstruyeron a su manera para que sirviera de escape de esas riadas. Le dieron más volumen y por eso destaca sobre los demás. A la izquierda se ve un arco auténtico, pero semienterrado; y lo que continúa es la parte superior por donde discurre el canal.

Foto 84.-

A derecha de esta imagen con cierta dificultad podemos ver el canal, que es lo único que aflora en superficie, y tiene una extensión de más de sesenta metros. Pero todo esto continúa estando totalmente desprotegido por las autoridades locales.

Foto 85.-

Detalle del arco reconstruido por los agricultores. El canal discurre por la parte superior y apenas se nota por el revestimiento de materiales modernos que le han aplicado.

CUARTO PUENTE

Foto 86.-

El canal procedente de la zona donde está el Pilarillo, lleva ya un nivel de altura lo suficientemente elevado como para adentrarse en esta parte de la finca de de la familia Martín. En la parte izquierda inferior podemos ver una abertura sobre ese canal hecho para extraer agua. No se trata de un sifón; es una rotura intencionada de los propietarios, con una compuerta de madera o metálica, para que, cuando el agua suba, se quita la compuerta y se riega el bancal de cultivo. De seguido, se deja ver parte del alero roto y que, debajo, se encuentra los arcos enterrados por los propietarios. Y a continuación, uno tras otro, aparecen los arcos enterrados como se detallará.

Foto 87.-

En esta foto se aprecia mejor cómo la cornisa de triple alero de lajas de pizarra se ve muy disminuido y que se eleva sobre el terreno ganando altura hasta llegar al puente nº 6. Además del aluvión, fue muy decisiva la actuación de los propietarios que elevaron más el solar para interés de la finca. De la cornisa tan solo queda un trozo que nos permite conocer su existencia; pero desaparece a continuación quedando como un simple muro porque los arcos están más profundos que antes. Se ha construido encima del canal y se ha cubierto de maleza.

QUINTO PUENTE

Foto 88.-

En el centro de esta imagen podemos ver el muro donde quedan enterradas las arcadas que forman este puente. Lógicamente ha sido enterrado intencionadamente para formar un bancal de cultivo. No se ha explorado. Tan sólo se ha pasado para tomar una simple nota de que por ahí discurre el canal del acueducto. A partir de la cornisa con su alero muy disminuido, se ve como se eleva un muro montado sobre el canal, que está justo encima.

Foto 89.-

En esta foto se puede ver uno de los arcos enterrado. Forma parte del bancal de cultivo, pero tiene el aspecto de ser de dimensiones similares a los de los demás arcos de sus cercanías. Conserva su alero de cornisa, pero al parecer ha sido retocado por los dueños del terreno y de las tres filas que debía tener, tan sólo queda un pequeño saliente.

Foto 90.-

En esta foto de detalle se ve que el canal, que discurre por encima, ha sido retocado para conseguir que el bancal sea mayor. El matorral impide ver su altura real.

Foto 91.-

Esta imagen muestra también la extensión superficial de este puente. El matorral impide ver la realidad dimensional del mismo. Pero no cabe duda que, a izquierda, se encuentra otro de sus arcos, pero enterrado. Suponemos que una futura excavación dejará a descubierto la verdadera extensión del mismo. En estos momentos es un terreno el cultivo y por tanto impide ver lo que hay debajo.

SEXTO PUENTE

Foto 92.-

A poca distancia se encuentra el sexto puente, formado por un muro de ciertas dimensiones, con un sólo arco grande, y con sus muros enlucidos con mortero moderno. El motivo de esta construcción sin más conexión con el anterior que el canal, se debe a que hay que salvar una vaguada que desciende de lo alto de esta colina extensionada. En general no se ha tomado como tal puente, pero lo es; y el motivo está muy claro; no se puede dejar que sea arroyada la finca por una avalancha procedente de las alturas, que tiene pronunciada pendiente. Pero hay que decir, con relación a lo que vemos como muro que, al estar enlucido, no podemos ver si hay más arcadas a uno y otro lado, porque lo impide la obra moderna. Aquí tan sólo vemos un arco grande, taponado modernamente, pero que ello no impide la opinión que acabamos de exponer.

Foto 93.-

En esta foto de detalle, ampliada, podemos observar la extensión real que tienen los muros laterales junto al arco principal de este pequeño puente. Como se puede ver, el canal discurre por la parte superior. Si se compara el desnivel entre los tres puentes que acabamos de describir, podemos comprobar que la altura del canal ha ganado mucho para no perder la pendiente que debe guardar por el deslizamiento del caudal de agua que por él discurre. (Sabemos, según Vitruvio, que debe mantener 1/4 de pulgada de desnivel cada cuarenta metros (cien pies dice Vitruvio) y según por donde discurra el canal) Y es notorio ver que en este trayecto no hemos encontrado ningún registro; pero aparecerán de inmediato.

Foto 94.-

A continuación del arco, llamemos principal, podemos observar que su extensión hace pensar en que hay algún arco taponado y enlucido antes de llegar al canal que se introducirá o bordeará un saliente rocoso de la ladera que da a río Seco.

Foto 95.-

En esta foto captamos el canal detrás de las plataneras de la finca, dejando entrever el paso del canal hacia la zona rocosa del saliente de la ladera.

SÉPTIMO PUENTE

Foto 96.-

El séptimo puente está formado por una secuencia de seis arcos. Es lógico que el canal vaya ganando altura para contrarrestar la pendiente que se va creando según se desplaza hacia la ciudad. Aquí no han cegado ningún arco porque la vaguada no es muy notoria. En cuanto a la conservación del canal, podemos observar que aparecen algunos agujeros provocados probablemente por el abandono en que estuvo durante la época árabe. Pensamos, como ya se dijo, que no lo usaron para nada.

Foto 97.-

Vista del puente anterior, desde lejos, para poder observar mejor los riesgos que podía sufrir por la existencia de una vaguada de ciertas proporciones. Ignoramos si en época romana existieron muros de contención del lecho de río Seco. No tenemos datos objetivos a este respecto, pero parece que no se construyeron. Podemos observar también el paso del canal a izquierda y a derecha de la imagen. Aquí no se ven registros. Están más distanciados.

Foto 98.-

Vista desde el interior del terreno de la arcada y canal.

Foto 99.-

Detalle de un arco del séptimo puente para detallar la cornisa de tres filetes de lajas de pizarra, pero ya deteriorados por las filtraciones que sufre la superficie interna del canal. como elemento decorativo del mismo, y la observación de la talla de las lajas de piedra pizarrosa que forman el arco. En este arco, como en muchos otros, observamos que el agua rezuma y crea costras de materiales que quedan adheridos a los muros de la arcada. Lo que se puede entender como falta de mantenimiento desde que quedó abandonado el acueducto.

Foto 100.-

Vista general de la secuencia de los tres puentes más importantes de río Seco: séptimo, octavo y noveno. La numeración que nosotros damos va en función del verdadero número de puentes que existen, no de los que otros estudiosos del tema han valorado. Se puede observar que las normas de inclinación o pendiente, desciende escalonadamente sin perder mucha altura, cosa que sería un problema para el equilibrio hidrostático de todo su recorrido. Sabemos que la inclinación o rampamiento del canal debe estar en 1/4 de pulgada (Vitruvio, VII).

Foto 101.-

Vista general de la secuencia de los tres puentes más importantes de río Seco: séptimo, octavo y noveno, según nuestra denominación considerada más precisa y ajustada a los elementos detectados como tales. Al mismo tiempo mostramos los desmanes que han realizado sobre el lugar donde se encuentran los puentes con la roturación de casi todo el solar donde se encuentran los puentes.

OCTAVO PUENTE

Foto 102.-

Este puente consta de diez arcadas superiores y, en su parte inferior, otra de tres luces, de menores dimensiones. Desempeñan una función de equilibrio en el reparto de peso y, además, facilitan el paso del agua con el fin de evitar la sobrecarga de agua a su paso por el centro. No hay registros en sus extremos.

Foto 103.-

Aquí se puede ver perfectamente la roturación moderna del terreno por parte de los propietarios. Y tenemos que denunciar que los éstos, con descuido o abandono de las autoridades pertinentes, han permitido que se roture el terreno hasta el punto de dejar enterrados los tres arcos pequeños existentes en el centro de la base de este puente.

Foto 104.-

Buen estado de conservación. Su alero de triple filada de lajas de pizarra y el ensanche de la parte superior de las pilas de apoyo de los arcos superiores.

Foto 105.-

Canal que discurre por el puente octavo. Véase la reutilización de los propietarios que se han servido del canal para construir sus albercones de riego sin dudarlo un momento, instalando incluso motores para elevar el agua.

NOVENO PUENTE

FOTO A. RUIZ

Foto 106.-

Esta foto muestra el puente mejor conservado de todo el trayecto del acueducto. Está formado por dos cuerpos de arcadas de menor a mayor. La parte superior tiene once arcos, de los que los extremos tienen una luz menor y hoy se encuentran cegados. El cuerpo inferior, sobre una base más fuerte y resistente, tiene tres arcos con luces menores. Por la parte superior discurre el canal que en el extremo final experimenta una curva porque el terreno se lo exige, para poder bordear la colina por donde va a discurrir el canal del mismo. Bajo el canal superior se encuentra un alero también algo tocado por el tiempo, pero de una sola fila de lajas de piedra pizarrosa. En el cuerpo inferior este elemento tiene las mismas características que el superior.

Foto 107.-

Foto de detalle para hacer una observación. El aparejo, en principio de opus incertum está restaurado. Las piedras han sido retocadas o todo el aparejo retocado por haber sufrido probablemente algún desperfecto. La regularidad con que se va montando el muro está muy bien estudiado. Y este aparejo no está dentro de la posición clásica de los bloques de piedra de los pilares en esta parte del acueducto. Ha sido retocado sin duda.

Foto 108.-

En la misma foto, pero desde otro ángulo, se observa mejor la irregularidad de la colocación de las piedras del aparejo. Na hay armonía en su colocación y aparece muy irregular. Sin embargo, la arcada superior sí muestra la normalidad clásica del aparejo romano.

Foto 109.-

Dentro de la misma foto, los tres arcos inferiores son regulares, aunque se nota algún ligero retoque en sus dovelas. Y su aparejo colateral es más armónico en la ubicación de las lajas. No se olvide que el opus incertum estaba ideado de forma que las piedras usadas no dejaran pasar el agua de lluvia a su interior y de esa forma evitar el deterioro interno y externo en general.

Foto 110.-

Detalle de la misma foto para resaltar cómo está construido el canal abovedado de este tramo. Se notan retoques practicados sobre la cubierta. Hay material que no es romano. Y se ve que el canal empieza a girar a la izquierda por necesidad orogénica: hay que salvar una colina que se encuentra a continuación.

FOTO A. RUIZ

Foto 111.-

Esta foto muestra un daño provocado al canal y al último arco del puente en su parte superior. El canal está roto y por mano del hombre.

Foto 112.-

Mismo canal, pero ya «restaurado». El registro, que se encuentra en el extremo sur del canal, también está restaurado o mejor, hecho nuevo. Se ve como gira el trazado de la conducción a consecuencia de la existencia de una colina próxima que hay que rodear.

Foto 113.-

En esta foto se aprecia muy bien la parte que es totalmente nueva. El alero de triple hilada de lajas, se ve interrumpido o roto por el desperfecto anterior, y el alzado del registro se ve con toda claridad que lo han hecho cuadrangular.

Foto 114.-

En el extremo norte de este mismo canal, debajo, podemos ver el arco inicial cegado por la necesidad de los abancalamientos que se construyeron para mejor aprovechar los espacios cultivables.

Foto 115.-

En el arco del Sur, debajo del canal, no solo lo cegaron, sino que, además, le pusieron un aliviaderos de lluvias o regadíos.

REGISTROS DEL ACUEDUCTO

Sabemos que los registros del canal del acueducto se encuentran encima de los canales que se distribuyen en todo el recorrido, desde las cercanías de Otivar hasta su entrada en Almuñécar. No podemos demostrar aún la existencia de este elemento del acueducto porque no se ha explorado debidamente el lecho de río Verde probablemente hasta por encima de la ciudad de Otívar. Se viene diciendo, supuestamente, que el acueducto se inicia en el llamado Peñón Rodado, debajo de Otívar. No está testado. Lo que sí sabemos porque lo hemos visto y fotografiado es que el canal del acueducto nos lo encontramos sobre el lecho de río Verde. En el centro, a mas de doscientos metros río arriba de Jete. Lo rompieron unas máquinas que trabajaban para hacer muros de contención para evitar el arrastre de las avenidas y lo rompieron. Ocasión que aprovechamos mi colega; Juan de Dios Yáñez, y yo para tomar toda clase de detalles sobre sus características. Era verano y el agua brotaba en cantidad increíble. Así que tenemos la sospecha fundada de que el canal de captación de aguas se encontraba sobre todo el lecho del río y, quizás, hasta por encima de Otívar. El tiempo y la exploración nos lo dirá.

Foto 116.-

Primer registro de control de los canales del acueducto. Tiene forma circular. y el canal, algo deteriorado por los acúmulos de sedimentos y basuras, discurre ya por la vega de Jete, que es donde se encuentra en la actualidad. El canal sigue por el lecho del río buscando siempre la parte más profunda para que el agua superficial se filtre y sea captada lo más posible.

Foto 117.-

Este registro se encuentra detrás de las construcciones que hay junto a la carretera de Jete. Está situado sobre el canal a una distancia cercana al cambio de vertiente del acueducto. Tiene un diseño un poco extraño. Y es como un tapón que cubre el círculo por donde se accede al canal propiamente dicho. Pero se entiende que la entrada está en lo alto del mismo.

Foto 118.-

En esta foto mostramos el registro que se encuentra junto en el punto medio de su paso hacia río Seco. Tenía obra que fue muy retocada o lo derribaron. La flecha indica dónde se encuentra en canal. Ha sido uno de los puntos más retocados de todos los registros. Y eso se verá en las fotos siguientes.

Foto 119.-

Canal: vista desde arriba del punto por donde se discurre el canal. Es el mismo punto anterior, pero muy retocado.

Foto 120.-

Y aquí mostramos el retoque más zafio de todos los que ha sufrido este registro. Es lo último que hemos visto. Está recubierto de obra de cemento completamente. Han dejado un pequeño agujero cubierto por una chapa metálica y fijado con un piedra para que no se mueva.

Foto 121.-

Ya en el lecho de río Seco, cerca del cuarto puente, encontramos el canal completamente enterrado sobre la ladera. Detrás de esa reja está el canal. La reja es obra de los campesinos para evitar que entren extraños. La obra externa es de cemento.

Foto 122.-

Y pasado el quinto puente vemos este registro, con alzado original. Dentro discurre el canal que va algo profundo como consecuencia del desprendimiento de tierras de arrastre.

Foto 123.-

Este registro, bastante bien conservado, se encuentra entre los puente séptimo y octavo. Pero el canal está muy cubierto por el arrastre de los materiales cercanos. De ahí que no se vea nada a sus lados. Pero ha sido retocado en su alzado con argamasa moderna.

Foto 124.-

Vista del mismo registro anterior para hacer notar que el canal está enterrado, cosa que no permite verlo en superficie. Lógicamente está situado por debajo del registro.

Foto 125.

Vista del canal y registro entre los puentes séptimo y octavo. en el centro de la imagen, aunque se ve pequeño.

Foto 126.-

Vista de un registro sesgado o caído. Ha sido restaurado a medias y poco académicamente. Se encuentra entre los puentes 8-9.

Foto 127.-

Vista ampliada del canal anterior, con su registro reconstruido a medias. Sus dimensiones son las mismas que en cualquier otro registro aunque esté muy incompleto.

Foto 128.-

Registro bien conservado. Su emplazamiento está después del noveno puente. Ya se encuentra bastante elevado con relación al lecho del río.

Foto 129.-

Tramo final del décimo puente. Se ve un registro a pocos metros de distancia, como es la norma de Vitruvio.Y el canal se encuentra en muy mal estado en estos momentos. Posteriormente se restauró por parte de los propietarios de la finca.

Foto 130.-

Vista de otro de los registros a la salida del puente noveno. El canal se encuentra restaurado como los demás.

Foto 131.-

Vista de otro de los registros que tenemos localizados.

Foto 132.-

Otro de los mejores conservados, pero que ha sido mostrado antes.

Foto 133.-

Detalle del interior de uno de los registros mejor conservados en el puente noveno. Las medidas son las clásicas: 85 cm de diámetro; 45 cm de grosor del alzado y el canal de 75 cm. de altura y 50 de anchura. Todos ellos tienen estructura circular para facilitar las operaciones de atención y cuidado.

Foto 134.-

Vista y contexto de uno de los últimos de los registros a partir del noveno puente. Apenas se distingue entre la maleza. Está justo en medio de la alambrada que separa dos fincas.

Foto 135.-

Ya pasado el noveno Puente, vemos el registro de la imagen, que es de los últimos conservados, muy cerca del depósito de decantación y arqueta.

Foto 136.-

En las cercanías del lugar llamado La Santa Cruz, podemos ver cómo este registro es «sangrado» para aprovechar las aguas del canal destinadas al regadío..

Foto 137.-

Detalle de la foto anterior par perfilar mejor el registro. Está muy retocado.

Foto 138.-

Desde la parte baja de la finca, observamos como se ha roturado el terreno para el cultivo. Arriba vemos uno de los registros ya cercano a la Santa Cruz.

Foto 139.-

Y en foto retrospectiva del tramo de canal que va desde el noveno puente hasta La Santa Cruz, vemos el estado de conservación de uno de los últimos registros fotografiado por Fernández Casado en el año 1931.

SISTEMA DE SIFÓN

La imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es tuberia-carbonell.jpg

Foto 140.-

En el inicio del décimo puente, se localizó este trozo de tubería de cerámica, cuya finalidad era tomar agua del canal del acueducto y abastecer las termas situadas a su lado en su trayectoria hacia el depósito terminal. La técnica de fabricación, es la clásica que nos cita Vitruvio.

DÉCIMO PUENTE

Foto 141.-

Desde el muro derecho de esta carretera, y pasando por la casa que vemos en dirección al pueblo, ahí se encontraba enterrado casi del todo el puente décimo del acueducto. Hay una extensión de más de 250 m hasta llegar el barrio de San Sebastián, donde se encuentra el acueducto moderno que abastecía el Ingenio del azúcar. La cota de nivel de esa finca era entonces de 13 m. Pero si incluimos la parte del acueducto que afloraba, estaría en los 14 m o algo más. Lo que quiere decir que el acueducto con sus arcos, canal y cubierta superaría la cota 15 sobre el nivel del mar. Es preciso decir que el camino que se encuentra a derecha, en dirección a río Seco, fue un elemento que tuvo mucha importancia a través de la historia de este edificio arquitectónico. Río Seco sufría desbordamientos en todos los tiempos que lo conocemos. Ello motivó que el acueducto sufriera también las consecuencias de las avalanchas procedentes de ese río. Pero no sólo en nuestro tiempo, que lo hemos visto muchos años, sino también en época romana, cuyo nivel debía de estar muy por debajo de lo que hemos considerado. La cota en época romana podría haber estado en los 9-10 m sobre el nivel del mar. Ello provocó que, cuando se produjeran avalanchas, parte del acueducto sufriera en su estructura las consecuencias de ese golpe. Testimonio de ello es la desestabilización de cuatro arcos que, con las excavaciones modernas, muy mal hechas, se han venido abajo totalmente. Prueba de ello son los muros contrafuertes que los mismos romanos levantaron desde el centro de los arcos afectados y que se conservaban hasta hace poco, pero, como hemos dicho, la pésima excavación del acueducto sobre todo en la zona afectada, los ha hecho desaparecer. Pero conservamos buenas fotos que revelan que los ingenieros romanos fueron más inteligentes que los arqueólogos de hoy, y a los hechos me remito. Poco a poco iremos mostrando con detalle el desastre de excavación que se ha practicado hace pocos años. Las aguas de río Seco, con sus avalanchas, inundaron muchas veces, y pude verlas, gran parte de la vega de río Verde y zonas inferiores de la ciudad.

Foto 142.-

En la secuencia de las primeras fotos vamos a mostrar fundamentalmente, el nivel que tenía el acueducto antes de que se excavara.

En esta primera foto vemos la parte superior de los arcos iniciales y lo que resta del canal superior por donde debía discurrir el agua. Su altura es, en algunas zonas, de casi dos metros. Justo encima del canal se ha montado el muro de la tapia de la carretera, con una extensión de más de doscientos metros. La apertura de la carretera nacional 340 por la zona de la Paloma, cortó la posibilidad de haber conseguido la mayor parte de lo que quedaba del acueducto. Una parte importante de él ha quedado sepultado sin posibilidad de recuperarla. Pero ahí está, guardada para la historia futura.

Foto 143.-

En esta foto se puede ver cómo se deja ver la parte superior de un arco y parte de la estructura del canal. Etapa previa a la excavación.

Foto 144.-

La parte derecha de esta foto nos muestra algo de lo enterrado de los arcos del acueducto.

Foto 145.-

En esta foto se indica y señala el sentido y extensión de lo que se ve salir del suelo de la finca.

Foto 146.-

En esta foto se va notando el desnivel del trazado de la parte superior del acueducto y el muro de la carretera montado sobre lo que queda de canal.

Foto 147.-

Foto de detalle de la parte residual del canal con el muro moderno encima.

Foto 148.-

Delimitación de la zona de la finca que ocupa una parte del acueducto.

Foto 149.-

Esta foto revela la modificación que sufre la parte del canal más castigada por las avalanchas o por los retoques que ha sufrido desde que se abandonó.

Foto 150.-

Esta foto es muy reveladora a la hora de averiguar qué hicieron los romanos cuando los arcos amenazaban con derrumbarse por las avalanchas y la solución que los ingenieros romanos decidieron emprender para mantener de pie los arcos que sostenían el canal, y como consecuencia, evitar el desabastecimiento de agua del conjunto industrial y elementos públicos: levantar muros de contención, que se verán más adelante.

Foto 151.-

A partir de este momento se inicia la excavación del acueducto desde la Carrera de la Concepción, procedimiento muy mal llevado. No es una excavación arqueológica propiamente dicha, sino un desmonte con máquinas retroexcavadoras que producirán un daño irreparable. Es un atropello en toda regla. Una de los mayores tropelías que se han permitido en Almuñécar.

Foto 152.-

En esta foto se confirma a todas luces cómo se observan las huellas de las máquinas desmontando la tierra que cubría en toda su extensión el acueducto. Aquí se ve cómo ha desaparecido parte de un arco que los ingenieros romanos trataron de sujetar para mantener el funcionamiento del acueducto. No era una excavación. Eran máquinas que iban destruyendo.

Foto 153.-

Vista de lo que va apareciendo de las arcadas afectadas. Nada absolutamente se protegió.

Foto 154.-

Esta foto muestra las huellas de las máquinas a su paso para sacar la tierra del desmonte. Y, evidentemente, los arcos que se van cayendo par falta de soporte que los sujete y se puedan restaurar, cosa que no si hizo en absoluto.

Foto 155.-

Detalle de la foto anterior.

Foto 156.-

Aquí se puede ver la técnica que aplicaron los ingenieros romanos: muros de sujeción para evitar que los arcos que sujetan al canal, se vinieran abajo. Y el canal se mantuvo funcionando gracias a esta técnica.

Foto 157.-

Detalle de la foto anterior. No se respetó nada, ni la cimentación de esos muros contrafuertes. Consecuencias: cuatro arcos que estaban apoyados por este sistema, se desplomaron y se perdieron.

Foto 158.-

En esta foto se ve cómo los ingenieros romanos consiguieron sujetar el canal del acueducto.

Foto 159.-

Detalle de otro de los soportes que sujetaban el canal.

Como conclusión a esta observación de los ingenieros romanos, hace falta hacer una observación. ¿Hasta cuando no se dieron cuenta de que esta zona de Sexsi era inundable? Es normal que la construcción de una obra de esta envergadura tardara bastantes años en su puesta en marcha. En aquellas fechas todo parece indicar que la pluviosidad era superior a los tiempos posteriores, como ocurre hace unos cuarenta años. Lógicamente las inundaciones serían más frecuentes. Y si pudieron comprobar que sus instalaciones sufrían seriamente cuando esto ocurría, ¿por qué no pusieron los medios para evitarlo? Tan sólo afectó a la parte más cercana al lugar por donde río Seco se desbordaba (y sigue desbordándose). Orogénicamente la cuenca de este río ha sido superior el altura a la de río Verde. Es una incógnita, o no supieron poner remedio a ese problema. Lo que hemos visto que hicieron los ingenieros no era la solución; más bien era un parche. Pero cuando esto ocurría, si se ponían de obras en esa parte del acueducto, eso llevaba su tiempo y no podría paralizar la llegada del agua porque ello conllevaba un paro en el abastecimiento de agua y, sobre todo, afectaría a la gran factoría de salazones que abarcaba todo lo que hoy es pueblo y sus cercanías.

Foto 160.-

Estado previo a la excavación.

Foto 161.-

Estado previo a la excavación, arcos y canal.

Foto 162.-

Estado previo a la excavación, arcos y canal.

Foto 163.-

Estado previo a la excavación, arcos y canal.

Foto 164.-

Estado previo a la excavación, arcos y canal.

Foto 165.-

Estado previo a la excavación, arcos y canal.

Foto 166.-

Estado previo a la excavación, arcos y canal.

Foto 167.-

Este es el punto donde empieza la finca en que se ha descubierto la mayor parte del acueducto en todo su recorrido. Pero el acueducto continuaba hacia el barrio de San Sebastián, y queda por dilucidar si el del Ingenio está montado sobre el romano, que no se ha explorado aún.

Foto 168.-

En este momento, a derecha de la imagen, según se viene desde San Sebastián, empiezan a aparecer las estructuras de las termas.

Foto 169.-

Foto de detalle de la arcada en sentido contrario.

Foto 170.-

Como queriendo dar respuesta al problema de las inundaciones, hay que decir que los ingenieros romanos recurrieron a otra solución: montar arcos de refuerzo. Y al parecer, algún efecto surtieron, porque esos arcos de refuerzo permitieron que el arco de encima se mantuviera intacto, como deja bien claro esta imagen.

Foto 171.-

En esta imagen vemos en primer plano un arco de refuerzo. Y al fondo de la arcada, tenemos la zona de arcos caídos y los refuerzos de pilares de ladrillos que se usaron en ese sitio para sujetar las estructuras que soportaban el canal. Por lo visto, todo o casi todo el recorrido del acueducto en esta zona, fue víctima de las inundaciones, y no se previó dar la misma solución a aquel plano que a éste. Al fondo, se desplomaron, y en primer plano, quedaron firmes con el sistema de doble arco.

Foto 172.-

Según nos acercamos a San Sebastián, las inundaciones fueron más persistentes o fuertes. Ello lo indican las partes de este puente que han sido más afectadas por las avalanchas de los desbordamientos de río Seco.

Foto 173.-

Serie de los arcos que encuentran en buen estado de parte del puente o acueducto a su entrada a la ciudad.

Foto 174.-

Serie de los arcos que encuentran en buen estado.

Foto 175.-

Serie de los arcos que encuentran en buen estado.

Foto 176.-

Serie de los arcos que encuentran en buen estado.

Foto 177.-

Serie de los arcos que encuentran en buen estado.

Foto 178.-

Punto en el que la arquería empieza a debilitarse y a partirse.

Foto 179.-

Serie de los arcos que encuentran en buen estado.

Foto 180.-

Punto de contacto hacia la parte de san Sebastián.

Foto 181.-

Parte en la que la arquería empieza a ser reforzada con arcos contrafuertes a izquierda de la imagen.

Foto 182.-

El relleno que aparece entre las arcadas dan la impresión de que el acueducto se encuentra abandonado por el tipo de sedimentación que se observa en la base del terreno.

Foto 183.-

En esta foto lo más sorprendente es la desaparición casi total de la superficie por donde debía discurrir el canal y las posibles tuberías.

Foto 184.-

Aquí se aprecia el mismo motivo por el que se puede decir que esta zona ha sido abandonada, y se prueba por los sedimentos que aparecen a su alrededor.

Foto 185.-

Resto de los arcos que quedan bien definidos.

Foto 186.-

Resto de los arcos que quedan bien definidos.

Foto 187.-

Resto de los arcos que quedan bien definidos.

Foto 188.-

Resto de los arcos que quedan bien definidos.

Foto 189.-

Resto de los arcos que quedan bien definidos.

Foto 190.-

Resto de los arcos que quedan bien definidos.

Foto 191.-

Resto de los arcos que quedan bien definidos.

Foto 192.-

En esta zona queda bien claro que las termas se montaron muy cerca del paso del acueducto.

Foto 193.-

Lo más relevante de esta foto es la parte superior por donde iba el canal. Da la impresión de que por él discurrían las tuberías del agua. No tiene la forma clásica y norma del canal del restos de los puentes.

Foto 194.-

En algunos de los arcos aparecen ligeros desperfectos como en esta foto. En la parte superior de lo que queda del canal, se ven señales de como si por ahí hubiera discurrido un conjunto de tuberías de cerámica. y si se observa bien, parece como si los hubieran arrancado.

Foto 195.-

En esta fase de la recuperación del acueducto, ya se inicia la restauración moderna

Foto 196.-

Tramos en fase de restauración. Siete arcos hasta donde se encuentran los cuatro derrumbados.

Foto 197.-

Tramo en fase de limpieza.

Foto 198.-

Zona con los cuatro arcos desaparecidos.

Foto 199.-

Perspectiva de los arcos desde la Carrera de la concepción.

Foto 200.-

Fase de restauración de este tramo de puente donde está el espacio de los cuatro arcos desaparecidos.

Foto 201.-

Restauración del suelo no muy académica y zona de las termas en etapa de restauración. En el tramo restaurado, cornisa con el alero, murete del canal y cubierta han desaparecido. Dan la impresión de que se ha hecho intencionadamente.

Foto 202.-

Cuerpo de arcadas a la entrada del pueblo, ya restaurado.

Foto 203.-

El acueducto y sus elementos anejos. Parte de las termas.

TERMAS JUNTO AL DÉCIMO PUENTE

LA CARRERA DE LA CONCEPCIÓN

Foto 204.-

Vista de conjunto de las termas. Las zonas más visibles son: hypocaustum, pilas, apodyterium.

Foto 205.-

Apodyterium de las termas de la Carrera de la Concepción. Es la sala donde las gente dejaba sus cosas personales para irse al baño o lugar donde se practicaba la lectura.

Foto 206.-

Vista superior del apodyterium de las termas.

Foto 207.-

Cubierta del apodyterium de las termas. A izquierda de la cubierta se ve un agujero que podía ser una entrada para el agua, que probablemente lo haría entubada con elementos de tubería de cerámica.

Foto 208.-

Entrada del apodyterium de las termas. Resulta un poco extraño que el hypocaustum esté situado junto al apodyterium, prácticamente ante la puerta del mismo. Para ello han tenido que fortificar el elementos de aislamiento térmico.

Foto 209.-

Junto al apodyterium podemos ver componentes adyacentes, como una sala de gimnasia. Esta parte de las termas no es muy definida. Distinguimos bien el tepidarium, pero el frigidarium aún no se ha identificado con claridad.

Foto 210.-

Vista de las termas y parte del acueducto que pasa por detrás.

Foto 211.-

Vista parcial de las termas donde apreciamos parte de una piscina con escalones de acceso.

Foto 212.-

Canal de posible eliminación de aguas residuales de las piscinas de las termas.

Foto 213.-

Varios compartimentos de las termas cuya finalidad aún no se define con claridad. Algunos de estos elementos podrían servir como biblioteca o gimnasio. Y lo que se echa en falta es una zona destinada a la piscina de natación que, lógicamente utilizaba agua fría.

Foto 214.-

Vista general del hypocaustum de las termas, aún en primera fase de excavación. Las salas colaterales estaban destinadas a los materiales que se quemaban para calentar la parte superior donde se estacionaba y se ponía en movimiento el agua hacia los piscinas colindantes.

Foto 215.-

Hipocaustum de las termas de la Carrera. Se encuentra en un estado bueno. y las piscinas próximas bastante aceptables después del deterioro del tiempo.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 215 bis.

Aspecto más detallado de la composición del hipocaustum de las termas de la Carrera. Los pilares de ladrillo refractario están muy alterados y parte del interior está caído.

Foto 216.-

Una de las piscinas mejor conservadas de las termas. Sus paredes están recubiertas de opus signinum. Muy buen estado de conservación.

Foto 217.-

Otra de las piscinas de características similares. Tiene un canalito de eliminación de aguas. El opus signinum está bastante desgastado.

Foto 218.-

Piscina bien conservada. Escalón lateral y revestimiento de opus signinum.

Foto 219.-

Piscina semicircular con escalones de acceso. Su conservación es buena. Es otra vista de la que vemos en el número 200, pero ya restaurada.

Foto 220.-

Las termas en el entorno del acueducto. Justo detrás del cuerpo central de las termas faltan los cuatro arcos caídos. Como puede verse, los componentes de estas termas están incompletos. Con el tiempo y el abandono han desaparecido sectores del mismo.

TERMAS DEL CASTILLO DE SAN MIGUEL

Figura 13.- Plano general de las estructuras que pudieron existir en ese espacio, según los restos que se han encontrado después de salvar parte de las roturas que se han producido a través de los diferentes usos que este reducto ha vivido desde que fue ocupado por los romanos.

Figura 14.-

Plano militar del Castillo de San Miguel que, a partir de 1851 se convertirá en cementerio civil, sobre todo a consecuencia de una epidemia muy grave que se produjo en estas fechas.

Foto 221.-

Cuando se desmontó tal cementerio, se practicó un estudio sobre los elementos antiguos conservados bajo las construcciones árabes, militares y posterior cementerio. Y entonces se dejan ver una serie de estructuras antiguas mezcladas por la evolución de los tiempos. Y los primeros que dejan ver su presencia, de forma clara y evidente, son los romanos que, posteriormente serán muy alterados por el mundo árabe. En esta foto podemos observar materiales romanos reutilizados por los árabes, de forma que los elementos más profundos darán testimonio de estas mezclas culturales. En esta foto podemos ver la antesala de lo que fueron unas termas romanas y que los árabes las van a reutilizar durante mucho tiempo. En este punto, en concreto, tenemos el inicio del hypocaustum con todas las estructuras propias de tal elemento.

Foto 222.-

En esta foto mostramos una superficie del área que abarca el hypocaustum de las termas.

Foto 223.-

Poco a poco se van vislumbrando los componentes de los distintos elementos que la integran.

Foto 224.-

Cuando aparecieron estos restos de construcciones, tuvo lugar el hallazgo del hypocaustum propiamente dicho. Sabemos que la gran mayoría de este tipo de elemento de uso privado y público, se inició sobre el siglo I a. de C. Y precisamente esta localidad detectó termas en tres lugares diferente: Carrera de la concepción, playa de Cotobro y el Castillo de San Miguel en este caso.

Foto 225.-

Esta foto nos muestra los compartimentos anejos y componentes de toda la estructura de las termas. El material usado, como se puede observar, es el ladrillo refractario, formando el cuerpo principal de esta construcción. En los flancos laterales de observan muros de hormigón prensado y muy resistente a las altas temperaturas. Se ven también los canales de ventilación para que el aire circule y reparta proporcionalmente el calor del Hypocaustum.

Foto 226.-

En esta foto observamos la parte interna del hypocaustum, con distintos componentes fabricados de ladrillo y, en muro de la derecha, un agujero probablemente entubado de cerámica, porque el plomo no resistiría las altas temperaturas que aquí se producen. Esta parte podría ser el punto de alimentación por donde se introducían los productos destinados a caldear todo el horno de calor. O sea, o ventilación, o introducción del agua a los depósitos donde se calentaba separadamente el agua que iba a dirigirse a las piscinas.

Foto 227.-

Detalle de la foto anterior donde se aprecia la entrada mediante un agujero, del agua para esto indicada. A la izquierda, la entrada de alimentación de material combustible. A su vez, el muro de caementum está protegido por otro exterior adosado para cercar de seguridad el conjunto del Hypocaustum,

Foto 228.-

En esta imagen se ven con más detalles, las entradas de alimentación, y salidas de materiales usados. A su vez se perfila muy bien la composición de los muros de adobe con argamasa de cal y arena.

Foto 229.-

Esta imagen, que no ha sido publicada, muestra parte de un probable depósito o pila. Tiene forma semicircular y está revestida de opus signinum, claramente romano. Hoy no se muestra en las publicaciones. Se manipula la información.

Foto 230.-

Vista más precisa de la forma de ese depósito o pila, donde se ve el enlucido de sus paredes: opus signinum.

Foto 231.-

Y debajo de todo eso aparece con toda claridad la superposición de capas de opus signinum de un depósito o pila. Es evidente que lo han retocado con el tiempo. Eso no es una técnica árabe sino certeramente romana.

Foto 232.-

En las siguientes fotos se van mostrar los pilares del Hypocautum de ladrillo y terminado en falsa bóveda.

Foto 233.-

Pilares acabados en falsa bóveda, éste y los siguientes que se van a mostrar.

Foto 234.-

Continuidad de la foto anterior, donde, además de observa el muros de fondo que encuadra esta unidad de las termas.

Foto 235.-

Pilares terminados en falsa bóveda.

Foto 236.-

Dentro de lo menos malo, al menos podemos ver la técnica empleada en el levantamiento del hypocaustum. Los pilares del fondo son los mejores conservados y, sobre todo, el muro de hormigón que rodea toda la estructura de esta parte de las termas.

Foto 237.-

Vista general del desmonte del antiguo cementerio, donde destaca principalmente el espacio destinado a las termas. Se llevó a cabo este desmonte igual que el acueducto de la Carrera de la Concepción: con retroexcavadoras. En la parte derecha de la imagen se encontraban bloques desgajados por la máquina y que formaban parte de las estructura de las piscinas. Ahí se perdió gran parte de la originalidad de esta obra romana.

Foto 238.-

Mostramos las pilas de baño de las termas. Todas son rectangulares y están recubiertas con material impermeabilizante. Si había opus signinum, ha sido sustituido por otro tipo de color blanquecino, similar al estuco del depósito de agua de la calle Morería Baja, o bien han sufrido in deterioro irreparable en su tiempo.

Foto 239.-

Compartimentos laterales a las pilas centrales rectangulares. Se encontraron muy deformadas por la función diferente que han podido desempeñar.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 240.-

Esta imagen nos muestra el típico sistema que usaban los romanos. Pilas pequeñas anejas a otras grandes. El motivo es cambiar de temperatura del agua. De ahí el frigidariun y tepidariun. Todo cuanto estamos viendo demuestra que la cantidad de agua que se necesitaba para alimentar esta estructura tenía que ser considerable. Pensamos que el agua llegó hasta este lugar por medio de canalización que se efectuaba a través de una canalización construida por encima de la muralla de Levante y que se se dirigía por ella hasta llegar a este lugar conectando con el la zona del Castillo. No disponemos de indicios para mostrarlo, pero es una hipótesis avalable.

Foto 241.-

Detalle de la foto anterior para mostrar las pequeñas pilas de baño en el tipo que usaban los romanos.

Foto 242.-

En esta foto podemos identificar el color del material que se usaba para impermeabilizar las piscinas. Era el opus signinum y la altura de sus muros eran los normales dentro de la tipología que usaban los romanos. Así que se puede decir que lo que vemos es genuinamente romano. Nada de árabe.

Foto 243.-

Vista lateral de las termas, donde se aprecia la destrucción de algunas de las piscinas por la máquina de desmonte. Los materiales son claramente romanos: opus incertum.

Foto 244.-

Detallae de la foto anterior con el fin de mostrar los restos de las pilas auténticas romanas. Se observa con toda claridad el opus signinum en el revestimiento de esta piscina rota.

PLAZA DE LA CONSTITUCIÓN. Conducciones de agua.

PLANO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Figura 15.-

Plano del depósito terminal en la Iglesia y las canalizaciones que parten desde ella hacia los laterales del pueblo y zona del Castillo de San Miguel.

CANAL SUBTERRÁNEO DESDE LA PLAZA DEL AYUNTAMIENTO HASTA LA CRUZ DE LOS LEONES (Puerta de Granada)

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 245.-

Entrada al canal que conduce, bajo tierra, hasta la Puerta de Granada. Esta entrada se encuentra en la casa de la familia Müller, en la plaza de la Constitución.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 246.-

En esta imagen, una vez bajado, se observan de frente el aparejo de ladrillo romano testificado en varios lugares de este mismo sitio. Se gira a derecha y nos encontramos con el canal abovedado. Se nota muy bien la impronta que dejan las cimbras para poder levantar la cubierta abovedada.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 247.-

Si observamos con precisión el aparejo de esta galería (75 cm de altura por 50-60 de ancho) podemos notar con exactitud que ha sido retocado en al alzado en varios puntos de su trazado. Este tipo de ladrillo es muy común en las estructuras romanas que van apareciendo en cualquier punto donde han sido encontradas y detectadas estructuras romanas.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 248.-

La cubierta del canal o galería, muestra indicios de la impronta que dejan las cimbras en este tipo de construcciones.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 249.-

Y en esta imagen queremos mostrar con claridad el uso de la tubería de cerámica como elemento de conducción de agua. Las tuberías están reforzadas con la colocación del ladrillo que venimos viendo en toda esta estructura. Se usa como reforzamiento para que la presión del agua no dañe la conducción. Pensamos que todo este canal formaba parte de una gran red de distribución de agua, bien para las estructura situadas al mismo nivel, bien para que remontaran hasta llegar a la parte superior del conjunto del Castillo.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 250.-

A partir del punto donde se encuentran las tuberías de cerámica, nos encontramos con la conducción final en sentido norte. Ello implica que el canal se dirigía hacia la zona de la Iglesia y posterior llegada para contactar probablemente con la conducción del acueducto en Carrera de la Concepción. Por desgracia nos tropezamos en nuestro avance con el alcantarillado moderno del pueblo y las canalizaciones nuevas habían roto la galería que estábamos estudiando. Ahí se interrumpió nuestro trabajo de investigación de campo en este lugar.

Creemos que este canal se construyó para la conducción de agua desde el depósito terminal de la Iglesia hacia distintos sitios de la zona industrial. Y por lo visto, se usaron tuberías de cerámica como elementos de transporte del agua para la gran mayoría de las instalaciones industriales. Fragmentos de tubería aparecieron en la huerta de la misma familia Müller, en avenida de Andalucía. No pudimos inspeccionar un espacio del viejo ayuntamiento, en el que se encontraba una conducción subterránea que se dirigía hacia la citada huerta, que hoy es un parque de plantaciones exóticas. El canal, que terminaba en ese punto, se encuentra taponado. Pero, afortunadamente pudimos tomar gran cantidad de fotos que nos ha permitido saber dónde aparecía la canalización del agua.

HUERTA DE LA FAMILIA MÜLLER

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 251.-

Este punto nos marca la zona donde se encuentra el canal taponado y que sólo es posible ver en fotos tomadas a tiempo antes de que lo taparan. En el centro de la imagen se observa, sobre el muro, un rectángulo vertical y un agujero en la parte inferior del mismo. Ese era el punto de salida que, anteriormente había sido taponado.

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FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 252.-

Aquí se puede ver detalladamente el agujero hecho por los albañiles durante la obra de adaptación del terreno para lo que se pretendía. Por lo visto se encontraba totalmente cerrado y quedaría, tal vez, alguna rendija que permitiera a los operarios tocarlo y descubrirlo.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Doto 253.-

Aquí lo mostramos en foto a color para notar con más precisión la zona indicada. Se ve el agujero, pero pequeño, y da la impresión de que existía ya hace tiempo, porque se ve un cuadrado en forma de ventanuco en la base de este trozo de pared. Los albañiles lo destaparían después, situación que aprovecharíamos para tomar medidas y fotos más precisas.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 254.-

Una vez destapado completamente el agujero, apareció esta imagen que presentamos: el canal entrando o desembocando en la finca. Sus paredes están recubiertas de material impermeabilizante, sin precisar si se trata de opus signinum o simplemente un estucado refinado de cal grasa y arena. No lo sabemos porque no se ha analizado.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 255.-

Al final de esta conducción, podemos ver un canal que discurre en forma de T, probablemente desde el citado lugar del viejo ayuntamiento hasta este lugar y en su trayectoria hacia la calle Real, haría un desvío en ángulo recto hacia la huerta, mientras que su recorrido final sería continuar hasta el espacio antes citado. El canal de la calle Real puede tener relación con el que aquí vemos.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 256.-

Sobre el propio terreno de la huerta apareció un fragmento de tubería de cerámica que aquí mostramos. Según se observa, la tubería no era simple, sino que estaba reforzada, lo que nos hace pensar que era un elemento para conducir agua con cierta presión. Su diámetro medía unos quince centímetro de diámetro.

CANAL SOBRE LA MURALLA DE LEVANTE

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 257.-

En Cuesta del Carmen, al llegar a lo más alto, a mano izquierda había un pequeño patio vecinal a cuyo fondo podíamos ver esta imagen. Hoy día está todo construido y tapiado. No se puede ver. Pues justo en el fondo podemos ver el inicio de la muralla conservada, que da al talud de la vertiente de Levante. Tiene señales de haber sido rota par cortar la conducción de agua que por este lugar circulaba.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 258.-

Detalle de la foto anterior para ver cómo ha sido taponado el canal, o roto, porque posiblemente procedía de la zona de Cueva de Siete Palacios. Pero se observa bien el revestimiento interno de la paredes del canal. El típico opus signinum está ahí. Pero la pregunta que nace de este punto es: ¿de dónde procede este canal? quiero pensar que venía de la parte de Eras del Castillo porque, de lo contrario, era poco probable que viniera de una zona inferior. Tendría que superar un fuerte desnivel; y este canal no se usaba para llevar tuberías de cerámica, sino directamente el agua; por eso usan el opus signinum.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 259.-

Detalle más preciso del uso del opus signinum y taponamiento del canal modernamente. El aparejo es de opus incertum.

FOTO DE AMPARO CERVILLA RIVAS

Foto 259 bis

Vista de la parte externa de la muralla romana de Levante. Aquí se ve con mayor precisión el canal que discurre por encima de ella. Y es un canal cubierto con bóveda de medio punto. Dicho canal continúa a través de los restantes lienzos de muralla hasta empalmar con otras conducciones que llegaban hasta el Castillo de San Miguel. A la vista del aspecto que presenta el canal en este punto, llegamos a pensar que el canal salía en ángulo recto hasta algún elementos de la cuesta del Carmen para dirigirse probablemente a uno de los puntos de la calle Cueva de Siete Palacios. Pero estar por probar. Es una hipótesis a tener en cuenta.

Figura 16.-

En este plano militar observamos la muralla de Levante donde señalamos el punto en el que hemos detectado la presencia del canal anteriormente visto para conducir el agua hasta el propio Castillo. Los desniveles son fuertes dada la orografía que presente la ciudad en todo su entorno.

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FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 260.-

Desde otro ángulo vemos cómo gira la muralla buscando su continuidad hacia la zona de Eras del Castillo, probable origen, como hemos dicho, de este canal.

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FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 261.-

Siguiente tramo de la muralla de Levante, que se encuentra ya algo deteriorada por las construcciones modernas. Es muy probable que esta zona sufriera daños por los bombardeos en la guerra napoleónica.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 262.-

Este tramo, continuidad del anterior, sigue siendo muralla, y da la impresión de que el canal continúa por su cima. Señal clara porque las casas están retranqueadas ante la presencia de la muralla, y por la forma que conserva, el canal continúa su trayectoria hacia el Castillo de San Miguel.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 263.-

En esta esquina de la muralla, puede observarse el grosor de la muralla, superando probablemente el metro, y con un aparejo que no deja lugar a dudas en la composición del mismo: clásico romano.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 264.-

Continuidad de la misma muralla; pero en este tramo ha sufrido daños serios que la gente ha ido reparando para asegurar la estabilidad de sus viviendas. La muralla sigue zigzagueando según la estructura del terreno. Incluso se puede ver que han construido muros de contención en algunos tramos, por debajo del nivel de la línea de la muralla, e incluso han creado bancales para poder hacer plantaciones de chumberas, como se puede observar.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 265.

Al lado de la maraña vegetal, podemos ver cómo continúa la muralla, muy deteriorada, a los pies de los muros de las casas modernas.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 266.-

A izquierda de la imagen vemos el abancalamiento del terreno para el cultivo de las chumberas. Justo por encima se ven los restos de lo que queda de la muralla en dirección al Castillo de San Miguel.

Figura 17.-

Repetimos esta imagen para conectar con otras que conducen, a través del puente romano, hasta el Penón del Santo.

Figura 18.-

La forma de poder llevar agua hasta el depósito del Peñón antedicho, era a través del puente romano. Y como se ha dicho en otra ocasión, aquí se excavó una serie de piletas de salazón en el pasado. El depósito que aquí se encuentra y se puede ver, tenía que ser rellenado con agua dulce, y el camino no era otro que la canalización a través del citado puente. El plano militar es bien evidente aunque sólo dispongamos de la planta y no del alzado, que hubiera facilitado muchas la solución de las cuestiones pendientes sobre su estructura y utilidad.

Figura 19.-

En esta imagen vemos el puente en alzado. Para poder reconstruirlo hemos tenido que tomar como referencia las luces de los arcos que lo formaban. Y estos puntos de apoyo se encuentran en la subida por el camino de acceso a lo alto del Peñón. La base del puente era bastante notoria, y no se podía practicar el paso de una playa a la otra por la altura y escarpado de sus muros arruinados por la artillería inglesa en la lucha contra Napoleón. Medía. y aún lo mide, seis metros de ancho en su base.

CANALES DE AGUAS RESIDUALES DEL MAJUELO

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 267.-

Esta imagen nos muestra la escalinata de acceso a las partes superiores del estacionamiento de piletas de salazones y a la Puerta del Alcazaba que se encuentra bastante cerca. De ahí se subía por un graderío hasta la zona superior donde existen piletas de salazones. Por el centro baja un canal cubierto que, probablemente, recogía las aguas residuales de la parte superior de la industria. Y justo a su lado, baja igualmente un canal pequeño. probablemente entubado para abastecer de agua dulce las zonas de la piletas de salazones del Majuelo.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 268.-

Vista frontal para determinar los dos sistemas de canalización: uno de desagüe y otro de alimentación de la factoría.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 269.-

Aspecto detallado de los dos elementos de conducción de agua. Aquí se nota, de forma palmaria, las modificaciones que ha sufrido el Majuelo.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 270.-

La zona marcada con flecha nos indica que ese espacio ha sido, en otro momento, un depósito de almacenamiento de agua. La cantidad que se precisaba para el mantenimiento era mayor de lo que estas imágenes nos revelan; y lógicamente deben existir otros canales porque la extensión de esta zona industrial era muy superior a lo que hoy se nos muestra. Y téngase presente que este espacio contenía una zona portuaria, que también precisaba agua para sus operaciones. En conclusión, lo que aquí vemos como elementos industriales no es ni la décima parte de su total.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZFoto

Foto 271.-

Vista de detalle del canal de desagüe que bajaba de la parte superior del Majuelo y zonas anejas de las mismas características. Si se han detectado y excavado piletas de salazón en Morería Baja, los residuos tenían que ser evacuados por algún canal, como el que vemos en imagen, y que era absolutamente necesario.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 272.-

En esta imagen vemos, a izquierda, el canal de desagüe cubierto con lajas de piedra pizarrosa colocadas de forma desmontable, para que con facilidad se pudieran limpiar los canales con sólo moverlas. Procede del centro de eliminación de esta parte de la factoría.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 273.-

Por el centro de esta calle vemos el canal en dirección a la zona de río Seco. Es uno de los canales. El resto está enterrado. Pero dado el nivel del mar en estas fechas, pensamos que las aguas residuales iban directamente al mar, o a la costa del mar, puesto que en esta zona había puntos de amarres para las embarcaciones y el mar llegaría a bastantes puntos de la factoría, sin duda.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 274.-

Otra vista del canal desde otro ángulo, pero recogiendo residuos de otra parte de la factoría en sus partes laterales mediante calles entre zonas.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 275.-

A la derecha de la imagen vemos cómo el canal puede recoger aguas residuales de las zonas próximas de la factoría. El canal aparece unas veces cubierto y otras desnudo de lajas de cubierta. Consecuencias del paso del tiempo y del abandono.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 276.-

Y aquí, otro canal cubierto pero con bóveda de medo cañón, hecho que sólo hemos visto a la bajada de la zona superior en las fotos anteriores. También se encuentra enterrado en la zona que el Ayuntamiento ha dejado para jardines. Se hizo una exploración: con lo que se pudo comprobar que eran aguas residuales que iban a la zona de río Seco o más bien a la mar. Lo cierto es que iban a desaguar al mar. Y el mar tenía que estar muy cerca si observamos el lugar donde aparecieron datos claros de la situación del elemento de amarre respecto al agua, donde los barcos podían atracar, como se verá.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 277.-

Este pozo se encuentra casi en la zona central del sector del Majuelo. Es un tanto extraño que se encuentre un elemento así para atender las necesidades de la factoría. Es posible que el agua que se extrajera de este punto fuera salada o salobre. Pero también es probable que fuera dulce si tenemos en cuenta que el citado pozo se ha venido usando para regadío en tiempos posteriores, como los actuales. Se recuerda que lo sobrealzaron para poder manipular los medios de extracción modernamente.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 278.-

Y en esta foto tenemos la prueba inequívoca de que el agua del mar llegaba hasta casi toda la factoría. Aquí tenemos puntos de amarre para los barcos del tipo que fueran, y más aún los mercantes, Uno de los puntos está en perfecto estado de conservación, y en la esquina se observan restos de otro, aunque muy desgastado o roto.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 279.-

Y en esta foto se determina la distancia a la que se encuentra este punto de amarre que situado en la cuadrícula donde se halla el árbol, a izquierda del mismo, y esto nos hace pensar que el agua de los canales de aguas residuales desembocaban en el mar y que toda la zona de la Avda. de Europa formaba parte del estero marino de San Cristóbal.

CANALES EN CALLES DEL CASCO URBANO

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 280.-

En las páginas anteriores hemos hablado de la existencia de depósitos en otros lugares de la ciudad, como la parte superior de la Cueva de Siete Palacios. En efecto: según se sale de ese lugar hacia el Norte, a mano izquierda, encima de una antigua bóveda romana rota, podemos ver un canal de desagüe de unos 30 x 40 cm. Y a sus lados se dejan ver los restos de un enlucido a base de opus signinum que nos hacen pensar en un depósito o similar, fenómeno que se extiende a izquierda dando lugar a una zona embalsada, porque todo ese espació está, en todo su suelo y algo de paredes, revestido de opus signinum, y es muy posible que también pudiera ser un área de piletas de salazones porque a un nivel más bajo, como la calle Carmen Baja ha registrado cierta cantidad de piletas que pueden considerarse de importante entidad, y no ser las únicas, porque esta experiencia tan solo se practicó en una sola vivienda de nueva planta. Y por ello, todas las casas que se encuentran al mismo nivel probablemente contendrán también este elemento industrial.

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FOTO DE ANTONIO RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 280 bis.-

Detalle de la foto anterior en donde observamos la existencia de opus signinum perteneciente a probable depósito de agua en la zona adjunta (derribada o caída) al complejo de la Cueva de Siete Palacios.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 281.-

En esta imagen presentamos un canal que parte desde el fondo de Levante de la Cueva de Siete Palacios hasta casi llegar a la zona superior de Eras del Castillo. Este canal debió ser usado como elemento de conducción de tuberías de cerámica. Agua no podía llevar porque sus paredes son de opus incertum y no contienen nada de opus signinum, material imprescindible para la conducción del agua. Tiene mucho desnivel entre el punto final y la Cueva. Pero no excluimos que fuera una simple galería de comunicación entre dos niveles de estructuras industriales. Podía ser un punto de entrada, cosa que poca gente ha pensado. Su altura es superior a lo que esta imagen ofrece.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 282.-

Al final de la calle Nueva, nos encontramos este canal que une dos niveles de cotas diferentes: la calle Morería Alta y el fondo de Morería Baja. Sus paredes están tan encaladas que no dejar ver un posible uso de opus signinum. Es evidente que sus muretes están construidos con opus incertum. Pero la cubierta es de rasillas modernas recubiertas con argamasa moderna, no romana.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 283.-

Esta estrecha calle (que no lo es), es un área de desahogo de agua residuales entre Morería Baja y Calle Nueva. Pensamos que ha sido muy modificada con el paso del tiempo, pero en realidad es un conducto descubierto de evacuación de aguas de lluvia y residuales que ahora se ve a nivel de calle.

TERMAS DE COTOBRO

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 284.-

Playa de Cotobro -Almuñécar-. Aquí se indican dos punto muy importantes. A izquierda de la imagen, marcamos, sobre el talud de la colina, los elementos constructivos que han sido destruidos con las nuevas edificaciones. A derecha de la imagen, indicamos con una flecha el lugar donde se encuentra el pozo romano y que después, con la excavación, aparecerán unas nuevas termas romanas.

FOTO DE ANTONIO RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 285.-

La zona de Cotobro ha sido un lugar también visitado y usado por el elemento romano. El hecho de que aparezcan termas en este lugar presupone habitáculos como residencia permanente. Sin duda que aquí han existido villas rústicas, sin duda, como se verá. Pero el elemento indispensable para construir una termas es el agua, y lo más complicado aún es el sitio donde han aparecido: casi junto al mar. El agua salada no se utiliza para estos fines. Debe ser dulce. Por lo visto el hecho de encontrarse al final de un barranco nos hace suponer que son venas profundas, que impiden la presión marina, de agua procedentes de las alturas y que, lógicamente antes, desembocarían en el mar. Los romanos construyeron un pozo y probablemente sacaban el agua con elevadores similares a una noria. En nuestra época los agricultores pusieron un motor cuyos restos aún perduran en su paredes, cosa que, a continuación, explicaremos.

FOTO DE ANTONIO RUIZ FERÁNDEZ

Foto 286.-

Vista del pozo romano. Tiene un perfil escalonado antes de llegar al receptáculo profundo. Forma cilíndrica con bóveda acabada en un tragaluz, por donde se permitía montar una polea para elevar el agua destinada al abastecimiento de las termas. Lo profundo del pozo, circular, está construido de opus incertum permeable para poder recoger el agua que le llega a través de la vetas de aguas antes citadas. La parte superior está recubierta de estuco blanquecino y algunas zonas con opus signinum.

Foto 287.-

Parte superior o cubierta el pozo, donde apreciamos la construcción con ladrillo típico romano. El tragaluz para la posible polea de elevación de agua. La bóveda está recubierta de estuco impermeabilizante. Al parecer, este tragaluz tenía forma cuadrada, según la posición de los ladrillos, y posteriormente ha sido retocada modernamente. De lo contrario no se explica el uso de la madera usada en la cubierta.

Espacio con pila o depósito
FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 288.-

Nave lateral de escasas proporciones y sin finalidad precisa. Está construida con la técnica de opus incertum. El revestimiento de que observa es moderno. Pero en aquellos momentos no se excavó.

FOTO DE ANTONIO RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 289.-

Entrada al pozo con muros laterales de opus testaceum. Al parecer originariamente esta entrada pudo ser arqueada y retocada por los propios romanos.

FOTO DE ANTONIO RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 290.-

Vista de conjunto de la parte frontal del pozo, ya retocado por la restauración del yacimiento. La pequeña galería ha resultado ser algo parecido a una bañera que tendrá sentido si se entiende que este yacimiento es una edificación de termas o punto de calor para calentar una villa romana en la costa, definición que parece ser más plausible. La cubierta de la pequeña galería es arqueada de medio punto.

FOTO DE ANTONIO RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 291.-

A izquierda de la imagen podemos empezar a ver parte de lo que es el hypocaustum de las termas o villa.

FOTO DE ANTONIO RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 292.-

Zona donde empiezan a aparecer los elementos de las termas, compartimento algo derruido.

FOTO DE ANTONIO RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 293.-

Muro de delimitación del conjunto de las termas. El material usado es opus incertum. Es notorio el grosor de los muros.

FOTO DE ANTONIO RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 294.-

Zona del pozo y del hypocaustum. A su derecha observamos una especie de bañera-pila de vivienda recubierta de opus signinum y que formará parte del conjunto general de las termas.

FOTO DE ANTONIO RUZ FERNÁNDEZ

Foto 295.-

Zona perteneciente al hypocaustum.

FOTO DE ANTONIO RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 296.-

Cuadrículas del hypocaustum, donde se aprecia también la entrada a pozo romano.

Foto 297.-

En los años 70, antes de que construyeran los restante edificios de esta playa, pudimos contemplar en el corte del talud de esta colina los indicios de zonas arqueadas y cierta cantidad de materiales romanos sobre el suelo e incrustados aún sobre el corte del talud. Hoy día ha desaparecido.

Foto 298.-

En esta parte del corte sobre el talud se puede ver cómo aparece una zona arqueada, con materiales removidos y otros materiales de construcción incrustados aún en el mismo. Estos restos aparecieron a unos cien metros de las termas. Todo parece estar enterrado por el derrumbe de la colina al paso del tiempo.

Figura 20.-

Figura 21.-

Figura 22.-

Figura 23.-

En este plano de la excavación se perfila muy bien el lugar donde se encuentra el hypocaustum y las zonas casi desaparecidas. Este pozo fue descubiero y publicado por Antonio Ruiz Fernández en agosto de 1985 en la prensa con todo detalle para la prensa. Posteriormente fue publicado en Motril. Publicación que se hizo en El Faro.

DEPÓSITOS DISPERSOS EN LA CIUDAD Y CERCANÍAS

Foto 299.-

Indicación de los lugares mejor identificados en el área general de la ciudad moderna.

PLANO DE A. RUIZ FERNÁNDEZ

Figura 24.-

PLANO DE LA ZONA DE LA IGLESIA Y CERCANÍAS. Probable lugar donde podemos indicar lo que hasta ahora hemos podido localizar y documentar.

DEPÓSITOS EN DISTINTOS LUGARES DEL CONJUNTO INDUSTRIAL

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 300.-

Aljibe del Castillo de San Miguel. Se ha excavado y se ha podido calificar como elemento de construcción árabe, tipo aljibe. A nivel del suelo se aprecia un agujero que se utilizaría para recogida de aguas de lluvia.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 301.-

Vertiente de Poniente del Castillo de san Miguel. En principio esta vertiente, en época romana, estuvo amurallada con un sistema escalonado de muros que llegaban desde el Majuelo hasta la cima. Hemos remarcado la parte donde se encuentra una pileta de salazones o pequeño depósito de agua y otros más importantes. El contexto no nos permite definirlos. Pero hay otro que está perfectamente claro, como se verá.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 302.-

Probable pileta de salazones. No se ha podido contextualizar su entorno porque se encuentra enterrado o en el interior del Castillo, cosa más probable. Su revestimiento está muy deteriorado y no se puede definir con claridad.

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FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 303.-

Depósito romano de agua. Se encuentra a un nivel similar al anterior. Está relleno de material de derribo probablemente procedente del Castillo. En sus muros se observa el opus signinum revistiendo sus paredes.

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FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 304.-

Vista del mismo depósito para detallar lo que existe en su interior. Es probable que formara parte del abastecimiento del Majuelo u otras zonas muy cercanas.

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FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 305.-

Peñón del Santo. Foto antigua. Indicación del depósito de agua romano que se encuentra por debajo del nivel de la cima.

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FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 306.-

Interior del depósito de agua del Peñón del Santo. Sus paredes están revestidas de estuco pero muy desgastado. Es uno de los mayores depósitos hallados en todo el conjunto.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 307.-

Depósito del Santo. Etapa en la que fue usado como bar. El muro de fondo ha recuperado un color más propio del revestimiento de opus signinum. Este depósito se usaría como punto de alimentación de las piletas de salazones que fueron excavadas en 1945 y publicadas por el autor en la Universidad de La Rioja, Sección de Economía («Las salazones y salsas de Almuñécar». Anales de Economía, vol VI, nº 24). Con ello pretendo que quede de una vez claro que en esta zona los romanos construyeron piletas de salazones.

FOTO DE ANTONIO rUIZ FERNÑANDEZ

Foto 308.-

Villa rústica romana cerca de Venta Luciano. Torrecuevas. Este depósito forma parte del sistema de abastecimiento de agua de esta villa. Se conserva en sus restos el opus signinum original.

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PLANO DE ANTONIO RUIZ FERNÁNDEZ

Figura 25.-

Plano teórico de lo que pudo ser el depósito terminal del acueducto romano. Se ha levantado teniendo en cuenta las descripciones que los árabes hicieron de él hasta el siglo XIV. Y como testimonio de ello mostramos los materiales que forman la actual base de la Iglesia Parroquial y sus alrededores.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 309.-

Restos de los muros de un depósito adjunto a las estructuras del depósito terminal de la Iglesia. Se puede ver el aparejo antiguo cuando se descarna la pared moderna.

FOTO DE ANTONIO RUIZ FRNÁNDEZ

Foto 310.-

Indicación del muro que abarcaba esta zona como depósito auxiliar del acueducto. Cuando se desmorona el revestimiento moderno del muro, aparece el material romano.

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FOTO E ANTONIO RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 311.-

Aquí iniciamos la descripción de los cimientos que hoy se ven a los pies de los muros de la Iglesia Parroquial. Comenzaremos viendo el material base donde se van a apoyar los sillares de los que hablan los árabes cuando describen esta edificación. La base esta formada de opus caementicium sobre el que se colocarían las series de sillares de piedra caliza toba. Este tipo de piedra no es originaria de esta comarca, sino que la traerían los romanos de la zona cercana como Nerja, lugar de ascendencia volcánica en la que encaja perfectamente este material. La base de la edificación debió ser rectangular. En la parte exterior de esta edificación se ve muy bien el tipo de material, pero en el interior de la Iglesia es muy difícil distinguirlo, salvo que permitieran descarnarlo; cosa realmente descartable. Sin embargo, en el anterior suelo, cuando se repuso la solería, pude ver cómo se montaba el nuevo muro de la Iglesia sobre el muro romana que estaba justo debajo y sobresalía casi medio metro. Al día siguiente volví al lugar y pude comprobar que el muro romano había sido totalmente cubierto con hormigón moderno. Me quedé sin la foto que lo demostrara. Así que tan sólo contamos con el exterior para poder hablar del alzado tanto de la Iglesia como de la edificación romana que aquí existió. Es de sentido común, y de eso tenían mucho los ingenieros romanos, como lo han demostrado en toda la zona industrial.

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FOTO DE ANTONIO RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 312.-

A derecha de la imagen vemos ya la construcción del opus caementicium. Se nota que este aparejo ha sido retocado por los modernos en interés propio y han modificado la estructura base donde se apoya la Iglesia en la parte de Poniente.

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FOTO DE ANTONIO RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 313.-

Es precisamente en este callejón donde más se nota la alteración de los cimientos de la Iglesia, lógicamente por intereses de los vecinos que modificaron su estructura para facilitar el paso o sus solares.

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FOTO DE ANTONIO RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 314.-

Detalle de la foto anterior donde se aprecia las roturas de materiales base para facilitar el paso, u otros fines.

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FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 315.-

La parte el atrio de la Iglesia entraba dentro del ámbito del depósito terminal del acueducto. Aquí podemos ver cómo se rompe la estructura para abrir calle entre las partes de estos cimientos.

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FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 316.-

Detalle de la foto anterior para observar el mismo fenómeno de supresión de los cimientos como la misma finalidad: abrir paso, crear calle. Este paso lo abrieron para acceder a la Iglesia.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 317.-

Vista total de los cimientos en la parte posterior del atrio de la Iglesia. Y todo parece indicar que, como en otros lugares de la ciudad, los elementos romanos han sido eliminados para poder abrir calles nuevas, ya que el paso estaba cortado por las estructuras antiguas.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 318.-

Parte de este tramo ha quedado cubierto por las obras municipales para crear calle donde no había.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 319.-

Calle Aire. Cimientos de la Iglesia que sirven de apoyo para levantar el alzado noreste de la misma. Estos cimientos están recortados por la misma razón antes citada: abrir calle. Pero no se ha realizado ninguna exploración para determinar la profundidad de las estructuras romanas, como que debería hacerse para confirmar con rotundidad la existencia del citado depósito terminal aquí.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 320.-

Detalle de otra toma del mismo lugar.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 321.-

Detalle de los muros de la iglesia. La parte blanqueada reutiliza los sillares de piedra toba en todo la periferia de los cimientos de este edificio.

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FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 322.-

Detalle de la misma calle.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 323.-

Ampliación del espacio que abarcan las ruinas del depósito que aquí existió.

FOTO A. RUIZ FERNÁNDEZ

Foto 324.-

En esta foto vemos casi la mitad de un depósito de agua situado muy cerca de una villa rústica romana. Como también se encuentra en línea con el acueducto cuando cambia de vertiente, es lógico pensar que el agua se tomaba de ese punto.

CONCLUSIONES

Después del extenso recorrido realizado por casi toda la comarca de la ciudad de Sexsi, tenemos que llegar a las siguientes conclusiones:

Agua potable: Cuando los fenicios llegan a estos parajes, establecen primero una comunicación con los aborígenes locales y del interior de la zona. En los primeros contactos pensamos, a la luz de los comentarios de los autores clásicos que citan esta llegada, se dedican a intercambiar sus mercancías y manufacturas, cada uno según sus posibilidades. Los fenicios aportan manufacturas de ellos o bien conseguidas a través de sus rutas comerciales por otros centros con los que establecen relaciones de este tipo. También los aportan de sus propias localidades: pero lo más frecuente es traer productos de otros países o regiones, como Oriente Medio, Egipto (muy frecuente), Grecia, Italia, Sicilia, etc. El resultado de este intercambio se centra en lo que cada uno buscaba: los unos, manufacturas nuevas y desconocidas que llamaran su atención y sus necesidades. Los otros: búsqueda principalmente de metales nobles y minerales.

Pero con el paso del tiempo los fenicios comenzaron a desarrollar la industria de pescado. Y para ello, tuvieron que proveerse del elemento imprescindible para tal fin: agua potable. Y a la vista de los hechos, todo parece indicar que el lugar más apropiado para montar este negocio, no es precisamente el actual promontorio de Almuñéar, al que dieron el nombre de Seks; porque ellos trataban de buscar para establecerse lugares seguros y provistos de los elementos indispensables para sus objetivos. En este caso el agua. Y lo que es hoy, el casco urbano de Almuñécar, no reunía las condiciones exigidas para tales propósitos: no disponía de manantiales y aguas de esas características. Por lo tanto tuvieron que buscar el lugar que reuniera esas condiciones. Y es precisamente la parte occidental de la zona la que podía proporcionales el elemento necesario para el montaje de esa industria: Se trata del Barranco del Noi, llamado así porque el propietario del manantial era un personaje catalán cuyo aspecto físico era la corta estatura que mostraba. De ahí que le llamaran»el niño», noi en catalán. Y ese nombre es el que ha permanecido y permanece. Este barranco disponía de agua dulce y de muy buena calidad, porque procedía de una mina de agua que proporcionaba lo necesario tanto para mantener las necesidades de la comunidad fenicia como la de satisfacer las necesidades industriales que ellos pensaron montar y montaron. Como consecuencia de esta información, creemos que estas colinas fueron ocupadas como residencia y plaza para el montaje de su industria. En definitiva, podemos decir que el montaje tanto de hábitat como industrial se llevó a cabo en estas colinas de Poniente, además de establecer sus necrópolis, como ya ha quedado demostrado en trabajos anteriores. El elemento indispensable había sido conseguido. Los esteros marinos, tanto de río Seco como Verde, suponían un esfuerzo mayor de lo que ellos necesitaban. Las aguas del mar en los siglos VII-VIII a. de n. e. casi llegaban a las cercanías de la localidad de Jete. A esto se une el hecho de que los alemanes del IAA. de Madrid, emprendiera un trabajo para fijar la línea de costa en la zona sur de España, pero cuyos resultados no dan los mismos lugares que los que se han venido viéndose por algunos de los agricultores de la zona, que han llegado a ser, en algunos casos, más certeros que los practicados por los alemanes. De hecho, el arqueólogo alemán Adolf Schulten, estuvo durante un tiempo haciendo arqueología de campo para determinar ciertos puntos que no le cuadraban en sus investigaciones sobre la comarca de Almuñécar. Tuvo la suerte de encontrar monedas fenicias en las cercanías de Jete. Pero desconocemos dónde se puedan encontrar las conclusiones a las que pudiera llegar con sus trabajos.

Concluyendo el tema del agua, sabemos que la zona asignada y buscada desde un principio por los fenicios, fue muy oportuna para los fines que ellos buscaban.

Qué ocurre después del año -206, después de la batalla de Ilipa. Sencillamente los romanos deciden explotar al máximo la técnica de la salazón sobre el lugar que llamarán Sexi, que había pasado a manos de ellos una vez derrotados los cartagineses en Andalucía (cercanías de Carmona). Los romanos deciden montar una industria a gran escala y explotar los conocimientos que los fenicios tenían sobre estas técnicas. Y como sabían que no disponían del elemento esencial para llevar a cabo tal empresa, se esfuerzan en estudiar las posibilidades de conseguir agua en cantidades industriales. Pero volvemos al principio; los fenicios usaban, en comparación, pequeñas cantidades para sus objetivos. Los romanos querían competir con todas las factorías del Mediterráneo y convirtieron esta localidad en una de las más importantes de todo el Mare Nostrum. Problema: agua en cantidad. Suponemos que buscaron por todos los territorios cercanos al enclave, Pero no encontraron la cantidad que ellos necesitaban. Y llegaron hasta las cercanías de Otivar para poder establecer y conseguir un centro de producción de salazones de los más grandes de la época. Si tuvieron que remontarse tan hacia el interior es porque el agua en cantidad estaba lejana. Y para ello tuvieron que diseñar y montar todo un trabajo de ingeniería hidráulica que pudiera llevar el agua a sus industrias. Y montaron el acueducto con un sistema de puentes y canales que salvaran las dificultades que entrañaban los retorcidos caminos que condujeran el agua sin dificultad hasta la ciudad de Sexi. Y lo hicieron. Y qué fue lo primero, ¿el montaje de la industria y sus elementos anejos?, o la traída del agua para poderla montar? Al parecer y tras las investigaciones practicadas, debió ser el montaje del acueducto lo primero que se ejecutara. Y estamos en ello, el montaje del medio de transporte sería, por lógica, lo primero. Y no olvidemos que el agua de mar no sirve para la construcción por la cantidad de salitre que tiene. Y en eso eran unos expertos los romanos. Su conocimientos de ingeniería difícilmente han sido superados.

Conductos-transportes: Para ello, los romanos montaron un acueducto muy completo y lo suficientemente cuidado como para que el agua llegara sin problemas y en cantidad hasta la futura factoría. Entre los elementos construidos tenemos diez puentes con sus respectivos canales y registros para el cuidado interior del mismo. Y fueron tan cautos y aprovechados que, en las zonas difíciles, usaron medios para llegar desde alturas de cierta envergadura hasta alcanzar la zona baja, donde el agua no pudiera crear problemas en su transporte. Desde Otívar, pasando por Jete, utilizaron canales subterráneos sobre el mismo lecho de río Verde. O sea que, a cierta profundidad, construyeron canales reforzados contra la presión real del terreno sobre él, que recogieran el agua que discurría por superficie. El canal subterráneo siempre buscaba el punto de decurso más bajo, para que el agua se filtrara y pasara a través de sus bien planificados canales de piedra, con un sistema de bóveda en posición ciclópea, que permitiera el paso del agua a través de la hendiduras de la cubierta y pasara al canal por donde discurriría, hasta llegar a la zona en que el agua se deslizaba ya al aire libre por canales superficiales. Pero, incluso en este canal subterráneo, sobre él, los ingenieros romanos construyeron registros para controlar la presión ejercida por el aire y el desnivel de pendiente del agua a través del canal. Y de Trecho en trecho, o sea, cada tramo suele tener una especie de pocico interior para que el arrastre de arena y tierra se vaya posando y evite que el canal se obstruya, y por acúmulo de material, quedara inutilizado. Por esa razón, entraban hasta el fondo del canal para limpiarlo y evitar que quedara expuesto a un reventón o atasco del mismo. Esta técnica se practicará en todo el recorrido del acueducto.

Niveles: Es uno de los problemas más serios que tiene el trazado del acueducto. Lo más peligroso, a la hora de conducir el agua, es la presión que tiene que soportar cuando en su camino se encuentra con serias pendientes. Para contrarrestar estos problemas va sigzagueando con el fin de no perder altura y que la pendiente se suavice. Así que, incluso en las partes llanas, el canal subterráneo va buscando las zonas por donde suele discurrir el agua superficial de forma espontánea, para conseguir que el agua que se filtra, pueda llegar hasta él bajo tierra. Y una vez circula por superficie, el desnivel debe guardar las normas establecidas por los ingenieros para evitar que el agua con su presión pueda dañar la conducción. Para ello, aproximadamente cada 40-100 m suelen hacer un registro que no solo sirve para limpieza del canal, sino también para medir la pendiente y hacer que el aire que discurre en su interior salga a superficie y así evite que pueda producir que sufra una sobrepresión y se rompa por esta causa. El desnivel entre el punto de las cercanías de Jete y la Santa Cruz, donde se encuentra el depósito de decantación, es de 50 m, o sea, que pasa de la cota 100 a la 50 en esa distancia. En teoría, la pendiente del canal, según se dirige a Almuñécar, debe tener una pendiente de 1/4 de pulgada cada 40 m, según los cálculos de Vitruvio. Y la diferencia de altura entre el depósito de decantación y el terminal, o sea, entre la Santa Cruz y la Iglesia, el nivel está prácticamente equilibrado. Y por esa razón se construyó un semisifón entre ambos puntos o depósitos, para que el agua subiera de un punto a otro por su propia fuerza. Y desde el depósito terminal, el agua, por el mismo motivo, podía ser desplazada a cualquier punto elevado de la ciudad: vasos comunicantes.

Almacenamiento: Este es el punto más discutido de todos en relación al acueducto. Se viene hablando de que el depósito terminal se encontraba en la Cueva de siete Palacios. Pero poca gente se ha fijado en las características y estructuras que requiere un depósito de agua de esas proporciones. Tampoco se han fijado con detenimiento en los cimientos de la Iglesia, ni se han sorprendido de que aparezcan estructuras romanas tan abundantes en los muros iniciales del citado edificio. A mi entender, sólo el que vio, pudo afirmar lo que decía, y en este caso, han sido los árabes, no otros, los que han acertado al decir que, por encima del aquel edificio, con esquinas de piedra toba, en forma de pirámide, y que el agua que llegaba a la cima caía sobre un molino para hacerlo funcionar. ¿Ni los cristianos se dieron cuenta? Supongo que lo vieron, pero nadie escribió una sola letra acerca de él. Extraño y sorprendente.

Este era el lugar donde el agua se almacenaba y distribuía hacia todas las zonas de las industrias, pero desde época romana. Se crearon depósitos secundarios en diferentes lugares de todo el complejo industrial. Y eran los siguientes: Peñón del Santo, ladera de poniente del Castillo de San Miguel, zona del Majuelo y barrio de San Sebastián, y toda la zona de Levante.

Distribución: La red de distribución comenzaba desde el Torrecuevas. Las villas rústicas próximas a este lugar tenían sus pequeños depósitos para abastecimiento doméstico y agrícola. En la Santa Cruz vemos conducciones entubadas que debían dirigirse hacia las villas romanas rústicas que se encontraban en sus cercanías. En las termas de la Carrera de la Concepción había un desvío de agua procedente del mismo canal del acueducto. Y desde la misma Iglesia podía distribuirse el agua hacia un depósito situado en sus inmediaciones; y un canal que se dirigía, entubado, desde la misma Iglesia o incluso canal del acueducto, hasta el interior del antiguo ayuntamiento desde donde partían hacia la huerta de los Müller, y el que bajaba desde la Iglesia directamente hasta la casa de los Müller, desde donde se dirigía, según indican las tuberías encontradas, en dirección al barrio del Castillo. A su vez, desde este barrio, por medio de canal cubierto con bóveda de medio cañón y montado sobre la muralla de Levante, ese canal se dirigía hacia la zona del Castillo de San Miguel, donde, como se ha visto, existían también una termas, y los depósitos (dos) junto a su lado en la vertiente de Poniente. Probablemente, desde el mismo Castillo, el agua sería también canalizada hacia el Peñón del Santo, donde se encuentra uno de los depósitos más grandes, porque allí también había industria de salazones, como se ha indicado antes.

Con relación a los lugares distantes, tenemos las termas de Cotobro donde también hay un pozo, pero independiente de los sistemas de núcleo de industrias grandes del centro de Sexi.

Y por último, podríamos decir que otros técnicos, a la vista de estos datos proporcionados con mucha dedicación y muchos años de investigación, iniciaran lo que a este trabajo le falta, que es el estudio de hidrodinámica general comenzando desde la última localidad donde se cree empieza el movimiento de aguas hacia las localidades de Lentegí, Otívar, Jete y Almuñécar.

Uso: En cuanto al uso del agua, la conclusión en muy sencilla: el motivo principal es la explotación de una macrofactoría emplazada en todo el espacio que hoy constituye la localidad de Sexsi, Almuñécar. Es lógico decir que el uso doméstico en evidente, pues la población humana lo necesita, y para ello se construyeron termas, y como es de pensar, algunos otros elementos urbanos, aunque no se haya encontrado nada que lo testifique.

Dr. Antonio Ruiz Fernández

Granada, 8 de noviembre de 2021.